— ¿Tyler? ¿Dónde estás? ¿Cariño?

Josh hechó un vistazo dentro de la casa, pero no pudo hayarlo. No se le veía por ningún lado. 

— Tyler Joseph. ¿Dónde carajo estás?

El castaño estaba sentado en la piscina vacía, estaba débil y no podía moverse. 

Había bebido del charco. 

Se estaba muriendo. 

Ned llegó, haciendo lo posible para salvar a Tyler de la muerte. 

El daño ya estaba hecho. 

No quería ver a Tyler morir lentamente, y tendió un vaso de espuma lleno de cloro. 

Con las últimas fuerzas que le quedaban al chico, arrebató el vaso de las manos de Ned. 

Ned lo miró, con los ojos completamente vidriosos.

— Siempre pensé que vivirías luego de esto. 

Tyler lo miró, sonriendo débilmente.

Llevó el vaso hasta sus labios, y bebió directamente del cloro. 

Una pequeña gota pasó en su garganta, y Tyler se derrumbó al suelo, sin vida. 

Ned comenzó a llorar mientras veía la vida de Tyler desaparecer ante sus ojitos. 

Afigido por la reciente muerte de Tyler, se acurrucó junto al cuerpo si vida del castaño, y se durmió. 

Entonces, él y Tyler se desintegraron en el aire. Dejando de existir. 

⊬

Al caer la noche, Josh seguía corriendo por el vecindario en busca de su chico. 

Y gritaba con mucha fuerza su nombre. 

— ¡TYLER! 

Las lágrimas corrían por sus rojas mejillas. 

— ¡TYLER! 

Josh cayó al suelo, sollozando y llorando con mucha fuerza por Tyler, pero nunca llegó a su lado. 

Tyler no estaba vivo. 

Ya no era real. 

Era sólo un químico.