El Muerdago Parte 2

Percy

Seguía refregándome los labios con asco. Me abundaba un sabor a cigarrillo con pasta de dientes y un poco de desodorante axe en la boca, haciendo similar al gusto de Gabe.

Digamos que una vez ocasionalmente una de sus medias terminó en mi boca.

No pregunten como pasó.

De todos modos, miraba a Nico, el que estaba parado en su lugar, grietas abriéndose a sus costados, esqueletos de un color blanco puro formando la estructura de un ave.

O mejor dicho de una paloma.

Era consciente del hecho que Nico había gustado de mi, ya que hace un año me decretó esto, pero asegurándome que ya no era su tipo.

Bueno las palomas blancas sagradas de Afrodita no decían lo mismo.

Me pregunto que estaba pasando por su cabeza, por su cerebro agobiado de negatividad.

Todavía no entendía como un chico como él podría gustar de mi.

No me cabía en la cabeza.

Además teniendo a Will por detrás, que, sin disimulación, daba indirectas del amor que sentía por el chico sombra.

Otra cosa que no me cabía en la cabeza.

El hijo del Dios de la música y el que controla el sol gustando del de sombras?

Creo que se tomaron la idea de "los opuestos se atraen" demasiado enserio.

Annabeth se acerca a mi lado, una mirada triste grabada en su aspecto facial.

— Pobre Nico — me susurra en el oído, observándolo aun en su lugar, sus ojos aguados por lagrimas.

De repente, una luz se prende dentro de mi cerebro, sacando una idea brillante.

— Tengo una idea — Le murmuro devuelta, la emoción escurriéndose por mi voz.

— Que sorpresa Sesos de Alga, has superado tu récord!— bromea, pasando sus dedos por mi pecho, una sonrisa picara en sus labios.

— Ja Ja Ja— me río sarcástico, para luego agarrarla del brazo y llevármela por la puerta trasera, evitando el muérdago.

Nico

Mi mente estaba nublada por un abismo de vergüenza y terror.

El simple hecho de pensar de que los labios cálidos y salados de Percy habían estado sobre los míos me mareaba.

Y yo que creía que lo había superado, que finalmente podía seguir con mi vida, tratando de vivirla de la manera mas normal posible.

Pero esto lo arruinaba todo.

Las mariposas en mi estomago seguían revoloteando sin parar, haciendo unas cosquillas molestas en este.

Si solo pudiera matarlas como las verdaderas.

Finalmente salgo de mi trance de shock, y observo a mi alrededor.

Percy había desaparecido. Probablemente disgustado por el beso, y vomitando en un tacho de basura.

De las grietas del piso salían los esqueletos del animal sagrado de Afrodita.

Mierda.

Por eso Percy había salido corriendo. Lo aterro la posibilidad de que yo podría gustar de el.

Probablemente creyó que lo iba a secuestrar.

Soy media vuelta, encarando a los hermanos con enojo.

Se reían a carcajadas, chocándose los cinco una y otra vez, lagrima cayendo por sus ojos avellana.

Los esqueletos de las aves se hacen polvo, y yo cierro mis puños con fuerza, mientras veo como mi vista se torna roja, y las sombras salían de las mismas Freitas, amontonándose en mis pies.

De un salto, saco mi espada y la pongo en el cuello de Travis Stoll.

Estaba muerto.

— Viejo, tranquilízate, fue solo una broma! — se excusa riéndose nervioso, sus ojos fijos en la espada negra carbón en su garganta.

— Si llegas a hacer algo como esto en algún momento de tu vida, Stoll, te prometo por mi padre que te dejare un agujero en la frente, entendido?— le susurro amenazadora mente.

Asiente con rapidez, por lo que suelto la fuerza del mango y me aparto de su lado.

Que iba a hacer con mi vida ahora.

Me debería escapar, si eso si, debería ir a nueva Roma y pedirle a Reyna un tiempo para estar alli, y cuando Percy y Annabeth vuelvan para la universidad yo regresaría al campamento Mestizo.

Me decido por eso, busco una sombra cercana, al lado de la puerta de entrada, una sombra ancha y extensa se expandía por afuera.

Era perfecta.

Me acerco al marco de la puerta, dirigiéndome hacia la sombra.

— YA — Escucho a alguien decir.

Me doy la vuelta hacia el alarido, y ahí estaban Percy y Annabeth, con un Will confundido siendo impulsado por ellos hacia donde estaba yo.

Y ahí calló la moneda.

Miro para arriba mío, la plantita falsa estaba colgada justo en el medio, su brillo plástico haciéndola resaltar.

— Mierda — susurro para mi mismo, cuando siento el impacto de Solace contra mi, y luego informe en la oscuridad del hechizo.

Es raro estar bajo un hechizo, de la nada, te olvidas de todo. De quien sos, de donde estabas, y de que estabas haciendo hace unos segundos.

Así que estas así, mirando el espacio en blanco alrededor tuyo preguntándote "Que carajo?"

Eso por un segundo y medio, después todo te golpea de una como agua fría, y te despiertas otra vez en la realidad.

Mis labios estaban pegados a los del rubio, encajaban mejor que con los de Percy, y sentía la calidez que reproducían mientras se apoyaban en los míos.

Los dos abrimos los ojos con fuerza, yo mirando los suyos, el color azul tan diferente al negro que yo poseía.

Me separo, mis mejillas tornándose de un rosa profundo. Miro una vez más al hijo de Apolo, para luego darme la vuelta y encarar a Percy.

— Púdrete — le espeto en la cara, frunciendo el ceño con profundidad.

Me largo de allí, encaminándome por los caminos de tierra hasta la fuente.

Era una nueva fuente que habían puesto hace poco en el medio de todas las cabañas.

Había un sátiro en la punto, con una Cornucopia en su mano derecha, agua cristalina cayendo por su apertura.

Lo habíamos llamado la fuente de los deseos.

Era algo que hacían los mortales que nuestra amiga Rachel Dare nos había mencionado. Decidimos ponerlo porque nos pareció brillante y divertida.

Retiren el 'nos' no estoy involucrado en esa decisión.

De todos modos, saco una Drachma, y jugueteo con ella, pasándola por todos mis dedos, haciéndola rebotar en mi palma.

Finalmente, con un último rebote, la dejo caer sobre el agua.

— Deseo no ser gay — susurro a la fuente.

Al instante me siento estupido, la palabra me atravesaba miles de dagas a través de mi pecho. Nunca había aceptado mi orientación, y la palabra que me definía me hacia respingar.

Porque lo odiaba. Ya era lo suficientemente diferente, era el hijo de Hades, me relacionaba mejor con los muertos que con los vivos.

Eso no era suficiente para mi? No, claro que no, porque además se me agregó el hecho de ser homosexual.

Tiemblo cuando la oración se reproduce en mi mente.

Y ahora estaba aquí, deseando impedir lo inevitable.

Siento mis ojos llenarse de lagrimas, y con esfuerzo las trato de ahuyentar parpadeando un poco. Aunque el intento es en vano, ya que las gotas saladas se resbalan por mis cachetes, dejando rastros mojados por mi piel seca.

Siento un toqueteo en mi hombro, haciendo que me sobresalte y saque mi espada en forma de resguardo.

— WOA!— grita el extraño al ver la amenaza.

Al instante bajo el arma al ver la cabellera rubia.

— Que quieres Solace — pregunto molesto, sentándome con un suspiro en el borde de la cerámica de la fuente. Pasando mi manga por mis ojos, secando mi llanto.

Pero al instante mas lo remplaza.

— Estas llorando? — me cuestiona, sentándose a mi lado, sin mirarme a la cara. Como si el supiera que yo quería mi propio espacio personal.

— No quiero lastima William — le reclamo, mirando el perfil de su rostro expectante.

Su piel bronceada brillaba bajo la luz de la luna de noche buena. Las pecas acumuladas en su nariz fina y alargada haciendo que no luzca tan perfecto como debía.

— Nada mas quiero saber porque lloras— insiste, mirándome intensamente.

— Quisiera simplemente... Ser otra persona — le explico, largando un aire frustrado.

Me gustaría morir, y escoger el renacimiento, empezar de nuevo, una nueva vida, Nueva persona.

Todo seria mas simple si no fuera yo.

— Y quien te gustaría ser?— me pregunta mordiéndose el labio inferior con anticipación.

Era una buena pregunta.

— Cualquier persona... Percy... El es perfecto, tiene todo lo que quiere, fama, valentía, y amor... Jason, es fuerte, tiene novia, es hijo del rey de los dioses. Yo? Soy un chico hijo del dios mas odiado, excluido, que no tiene amigos... Y además... Además...— no podía decir la palabra en voz alta. Y Will lo nota al instante, por lo que un aspecto de disgusto se dibuja en su cara.

Seguramente estaba pensando que era asqueroso, ingenuo.

— Nico, ven a hablarme cuando te valores — Me dice, frunciendo el ceño. Se levanta de un salto, y se retira de mi lado.

Por eso odiaba estas cosas. Yo hacia que todos se repelen de mi persona... Era un monstruo.

Veo como alguien se vuelve a sentar a mi lado.

Percy.

— Vete de aquí Jackson— digo esperanzado.

Sus ojos verdes me miran curiosos.

— Así que para vos soy perfecto?— pregunta con calma. Mis pelos se ponen de punta. Acaso había escuchado nuestra conversación? — Y si, escuché su conversación—

Mierda.

— Um...— logro decir, mirando mis pies con interés.

— Nadie es perfecto Nico, ni tu, ni yo, ni esa roca de allá... Todos tenemos nuestras diferencias, y hay que valorarlas— me explica, una sonrisa asomándose.

Y siento todo el enojo explotar.

— Tu no puedes decir nada Percy, tienes una novia, sos poderoso, sos lindo...— empiezo, veo como abre la boca para responder, pero no le permito — Yo, soy horrible, tengo al menos 75 años, una hermana muerta, y mis amigos están muertos. Así que si crees que todos tienen sus contras y sus pros, dime que pro tengo yo Percy. DIME!— grito. Odiaba ser yo. Odiaba ser yo.

— Eso no es algo que yo te puedo decir— me explica con paciencia.

— Y ahora dirás, "lo tienes que descubrir tu mismo bla bla bla"— digo, imitando su voz grave y profunda que el tenia.

Eso lo hace reír.

— No, en realidad no iba a decir eso, pero tiene sentido. Lo que iba a decir era que, tienes una persona esperándote en el comedor, listo para apoyarte y encontrar todos tus beneficios—

Mis tuercas comienzan a funcionar. No tenía la menor idea de quien era esta persona. Nadie quería estar conmigo, todos se alejaban de mi ser, excusándose por cualquier cosa. A no ser que iba a la enfermería, ahí no podían escapar...

Y ahí la respuesta cae.

— Will?— pregunto, ahora viéndolo todo.

Percy levanta las cejas con sorpresa.

— No sabias que ese chico esta loco por vos?— niego con la cabeza — Neptuno, Nico, te hace quedarte en la enfermería por un simple dolor de cabeza! No te parece algo obvio?—

Tenía razón...

Will siempre estaba en la enfermería esperándome, me decía que me quedara por la noche, que estaba demasiado enfermo para salir. Aunque sólo me haya roto una uña, o tenía un dolor de dientes...

William Solace gustaba de mi.

Y yo de el.

Me levanto de un salto, miro a Percy.

— Sigues sin ser mi tipo— le aseguro, el se ríe.

— DiAngelo, soy el tipo de todos— me guiña un ojo.

Y por primera vez... Le sonrío de vuelta.

Will

Ese tarado hijo de Gaea, no entendía que era perfecto como era.

Me daba tanta bronca.

Estaba en el comedor devuelta, sentado en una mesa, los Stoll y Annabeth interrogándome sobre lo sucedido.

— Nico es un tonto — les respondo cruzándome de brazos.

Me quedé así por al menos quince minutos, ignorando completamente todas las preguntas que me hacían.

Ahora que DiAngelo no venga llorando a la enfermería con un dolor de pie ni nada, no lo iba a ayudar ni ahí. Que se las arregle solo ese hijo de-

— Solace — Escucho esa voz.

Finalmente, no sabia cuanto tiempo me iba a hacer esperar.

Ya se que pasaron solo quince minutos... Pero estoy impaciente!

Dirijo mi mirada hacia esos ojos oscuros que no podía entender, había tanta tristeza detrás de ellos, que deseaba curarlo y cuidarlo por siempre, acunarlo en mis brazos y cantarle, y descubrir lo que lo volvía tan sombrío.

Ok, no no estoy obsesionado.

Hago lo que puedo para poner una expresión enojada.

Su cara pálida se sonroja, por lo que logre intimidarlo.

Pero nunca pensé.

Que tomaría eso como un empujón.

Camina con velocidad hacia mi, y una vez que estaba en frente mio, mirando un poco hacia arriba debido a mi altura (de todos modos había crecido en las últimas semanas), me mira con intensidad.

Y por la única vez, veo lo que hay detrás de su oscuridad.

Veo sus sentimientos.

Y había remordimiento.

— Lo siento — murmura, para luego agarrar mi cabeza y atraerla hacia sus labios fríos.

Faaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa fue divertido escribir esto. Bueno acá esta la parte dos, especial de Solangelo!

(Probablemente lo voy a editar mas adelante)

Quieren mas?

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