⨂La Noche de San Juan / 2⨂


Porque lo prometido es deuda aquí la segunda parte de la noche de san juan ~



Era de madrugada, la noche de san juan aun no terminaba, los latinos se encontraban durmiendo plácidamente en sus camas excepto por uno y ese era el chileno que se encontraba en pie dispuesto a salir de la casa rodante pero...

¿ A dónde se dirigía a altas horas de la noche?

Muy simple su destino era el bosque para enfrentar al mandinga, no iba a dejar pasar lo que había hecho con él y sus hermanos, debía hacer que anulara aquel contrato y de paso tomar una pequeña revancha por los golpes.

En su mochila llevaba todo lo necesario para invocar la presencia del cola de flecha, además en su mano un objeto el cual era el más preciado para el chileno y siempre llevaba consigo. Con bastante sigilo salió de aquel gran vehículo y a pasos firmes se encamino hacia las profundidades del bosque asegurándose de que no lo siguieran o no podría cumplir su cometido.

Una vez lejos de la casa rodante, saca los mismos objetos que el mandinga había usado con el argentino para liberar su forma demoníaca, dos velas y un espejo solo eso necesitaba para invocarlo.

Como decía la tradición lo llamo tres veces y al igual que su historia de bartolo entre truenos, lenguas de fuego y horrible olor azufre aparece emitiendo su risa demoníaca.

-Jajaj dime simple mortal que es lo que...- fue interrumpido por la voz del contrario.

-Ya cállate weon mejor cambia la wea de frasecita que esa ya está muy gastada- lo queda mirando con los brazos cruzados dando golpes al suelo con uno de sus pies --además no tengo toda la noche.--

El diablo mira furioso a quien había tenido la osadía de interrumpir al rey del inframundo--Oh~ pero que tenemos por aquí... ¡República de Chile! a que se debe tu llamado, sabes perfectamente que no puedo hacer ningún contrato por tu alma.--

--Si si parecí disco rayao' lo dijiste hace rato y ni weon te firmo ni una wea de contrato eso sería como darte el alma de mis 17 millones o eran 18 millones—se toma el mentón tratando de recordar-- weno como sea la cosa es que son muchos mis habitantes.--

--Entonces porque me invocaste soy un demonio muy ocupado especialmente esta noche.--

-- Si como digas, mira vine por dos cosas 1.quiero que hagas nulo el contrato de mis hermanos y 2.devolverte los golpes que me diste hace rato – decía bastante seguro mostrando una amplia sonrisa dejando ver sus filosos dientes.

-Jajaja aunque seas la representación de una nación sigues siendo un simple mortal como crees que...--Nuevamente fue interrumpido pero esta vez por un certero puñetazo en el rostro y una patada en la entrepierna.

--Maldito humano como te atreves ahora sabrás lo que es el verdadero dolor-- De pronto el gran demonio extendió sus grandes alas elevándose hacia el cielo y a gran velocidad acercándose al chileno a quien logro embestirlo con su cuerpo arrojándolo algunos metros.

--Tsk vo' creí que con eso me voy asustar... te metiste con mi familia y esa wea sí que no la aguanto.-- Con dificultad se pone de pie a pesar del fuerte impacto mantenía firme en su mano aquel objeto que traía consigo el cual consistía en un sable pero no era cualquiera para el chileno, ese era especial ya que había sido un regalo de Second Reich, tomo la empuñadura para desenfundarla y adoptar posición de combate --uff Prusia llego el momento de demostrar que todo el entrenamiento valió la pena.--

El diablo solo se reía ante la acción del chileno – jajaj en serio crees que con esa arma de juguete me podrás vencer, sabes perfectamente que yo no puedo morir--

--Obvio que se eso si weon no soy, pero si puedo dejarte mal herido y obligarte a romper aquel contrato pata de hilo-- a paso lento se acercaba a su contrario para estar lo suficientemente cerca para poder atacarlo.--Quiero verte intentarlo roto chileno--

--Y a mucha honra-- cuando vio que estaba a una distancia aceptable se acercó al demonio con aquel sable con toda la intención de causarle el mayor daño posible, claro usualmente no la usaría ya que para él era un tesoro pero la ocasión lo ameritaba.

Le resultaba difícil causarle algún daño al diablo ya que este era bastante veloz logrando esquivar sus ataques con facilidad, pero había algo con lo que el demonio no contaba y es que el chileno sabía perfectamente sacarle provecho a su cola a la hora del combate, así que cuando el diablo se colocaba detrás del de estrella este rápidamente le agarra una pata con su cola para evitar que se moviera. Con su codo le da un golpe certero en el abdomen seguido da media vuelta para atacarlo con aquella arma provocando un corte en la zona del pecho del diablo.

El demonio por acto reflejo al sentir aquella cortada estira con fuerza su brazo dándole un golpe en el rostro al chileno consiguiendo así soltarse de su agarre, aquel golpe iso retroceder unos pasos al chileno el cual lo miraba con profundo odio mientras se limpiaba un fino hilo de sangre que salia de la comisura de sus labios.

--Que paso mandinga~ no puedes con este simple mortal-- el chileno vuelve a ponerse en posición de ataque viendo cada movimiento que hacía aquel demonio el cual con cada segundo que pasaba estaba perdiendo más la paciencia.

- Que mierda es esa cosa, se supone que ningún arma mortal me puede dañar-- el chileno solo comienza a reírse le hacía gracia ver al mismísimo diablo confundido --De que te ríes maldito lagarto.--

--Me rió de ti po' de quien más, acaso no recuerdas este bello sable-- la elevaba mientras su vista se posaba entre el arma y el diablo--¿tendría que?-- miraba desafiante al chileno.

--No lo sé tú dímelo, pero te diré que esta arma fue parte de aquel trato que isiste hace mucho con un antiguo imperio--baja su mirada un segundo al recordar aquel que tanto lo apoyo en el pasado antes de seguir hablando-- el cual una de las condiciones de aquel maldito contrato fue un arma con la cual pudiera acabar con cualquier enemigo humano o no.--

--¡¡No puede ser, el me aseguro que esa arma la había destruido!!- el diablo se comenzaba a poner nervioso sabía perfectamente que con esa arma podía recibir mucho daño.

--jajaj es que es tan fácil engañarte~ el me la dio y agradezco llevarla siempre conmigo ahora basta de charlas ven a pelear po' mandinga culiao-- ya totalmente cegado por la ira el diablo se acerca al chileno con claras intenciones de acabar con él.

Con gran dificultad el chileno logra esquivar cada ataque, en ocasiones lograba golpearlo o causarle cortes en los brazos de su adversario pero el estar así ya lo estaba cansando y en un descuido uno de sus brazos al igual que parte de su torso terminan con unas marcas de tres rasguños causado por sus garras.

Se aleja un poco de aquel ser--tsk... debo acabar rápido con él o en verdad me matara-- comienza a pensar en una manera de acabar con el -- creo que solo tendré que hacer un ataque directo pero me arriesgo que me dé primero... maldición--

El demonio comienza a reír de manera tétrica -- ¿qué pasa Chile? donde esta toda esa valentía de hace unos momentos, sabes fue divertido pero es hora de acabar con esto y seguir recolectando almas de humanos y las de tus hermanos serán las primeras que tomare jajaja.--

--¡¡Ya te dije weon con mi familia no te metes !!-- corrió con todas sus fuerzas, con firmeza a sujetaba aquel sable con claras intenciones de clavarlo en el cuerpo del ser demoníaco.

El diablo al percatarse de aquella acción se prepara para esquivar aquel ataque, cosa que consiguió pero el chileno fue veloz y con su cola logra engancharse de su cintura y con un certero movimiento logra encajar la hoja del sable en la espalda del diablo y con la otra mano libre comienza a torcer una de sus alas para evitar que pueda escapar volando -- te tengo weon--

El diablo deja escapar un gran grito de dolor mientras caía de rodillas al piso, podía sentir como la sangre bajaba por su espalda, el chileno asomaba su cabeza por su hombro sin soltar su ala.

- Como mierda me gano un simple mortal esto no puede ser- el chileno solo lo mira sabía que había ganado- eso te pasa weon por subestimarme, talvez no pude salvar al Kaiser de tus garras pero ahora lo haré con mis hermanos así que anula el maldito contrato.--

Se podía ver como al diablo le estaba costando respirar y soltando jadeos al hablar—ha nu-nunca ha lo are-- el chileno solo lo miro serio-- oh así que no lo harás bueno será~-- clava más el sable en el cuerpo del contrario junto con torcer casi por completo su ala y de paso darle una patada en la zona de las costillas haciéndolo gritar aun más de dolor.

-¡¡Agh!! bien tu ganas--entonces entre lenguas de fuego frente a el aparece el papiro que argentina había firmado, el demonio lo tomo entre sus manos y lo destruyo frente sus ojos –lis-to ha ah-ahora déjame-- el chileno solo asiente posa su pie sobre la espalda del demonio para darse impulso y en rápido movimiento saca su sable del cuerpo de su adversario junto con liberar su ala consiguiendo otro grito de dolor de parte de este.

-Puta que asquito ahora debo limpiar tu sangre de mi bello sable, pero me alegra que hayamos podido resolver el problemita~ gracias querido mandinga— sacudía aquella arma para sacar el exceso de sangre.

--tsk búrlate nomas ya verás como cobrare mi venganza solo ganaste esta vez-- lo miraba con desprecio e incredulidad como un insignificante humano había ganado al gran señor del inframundo - ya ya mejor váyase a su casita a llorar y espero no vernos pronto-- se daba media vuelta dispuesto a irse mientras se despedía con la mano sin verlo.

- Chile... maldito bastardo- bastante débil se marcha entre grandes llamas dejando solo un rastro quemado en el piso como una evidencia de su presencia.

El chileno había tomado todas sus cosas y bastante agotado se dirigió vuelta a la casa rodante, a lo lejos ve como poco a poco el sol se asomaba por la cordillera --tanto duro la pelea...ya da igual quiero llegar a descansar y limpiar mi arma-- así que arrastrando los pies y la cola logra llegar a su destino repite la acción de moverse con sigilo pero lo que no sabía el chileno que alguien lo esperaba en su cuarto, al entrar ve que había un mexicano sentado en su cama mirándolo con expresión seria.

- Donde estabas cabron y porque estas todo lastimado- se paró quedando frente al de cola revisando las diversas lesiones que tenía - jeje hola mex bueno solo diré que ya no tienen que preocuparse que el mandinga venga a molestar, el contrato se anuló-- sonreía de lado mientras se dirigía a sentarse a su cama estaba muy agotado.

--Haber y no al cine... déjame ver si entendí saliste a mitad de la noche a enfrentarte con el mandinga ese- el de parche solo asiente con la cabeza estaba más concentrado en limpiar su sable luego se ocuparía de sus lesiones.

--¿Estás pendejo o qué? ¡te pudo haber matado!-- el mexicano estaba totalmente alterado de solo pensar de la tontera que había cometido su hermano - ya ya relaja la raja weon mira que vas a despertar a todos-- el contrario solo suspira derrotado sabía que no lograría nada así que se limitó a ir por un botiquín para curar las heridas del chileno.

-No vuelvas hacer esa estupidez idiota- le dio un zape consiguiendo que el de cola se quejara por aquella acción mientras le curaba las lesiones- auch...no al maltrato animal weon... puta yo arriesgándome por devolver tu alma y así me pagas-- se sobaba la cabeza mientras miraba como el mexicano se reía.

- Ya mi carnalito si te lo agradezco ahora dime de donde chingadas sacaste esa arma está bien mamalona- decía apuntando al sable que el chileno había conseguido limpiar, este lo mira y lo eleva un poco antes de volver a guardarla en su funda.

Un recuerdo de alguien muy importante y del cual siempre le estaré en gratitud.



Bueno espero hayan disfrutado este pequeño bardo jajaja, si soy sincera pensé que tardaría mas en escribirlo :v

Nos leemos en la próxima historia (~ ̄▽ ̄)~





🌹🌹 bis zum nächsten Kapitel 🌹🌹

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