˚ ༘✶ ⋆。˚044.
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He detenido a Boruto en el momento en que pensaba ir a enfrentarse a aquella marioneta de Urashiki y él al verme detenerlo me ha dedicado una sonrisa.
—Sé que estás preocupada por mí, pero te aseguro que estaré bien —dijo mientras me miraba con seguridad—. No puedo dejar a Shikadai y a su madre solos, pero te aseguro que estaré contigo en un momento.
—Confío en ti, Boruto.
Le he mostrado una pequeña sonrisa para luego soltar su brazo y así dejarlo ir hasta donde se encontraba Shikadai junto a su madre. Sin embargo, aunque confiaba en que él lograría vencer a aquella marioneta, no podía quitarme de encima aquella inquietud de que algo malo llegara a sucederle y es por eso que me he subido a una parte alta para presenciar la batalla.
— ¿Te gustaría hacer una apuesta? —me preguntó el Shukaku al momento en que llegaba a mi lado a presenciar el combate—. ¿Quién crees que gane?
—Por supuesto que ganará Boruto —dije con total seguridad al verlo pelear—. Él será el vencedor de esta batalla.
— ¿Qué hacen ustedes dos mirando la batalla? —nos preguntó Shinki con seriedad al momento de llegar a nuestro lado—. Tengan en cuenta su posición.
—Silencio. Que aquí estamos haciendo una apuesta —mencionó el Shukaku algo molesto—. Además, debemos de librarnos de los que nos persiguen de un modo u otro.
He soltado una pequeña risa al ver a Shinki comenzar a presenciar la batalla de Boruto junto a su tía y primo.
—No pelean de forma eficaz. Deberían cooperar más con mi tía —mencionó Shinki—. Dejarse llevar por las emociones no tiene nada de racional.
—No creo que sea así —mencioné mientras miraba a Boruto pelear—. No creo que se estén dejando llevar por sus emociones.
— ¿Cómo estás tan segura de ello?
—En realidad no tengo idea sobre las emociones de las personas de este planeta... solo lo siento así —le he mirado con una sonrisa nerviosa, a lo cual él me miró seriamente para luego rodearme con su arena junto al Shukaku—. ¿Eh? ¿Qué haces, Shinki?
— ¡Espera un momento! ¡El combate comenzaba a colocarse mejor!
—Solo estamos perdiendo el tiempo el estar mirando aquí —mencionó seriamente al momento en que comenzaba a alejarse—. Ellos pueden encargarse de esto. Yo por mi parte cumpliré con mi papel.
Sabía que Shinki intentaría cumplir con la misión a cualquier costo, por lo que no he replicado y dejé que comenzara a llevarme a Konoha. Y mientras más nos alejábamos, no he podido evitar sentirme inquieta ante el hecho de dejar a Boruto atrás, sin embargo, toda preocupación que sentía hacia él se había esfumado al oír su voz a lo lejos.
—Finalmente los he alcanzado —mencionó mientras intentaba recobrar el aire, pero al verme comenzó a fruncir el ceño—. ¡¿Por qué tienes a Tsukiko de esa forma?!
—Debo llevarla a Konoha.
—Eso lo sé, pero hay otras formas de llevarla —mencionó mientras se cruzaba de brazos—. No es necesario que la mantengas tan cerca de ti.
— ¿Dónde está mi tía?
—Ella nos alcanzará con Shikadai cuando encuentren a Kankuro —mencionó con calma, pero al darse cuenta del cambio de tema volvió a alterarse—. ¡No me cambies el tema y ya deja a Tsukiko!
—Boruto tiene razón. Creo que lo mejor será que me bajes —le dije de manera calmada, pero él simplemente me ignoró—. Si me llevas contigo solo estarás gastando chakra.
—No tengo problema con ello.
Shinki comenzó a avanzar sin importarle las quejas de Boruto de que me dejara y ante aquello he soltado un suspiro. En verdad todavía había demasiadas cosas que debía aprender de este planeta.
Estábamos por llegar al país del fuego cuando he logrado sentir el chakra de Urashiki acercarse y ante ello le he dicho a los demás que estuvieran alerta.
—Sí que sabes huir muy bien, Tsukiko —dijo Urashiki al momento en que aparecía frente a nosotros—. Es una pena que he logrado encontrarte... nuevamente.
— ¿Logró deshacerse de la técnica del Kazekage?
—Oh. Eso me tomó más tiempo de lo que pensaba —mencionó con una sonrisa Urashiki—. Sí que era un sello muy molesto.
— ¿Cómo has logrado encontrarnos? —le preguntó Shinki—. Hemos sellado el chakra del Shukaku y ella está en envuelta en mi chakra.
—Es imposible que ella huya de mí —mencionó con una sonrisa siniestra—. Y ahora ustedes por interferir se quedarán sin su chakra. ¡Hoy acumularé mucho chakra!
— ¡Como si fuera a dejarte que te acerques a Tsukiko!
—Controla tus emociones. ¿Acaso piensas repetir el mismo error de antes? —le preguntó seriamente Shinki a Boruto—. En este momento no contamos ni con mi padre ni con Uchiha Sasuke.
—Sé que Urashiki es más fuerte que yo, pero... —mencionó Boruto al momento en que me miraba con inquietud—... no puedo dejar que él intente hacerle daño a Tsukiko.
—Shinki. ¿Podrías soltarme? —pregunté mientras miraba fijamente a Urashiki—. Es posible que la única persona en tener una chance de derrotarlo sea yo.
— ¿Eh? ¿Acaso he oído bien? —se preguntó Urashiki con gracia al momento en que me miraba. — ¿Acaso la pequeña princesa piensa enfrentarme? Estaré esperando a ver que eso suceda.
—No es necesario —me ha dicho al momento en que miraba a Boruto—. Boruto. Encárgate de distraerlo.
— ¿Ahora piensas confiar un poco más en mí?
He soltado un suspiro al ver que mi intento de que me soltara había fallado para luego ver como él junto a Boruto se encargaban de sellar a Urashiki una vez más. Sin embargo, debido a la falta de poder entre el sellado de Shinki y el del Kazekage, era muy seguro que Urashiki tardará menos en liberarse.
Y es por eso que hemos intentado avanzar todo lo que podíamos mientras él se encontraba encerrado.
—Maldición... —se quejó Shinki al momento en que caí al suelo de rodillas—. Yo...
— ¿Qué es lo que sucede?
—Shinki ha utilizado demasiado chakra —le mencioné a Boruto al momento en que su arena de hierro dejaba de rodearme—. Te he dicho que el llevarme solo te haría gastar chakra.
—No tenía opción. Él puede detectar tu chakra —me ha dicho mientras intentaba mantenerse de pie—. Debemos de cumplir con la misión...
— ¿Qué haremos ahora? —se preguntó Boruto—. Urashiki puede encontrarnos gracias a su Byakugan.
—El Byakugan tiene un límite —dije mientras me acercaba a Shinki para así ayudarlo a mantenerse de pie—. Si nos alejábamos lo suficiente, él no podrá encontrarnos.
—Lo entiendo, pero... ¿Por qué nuevamente estás tan apegada a él?
—Urashiki puede sentir mi chakra, pero si estoy junto a Shinki y su arena, le será más difícil encontrarme —le he dicho con una pequeña sonrisa, pero al verlo mirarme inquieto he ladeado la cabeza confundida—. ¿Te molesta que esté cerca de Shinki?
— ¿Qué...? ¿Molesto yo? —preguntó con inquietud mientras se acercaba a Shinki—. Yo no estoy para nada molesto...
—Yo diría que celoso —mencionó el Shukaku, ocasionando de esa forma que las mejillas de Boruto se tornaran de un color carmesí—. ¿Ves? Incluso se ha sonrojado.
— ¡Yo no me he sonrojado! ¡Y tampoco estoy celoso!
No sabía exactamente el porqué, pero cuando él ha mencionado que no se encontraba celoso mi pecho ha dolido un poco. ¿Qué era esto que sentía?
—No es necesario que me ayudes —mencionó Shinki al ver que Boruto lo ayudaba a caminar—. Con una sola persona es más que suficiente.
—Deja de quejarte y recibe mi ayuda —le dijo Boruto un poco molesto—. Además, no puedo quedarme viendo a Tsukiko haciendo todo el trabajo.
—En otras palabras: No quiero ver a Tsukiko cerca de ti —mencionó con gracia el Shukaku—. Ya admite que estás celoso.
— ¡Que no estoy celoso!
He decidido ignorar el pequeño dolor que sentía mi pecho para así concentrarme en ayudar a Shinki a llegar hasta el país del fuego.
Gracias a que Boruto se encontraba haciendo de carnada para Urashiki, hemos conseguido llegar con Shinki al país del fuego. Sin embargo, esto no me dejaba tranquila, ya que, no podía dejar de pensar sobre el hecho de que Boruto estaba en peligro al enfrentarse al Otsutsuki.
— ¿Dónde vas, Shinki? —pregunté al momento en que lo veía con intenciones de marcharse—. ¿Irás con Boruto? En ese caso...
—No. No puedes ir conmigo —me ha dicho de manera seria a lo cual he realizado una mueca—. Debes entender que...
—Urashiki viene por mí... —terminé la frase por él mientras soltaba un suspiro—. Lo sé, pero no puedo dejar de estar intranquila al saber que Boruto se encuentra allá solo.
—Él regresará.
Shinki iba a irse, pero antes de que lo hiciera lo he detenido sosteniéndolo de la mano y al hacer aquello ocasionó que él me mirara confundido.
—Tú también tienes que regresar —le he dicho seriamente—. Prométeme que ambos regresaran. No me gustaría enterarme de que algo malo le sucedió a alguno de ustedes.
— ¿Por qué estás preocupada por mí? No soy tu compañero.
— ¿Eh? Creí que desde los exámenes nos habíamos vuelto un poco más cercanos —le mencioné con una pequeña sonrisa—. A pesar de que emanas un chakra un poco siniestro, también puedo sentir la amabilidad en él y aquello me gusta.
Shinki me ha mirado por un momento con sorpresa, pero luego de unos segundos ha mirado en otra dirección mientras que sus mejillas se tornaban de un color carmesí.
—Nosotros volveremos.
Y con eso último dicho, él ha comenzado a marcharse hasta el lugar donde se encontraba peleando Boruto.
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