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Una explosión había ocasionado que detuviera mis pasos y al mirar hacia arriba, he podido ver como Kuu aparecía con una sonrisa.

Lo miré seriamente por unos momentos, pero al oír la voz de Mitsuki junto a Sarada, ha provocado que mi expresión se aliviara un poco; ellos se encontraban bien y aquello me hacía sentir aliviado.

—¿Han venido a que los mate, débiles mocosos?

Había fruncido levemente el ceño al oír aquellas palabras, pero mi expresión cambió de un momento a otro al ver su pecho.

—Eso es... —murmuré con sorpresa sin poder quitarle la mirada de encima. En aquel momento, el miedo y la rabia había comenzado a consumirme—. No me digas que...

—Tienes que estar bromeando... —murmuraba aterrada Sarada—. Ella no...

—El sonido de sus latidos es muy agradable —nos ha dicho con una sonrisa, ocasionando de esa forma que a nosotros nos rebosara el miedo—. ¿Qué sucede con esas caras? Oh... ¿Acaso este era el corazón que tanto querían proteger?

Kuu nos ha mirado con una sonrisa siniestra, al momento en que llevaba una mano al corazón que había robado.

—Desgraciado... —murmuré con rabia mientras lo miraba—. ¡¿Qué le has hecho a Tsukiko?!

Debido a la rabia del momento, me he lanzado de cara contra él, pero desafortunadamente no había podido siquiera hacerle un rasguño. Ya que, Kuu me había lanzado lejos de donde se encontraban Mitsuki y Sarada, los cuales al ver que había sido mandado a otra parte han comenzado a atacar a Kuu.

Me levanté de aquellos escombros que había en el lugar, miré enrabiado a Kuu debido al hecho que había dañado a una persona muy importante para nosotros.

Pero a pesar de que nos han dicho que aquel corazón era de Tsukiko, yo no podía creer que aquel corazón fuera de ella; yo debo creer que ella se encuentra con vida y que pronto haría su aparición como siempre lo hacía.

Por qué lo haría, ¿verdad?

Cuando el viejo Onoki me ha mencionado sobre que los creados vivían solamente para proteger a la gente, he de admitir que por un momento me había convencido, pero luego de ver todo lo que habían causado y que no les importaba demasiado la seguridad de los demás, he tomado la decisión de deshacerme de ellos.

No podía permitir que Kuu obtuviera el poder que tanto deseaba, debía de detenerlo para que así nadie más pudiera sufrir las consecuencias que podrían avecinarse.

—¡Boruto!

Al estar tan metido en mis pensamientos no me he dado cuenta de que Kuu había querido atacarme con el elemento polvo. Por poco casi pierdo mi vida y debía de agradecerle a Mitsuki junto a Sarada por salvarme.

—Tendrías que fijarte más en tu entorno, tonto Boruto —me ha dicho Sarada—. Sé que estás afectado por el hecho de que él haya tomado su corazón, pero...

—No es su corazón —dije seriamente, ocasionando de esa forma que me mirara con sorpresa—. No pienso creer que ella está muerta.

Sarada me miró por unos segundos sin expresión alguna, pero luego me ha dedicado una pequeña sonrisa antes de volver a mirar aquellos escombros que nos obstruían el paso.

—Debemos de encontrar una manera de salir de aquí —me ha dicho, pero su expresión de sorpresa no se hizo esperar al momento en que los escombros comenzaban a elevarse—. ¿Qué está sucediendo?

—¡Sekki! ¿Qué haces aquí? —pregunté con asombro al verlo.

—El tercero también vino.

Él ha apuntado a una dirección donde se encontraba el viejo Onoki, el cual al verme me ha preguntado sobre Kuu y que había que detenerlo inmediatamente o de lo contrario sucedería algo horrible.

Al llevar al viejo Onoki hasta donde se suponía que se encontraba Kuu, he podido ver a Mitsuki tirado en el suelo, por lo que me acerqué junto a Sarada para ver cómo se encontraba y aquel momento lo había aprovechado Kuu para atacarnos, ocasionando de esa forma que comenzáramos a caer hasta una especie de río; el cual nos ha llevado a un lugar un poco extraño.

—Yo me encargaré de Kuu —mencionó Mitsuki en el momento en que logramos oír una explosión—. Ustedes llévense al señor Onoki.

—¿Qué dices? No pienso hacer eso.

—Quiero protegerlos. Esa es mi voluntad —me ha dicho antes de mirarme con una sonrisa—. Además, en el laboratorio tengo cuerpos de repuestos. No te preocupes, porque volveremos a vernos.

—Aunque se parezcan a ti... no eres tú —le he dicho seriamente. Él me ha mirado sin comprender lo que decía, por lo que le mostré una pequeña sonrisa—. Ella dijo aquella vez: Es Mitsuki, pero no es nuestro Mitsuki.

Mitsuki se ha sorprendido por un momento para luego llevar una mano a su pecho y así mostrar una expresión de tristeza.

—Lo siento, Boruto —se disculpó, a lo cual lo he mirado confundido—. Por mí ella...

—No lo digas —le he dicho interrumpiendo sus palabras—. Estoy seguro de que ella se encuentra bien.

—Ella no es una persona débil —mencionaba Sarada mientras se acercaba a nosotros—. Aunque tendremos que regañarla por el susto que está provocándonos.

Asentimos ante lo que la Uchiha había dicho para luego concentrarnos en nuestro enemigo.

Miraba con tristeza como la Tsuchikage y otros más lloraban la muerte del viejo Onoki; el cual había dado su vida por la aldea para detener los planes de Kuu.

—No hay rastro de ella —mencionó Sarada al momento en que se acercaba junto al equipo 10 y el oír sus palabras han causado que mi pecho doliera—. ¿Qué haremos, Boruto?

Antes de poder responderle a Sarada he podido ver como mi padre llegaba junto al padre de Inojin y otros ninjas.

—¿Padre?

—Yo les he avisado.

Las palabras de Shikadai me han llamado la atención e iba a preguntarle en qué momento lo había hecho, pero antes de poder formular alguna palabra he podido ver como el profesor Konohamaru aparecía y al apreciar una pequeña figura femenina detrás de él, he sentido como mi alma volvía a mi cuerpo.

Lo sabía. Ella estaba con vida.

—¡Mitsuki! ¡Boruto! —exclamó con alegría al momento en que comenzaba a correr hasta donde nos encontrábamos y así finalmente abrazarnos—. ¡Me alegro mucho de que se encuentren bien!

—Creo que eso deberíamos de decirlo nosotros —le he dicho, a lo cual ella se ha alejado para mirarme con la cabeza ladeada—. Nos has dado un gran susto.

—¿Por qué?

—Creímos que habías muerto —respondió Mitsuki para luego sostener su mano—. Lamento todo lo que te causé...

Ella parpadeó un poco para luego sonreír y abalanzarse a abrazarlo. Aquella muestra de afecto había ocasionado que comenzara a molestarme, pero no haría o diría nada, ya que ellos son personas importantes para mí y quería verlos felices.

—Mitsuki. Tsukiko. —los llamó seriamente el profesor Konohamaru antes de acercarse a ellos, pero de un momento a otro su mirada se tranquilizó y los ha abrazado—. Ustedes dos sí que dan problemas... bienvenidos de regreso.

—Tch. Claro, olvídense que también soy parte del equipo —murmuré molesto, pero al sentir como sostenían mi mano y me atraían hacia ellos he sonreído de medio lado—. Los perdonaré por esta vez.

—El equipo 7 está nuevamente reunido —nos ha dicho el profesor Konohamaru de manera alegre sin dejar de abrazarnos—. Me alegra saber que los tres se encuentran bien.

—Estás aplastándome... —dije adolorido al sentir la presión de aquel abrazo—. Siento que voy a morir...

—Estoy seguro de que si Tsukiko te abrazara no dirías lo mismo —mencionó Inojin, ocasionando de esa forma que mis mejillas se acaloraran—. Oh. ¿Acaso mencioné eso en voz alta?

—¡Deja de burlarte de mí, Inojin!

Ante mi reacción los demás han comenzado a reír y en aquel momento, no había podido evitar mirar a Tsukiko; he de admitir que no me quejaría si ella me abrazara.

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✧Pregunta: ¿Mitsuki o Shikadai?