˚ ༘✶ ⋆。˚035.
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Mirábamos como el señor Onoki hablaba con otro de los creados, el cual se llamaba Kuu y que había sido creado a partir de las células del señor Onoki.
Nosotros habíamos sido atrapados por Inojin, el cual había estado bajo el efecto de un Genjutsu ocasionado por Kirara; otra integrante de los autodenominados creados.
—No tengo nada más que decirte.
—¿Está diciendo que debemos de morir? —le preguntó para luego darle un fuerte golpe al Viejo Onoki en su estómago—. Usted está confundido...
—¡¿Qué crees que haces?! —exclamé molesto al ver como lo había tratado—. ¡¿Por qué has hecho todo eso?!
—Silencio —me ha dicho seriamente mientras cargaba en sus brazos al viejo Onoki—. Kirara. Kokuyou. Preparen los trasplantes.
—Señor Kuu —le llamó Kirara mientras se acercaba a Tsukiko—. ¿Puedo tener el corazón de esta chica?
—Has lo que quieras.
—Magnífico —decía con satisfacción mientras soltaba la cuerda que la mantenía unida a nosotros—. Llévenla al laboratorio.
Algunos de los desechos se habían acercado a ella, por lo que comenzó a resistirse, pero en ese momento han apuntado Kunais en nuestra dirección, ocasionando de esa forma que ella dejara de resistirse.
—¡Aléjense de ella! —exclamé furioso al ver como los desechos comenzaban a llevarse a Tsukiko. Intenté moverme, pero al estar amarrado a los demás y que me estuvieran apuntando con un Kunai, me era imposible—. ¡Maldición!
—No se preocupen —nos decía Kirara con calma—. Pronto su corazón será mío, por lo que será como si siguiera con vida.
—No molestes... —murmuraba Sarada furiosa—. Esto no se quedará así.
—Vaya. Tienes contigo unos lentes muy bellos —decía emocionada mientras comenzaba a acercarse a Sarada—. Creo que me quedaré con ellos.
En ese momento, un Kunai explosivo le cortó el paso, por lo que hemos aprovechado el humo que se había producido para así huir.
Hemos corrido hasta que hemos logrado ver a Shikadai y el ver que se encontraba bien me ha hecho sentir un pequeño alivio, pero no me sentiré del todo aliviado hasta que no encontremos a Tsukiko y a Mitsuki.
Esperaba que ambos se encontraran bien.
—Los desechos se encuentran vigilando a los shinobis de esta aldea, por lo que tenemos un momento para huir —nos ha dicho mientras nos miraba a cada uno, pero al no ver a Tsukiko con nosotros se ha quedado confundido—. ¿Dónde está Tsukiko?
—Se la han llevado los desechos —respondí con irritación mientras recordaba cómo se la habían llevado frente a mí—. Ellos piensan quitarle su corazón.
—¿Qué? —decía desorientado para luego soltar un suspiro—. Qué fastidio. Nos encontramos unos tipos psicópatas.
—Debemos de encontrarla pronto —ha mencionado Sarada—. No podemos permitir que le hagan daño.
—Lo sé, pero primero debemos de encontrar un lugar donde armar una estrategia —dijo Shikadai, pero antes de seguir hablando, ha sido interrumpido por la llegada de Kokuyou—. Tch. Es un fastidio que hayas interrumpido mi charla.
—Me encargaré personalmente de ustedes.
—No hay remedio —soltó un suspiro antes de dirigir su mirada hacia mi—. El equipo Ino-Shika-Cho se hará cargo de él. Boruto y Sarada irán a buscar a Tsukiko y Mitsuki.
—No hagas ninguna locura, Shikadai —dije al ver su disposición para enfrentarse al enemigo—. Eso solo ocasionaría que ella se coloque triste.
—No lo haré —me ha dicho mientras sonreía—. Sería un fastidio que ella se colocara mal por alguien como yo.
Sonreí de medio lado ante sus palabras para así comenzar a irme junto a Sarada, pero desafortunadamente nuestros pasos habían sido cortados por la aparición de Kirara.
—Me encantan las cosas bellas. Por eso tendré un corazón muy bello —nos decía con emoción y al oír aquello me ha hecho fruncir el ceño debido a que esa persona pensaba quitarle el corazón a Tsukiko—. Y quiero tener aquellos lentes porque se me verían mejor a mí.
—¡Cállate! No pienso dártelos.
—Tampoco pensamos dejarte obtener el corazón de Tsukiko.
—Todo lo bello es mío —nos ha dicho al momento en que se escondía detrás de su paraguas—. No pienso dejar que me quiten lo que es mío. ¿Qué tal si jugamos a las muñecas?
—¿Muñecas?
De un momento a otro ella había aparecido detrás de nosotros y al verla hemos podido ver sus ojos, los cuales han ocasionado que nos quedemos a su disposición.
Kirara nos había dejado enfrentándonos entre nosotros, mientras que ella se dirigía al lugar donde se encontraba Mitsuki con lo que sería el corazón para el creado llamado Kuu.
Yo no podía ver exactamente como estaba dañando a Sarada debido a que mantenía mis ojos cerrados por la habilidad de Kirara, pero si podía oírla y he logrado escuchar su grito de sorpresa por un momento, pero en tan pocos segundos he sentido un golpe en mi pecho; lo cual me había liberado del genjutsu en el cual estaba sometido.
—Eso ha estado demasiado cerca —mencioné al momento en que pude mover mi cuerpo a mi voluntad—. ¿Cómo te has liberado, Sarada?
—Reflejé el Sharingan en la hoja para agitar mi chakra con un genjutsu —me respondió con alivio mientras miraba la espada—. Estuvimos cerca de morir.
—Sí —asentí para luego mirar hacia la dirección donde se suponía que se encontraba Mitsuki—. Tenemos que apresurarnos. Debemos de encontrar a Mitsuki y rescatar a Tsukiko.
—Sí.
Junto a Sarada hemos comenzado a dirigirnos al lugar donde se suponía que se encontraba Mitsuki y al llegar hemos podido ver como él estaba subiendo unas escaleras con lo que sería el corazón del creado llamado Kuu.
—¡Espera un momento, Mitsuki! —le grité, pudiendo de esa forma detener sus pasos. Él me ha mirado sin expresión alguna para luego lanzar a mis pies el elemento rayo—. ¡Mitsuki, Kuu se está equivocando! ¡No lo ayudes!
—No te metas, Boruto.
Al ver la expresión sería de Mitsuki me ha entrado un escalofrío y al verlo subir esas escaleras he comenzado a entrar en pánico.
—¡Ellos tienen a Tsukiko, Mitsuki! —exclamé ocasionando de esa forma que volviera a detener sus pasos—. Ellos piensan quitarle su corazón. No dejarás que eso suceda, ¿verdad?
Miré a Mitsuki con esperanza esperando a que aquello lo hiciera reaccionar.
—Como te he dicho... no te metas —al oír aquellas palabras me he quedado sin habla, ya que nunca imaginé que a él no le importara lo que le sucediera a su amiga—. Señor Kuu...
En el momento en que Mitsuki le había entregado el corazón a Kuu he sentido un dolor en el pecho debido a que mi amigo seguía de su lado aun sabiendo que ellos pensaban hacerle daño a Tsukiko. Sin embargo, cuando Mitsuki lo ha atacado y ha dejado ver que aquel corazón solamente eran serpientes, me ha entrado una sensación de alegría y alivió.
Mitsuki no nos había traicionado. Él seguía de nuestro lado.
—¿Por qué, Mitsuki? —le preguntaba Sekiei sin poder creerse lo que sucedía—. ¿Por qué estás haciendo todo esto?
—Esta es mi voluntad —ha mencionado con seriedad—. Además, no pienso dejar que le hagan daño a Tsukiko.
—¡Mitsuki! —exclamé su nombre con felicidad, al momento en que se ha acercado a nosotros—. Sabía que podíamos confiar en ti.
—Debemos de sanarlo pronto, Señor Kuu —le decía Kirara mientras lo ayudaba a colocarse de pie—. Usted puede tomar el corazón bello que tanto deseaba para mí.
—¡Espera un momento! —exclamé al momento en que lo veía irse—. ¡No pienso dejar que le hagas daño a Tsukiko!
—¡Cuidado, Boruto!
Mitsuki me había salvado del ataque de Sekiei para luego verme con una sonrisa.
—Gracias, Mitsuki.
—Boruto. Nosotros nos quedaremos a pelear —dijo Sarada al momento en que activaba su Sharingan—. Tú encárgate de que esa persona no le haga daño a Tsukiko.
—Sí. Déjenmelo a mí.
Sin decir alguna palabra más, he comenzado a seguir a Kuu para así poder detener cada uno de sus planes.
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