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—Hiciste un buen trabajo atrapando a Boruto y Sarada, Shikadai —dije con una sonrisa mientras salía de mi escondite, a lo cual ellos se han sorprendido—. ¿Por qué me miran así?

—La profesora Moegi vendrá en este momento. Así que apreciaría si no me dieras más trabajo del que ya me han dado ellos dos, Tsukiko —me ha dicho mirándome fijamente—. No quiero pelear contigo.

—Pensamos igual —le dije con una sonrisa—. Si atacara a mis compañeros en este momento estaría metiéndome en más problemas de los que ya tengo.

—Entonces...

—Pero me arriesgaré de todas formas —le he dicho con una mirada siniestra al momento en que interrumpía sus palabras—. Lo siento, Shikadai.

—¿Qué?

Shikadai me miró sorprendido y adolorido debido a que había aparecido frente a él tocándolo con un solo dedo, ocasionando de esa forma que soltara a Boruto.

—¡Bien hecho, Tsukiko! —exclamó alegre al ver que había sido liberado—. Ahora solo debemos de ayudar a Sarada.

—¿No podemos solo dejarla ahí?

—¡¿Qué estás diciendo, Tsukiko?! —exclamó irritada, a lo cual solté una pequeña risa al ver que la había provocado—. Tch. De verdad eres molesta.

—Eh. Sarada está enfrentándome —dije con una media sonrisa sin dejar de mirarla—. Me gusta.

—Y yo que te he dicho que no me dieras más trabajo... —murmuraba adolorido Shikadai al momento en que me miraba con una sonrisa—. Al menos los he atrapado a los dos.

—¿Qué?

Debido a que me había distraído con Sarada no me fijé del hecho de que la sombra de Shikadai nos había atrapado y a pesar de que yo sabía un método de como librarme, he optado por no hacer nada y quedarme quieta mirando al Nara.

Le había prometido a Kakashi que no utilizaría este poder debido a que era demasiado poderoso y podría lastimar a alguien.

—Maldición... nosotros no podemos rendirnos... —me decía Boruto intentando de esa forma escapar de la sombra de Shikadai, pero le era imposible—. No podemos dejar a Mitsuki...

—Debemos de averiguar cuál es la voluntad de Mitsuki —le he dicho a Shikadai el cual me ha mirado sin comprender—. Él dejó un mensaje y por eso debemos de encontrarlo.

—¿Qué mensaje?

—Esta es mi voluntad —le respondió Boruto—. No sabemos exactamente lo que ha querido decirnos con eso y es por eso que queremos ir a averiguarlo.

—Confiamos en que Mitsuki tiene una muy buena razón para hacer lo que hizo.

Shikadai nos miró fijamente de manera inquieta para luego murmurar unas palabras y así finalmente dejarnos libres.

—Iré con ustedes —nos ha dicho, a lo cual ha ocasionado que los demás lo vieran con sorpresa—. Pensándolo bien. Si Mitsuki hubiera querido dejar la aldea... ¿Por qué atacar a los vigilantes? Él tenía mejores oportunidades para abandonarla, ¿por qué causar tal alboroto?

—Tienes razón. —le dijo Sarada.

—Además, él se ha tomado la molestia de dejarle un mensaje a Boruto —nos dijo—. Si hubiera sido un espía que nos traicionó, ¿no es peligroso dejar una prueba como esa?

—Eres muy inteligente, Shikadai —le he dicho con una sonrisa muy cerca de su rostro, ocasionando que él me viera avergonzado—. Me gusta tu inteligencia.

Miré con una sonrisa a Shikadai durante unos segundos más para luego dirigir mi vista hasta los demás, encontrándome así, con la sorpresa de que Boruto y Sarada me veían de manera malhumorada.

¿Por qué se han colocado así?

—Los acompañaré solamente para resolver el misterio —nos decía Shikadai al momento en que dirigía su mirada hasta sus dos compañeros de equipo—. Lo siento. Discúlpense con la profesora Moegi por mí.

—¿Estás seguro? —le preguntaba Inojin sin poder creerse lo que le decía su amigo—. Te considerarán su cómplice. Vamos, dile algo ChouChou.

—Yo iré con Sarada —decía ChouChou—. Además, no quiero que la profesora Moegi se enoje porque no lo detuve.

—¿Es en serio? —preguntaba al momento de soltar un suspiro agotado—. Yo tampoco quiero tener que decírselo. Me harán meterme en un lío.

—En ese caso ven con nosotros, Inojin —le dije sosteniendo su mano para así acercarlo con los demás—. Iremos todos juntos a buscar a Mitsuki.

—En caso de que nos digan algo, les diré que me han amenazado y que tuve que acompañarlos a la fuerza.

—Como tú quieras, Inojin —dije con una media sonrisa para luego notar que los demás a excepción de ChouChou nos miraban malhumorados—. ¿Por qué nos miran así?

—Creo que será mejor ir andando —nos dijo Boruto al momento en que se daba media vuelta y al ver que estaba algo inquieto he dejado ir la mano de Inojin para así acercarme al Uzumaki—. ¡¿Qué estás haciendo, Tsukiko?!

—Bueno. He leído que si alguien se encontraba de malhumor era mejor darles un abrazo. —le he dicho mientras lo abrazaba fuertemente por la espalda. —Aunque... ahora que lo pienso. ¿Eso no haría que la persona se enfade más?

—Es cuando uno está triste, Tsukiko.

—Cierto. Gracias, Sarada —le agradecí. Iba a alejarme de Boruto, pero él había sostenido mis manos impidiendo que me alejara. —¿Sucede algo, Boruto?

—¡Ah! ¡Debemos de apresurarnos...! —exclamó en pánico al momento en que me dejaba libre y he mirado a los demás como buscando alguna respuesta al comportamiento de Boruto, pero ellos simplemente se han encogido de hombros.

Había demasiadas cosas que todavía no podía entender de Boruto, pero esperaba conocerlas pronto, ya que, yo quería volverme más cercana a él.

—Jueguen conmigo —decía la chica frente a nosotros, la cual nos había encerrado a Boruto y a mí—. Si llenan todos los agujeros de la roca, los dejaré salir. Encontrarán las joyas en esta cueva.

—¿No hay alguna otra manera de salir? —me preguntaba en un susurro mi compañero, a lo cual negué—. Tch. Supongo que no tenemos más opción que seguir su juego.

—Esperemos que no sea una trampa —le dije con una sonrisa antes de ver a la chica, la cual no dejaba de verme mientras pasaba su lengua por sus labios—. ¿Qué sucede?

—Tienes un chakra delicioso contigo, pero no me gusta devorar el chakra fresco, sino, que me gusta más el chakra débil y por eso esperaré a que te canses —me ha dicho con una sonrisa al momento en que dejaba ver su verdadero rostro—. Degustaré muy bien tu chakra.

—Como si fuera a dejarte que le coloques una mano encima —le decía Boruto con el ceño fruncido al momento en que se colocaba frente a mí en una forma de protección—. Nosotros saldremos vivos de esto y buscaremos a nuestros compañeros.

—Eh. Me tocó una pareja muy especial.

—¿P-Pareja? —preguntaba nervioso al momento en que me miraba de reojo—. Nosotros... no somos...

—Somos una linda pareja, ¿verdad? —dije con una sonrisa, ocasionando de esa forma que Boruto se avergonzara más de lo que ya estaba—. Y si te atreves a tocar un cabello de él.... —le sonreí de manera siniestra a la mujer—. Te mataré.

Ella soltó una pequeña risa para luego desaparecer, yo me quedé mirando a la nada por unos segundos para luego comenzar a ayudar a Boruto con aquellas joyas que se encontraban en el suelo.

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