˚ ༘✶ ⋆。˚027.

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No me sentía para nada intimidada ante las miradas desafiantes de la policía militar de Konoha.

—Ya le he dicho todo lo que sé.

—¿Segura? —cuestionó aquel hombre frente a mí—. Sé que estás ocultando algo.

—Ya le he dicho todo lo que sé.

Al volver a pronunciar nuevamente aquellas palabras ha golpeado fuertemente la mesa haciéndome sobresaltar por unos segundos, pero me mantuve firme en mi lugar mientras lo miraba fijamente, sin expresión alguna.

—Estás mintiendo —volvió a cuestionarme para luego comenzar a acercarse y verme con desaprobación—. ¿Qué están planeando los Otsutsuki?

—Ya les he...

Nuevamente había golpeado la mesa frente a mí, pero esta vez no me había sobresaltado y seguí en mí misma posición.

—La persona que escapó vendrá por ti, ¿verdad?

Solté una risa amarga al oír aquellas palabras.

—Urashiki no vendrá a por mí —le he dicho sin quitar aquella sonrisa de mi rostro—. Él preferiría volverse un fruto de chakra antes de rescatarme.

—¿Cómo podemos estar seguros de eso?

—Porque me odia —le respondí con calma mientras recordaba cada momento desagradable con Urashiki—. Detestaba que fuera tan consentida por mi padre...perdón, por Momoshiki.

Todavía me costaba asimilar el hecho de que Momoshiki no era mi padre, que él simplemente me crío como su hija para que un día le diera todo mi chakra y así obtener el poder total de todas mis habilidades, pero principalmente de mis ojos.

—¿Qué sabes sobre la desaparición de la princesa Byakugan?

—Nada —le he dicho sinceramente, pero él seguía viéndome sin creerme por lo que solté un suspiro—. ¿Cuándo terminará este interrogatorio?

—¿Por qué? ¿Te sientes mal?

El ver su sonrisa provocativa me ha hecho sentir una rabia y presioné mi mano derecha, pero al darme cuenta de lo que estaba por causar he aflojado un poco mi mano para así relajarme.

—Dígame. ¿Cómo se sentiría si todo lo que creyó que era correcto resultaba ser una mentira? —le pregunté mientras lo miraba de manera inexpresiva—. Me enteré de que la persona que creía que era mi padre mató a mi madre biológica y la persona que había estado entrenándome era mi padre biológico. ¿Cómo se sentiría con toda esa información? La cual te llegó de golpe.

Él no supo que responderme, simplemente se mantuvo ahí quieto, mirándome de manera inexpresiva para luego abandonar el cuarto dejándome ahí nuevamente en la soledad.

Miré nuevamente mi mano derecha sintiendo nuevamente aquella rabia, la cual era causada por el hecho de que con este poder que tenía había causado demasiados problemas a las personas que confiaban en mí.

Solté un suspiro al pensar en todo eso.

—Se te irá la felicidad con tanto suspiro —mencionó un hombre a mi lado. No me había percatado que había ingresado a este cuarto una persona distinta a la de antes—. ¿Te han tratado bien?

—No puedo pedir mejor trato, ¿verdad? —le pregunté con una media sonrisa, a lo cual él soltó una gran risa para luego sentarse en el asiento delante de mí—. Si viene a buscar más información...

—No he venido a eso —me ha dicho al momento en que sacaba unos papeles para luego entregármelos—. Tienes suerte. No te quedarás encerrada el resto de tu vida entre cuatro paredes.

—¿Qué quiere decir?

—El sexto Hokage ha decidido hacerse cargo de todo y te estará vigilando desde ahora.

Aquellas palabras me han dejado perpleja que incluso lo miré intentando buscar algún rastro de mentira, pero aquel hombre frente a mí estaba siendo del todo sincero.

—Ya veo —asentí al momento en que tomaba aquellos papeles donde salía la cara del Sexto Hokage, mi padre biológico—. Gracias por la información... Mmm...

Me quedé mirándolo un poco inquieta debido a que no sabía su nombre.

—Inuzuka Kiba —me ha dicho con una gran sonrisa—. Pero puedes llamarme solamente Kiba.

—Gracias por la información, Kiba.

—Te llevaré con el sexto Hokage una vez se haya completado toda la información —me ha dicho de manera amable—. Espero que desde ahora sigas un buen camino.

Asentí ante lo que me había dicho para luego ver como abandonaba esta habitación dejándome completamente sola. Miré los papeles frente a mí, sintiendo así un poco de angustia debido al hecho que desde ahora estaría bajo el cargo de aquel hombre.

Me preguntaba cómo sería todo desde ahora.

Al ingresar al lugar donde sería mi hogar me ha llamado demasiado la atención las fotos que había por el lugar.

—Ella es...

Sostuve una de las fotos donde aparecía la mujer que se suponía que era mi madre, la miré detalladamente sintiendo así un dolor en mi pecho debido a que comencé a recordar las palabras de Momoshiki.

Yo siempre había querido conocer a mi madre, pero siempre Momoshiki me decía que no era el momento correcto, que debía volverme fuerte y así algún día podría conocerla, pero después de lo que ha dicho en aquella batalla me ha roto aquellas esperanzas que tenía de conocerla.

—Es preciosa, ¿verdad? —me ha dicho el sexto Hokage desde atrás de mí—. Ella era una gran mujer e imagino que hubiera sido una excelente madre.

—Sí... —sonreí de medio lado al momento en que volvía a dejar aquel retrato en su lugar—. ¿Qué debo de hacer ahora, sexto Hokage?

—No es necesario que me llames de esa forma —me ha dicho con una pequeña risa a lo cual lo he mirado un tanto inquieta—. Tampoco te estoy pidiendo que me llames padre. Sé que no será fácil para ti todo esto... —soltó un suspiro al momento en que apartaba la mirada de la mía, intentando evitar que notara su expresión de tristeza—. Puedes simplemente llamarme Kakashi.

—Está bien, Kakashi.

Cuando he dicho aquellas palabras he notado como su tristeza se intensificaba y eso me ha hecho sentir mal debido a que no quería causarle daño a nadie más.

—Tu cuarto está al fondo.

Él me hizo una señal de donde se encontraba mi cuarto, por lo que comencé a dirigirme a ese lugar y al ingresar he podido ver que se encontraba todo perfectamente acomodado e incluso he podido ver un poco de ropa sobre la cama, la cual al verla he soltado una pequeña risa al ver que era distinta a lo que estaba acostumbrada a usar.

—Imagino que se esforzó demasiado en escoger todo esto —murmuré mientras apreciaba lo que sería desde ahora mi cuarto—. Me pregunto cómo se encontrarán los demás...

Me había sido inevitable no pensar en Boruto, él me había defendido de Momoshiki a tal punto de enfrentarse a él y así salvarme de aquel destino al cual había sido expuesta.

Una vez nos volvamos a ver le daría nuevamente las gracias por creer en mí.

—Oye, Tsukiko...

Sorprendida por el hecho de que habían estado susurrando mi nombre desde a fuera de la ventana, me he levantado y así encontrarme con la presencia de Boruto junto a Mitsuki.

—Ustedes... —dije impresionada al verlos. Como estaba tan metida en mis pensamientos no me había percatado de sus chakras—. ¿Qué hacen por aquí?

—Hemos estado siguiendo a Kakashi desde un buen rato —me respondió Boruto con una sonrisa—. Oímos que él se encargaría de ti, por lo que hemos venido a visitarte.

—Es una pena que mi compañera de cuarto ya no esté —me decía Mitsuki con aquella sonrisa de siempre a lo cual no había podido evitar imitar su acción—. ¿Te encuentras bien?

—¡Yo iba a preguntarle eso, Mitsuki! —exclamó molesto, a lo cual con Mitsuki no hemos podido evitar soltar una risa al ver su actitud—. ¿Cómo te encuentras?

—Es difícil asimilar todo esto, pero podré arreglármelas —les he dicho con una pequeña sonrisa—. Gracias por venir a verme. De verdad me han hecho sentir mucho mejor.

—F-Fue todo un placer... —mencionaba Boruto con las mejillas ya sonrojadas y al verlo de esa forma no he podido evitar acercarme para así ver qué expresión realizaba—. ¡Estás demasiado cerca...!

De un momento a otro había sido alejada de Boruto y al ver a Kakashi ahí he visto como Boruto tragaba en seco para luego intentar huir, pero había sido detenido antes de poder cumplir su acción.

—Creo que saben muy bien que ella no puede recibir visitas, ¿verdad? —les preguntaba de manera inexpresiva ocasionando que Boruto se inquietara, en cambio, Mitsuki se encontraba como siempre.

—Lamentamos la intromisión —habló Mitsuki de manera calmada al momento en que sostenía mi mano—. Solo hemos querido saber cómo se encontraba mi antigua compañera de cuarto.

—¿Ustedes dos compartían cuarto? —nos preguntó Kakashi a lo cual hemos asentido sin dudar—. Naruto no me había contado nada de esto.

—Mi papá debió de darles cuartos diferentes —murmuraba molesto Boruto, pero aun así logramos oírlo y aquello lo hizo avergonzar—. ¡Yo tengo que regresar a casa!

Boruto comenzó a huir del lugar y al verlo actuar de esa forma me ha hecho reír, definitivamente él siempre sabía cómo hacerme sonreír.

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