˚ ༘✶ ⋆。˚010.

˚ ⁀➷

Boruto me había traído consigo al lugar donde estaban esculpidas las caras de los Hokages, desde donde me encontraba se podía apreciar una gran y hermosa vista. Aunque lo que más llamó mi atención en ese momento no fue el paisaje, sino el hecho de que Boruto estaba pintando la cara de esculpida de piedra de su propio padre.

Él al verme me extendió una brocha y espero a que hiciera algún retrato en alguna de las caras, fue entonces que me topé con la cara de esculpida de aquel hombre de chakra acogedor.

—¡Vamos, Tsukiko!

Boruto me estaba incentivando a que rayara aquella cara esculpida y para no quedar mal o hacerlo sentir que se encontraba solo en esto he optado por dibujar una sonrisa.

—¡Deja de burlarte de mí, Boruto! —exclamó enfadado el séptimo, pero al verme se sorprendió—. ¿También estás en esto?

No pude defenderme o decir algo debido a que Boruto había sostenido mi mano para comenzar a huir de su padre. Ambos corrimos siendo seguidos por el séptimo hasta encontrarnos con Sarada, la cual al vernos nos miró de mala manera.

—¿Ya estás metiéndote en problemas, Boruto? —le preguntó mientras soltaba un suspiro—. Deberías de alejarte de él, Tsukiko.

Boruto simplemente le hizo una señal de silencio para luego acercarse a una alcantarilla, donde me hizo esconderme, siendo seguida por él. Mientras estábamos ocultos hemos oído la voz del séptimo, él le preguntaba a Sarada si nos había visto y al escuchar una negativa de parte de la Uchiha comenzó a irse.

—Gracias por cubrirnos, Sarada —le agradeció el Uzumaki mientras me ayudaba a salir de aquella alcantarilla—. No entiendo por qué se enoja tanto por un poco de pintura. Mi papá es un llorón.

—Querías que te persiguiera, ¿no? —le preguntó, a lo cual Boruto la miró confundido—. Estás resentido porque no pasa tiempo contigo.

—¡No es verdad! —exclamó—. Hacía tiempo que no nos perseguíamos, así que tengo que superar el último récord.

—¿Y por qué meter en problemas a Tsukiko?

—No es que quiera meterla en problemas... —mencionó mientras me miraba de reojo, a lo cual sonreír—. Simplemente, no quería que estuviera sola.

—Mitsuki está ocupado con unas cosas, por lo que no ha podido pasar tiempo conmigo —le mencioné a Sarada—. Boruto ha sido tan amable de hacerme compañía.

—Yo solamente estoy ayudando... —le dijo, él sonaba algo avergonzado—. ¡Cómo sea! Voy a ir...

Él iba a moverse, pero de un momento a otro ambos habíamos quedado inmóviles. Lo miré algo atemorizada debido a que nunca había terminado de esta forma y me imaginé que me habían descubierto.

—No le des más trabajo al séptimo, Boruto —al oír la voz del señor Shikamaru me alivié un poco, pero no estaría del todo aliviada hasta que fuera libre de esta técnica—. Y Tsukiko, no sigas los malos hábitos de Boruto.

—No dejas de meter en problemas a los demás, Boruto.

—No he metido a nadie en problemas, Shikadai.

El padre de Shikadai le ha dicho que buscara al clon del séptimo que todavía debe de estar buscándonos. Mientras esperábamos no he podido dejar de mirar los ojos de Boruto, desde aquella vez, con lo sucedido con Sumire, su ojo no ha vuelto a cambiar.

De verdad quería averiguar más sobre ello, pero ni siquiera el mismo Boruto sabía por qué tenía aquel ojo tan distinto al Byakugan. ¿Cómo podía saber cuánto poder tenía?

Sarada nos contaba acerca de la aventura que había vivido y de todo lo que había mencionado me había llamado la atención el hecho de la bestia que habitaba en el interior del séptimo.

—¿Hay más personas que tengan una bestia en su interior? —pregunté a lo cual ella comenzó a pensar por un momento.

—Si recuerdo bien. La mayoría del chakra de aquellas bestias están con el séptimo —me ha dicho mientras tocaba suavemente sus lentes—. Aunque creo que el Kazekage también tiene parte de aquel chakra.

—¿Kazekage?

—Es el que gobierna la aldea oculta de la arena —me ha dicho ChouChou mientras comía unas papas—. ¿Acaso no sabes acerca de los Kages?

Negué ante su pregunta, por lo que Sarada comenzó a contarme acerca de los demás Kages, los cuales tenían un gran poder consigo.

—Con que aquí te encontrabas, Tsukiko. —habló Boruto interrumpiendo así mi charla con Sarada—. Te he estado buscando por un buen rato. ¿Vienes con nosotros?

—¿Acaso no ves que está charlando con nosotras? —preguntó seriamente Sarada—. Además, estoy segura de que la meterás en problemas.

—No te metas en mis asuntos, Sarada.

Boruto y Sarada habían comenzado una pequeña discusión con respecto a quién estaría conmigo, yo no sabía qué hacer en ese momento e iba a quedarme al margen, pero al oír como Boruto mencionaba que solamente irían a ver a los demás Kages he optado con ir con él.

—¿Por qué se han demorado tanto? —nos preguntó Shikadai, el cual se encontraba junto a Inojin y Mitsuki—. Ya me estaba aburriendo de esperarlos.

—Tuvimos un pequeño problema con Sarada, pero ya lo hemos solucionado—le respondió Boruto mientras se colocaba frente a nosotros—. Bien. ¿Cómo pintaremos las caras de los Hokages?

—¿Nuevamente con eso? ¿Acaso no hiciste eso hace poco? —preguntó Shikadai mientras soltaba un suspiro—. Además, con la llegada de los Kages habrá más vigilancia.

—Con mayor razón hay que intentarlo —decía firmemente, pero al ver que ellos no estaban de acuerdo ha dirigido su vista hacia mí—. Ayúdame a convencerlos, Tsukiko.

—¿No crees que ya la has metido en demasiados problemas? —preguntó Shikadai mientras se colocaba frente a mí con las intenciones que no mirara la expresión de súplica de Boruto—. Será un fastidio si la vuelven a atrapar.

—¿Por qué tan preocupado por ella, Shikadai? —le preguntó Inojin provocando así que Shikadai comenzara a actuar nervioso—. ¿Acaso estás interesado en ella?

—¿Es en este momento donde debo de actuar como el hermano sobreprotector? —preguntó Mitsuki mientras miraba fijamente a Shikadai con una sonrisa—. ¿O debo de actuar como su gran amigo y compañero de cuarto?

—Tch. Ustedes tres sí que son molestos. —chasqueó su lengua Boruto.

—No me digas que te has colocado celoso, Boruto —mencionó Inojin causando así que Boruto comenzara a actuar de manera nerviosa—. Vaya. Sí que tienes admiradores, Tsukiko.

No sabía exactamente qué hacer en ese momento, no entendía muy bien lo que sucedía y es por eso que busqué ayuda en Mitsuki, el cual al verme me dedicó una sonrisa para luego estirar sus brazos y acercarme a él.

—Muy bien. Se acabó el espectáculo —les dijo sin quitar aquella sonrisa de su rostro—. Nosotros debemos irnos.

—Y así es como Mitsuki se lleva consigo a la posible pareja de Shikadai y Boruto —decía Inojin—. Al parecer perdieron contra el compañero de cuarto.

—¡Cierra la boca, Inojin! —exclamó algo irritado y avergonzado Boruto—. Mejor planeemos la broma que le haremos a mi padre.

—Qué fastidio. Yo paso.

—Lo que dijo él.

Inojin y Shikadai comenzaron a irse y en eso Boruto nos mira esperanzado para que lo ayudáramos con la broma, pero Mitsuki comenzó a caminar conmigo aún cerca de él debido a que me encontraba rodeada con sus brazos.

∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top