«17»
— ¡Roger! —llamó angustiado mirando por todos lados.
— ¿Roggie? ¿Cielo?
— ¡Rog...! —llamó el castaño alargando la "o".
— Demonios, estaba aquí cuando anunciaron los resultados —dijo Brian dirigiendo las manos a su frente.
— Estaba allí cuando... cuando Marty dio su comentario —se percató John, el azabache y el rizado se miraron.
— Demonios.
— ¡A ese idiota sí que le corto los testículos! —exclamó Freddie—. Vengan, conozco el lugar donde Roger va para estar solo.
— Espera, ¿Roger tiene eso? —preguntó John.
— ¿Roger estaba cuando Marty hizo el comentario? —preguntó el de rizos.
— ¿Y tú no querías recuperarlo acaso, idiota? —preguntó Freddie dándole un golpe en la cabeza—. Síganme.
Se dirigieron rápidamente hacia un rincón de la escuela, había un arbusto y un escalón que podía servir de banca.
Además claro, de tener vista al jardín y tener otras flores ahí.
Y justamente, allí estaba Roger.
No estaba llorando, como Brian pensaba que estaría, tampoco había hecho alguna cosa dañina, como Brian temía.
Solo estaba allí mirando a un punto ciego de brazos cruzados apoyados en sus piernas.
Pensativo.
Demonios, se veía tan lindo pensativo, al menos según el de rizos.
Admirar su perfil lo dejó atontado unos momentos, pero luego se le acercó colocándose frente al rubio y tomándolo por los hombros.
— Rog.
El chico se sobresaltó un poco, pero luego lo miró y pareció tranquilizarse.
— Me... me asustaste —musitó.
— Hey, ¿qué pasó? —preguntó dirigiendo su mano a su mejilla y acariciándola.
— Nada —respondió Roger rápidamente—. Solo... me gusta venir a aquí. Es... tranquilo.
— Si fue por lo que dijo Marty...
— No, Bri... —sonrió levemente—. No fue por lo que dijo Marty, ni por lo que dijiste tú... al menos bajo la situación de Marty...
— ¿Q-Qué es, entonces?
Roger suspiró.
— Nada, Bri, estoy bien —sonrió.
— Rog, yo... por favor dime —pidió.
— No vas a entenderme... —musitó dirigiendo su vista al suelo para evitar la mirada hazel sobre la suya.
— Trataré de hacerlo —dijo el rizado subiendo delicadamente su mentón con el fin que lo mirara.
— Es que... solo... quería pensar en lo que dijiste... antes.
— ¿Antes?
— En... en el pasillo.
— Ah... ¿Qué necesitas saber?
— Si es verdad —respondió el rubio.
Brian sonrió un poco mirando al suelo, acción que confundió un poco a Roger.
— Por supuesto que sí, Rog... ¿por qué no lo sería?
— No te hagas el tonto... —pidió.
Brian comprendió.
— No Roggie, no es mentira, jamás será mentira —dijo y suspiró—. De verdad... mis intenciones son esas, son ciertas y no son otras... sé que te lastimé, y no sabes cuán arrepentido estoy por ello.
Roger asintió.
— Gracias —musitó.
— Rog... ¿me dejas besarte?
El chico se sonrojó.
— Y-Ya lo has hecho... ¿N-No?
— Sí, pero quiero hacerlo de nuevo... —le respondió.
— B-Brian... yo...
— Por favor... tus labios son como una droga, la probé, ya no puedo dejar de consumirla.
El menor estaba sumamente nervioso y sonrojado, esto debido tanto a las palabras como a la cercanía del de rizos.
Entonces los labios de Brian sobre los suyos estaban allí, presentes.
Se dejó llevar por el beso, se dejó besar, se dejó amar.
Aunque fuese por ese instante.
— Ah, pero qué lindos son, me dan diabetes —comentó Freddie.
— ¿¡E-Estaban aquí!? —preguntó Roger enrojeciendo más.
— Como le dijimos a Brian, siempre estamos aquí, querido —sonrió.
— En las som-
— Deacy, no hables idioteces, por favor —pidió el azabache—. Ahora, ¿¡Ya se habían besado!? ¿¡Cuándo demonios pasó eso!?
Brian suspiró y rió un poco, pasándose las manos por el rostro.
— Sí, Fred, ya nos habíamos besado.
— ¿¡Cuándo?! Dios, recién me entero del chiste, me siento como de esas viejas que pasan encerradas en su casa y no se enteran de nada —espetó el persa.
— En el pasillo... —respondió Roger.
— ¡Y no había sabido!
— Al parecer Marty los vio —comentó John.
— Sí, lo sé, pero poco me importa lo que piense ese imbécil —comentó Brian.
— ¿N-Nos vio..?
— Marty siempre habla demás, solo ignórenlo.
A fin de cuentas aquello era verdad.
Y Roger lo sabía.
(...)
Abrió la puerta tras sentir los golpes en ella, pero no vio a nadie.
Cuando iba a cerrar, notó algo en el suelo, una rosa roja con una delicada tarjeta amarrada con una cinta del mismo color de la flor.
Algo confundido se agachó a recogerla y leyó lo que decía la tarjeta:
"Para Roggie, de un idiota que está loco por ti
- Bri"
Roger sonrió mientras el rubor se extendía por sus suaves mejillas, y básicamente abrazando la flor, cerró la puerta.
La olió numerosas veces, la miró, la acarició, hasta que finalmente decidió ponerla en un macetero para que no se secara.
Sacó un pequeño frasco de vidrio, le puso agua, un poco de tierra de su mismo jardín y colocó la rosa allí mismo.
En su habitación.
Miraba con alegría la flor, sin apartar la vista casi por ningún segundo, solo pensando en que venía de Brian.
Sí, estaba flechado, pero debía ser más orgulloso, a fin de cuentas tenía que Brian volviese a romperle el corazón.
Pero no podía evitar estar perdidamente enamorado de él.
El sonido del auto de su madre lo libró de sus pensamientos y rápidamente salió a verla a ella y a su tía, quien era la que llevaba a Winifred al trabajo y además iba por ella a este mismo luego de que la jornada laboral acabara. A fin de cuentas, a la mujer aún le quedaban algunos meses más con el yeso producto del accidente que ella y Roger habían tenido.
Estuvieron con su tía, fueron a ver a Clare, como acostumbraban a hacer y se dispusieron a volver a casa y tomar el té juntos.
Luego de esto, su tía decidió que ya debía irse y eso hizo.
— ¿Y esta rosa? —preguntó su madre entrando a la habitación con una cesta de ropa limpia para el rubio.
— Me la dio Brian —sonrió el chico ruborizado—. Y lo de "¿y esta rosa?" Te salió muy La Rosa del Guadalupe —rieron ambos ante esto último.
— No te burles de tu madre —rió la mujer para luego añadir con un tono dulce—. Me alegro muchísimo por ti, mi niño.
— Gracias, mami —le sonrió y le dio un abrazo seguido de un beso en la mejilla de la mujer, quien sonrió.
— Bueno, iré a hacer la cena —le dijo—. Si quieres puedes decirme que solo ordene pizza.
Roger rió un poco.
— Pizza estaría bien —dijo.
— Entonces pizza será.
Acto seguido Winifred salió de la habitación dejando a Roger tendido en la cama y pensando en su amor mientras suspiraba.
-.•*_.*•~
Bueno, primero que nada
GRACIAS POR NOMINARME A LOS DELILAH ADWARDS AAAAH 🖤💕🖤💕
De vdd, no me la esperé :')
Ahora, bueno, como prometí, esto es Maylor, no Frian ni mucho menos Dealor, es MAYLOR.
So don't kill me plz i'm a good person.
^ JAJAJA SI SEGURO
Bueno, hasta acá, me despido
- Em
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