vi.

Últimamente he estado pensando mucho en mis sentimientos.

No solía hacerlo, creía que los sentimientos eran algo que sólo debíamos sentir sin ponernos a analizar el por qué se sienten; cómo me sentiré si esto sucede o qué es esto que siento en mi pecho cuando ojos fríos me miran. No, no me gustaba pensar en eso, me gustaba ser de esas pocas personas libres que no se preocupan por esas cosas, pero justo ahora, no puedo hacer más eso.

Estoy confundido, asustado y nervioso.

Estoy confundido por estos nuevos sentimientos que tengo, no estoy acostumbrado a ellos, y es extraño. Estoy asustado por lo extraño en mi, por lo nuevo, por lo que no me esperaba. Y estoy nervioso porque no sé si soy el único que siente la misma presión en el pecho, el mismo sentimiento cálido cuando manos frías me tocan, cuando ojos de hielo me ven y cuando una voz ronca llama mi nombre.

¿Es eso normal?

-Jungkook. - Llamé a ese chico de la clase de al lado, el chico alto y caliente que ya había visto anteriormente cuando caminaba por la escuela. Nunca he tenido de su amor, ni el del mío, creo que es porque no se había presentado la oportunidad, pero ahora que estaba caminando por los pasillos a mi aula, me lo topé de casualidad, entonces debió ser cosa del destino, ¿no?

-¿Tae... algo? - Sonrió amistoso al verme, acercándose a mi mientras me veía de arriba a abajo.

Su mirada era caliente, no fría. No se sentía lo mismo.

-Taehyung. - Hice mi mejor sonrisa coqueta, terminando de acercarme a él y apegándome ligeramente a su fuerte cuerpo.

-Lindo nombre.

-Gracias, Jungkook también es un lindo nombre.

-¿Para que me llamaste? - Mordió su labio inferior, hablando en voz baja ahora que me tenía casi sobre él. Podía sentir su deseo por mi amor, también el como deseaba darme de su amor. Podía sentirlo perfectamente, pero no era como antes.

Me sentía vacío haciendo esto.

-Quiero algo de ti. - Le toqué el brazo con uno de mis dedos, rozando la piel expuesta hasta que mi mano llegó a su cuello, donde le tomé por su nuca.

-¿Qué es? - Él lo sabía, sus ojos me lo hicieron saber. Con mi mano en su nuca, lo jale hacia mi, yendo a su oreja y susurrando con la mi mejor voz sensual que podía hacer.

-Quiero tener sexo contigo. Hazmelo, Jungkook.

Admito que no se sintió bien decir eso.

Jungkook no respondió, en cambio me tomó de la mano y me condujo por los pasillos a paso rápido, sin decir nada. Pronto llegamos a un aula que desconocía de la escuela, al parecer no conocía tan bien las instalaciones como creía, primero me entero de que en el tercer piso hay clases para avanzados y ahora que hay aulas vacías en el segundo piso. Vaya despistado que soy.

-Aquí podremos tener nuestro espacio privado. - Comentó Jungkook entrando al aula vacía, donde dentro habían muebles llenos de polvo. Supuse que aquí iban los muebles que no usaban, había pupitres, escritorios, de todo un poco.

-Me parece bien. - Dije, justo antes de sentir como Jungkook me tomaba de las piernas, me cargaba y me dejaba sobre uno de los escritorios del lugar.

Entonces comenzamos a besarnos y, ¿no han tenido esa mala suerte de estar besando a alguien, pero comparar esos besos con los de alguien más? Jungkook tenía buena tecnica, me besaba con una increíble pasión, me comía vivo mientra sus manos tocaban la piel bajo mi camiseta. Su lengua se abrió paso en mi boca, donde le recibí sin más, tomando con fuerza su cabello y profundizando el beso a la vez que tocaba su espalda por sobre la tela.

Pero no era igual, no era como besar a mi príncipe de hielo.

De todas formas, continúe.

-Hueles bien, Taehyunnie. - Susurró justo antes de morder mi labio inferior y besar mi barbilla, para descender a mi cuello con sus besos.

Dejé que continuara con sus besos calientes, no sentí amor, sólo sentí sus labios tibios y húmedos en mi piel, sus manos ásperas en mi alma, sus palabras sucias en mi amor. Dejé que siguiera tocandome, y no sentí nada en su toque, en su amor, no era nada a lo que sentía con el hielo de antes.

El fuego no me quemaba, era el hielo quien lo hacía.

Yoongi.

Era Yoongi quien me hacía sentir el verdadero amor.

Creo que fue ahí cuando tuve alguna clase de momento de iluminación, Jungkook ya me había dejado marcas en las clavículas y sus manos ya estaban en el cierre de mi pantalón. Su toque no me estaba gustando, estuve comparando todo de él con Yoongi, no podía continuar con esto, debía detenerlo ahora mismo.

-Jungkook, espera. - Le empuje un poco, ya me había abierto el pantalón y estaba metiendo una de sus manos.

-¿Mm? - Murmuró en mi oreja, mordiendo el lóbulo y tocando mi miembro por sobre mi ropa interior.

No, no, no estaba bien.

-Espera, hablo en serio. - Le volví a empujar, con más fuerza, logrando moverlo esta vez y haciendo que me mirase.

Frunció el ceño con sus labios rojos en una mueca de confusión. -¿Qué es lo qué te pasa?

-No puedo hacerlo. - Susurre, cerrando mi pantalón y bajándome del escritorio.

-No, aguarda, ¿qué? - Jungkook me tomó del brazo cuando intentaba arreglar mi camiseta, deteniéndome.

Lo mire, notando el enojo en sus ojos, y que pronto todo esto podría terminar mal. Debía salir rápido de ahí antes de que las cosas se salieran de control.

-Me equivoque - Respondí, mirándole directo a los ojos. -, creí que podía hacerlo, pero al final no pude.

-¿Qué mierda estás diciendo? - Pudo sentir todo el enojo en su voz, eso no era bueno. -, ¿piensas dejarme con las pelotas calientes e irte?

-Si.

-Eres una maldita puta calienta pollas.

Si, si, me lo han dicho antes, ¿ya me puedo ir?

-Al menos dame una mamada. - Se cruzó de brazos.

-¿Qué? No.

-Es lo menos que puedes hacer después de lo que me hiciste.

-No es como si hayamos parado justo cuando estabas por metermela, ¿sabes? Ni siquiera te sacaste el pantalón.

-No fue así, lo sé, pero me dejaste caliente, y eso ya es bastante grave para mi.

-Vete a la mierda.

Después de casi escupir esas palabras, sentí el primer golpe de Jungkook en mi rostro. Me dio en la comisura de mis labios, sentí un gran dolor en toda la zona, y también líquido escurrir de mi labio inferior, seguro me lo había roto, el golpe fue fuerte, casi quería llorar. Pero no iba a dejarme, forme un puño con mi mano y le devolví el golpe, dándole en el pómulo y volteándole el rostro como él a mi hace unos segundos.

Y luego de eso, salimos del aula. No podíamos continuar, las peleas estaban prohibidas en la escuela, así que no era bueno que nos encontradan en un aula vacía -donde de hecho ya estábamos rompiendo otra de las reglas al estar liandonos- dándonos de golpes hasta sacarnos la mierda. Los dos entendimos que nos meteriamos en problemas, por lo que lo dejamos así, y cada quien tomó su camino fuera del aula.

Me colgué mi mochila en los hombros y, sin pensarlo, subí al tercer piso, manteniéndo mi labio inferior dentro de mi boca, donde succionaba la sangre que salía de este y aguantaba el dolor de ésta forma. Unas cuantas lágrimas se me escaparon, pero nada que no pudiera manejar, limpiandolas de inmediato y aguantando el dolor de mi labio. Lo único que me servía como consuelo era saber que al menos le devolví el golpe al tonto.

Algunos estudiantes que estaban en el pasillo me miraron asustados. Debía de ser mi mal aspecto, lo sé, no estoy en mis mejores días, usualemnte soy un chico precioso, pero hoy estoy mostrando mi alma como tal.

Debo de dar bastante asco.

Llegué al salón de Yoongi, la puerta estaba abierta, por lo que me asomé sin pensarlo, sólo para encontrar algún tipo de espectáculo que se estaba dando delante de toda el aula, con los otros estudiantes gritando cosas con una sonrisa traviesa en sus rostros. No entendí que era lo que sucedía hasta que, al ver delante del aula, encontré a Yoongi y a la chica pequeña del otro día en frente, con la chica toda ruborizada y notablemente nerviosa y Yoongi de pie, sin hacer nada, tan sólo respirando.

Traté de que mi mirada fuese tan pesada como la de Yoongi, para que me notara, cosa que logré después de un rato, Yoongi volteándome a ver y viéndome sorprendido de que estuviese ahí, y después con el ceño fruncido al ver mi aspecto patético. Estuvo apunto de ir conmigo, yo lo invite con mi mirada a que viniera a mi lado, pero la chica pequeña se interpuso, parándose en sus puntas y pegando sus labios contra los de Yoongi.

Lo estaba besando, Yoongi tenía los ojos bien abiertos, sus manos a centímetros de los hombros de la chica, como si quisiera apartarla pero a la vez no por miedo a dañarla.

La pequeña chica estaba besando a mi príncipe de hielo.

Mío.

Eso fue lo que me hizo romperme.

Me moví rápido, ni siquiera yo entiendo como es que llegué tan rápido hacia los dos chicos que se besaban delante de toda el aula, con los otros estúpidos gritando de alegría por la pareja. No, no, no son pareja, no. Una vez estuve ahí, tomé a la chica por uno de sus hombros, e intentando de todos los medios posibles no ser un bruto, la aparte de los labios amorosos de Yoongi.

-No. - Le dije a la cara, serio, y sin saberlo, soltando un par de lágrimas.

-¿Taehyung? - Susurró la chica al verme, asustada.

-¿Qué te pasó? - Ese fue Yoongi, quien me hizo soltar a la chica.

Yoongi mee alejó de todos. Tomó mi mano rápido y me sacó del salón empujando con cuidado a sus compañeros, con la chica pequeña llamado su nombre detrás de nosotros, pero Yoongi sin voltear a verla. Yo lo hice en su lugar, e intenté decirle con mis ojos que lo lamentaba, que en serio lo sentía, pero que el amor de Yoongi era mío, y que no planeaba dejar que ella tomara ni una sola pizca.

Entonces salimos del aula, cerrando la puerta y deteniéndose a un lado de ésta. Era una suerte que no hubiesen ventanas para vernos, estoy seguro que los chicos de dentro deben de estar pegando sus orejas a la puerta o a la pared para escucharnos.

Una vez fuera, Yoongi acunó mi rostro entre sus manos y sus fríos ojos me miraron.

-¿Quién te hizo eso? - Preguntó, su voz ronca y sus ojos oscuros. Estaba enojado, muy enojado, incluso sus manos se sentían diferente cuando estaba enojado, llegando a ser un poco calientes.

-Yoo-yoongi. - Lloré, me rompí en ese momento, llorando y llorando sin detenerme a pensar más.

Estaba dejando que mis sentimientos salieran, me sentía muy abrumado, eran demasiados y no tenía idea de cómo detenerlos.

Es decir, ¿por qué ella tuvo que besarlo? Me duele, me dolió muchísimo.

-Taehyung, está bien, ¿qué es lo que te duele? - Acarició con esa suavidad que lo caracteriza mis mejillas, acercándose más a mi y dejándome recargarme contra la pared.

-No sé - Solloce, con mis manos intentando limpiar las lágrimas que salían sin parar. -. No lo sé, me duele mucho pero no lo sé.

-Si no me dices que te duele, no sabré como ayudarte.

-¿Por qué no la apartaste? - Dio un paso atrás, viéndome sin entender. - ¡a la enana esa! Ella te besó y tu no te quitaste. Tonto.

-Es... - Ladeo la cabeza. -, ¿eso es lo que te duele?

-Eso y otras cosas.

-¿Qué otras cosas?

-Mi labio aún me duele, y me duele no saber por qué me duele que te toque el gnomo feo. Tonta enana.

Yoongi me miró fijamente un rato, su mirada me quemaba, tanto que detuvo mi llanto.

-Vamos a curar ese labio. - Murmuró, tocando mi herida con su pulgar. Sentí mis mejillas calientes ante ese pequeño toque.

-Okay. - Accedí, rápido, asintiendo con la cabeza.

-Y después veremos tú otro dolor, ¿bien?

-Bien.























🍃🍃🍃

Había olvidado éste capítulo, lol.

El Taehyung de aquí me parece tierno, más tierno que cualquiera que he escrito antes.

Un beso 💋 porque seguiré presumiendo que vi la película de bts, pero salí estafada por que el taegi no cogió, es decir, yO PAGUÉ MI BOLETO POR ALGO, QUÉ FUE ESOOOOO.

#TG18DÍA6

Bais, escoria.

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