v.

Yoongi vive solo en un pequeño apartamento, sus padres viven en otra ciudad, pero como Yoongi recibió una gran oportunidad con lo de las clases para avanzados, él se vino a vivir a la capital solo. Con su trabajo de medio tiempo y con el dinero que sus padres le envían cada semana, puede arreglárselas para vivir de forma decente, y su apartamento no es tan malo, es pequeño, claro, pero está bien ordenado y limpio, lo que va bien con la imagen que Yoongi transmite.

No tiene habitación, la cama está al lado de la pequela sala, a unos pasos está la cocina, a un lado el baño, y frente a la cama en la sala había un pequeño televisor, una mesa baja y un sofá malgastado. Las paredes debieron de haber sido de un verde precioso en el pasado, ahora era de un verde bastante triste, tenía un montón de libros por todos lados, incluso unos cuantos apilados debajo de una esquina de la mesa, era su soporte. En conclusión, todo se veía triste, pero con Yoongi ahí de pie, daba una imagen diferente.

No se vio avergonzado al mostrarme el lugar, mucho menos cuando me dio un "tour" de unos segundos, pues el lugar era pequeño y no había mucho por lo cual recorrer, y eso le pareció gracioso ya que al final del tour el estaba riendo en voz baja, y yo reí con él, porque me gusta reír cuando la gente ríe.

-¿Tienes preservativos y lubricante? - Me preguntó, sacándose la camiseta de un rápido movimiento.

Espero que Yoongi sepa que ese tipo de movimientos me parecen de lo más sexy de su persona.

-Si. - Respondí, dejando ambas cosas desde mi mochila a la cama, la cual era algo pequeña, casi del mismo tamaño que la del motel.

-¿Siempre estas preparado?

-Si.

No me gustó decir eso.

Me quite la camiseta, admirando desde la distancia el cuerpo semidesnudo de Yoongi, quien veía hacia el otro lado mientras rascaba levemente su pecho. Cuando quedé en ropa interior al igual que él, él seguía sin mirarme, por lo que seguí su línea de visión hasta dar con un póster de una banda que no conocía en su pared, la banda se veía oscura, como peligrosos, con sus chaquetas de cuero y sus cabellos locos.

Yoongi no daba la imagen de escuchar rock, pero parece que no debemos de fiarnos mucho por la imagen de alguien. Es decir, ¿de verdad alguien creería que un tipo que luce como Yoongi se liaria con un tipo que luce como yo? Imposible.

-Ven aquí, Taehyung. - Murmuró bajito, con su voz ronca, a lo que yo apresuradamente fui a su lado, queriendo rápido su amor.

Estaba nervioso, nunca había estado nervioso antes, ni siquiera en mi primera vez, pero cuando Yoongi movió sus dos manos hacia mi, mi corazón latía con una rapidez indescriptible. Busque sus ojos con los míos, pero él estaba muy ocupado viendo mi cuerpo, y aunque no pude verle a los ojos, la sensación fue casi la misma, su pesada mirada en todo mi cuerpo casi me hacía gemir, quería que me tocara ya.

-Te ves muy inquieto. - Hijo de perra, tocándome.

-Yoongi... - Dije su nombre casi en susurro, acercándome a él y quedando a sólo centímetros de distancia. Podía olerlo, Yoongi olía como a lo que comió en el almuerzo, y a su propio olor, el cual no podía distinguir o comparar con nada; su olor estaba por todo el apartamento, lo cual también me tenía dando vueltas.

Era como si estuviese rodeado de muchos Yoongis.

-¿Qué quieres, Taehyung? - Sus ojos se ocurecieron, me miró, lo hizo por fin. Mordí mi labio inferior y, sin pensarlo, me colgué de sus hombros, pegando mi frente con la suya.

-Amor. - Gemí en sus labios, rozando estos.

Creo que Yoongi dijo algo, no lo sé, en el momento que sus labios probaron los míos dejé de pensar en muchas cosas. Sus manos me tomaron fuerte de las caderas, yo hice un fuerte agarre en su cabello y nuca, y le besé con mucha hambre. Ahora que estoy sintiendo sus labios nuevamente, me doy cuenta que de verdad necesitaba esto, que esa tarde en el motel debí retenerlo un poco más y hacerlo hasta que nos echarán del lugar, y de que estoy hundido por su amor.

Su lengua estaba jugando con la mía, jadeaba en sus labios, me restregue contra él, y Yoongi me recibió, me aceptó, y se sintió muy bien. Sus manos descendieron por mi espalda, llegando a mi trasero y apretando, pedí por más en sus labios, y mis manos se dirigieron también a su trasero, apretando de la misma forma que a mi. Nos acercamos más, su miembro se frotó contra el mío sobre la tela de la ropa interior, Yoongi gimió y mordió mi labio inferior, fuerte, cuando soltó mi labio y lo lamí, sentí un poco de sabor metálico en mi boca.

Era un Yoongi más salvaje, pero me seguía gustando igual.

Aún y con todo su trato nuevo, me volvió a dejar con cuidado sobre la cama igual que la última vez, se subió sobre mi, y continuó besándome. Con mis manos recorrí parte de sus clavículas, pecho, espalda y abdomen, lo toque todo, su piel no estaba tan fría como la última vez, pero se sintió bien bajo mi tacto. Tocando sus esplada, baje poco a poco hasta llegar a su ropa interior, donde tire de éstas, bajándolas y a la vez tocando su trasero una vez más. El trasero de Yoongi era genial.

Yoongi dejó de besarme cuando sintió que le quitaba la ropa interior, pensé que tal vez se habría enojado, pero en cambio me ayudó con la tarea, con una de sus manos quitando la prenda, mientras la otra seguía dando mimos en mi cuerpo. Estuvo desnudo sobre mi, sentí su miembro en mi mano y lo comencé a masturbar de inmediato, sacando jadeos suyos mientras besaba mi cuello, donde no se molestó de ser dulce, pues mordió y succionó mi piel.

Se separó de mi, yo gemí en protesta, quería mucho sus labios, quería más. Entonces estuvo de rodillas entre mis piernas, me tocó, sus toques dulces estuvieron de vuelta en ese momento, tocando mis muslos de abajo hacia arriba, parecía que me admiraba, y se sintió bien. Viendo el bulto en mi ropa interior, Yoongi me miró a los ojos y, manteniendo el contacto visual, deslizó lentamente la ropa interior de mi cuerpo, encargándose de rozar mi piel y sacarme más de un jadeo con su toque.

Pronto me encontré desnudo, de piernas abiertas, y listo para él.

Yoongi se estiró para poder tomar la botella de lubricante, echó una favorable porción en mi entrada y después en sus dedos, bastante concentrado, diría yo, se veía como cuando hacia sus ejercicios de matemáticas.

-Taehyung. - Llamó mi nombre justo en el momento en el que uno de sus dedos ingresó en mi, yo estaba gimiendo, sintiendo la intromisión en mi entrada, demasiado concentrado en cómo el dedo de Yoongi se sentía increíble dentro de mi.

Pero su pene se siente mejor.

-Te estoy hablando, Taehyung, y espero que respondas cuando te hablo. - Comenzó a mover su dedo, sacando y metiendo, curveandolo también. Mi interior se sentía bastante tocado, no podía evitar ronronear de placer y de retorcerme, en busca de más.

-Pe-perdón - Hablé como pude, alzando mi cabeza un poco, para poder verle. -, ¿qué pasa?

-¿Te gustan los orales?

-Uh... si, ¿por qué pregun-- ¡ah!

Yoongi se agachó en un movimiento rápido, metiendo la mitad de mi miembro a su boca húmeda y lamiendo, eso junto con un segundo dedo, que fue como estar al borde del paraíso para caer directo al infierno del infinito placer. Mientas sus dedos expandian mi entrada, su boca se encargaba de miembro, y mis labios no podían manterse cerrados, soltando esa clase de sonidos que para algunos son vergonzoso, pero que para mi, son de amor. Yoongi metió todo mi pene dentro de su boca, por completo, y succionó, haciéndome alargar un gemido de aprobación y que alzara mis caderas en busca de más.

Cuando hubo un tercer dedo, yo ya estaba al borde del orgasmo, sintiendo la parte baja de mi estómago tibia y ese fuerte latido en mi corazón.

-Yoo-yoongi~ - Era mi manera de avisar que sacara mi miembro de su boca, estaba apunto de venirme y sólo podía pronunciar su nombre.

Pareció entenderlo, pues después de darle un poco de amor a la punta y de hacerme estremecer con ello, lo sacó de su boca y me masturbó mientras me penetraba duramente con sus dedos hasta que me vine, corriendome con un largo grito, mi semen cayendo en mi abdomen y mi respiración pesada. Luego de unos segundos en los que estuve sensible, Yoongi alejó sus manos de mi, volví a quejarme, lo quería constantemente tocándome, no estoy claro, pero cuando le vi tomar el preservativo, recordé que esto aún no había acabado.

Sólo era el comienzo.

-¿Estás bien? - Y aún después de todo lo que hicimos, seguía siendo amable, colocando el preservativo en su pene erecto, poniendo lubricante en el y tomando mis caderas con suavidad. Su mirada estaba sobre mi, esperando a que le dé permiso, como si de un perro entrenado se tratara.

¿Y como no darle permiso a mi príncipe de hielo?

-Hazmelo, por favor. - Pedí en un gemido, tocando mi propia entrada, mostrando donde meterla.

Yoongi soltó una maldición por mi forma de seducirle, tomando mis piernas, colocando una a cada hombro suyo y, guiando su propio miembro a mi entrada, entró en mi. Volví a gemir alto, sintiendo como mis paredes se expandian para él, dándole la bienvenida y recibiendole con cariño. Eso es lo que quería, a él dentro de mi, en mi. Yoongi gimió cuando estuvo dentro por completo, y yo estaba casi jadeando, después de mi orgasmo, estaba sensible, pero al tenerlo en mi interior no pude evitar comenzar a excitarme nuevamente, observando como mi miembro comenzaba a ponerse duro otra vez.

Me tomó con la misma fuerza de la última vez por las caderas, pero fue distinto que esa vez, porque cuando eleve mi mirada, Yoongi me estaba viendo, directo a los ojos, y eso fue mucho más duro que cualquier jodida que hay tenido antes, incluso la que él me dio hacia unos días.

Y comenzó a moverse, rápido y duro, y aún así lo sentí con el mismo amor de la última vez. Sentía como salía y entraba en mi, cada penetración, la fuerza con la que me tomaba. Mis manos tomaron en puños las sábanas de la cama, mi boca continuó cantando melodías eróticas para Yoongi, para su goce, y mi cuerpo le dio todo el amor que le quedaba, todo lo que podía darle a esa brillante alma que me embestia.

Jadeaba sobre mi, veía sus caderas moviéndose para encontrarme, y un poco hacia arriba, su pecho subiendo y bajando, por su respiración agitada, y aún más arriba, su rostro; labios entre abiertos, de donde salían maldiciones y jadeos, mejillas rosadas, ojos oscuros y el cabello levemente pegado a su frente por el sudor. Era lo más hermoso que había visto, la lujuria en Yoongi era bellísima.

Volvió a masturbarme al ritmo de las embestidas, y justo en ese momento, el príncipe de hielo volvió a mirarme a los ojos. Volví a tener un orgasmo, con mis ojos fijos en él, con sus ojos admirando mi espectáculo de amor, y con mi voz cantando su nombre en mi melodía erótica. Luego, con unas fuertes penetraciones donde se escuchó nuestra piel chocar, Yoongi se vino, viéndome a los ojos y murmurando mi nombre, lo cual me hizo gemir.

En ese momento me sentí lleno, cuando lo estábamos haciendo, cuando yo le daba amor y él a mi. Me quedé recostado en la cama, mirando al techo, sintiendo como Yoongi salía de mi, mi cuerpo triste por eso, y también escuchando como se movía por el lugar. No quería ver como se preparaba para dejarme, por alguna razón, quería llorar.

No quería que acabara.

-Otra vez. - No me medí, el amor que Yoongi me daba era brillante, y lo quería de nuevo.

-¿Otra? - Me senté para verle, haciendo una ligera mueca. Hoy fue brusco, me dejó más adolorido que la vez anterior.

Le vi de pie frente a mi, con una pierna alzada lista para ponerse un pantalón de pijama, sin ropa interior. La imagen de ver a Yoongi usar pantalones sin ropa interior me tentaba, pero más me tentaba el volver a hacerlo con él.

-¿Podemos hacerlo de nuevo? - Pregunté, con un deje de súplica en mi voz.

Yoongi me miró, él... realmente lo hizo. Me sentí diferente con esa mirada, una no tan intensa, sino suave. Me veía a los ojos como si viese mi alma, y tuve miedo por que viese eso; era un alma fea, al contrario con mi físico bonito, como muchos dirían. No quería que Yoongi mirase mi parte más horrenda.

-Bien. - Respondió, justo antes de darme su mano.

Él dejó su pijama a un lado cuando mi mano tomó la suya, entrelazó nuestros dedos, fue una sensación nueva, me gustó como nuestras manos eran casi igual de grandes y se veían bien juntas. Entonces me condujo al baño, ambos desnudos. Una vez dentro encendió la luz y cerró la puerta con el pie, para conducirme a la regadera, donde corrió la cortina con estampado de patitos y abrió una de las llaves, con su otra mano, sin soltar la mía. Tentaba el agua con su mano mientras abría las dos llaves, luego de un rato, se metió, y dándome un jalón, me metió con él, cerrando la cortina entonces.

-Me siento pegajoso. - Explicó, soltando mi mano.

Admito que me sentí mal cuando soltó mi mano.

-Igual. - Dije, sin sentirlo realmente. Yoongi fue quien me tocó, no me sentía pegajoso, sino amado.

¿Era necesario lavarme el amor del cuerpo?

Pronto estuvimos los dos mojados, y ésta vez no por estar de calientes. Nos turnabamos de alguna manera el estar bajo el agua, Yoongi me pasó el champú, donde dejé una buena porción en mi mano y se la devolví, él imitando lo que hice. Llene mi cabello de espuma blanca, cuando miré a Yoongi me reí de su imagen, y él al notarlo, se rió también de mi. Ambos nos veíamos graciosos con toda la espuma en la cabeza, más cuando jugueteando entre los dos, haciéndonos peinados extraños con el jabón en nuestro cabello, y luego cuando Yoongi puso espuma en mi rostro, como bigote y barba, riendo poco después cuando lancé la risa a lo santa clous.

Quitamos la espuma de nuestras cabezas riendo, con el jabón de barra cada quien se limpió, y cuando estuvimos al 100% lavados, comenzamos a besarnos.

Yoongi me puso contra la fría y mojada pared, soltando un jadeo cuando tocó mi espalda. Tanto mis manos como las de él repitieron ese maravilloso proceso de explorarnos aunque ya lo habíamos echo anteriormente, de nuevo pude tocarle el trasero, lo cual lo veo como una bendición de los cielos. Sentí sus dedos tentar mi entrada ya preparada, y yo gustoso me restregue a ellos, queriendo que me llenara nuevamente.

Me dio media vuelta, ambas manos contra la pared, tomando mi cintura delicadamente y, dando un par de besos en mi espalda, se restregó contra mi. La punta desnuda de su miembro rozó entre mis nalgas, mi trasero habiéndolo sacado un poco para él, quien se encargó de tocar mi miembro mientras continuaba con su tortura en mi trasero y sus besos de amor en mi espalda.

-No tengo condón. - Le escuché por sobre el agua de la regadera.

-Está bien. - Me encontraba jadeando y desesperado. A mi ya no me importaba nada de eso.

Se hundió en mi luego de eso, su caliente miembro sin el látex se sentía mucho mejor, no contuve mi gemido de máximo placer. Rápido inició con sus penetraciones, igual de rápidas y duras que antes, gruñendo detrás de mi y mordiendo mi piel, haciendo que gritara por la sorpresa. Separó mas mis piernas que antes y me masturbó al compás de las penetraciones.

Luego de un rato, volví a correrme, la doble estimulación me ponía en mi límite, parece que Yoongi lo descubrió. Después, Yoongi salió de mi sin llegar a correrse, por lo que me di vuelta y, al verle masturbarse, rápido yo lo hice por él, besándolo mientras movía su miembro de arriba a abajo en mi mano, eso hasta que gimió en mi boca, teniendo él también su orgasmo.

Todo era tan bueno, tan malditamente bueno.

Pero tuvo que acabarse.

Pronto me encontré en el autobús, mirando la ventana de hasta el fondo, donde me senté y desde donde vi a Yoongi, quien me acompañó hasta la parada de autobuses y esperó conmigo a que mi autobús llegara. Se repitió la misma despedida de la última vez, viendo la espalda de Yoongi volverse, cada vez más pequeña conforme el autobús se alejaba.

Y entonces lo vi. Fue un corto momento. Yoongi giró su cabeza un poco, viéndome, y después volvió a girarse al frente, para seguir caminando. No pude ver bien sus ojos desde la distancia, pero lo hizo.

Yoongi me vio.

Yoongi vio mi alma hoy.

Yoongi... Yoongi tiene un amor maravilloso del cual me estoy volviendo loco.























🍃🍃🍃

No me acordaba de las cosas que había escrito aquí, lol, sólo me leí los diálogos y le seguí, jeje.

El siguiente capítulo es como... ¿el decisivo? Taehyung por fin pondrá orden en sus sentimientos y toda esa mierda que trae el bebé.

Un beso 💋 porque es posible que toda la tarde de mañana no éste por lo que subo esto ahora.

#TG18DÍA5

Bais, escoria.

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