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Sana y Jihyo caminaban lado a lado, sus manos entrelazadas mientras llegaban a la playa cual estaba casi vacía, el único sonido era el de las olas rompiendo suavemente contra la orilla. Aunque el silencio entre ambas no era incómodo, algo se sentía fuera de lugar y Sana lo notaba.

Desde que salieron de casa Jihoo había estado inusualmente callado. No hacía los comentarios sarcásticos que tanto la hacían reír ni hablaba con la confianza habitual que siempre tenía, parecía...Distraído.

Cuando llegaron a la playa, Sana detuvo el paso. Viendo cómo el sol comenzaba a ocultarse tiñendo el cielo de tonos anaranjados. Miró a su acompañante, que evitaba su mirada y apretó ligeramente su mano buscando llamar su atención.

—¿Todo bien? Has estado raro todo el día.—Dijo, intentando sonar despreocupada aunque sus ojos la delataban.

Jihyo tomó aire y exhaló lentamente como si estuviera reuniendo valor para hablar. Luego miró el atarceder, evitando responder de inmediato. —¿Te acuerdas de la primera vez que vinimos aquí?Preguntó finalmente, intentando aligerar el ambiente.

Sana sonrió, un poco aliviada por el cambio de tono. —Claro que si, la señora que nos persiguió con el palo...Y ese perro que casi se roba tu bolsa. Fue hace apenas un mes, ¿Cómo lo olvidaría?—Soltó una pequeña risa, pero notó que Jihoo apenas esbozó una sonrisa antes de volver a ponerse serio.

El silencio volvió a instalarse entre ellos.

—¿Qué pasa, Ji?—insistió Sana, frunciendp el ceño. —¿Por qué estás así?

Jihyo apretó los labios, como si las palabras fueran demasiado pesadas para salir. Luego, después de un largo segundo, habló. —Sana...Yo no soy quien tú crees que soy.

Sana lo miró, parpadeando, completamente desconcertada. —¿Qué significa eso—Preguntó, tratando de reír nerviosa y pensando que era alguna broma extraña.

Jihyo tragó saliva, evitando su mirada. El peso en sus hombros parecía insoportable. —Yo no me llamo Jihoo...—Dijo en voz baja, casi susurrando.

El corazón de Sana dio un vuelco. No supo si por el tono de su voz o por lo que estaba diciendo. —¿Qué? ¿Qué estás diciendo?—Su ceño se frunció más.

—No soy un hombre.—Jihyo finalmente la miró, sus ojos llenos de una mezcla de miedo y arrepentimiento. —Me llamo Jihyo y soy una mujer.

El mundo de Sana pareció detenerse por un momento. Retrocedió un poco, mirándola fijamente y tratando de procesar lo que acababa de escuchar. —¿Me mentiste todo este tiempo?—Preguntó, con la voz cargada de incredulidad y diciendo lo primero que le pasó por la mente.

—No, Sana, no te mentí sobre cómo me siento. Todo fue real, sólo que yo...Era una mujer y-—Jihyo intentó acercarse, pero Sana levantó una mano para detenerla, interrumpiendola.

—No me importa que seas mujer Jihyo, eso no es lo que duele.—Sana negó con la cabeza, su voz empezando a quebrarse. —Me duele que no confiaste en mí, que me hayas hecho creer en una versión de ti que no era cierta.

—Lo intenté, Sana. Intenté decírtelo muchas veces, pero no podía...—Jihyo sonaba desesperada, su voz apagándose mientras buscaba una solución rápida.

—No sigas.—Sana dio otro paso hacia atrás, sus manos temblando mientras agarraba su bolsa. —No quiero escucharte más.

Antes de que Jihyo pudiera responder, Sana giró sobre sus talones y comenzó a caminar rápidamente hacia la salida de la playa. Su corazón latía con fuerza, una mezcla de rabia y dolor acumulándose en su pecho.

Jihyo no la siguió. Se quedó allí, viendo cómo la que pensó sería el amor de su vida se alejaba, convencida de que lo mejor era darle espacio.

¿Cómo podría Sana ser el amor de su vida, si ella nisiquiera conocía su vida?

Pero Sana mientras se alejaba, no podía evitar pensar en que Jihyo corriera tras ella y no la dejara ir.

Cosa que obviamente, no pasó.

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N/A: hola, oigan creo que me pase...Voy a meditar con mí almohada como voy a solucionar todo este drama que cree. (Si es que lo soluciono)
BASTA MENTIRA, SI VA A TERMINAR BIEN OK!! que difícil fue narrar estoy muy oxidada 😭 BUENAS NOCHES
5/5