Epílogo (Parte - 2)
Aclaración: Partes que difieren de la realidad ( en lo que respecta a lo que sucede en la ciudadela)
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«Sé que puede parecer que el mundo se nos viene encima, pero los sueños siempre deben persistir, porque de ellos depende que el mundo siga existiendo. Nunca podremos conocernos a nosotros mismos si no somos capaces de hacerle frente a la adversidad. Seamos fuertes e inteligentes y no dejemos que nuestros miedos arrollen nuestros deseos. Siempre habrán contratiempos, pero la fortuna favorece a los valientes. Intentemos una y mil veces aun si no sabemos lo que pasara después, porque el tiempo pasa pero nosotros podemos avanzar con él...»
—¿Lo sabes desde entonces? —me pregunta Off cuando nos quedamos solos en el restaurant, mientras nuestros padres arreglan lo de nuestra estadía.
—¿A qué te refieres?
—Cambiaste tu discurso de graduación.
Si claro que lo hice.
«Los he conocido durante muchos años. Hemos pasado muchas cosas, juntos, y aunque no con todos he tenido una amistad cercana, sé que tenemos mucho en común. Al igual que ustedes, tengo sueños, esperanzas, ambiciones y una gran motivación. Ha llegado el momento de tomar decisiones importantes y aunque para mí no hubo más opción porque desde el primer momento supe lo que quería. Quiero recordarles a ustedes que la inteligencia es un maravilloso don, los regalos son fáciles de dar y recibir, la vida puede ser difícil, pero lo que elijan para ella depende solo de ustedes. De las elecciones que hagan aquí y ahora, pues de ello dependerá la clase de personas que serán en el futuro... entonces, tomemos el control sobre ese futuro, hagámoslo ya empecemos a cumplir nuestros sueños...»
—Lo hice si, justamente porque me había enterado.
—Dijiste que no habías tenido opción... ¿acaso tu...?
—Por supuesto que no, dije q no hubo más opción para mí, porque elegí que solo hubiera una. ÉL.
Off suspira como si se estuviera quitando un gran peso de encima.
—Gracias. —toma mi mano y besa el dorso.
—¿No estás asustado?
—Porque aún no cumplo diecisiete años y acabo de enterarme que seré padre y quizá las cosas que pensé haría, no po-... eh... tendré que posponerlas... NO, no estoy asustado. ESTOY PREOCUPADO.
—¿Preocupado?
—Claro Gunnie, porque ahora tendremos un hijo, y no sabemos nada sobre ser padres. Estaremos lejos de los nuestros y ¿Crees que podremos hacerlo bien?
Sus orejas están rojas y sus ojos brillan llenándose de lágrimas, después de mucho tiempo está jugando con sus dedos. Esta nervioso, asustado y eso está bien. No esperaba que brincara de felicidad, también me asusté cuando lo supe y si no hubiera sido por New... no sé qué hubiera pasado. Fue todo un alivio que tuviéramos que retrasar nuestro viaje —a mi madre se le presentaron algunos inconvenientes en el hospital... cosas que implican su nuevo puesto como directora general— porque así tuve tiempo de asimilar todo.
—No sé qué decirte, porque tampoco lo sé. Pero lo que si sé es que estando juntos hasta lo imposible podemos hacerlo posible.
Me sonríe.
—¿Cómo lo descubriste?
—¿Recuerdas que estaba teniendo mucho sueño y estaba todo sensible?
—Sí, y pensativo... y medio gruñón. —viro los ojos.
—Pues como Tay y tú tuvieron que ayudaran en la escuela. Fui a casa de New para no aburrirme solo y como sabes, su madre tiene un servicio de catering, entonces nos pidió ayuda para llevar las fuentes de comida, al camión que trasladaría todo al hotel, y cuando entré a la cocina quedé maravillado con la cantidad de bocaditos y comida que había allí, quise probar todo —de hecho lo hice— pero de un momento a otro empecé a sentir náuseas y tuve que correr al baño y no dejé de vomitar en un buen rato.
—¿Y...?
—Pues resulta que Lynn, la hermana de New que está muuuy embarazada, se burló de mí, diciendo que si no supiera que soy un chico pensaría que también estaba embarazado. Y entonces algo hizo clic en mi cerebro.
—¿Por qué recordaste la charla que nos dieron nuestros padres y lo que tu madre nos contó acerca de tu condición de poder embarazarte?
En realidad yo lo supe desde los trece años, por eso nunca accedí a tener relaciones íntimas con Oab, mi madre siempre me aconsejó tenerlas cuando estuviera completamente seguro de los sentimientos de la persona con quien lo haría. Y ese definitivamente no era él... tuvo que llegar Off a mi vida, para que realmente sintiera que estaba listo, porque él es el indicado.
—Sí, y porque llevábamos algunas semanas teniendo relaciones. Y aunque todas las veces usamos preservativo, recordé que la primera vez estabas tan nervioso y yo demasiado ansioso, que...
—No recordamos usarlo...
Así es... y no cambiaría esa primera vez, por nada.
—New me acompañó a comprar una prueba de embarazo y arrojó un resultado positivo. El mismo día de la graduación pasamos por la enfermería de la escuela y le pedí consejo a la enfermera. Y pues desde entonces New se volvió más protector y... pues lo convencí de que no dijera nada hasta el día de tu cumpleaños, porque sería una sorpresa, pero la sorpresa llegó antes.
—Con razón...
—¿Con razón qué?
—New se pasaba diciéndome "es tu culpa"
—Pero no es tu culpa-
—Lo sé... no es una culpa es una bendición.
—Y pues esa bendición empezará a cambiar sus vidas desde este preciso momento.
La voz de mi madre nos sorprende y al parecer tiene razón ha llegado la hora de tomar decisiones importantes.
Estuvimos una semana en la ciudad de Cuzco, antes de poder ir a Machu Picchu, conocimos por completo la ciudad, mi padre por poco y contrata un séquito para atender a Gun, hizo que dos ginecólogos lo revisaran, y no le importó escuchar la opinión de Lawan, discutieron y finalmente se amigaron, cuando Gun les gritó que no quería que su hijo viera que sus abuelos se llevaban mal. Tuvimos movilidad y guías solo para nosotros, New se hizo amigo de media ciudad y Tay engordó como cinco kilos probando cada una de las diferentes comidas que Gun quiso comer, y yo, me pasé mimando a mi novio y haciendo de su fotógrafo personal, capturando en fotografías, la felicidad de Gun.
Por fin, el día de conocer la ciudadela inca llegó y Gun pudo caminar ciertos tramos, porque sus ocho semanas de embarazo no eran un impedimento si hacía las cosas con prudencia. Además tenía cerca a su mamá y a todos nosotros.
Subimos en el tren que conecta Ollantaytambo con Aguascalientes, pasamos la noche ahí, disfrutando de una maravillosa noche observando las estrellas. Finalmente a las cinco de la mañana abordamos la movilidad que nos llevó al recinto. Gun seguía protestando porque quería subir caminando, pero luego se calmó. Yo tenía mucho miedo porque volviera a darle el mal de altura pero eso no sucedió, pues la ciudadela se encuentra en un Valle a 2.800 metros sobre el mar, además Gun ya estaba más que aclimatado, después de una semana, así que no le afectó. Como salimos de madrugada, todos estábamos muy abrigados, la maletera estaba bien surtida con bebidas calientes, snacks, y todas las cosas que podríamos necesitar.
Poco a poco fue amaneciendo y cuando por fin llegamos, la vista que se nos presentó fue grandiosa, mucho más de lo que podía haber imaginado... Los primeros rayos del sol rebotaban en las lisas piedras incas y Machu Picchu era todo un deleite para nuestros ojos.
«Con razón la consideran una de las maravillas del mundo»
Era tan precioso que no nos decepcionó para nada y en ese momento pensé que cualquier cosa incluso el mal de altura, habría valido la pena para finalmente poder verlo.
Pasamos un rato ahí, tomamos muchas fotografías grupales. Gun se tomó fotografías con algunas llamas, que paseaban en completa libertad por las antiguas terrazas y yo estaba completamente feliz, viéndolo sonreír.
Caminamos un rato y al entrar a la zona agrícola, nos detuvimos para descansar. No había mucha gente porque Santos, nuestro guía, nos dijo que volvieron a Aguascalientes para comer, entonces Gun pidió que tendiéramos una manta e hiciéramos de cuenta que estábamos todos, en un picnic. Santos nos dio su aprobación, así que Tay sacó la manta de su mochila y entre él y New la acomodaron.
Todos se sentaron en las puntas para evitar que el viento la moviera, y Gun se arrodilló frente a mí, viéndome sacar los sándwiches de la mochila. Entonces Anita, la señorita que nos acompañaba también, le pidió a Santos la canasta que cargó todo el camino desde donde dejamos la movilidad y se la entregó a Gun. —Mi chico bonito estaba sonrojado y se veía adorable con su gorrito de orejas, que según aprendimos se llama "Chullo", resultó que el hotel donde nos hospedamos era una especie de boutique, mi padre quiso comprárselo a Gun como regalo por darle su primer nieto. Y si el dueño hubiera aceptado, de seguro ya tendríamos casa en Cuzco. Incluso Tay insistió con el hombre porque estaba maravillado con el hecho de que estuviera en un barrio de artesanos, las estrechas calles empedradas, las maravillosas casas coloniales, la iglesia, galerías de artes, cafés, restaurantes, la gente y el hermoso colorido realmente era formidable—. Gun se aclaró la garganta e interrumpió mis pensamientos y cuando volví a mirarlo, estaba sosteniendo un pequeño pastel en sus manos y estaba a punto de cantar para... mí...
—¡Oh Dios... es mi cumpleaños! —grité sorprendido y todos rieron.
Miré con una sonrisa nerviosa a Gun, que sostenía el pastel frente a mí, cuidando con una mano, que el viento no apagara la vela que había encendido. Y mis ojos se llenaron de lágrimas en cuanto lo oí cantar —o al menos intentarlo— y no pude evitar sonreír cuando sus mejillas se tiñeron de rojo, porque olvidó la letra (comprensible, era quechua) pero lo aprecié con todo el corazón porque mi novio cantaba con todo su amor.
—Pide un deseo Off —dijo al terminar de cantar.
—Ya me fue concedido. —respondí, porque era verdad, lo tenía a él y una inmensa felicidad en mi corazón y me acerqué a soplar la pequeña vela.
Un "awww" conjunto nos hizo separar cuando sin darnos cuenta nuestros labios se unieron delante de todos los presentes.
La parte más especial y bonita del viaje terminaba ese día... ya podíamos volver a casa prometiendo que un día volveríamos, con nuestro hijo.
Finalmente el día de nuestra mudanza a Boston llegó. El inicio de una nueva vida juntos, estaba por comenzar. Pero claro, no nos íbamos a ir solos, nuestra familia siempre estaría para ayudarnos. Después de todo eso habíamos acordado, porque Lawan y mi padre, no podrían vivir alejados de nosotros y además querían ser parte importante de la vida de su futuro nieto.
Prometieron ayudarnos con él hasta que termináramos de estudiar —porque de ninguna manera abandonaríamos—, pero Gun está convencido de que además de criar y consentir a nuestro hijo, quieren permanecer toda la vida junto a nosotros. Y eso es genial, porque nuestros padres realmente son almas gemelas, los mejores cómplices y amigos...
El hecho es que saber eso me llena de felicidad, porque como Lawan dice, ellos ya pudieron cumplir sus sueños, ahora nos toca a nosotros y que mejor que hacerlo, contando con el amor de los que más queremos.
Aunque por siempre, lo que yo más quiero y querré, será Gun... mi pequeño huracán, y no importa que siempre me fastidie llamándome su chico nuevo... si eso quiere decir que va a amarme tanto como el primer día que me besó, o la primera vez que me hizo el amor.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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Muchas gracias por leer esta historia, aprecio mucho que se hayan tomado la molestia de comentar y votar en cada capítulo, eso me alienta a seguir por aquí..
Ahora si llegó a su fin...
Mil gracias...
Nos leemos pronto en una nueva historia.
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