Me levanté temprano y sin hacer ruido salí de la habitación, dejando a Off dormido, porque tenía muchas ganas de prepararle el desayuno, ya que cuando nos fuimos a la cama, por la noche, y justo antes de quedarse dormido, me dijo que deseaba comerse toda una pila de Hotcakes, jugo de naranja y huevos revueltos con tocino, porque quería acostumbrarse a los desayunos americanos, pero en realidad eso es una vil mentira, porque mi novio es un pequeño monstruo devorador de Hotcakes. Jennie, la señora que le prepara la comida y se la deja perfectamente organizada en contenedores marcados con día, fecha e incluso hora en que debe comerlos, me lo contó. Off ama los Hotcakes, pero como ella no suele estar por las mañanas no puede preparárselos.

Jennie me dio la receta, así que hoy quería sorprenderlo, pero definitivamente solo estoy desperdiciando mezcla y arruinando la cocina, porque o se me queman o se adhieren a la sartén y cuando intento sacarlos se rompen. No sé si es porque estoy medio dormido o confundí los ingredientes, pero esto no está resultando y me estoy frustrando... y eso que no he mencionado el tocino carbonizado y las naranjas trozadas que en vez de haber sido exprimidas y dar sumo, han llorado lágrimas amargas, de verdad.

SOY.UN.DESASTRE

¿Cómo se supone que sobreviviré en un país extranjero, lejos de mi madre y de Tay, viviendo solo con mi novio, al que ni siquiera podré hacerle de comer...? Dios, no quiero ni pensar que Off termine dejándome por no saber hacer nada. Se supone que soy el mayor y debo cuidarlo. Ahora más que nunca me arrepiento de no haber ayudado a mi madre en los quehaceres, jamás.

Sigo peleando con los trastes cuando escucho la voz de Off:

—¿Gun? —me dice— ¿Por qué estas llorando?

Trágame tierra y escúpeme directamente en el limbo.

Estoy como en automático, tengo la sartén echando humo y oliendo fatal, mientras empiezo a llorar y Off se acerca a mi para darme un abrazo y tratar de consolarme.

"Soy un inútil" "¿Qué clase de novio soy?" "Seguro vas a dejarme porque no se cocinar" "No me dejes". Son solo algunas de las cosas que salen como vómito de mi boca, mientras me restriego en su cálido pecho.

Off me abraza fuertemente, siento que está aguantando las ganas de reírse a carcajadas, aunque también creo que está triste... Nop, se suelta con todo, incluso hipa de tanto reír, pero no se olvida de besar mi cuello... tan... rico.

Su celular suena sobre la encimera y cuando va a contestar, aprovecho esos segundos para recomponerme y continuar porque mi novio acaba de decirme que equivocarme es parte del proceso, y que soy el mejor novio para él, solo por el hecho de no rendirme.

Y pues si, quien soy yo para contradecirlo. Soy el mejor novio, aunque la cocina parezca un chiquero.

"Hola hijo" saluda su padre en cuanto Off acepta la llamada... diablos no es solo una llamada, es una video llamada y yo estoy, eh... casi desnudo por aquí.

Respiró hondo, ellos hablan un poco y...

—Hola suegrito, —Suelto a manera de saludo y él se alegra, no sé porque le gusta tanto que lo llame así, pero era necesario, y además ahora también me gusta hacerlo.

Y es que una vez Tay, insinuó que al padre de Off le gustaba mi mamá... y... OH POR DIOS, señor, búsquese otra doctora que le guste, porque puede ser mi suegro, pero nunca mi padre, no porque quiera que mi mamá este sola toda la vida, sino porque... por si no ha quedado claro. QUIERO SER SU YERNO. Me gusta su hijo y si le gustara mi madre, eso sería demasiado raro ¿no? seríamos algo así como el Clan Cullen relacionándose unos con otros, claro que no tienen el mismo tipo de sangre, pero son vampiros y nosotros, obviamente no lo somos...

Estoy divagando.

—Si Papá, lo hicimos —¿Qué? ¿Cómo? ¿De qué me perdí?— ¡pero no hicimos nada malo! Gun no quiso —sonrío, mi suegro ya vio lo que estoy usando— esperará hasta que cumpla dieciocho. —dice Off y no está mintiendo.

Hemos hablado al respecto y aunque cada vez que nos besamos peligrosamente terminamos tocando por todos lados y queriendo ir incluso un poco más allá, aún faltan unas cuantas semanas para que Off cumpla apenas los diecisiete y yo pues no puedo robarle su flor, no tiene nada que ver con que su padre sea un experto en combate cuerpo a cuerpo, maneje más de cincuenta tipos de armas y tenga a su mando cientos de militares con caras de miedo... No, es porque respeto mucho a Off. Hace un mes yo cumplí dieciocho, así que ya soy legal y ya puedo ir a la cárcel y eso no está en mis planes.

—¡Ese es mi yerno carajo! —le guiño un ojo a mi suegro y sigo peleándome con estos panqueques del demonio.

"Tengo los boletos para Perú", doy un brinco en total jubilo y toda la mezcla que tenía reservada —y que me faltaba quemar— cae al piso y salpica por todos lados.

Off termina la llamada y ahora me abraza, porque estoy a punto de colapsar. Pero que carajos, porque siquiera estoy intentando ser un cocinero.

Yo Gun Atthaphan —futuro Jumpol— no sé cocinar. Como todo lo que me pongan delante, pero nunca lo preparo yo. Para eso existen los restaurantes, el delivery o la comida congelada.

¡Ah NO, se acabó!

—Off...

—Si...

—¿Eres rico verdad?

—Mi padre lo es.

—¿Sabes cocinar?

—No me muero de hambre...

—Entonces... ¿por qué estoy haciendo esto?

—¿Porque quieres aprender y ser un buen novio?

—Al carajo con eso. SOMOS RICOS. Cuando nos CASEMOS, tendremos servidumbre.

MIERDA. MIERDA. MIERDAAAA

No puedo respirar, maldición, me estoy muriendo... ¡No, tonto! respira, no puedes morir así: empelotado, morado, y sobre mezcla de panqueques que parece vómito.

Suelto el aire contenido y sin levantar la cabeza beso el pecho de Off y completamente avergonzado, me volteo y pego la carrera como si el mismísimo satanás me estuviera persiguiendo...

Llego al baño de la habitación de Off y cierro la puerta con seguro. Qué vergüenza, no puedo creer lo que acabo de decir. Dios, Off debe pensar lo peor de mí. Pero en realidad no puede culparme, nadie tiene porque hacerlo, porque mis palabras son ciertas... no tengo porque saber todo sobre cocinar porque ni tiempo tendré de hacerlo mientras estudie y pues sí, sí quiero una vida a futuro con Off, pero falta mucho tiempo para eso y bien puedo aprender todo lo que no se para ser un buen esposo...

Lo cierto es que amo a Off, lo amo tanto que es imposible no ilusionarme y desear una vida plena y feliz a su lado. Quiero que vivamos todos estos pequeños momentos como parte de una vida llena de ellos. Quiero que nos conozcamos y aprendamos juntos, para que cuando seamos unos profesionales exitosos, podamos enseñar y guiar bien a nuestros hijos, porque quiero dos, aunque sé que Off no estará de acuerdo con eso. Él siempre habla de que crecer solo es la cosa más espantosa, y tiene razón... así que estoy seguro de que mínimo querrá cinco.

—Gun... —ya llegó— cariño —se siente tan divino que me llame así— bebé —ay sí él es el menor, pero le gusta decirme bebé y a mí me encanta cuando lo dice porque cada vez que lo hace, se sonroja y se pone tímido Ay... Y a mí me encanta verlo tímido— ¿me abres?

No tiene que preguntarme otra vez, abro la puerta y apenas lo veo de pie frente a mí, salto a sus brazos y envuelvo mis piernas alrededor de su cintura como si fuera un koala.

—Perdón...

Off esboza una perfecta y cariñosa sonrisa.

—El ejercicio está sentándome bien ¿no crees? —sonrío porque es verdad, ya no se cae de culo cuando salto sobre él. Ha ganado peso y musculatura en muy poco tiempo. Él se siente bien y pues eso está bien. Hace lo que le gusta.

—Y así estás perfecto —digo y le doy un piquito en los labios.

—Tú eres perfecto para mí, Gun. —Lo somos sí, perfectos el uno para el otro— y entonces... —beso su cuello buscando distraerlo— ¿tendremos servidumbre? —chupo el lóbulo de su oreja— Ahh... Gun. —Lamo su mejilla— ¿quieres... ahh... Gun... —uno sus labios con los míos y nos besamos fervientemente.

Ambos estamos gimiendo y no es correcto... no es justo para ninguno.

—¿Quieres ir conmigo a la cama, antes de ir por algo de comer? —pregunto después de cortar el beso.

—Oh diablos si —dice sin dudarlo.

—Sé que prometí esperar, pero-

—Ya no puedo esperar... —termina la frase por mí.

Las mejillas de Off se colorean de un rojo encantador y sus ojos brillan como si fueran dos luceros. No puedo evitar sonreír, me siento feliz y mi corazón se infla de alegría al pensar que quizá no tenemos que esperar por un momento perfecto, todos los momentos que tenemos juntos, lo son...  y lo seguirán siendo.

—Vamos... —tomo su mano, después de que mis pies tocan el piso. El asiente, pero antes de empezar a caminar me hace el chico más feliz del universo, por enésima vez...

—Me casaré contigo.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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En serio, no se como decirle adiós... ayudaaa