19. Un buen novio

Abrir los ojos esperando ver a Gun junto a mí, ya es algo normal. Cada día que Lawan tiene guardia en el hospital, Gun se queda conmigo en casa y cada fin de semana yo duermo en su casa.

Ese fue el acuerdo al que llegamos.

Desde que nos hicimos novios, rápidamente los días se han convertido en semanas y el año escolar está a nada de terminar. No puedo dejar de sentirme feliz, porque desde que Pak fue a la cárcel y Bruce se fue a vivir al extranjero, los días en la escuela han sido grandiosos.

«Ya no soy el nerd tonto al que siempre fastidiaban y al cual Gun siempre trataba de proteger, ahora no hay necesidad de hacerlo, porque mis acosadores no están más... y tampoco soy un tonto, nunca lo he sido he de decir, tímido quizá, pero tonto jamás.»

Anoche Gun durmió aquí conmigo y se suponía que pasaríamos el día juntos, pero cuando desperté hace unos minutos, no lo encontré en la cama, su espacio a mi lado está vacío...

Gun es una magnifica persona, jamás en la vida había conocido a alguien como él y en este tiempo que hemos estado juntos me ha ayudado mucho, en todo sentido. Gracias a él, tengo amigos que no son hipócritas, la relación con mi padre ha mejorado un montón, he podido cambiar un cuarto rodeado de libros, por paseos en el parque junto a mi novio, pero sobre todo he aprendido a confiar en mí mismo y en que todo lo que deseo lo puedo conseguir.

Hace unos días nos entregaron los resultados de los exámenes a la universidad y tanto él como yo, iremos nada más y nada menos que a Harvard. Si, estudiaré medicina en Harvard y aunque tendré que mudarme pronto, no estoy preocupado, ni asustado, estoy feliz porque Gun vendrá conmigo, él fue aceptado en el departamento de biología molecular y Física aplicada, si, él es tooodo un genio.

Claro que la señora Lawan y mi padre decidieron que se tomarían un par de meses para estar con nosotros y dejarnos instalados en nuestro departamento, porque mi padre se negó a que viviéramos en las residencias de la universidad.

Gun y yo ya hemos visto algunas opciones en la web, pero después de nuestro viaje a Perú —porque luego de graduarnos iremos, ya que la última vez que mi padre estuvo de visita, no pudimos ir de campamento como había ofrecido, pero después de que Gun le contara que uno de sus sueños es conocer Machu Picchu. Mi padre prometió que nos llevaría a los seis a conocer Cuzco, en Perú. Digo los seis, porque como siempre, Gun arrastra a donde sea que va, a Tay, y resulta que ahora Tay, arrastra consigo a New, porque ya son novios y claro Gun tuvo que aceptarlo sin opción a reclamar, porque Tay siempre le recuerda, que él "me aprobó", y eso siempre me causa gracia, porque aunque finja que le cae mal New, son cómplices y amigos, todo el tiempo están tramando alguna broma en la que obviamente Tay y yo resultamos cayendo—. Volaremos inmediatamente para allá y escogeremos un departamento, cerca de la universidad y con habitaciones suficientes para las visitas que probablemente nunca dejaremos de recibir, porque entre nuestros padres, Tay y new, nunca estaremos completamente solos.

Nuestros amigos fueron aceptados en Stanford así que el más feliz con esa noticia fue Gun, porque aunque no estén en la misma ciudad, aun estará en el mismo país que Tay, su hermano de otro vientre.

Realmente he sido testigo de lo mucho que se aman esos dos y ese también es motivo de felicidad para mí, porque Tay vendría a ser como un hermano también para mí, yo, que siempre estuve solo, ahora tengo una vida para compartir junto a ellos. Y ni que decir de nuestros padres... pero eso es otro cuento.

» Finalmente salgo de la cama, tomo mi celular de la mesita de noche e intento llamar a Gun, pero el aparato timbra y él no contesta. Veo su ropa en el sillón, así que sé que no ha salido de la casa, mi corazón da un brinco y una sonrisa se dibuja en rostro, seguramente bajó por algo de comer, así que salgo de la habitación y me dirijo a la cocina, convencido de que ahí lo encontraré.

Y no me equivoqué, ahí está, al parecer peleándose con los trastes. Si Jennie viera su cocina justo ahora, saldría corriendo y no regresaría. Hay harina por todos lados, ollas, satenes y cucharones hechos ruma en el lavadero y mi adorable novio está sufriendo con algo que se le quema en la estufa...

—¿Gun?

—Oh por Dios, Off... ¿Qué haces aquí?

—¿Por qué estás llorando?

Me acerco rápidamente hasta donde está sujetando el mango de la sartén con un panqueque completamente carbonizado dentro... Apago la estufa y tomo la sartén para luego ponerla junto a las demás cosas dentro del lavadero y en seguida abrazo a mi novio llorón, haciendo hasta lo imposible por no soltarme a reír.

—Soy un inútil Off. Ni siquiera puedo hacerle a mi novio unos panqueques ¿Qué clase de novio soy? Seguro vas a dejarme porque no se cocinar —solloza y restriega su nariz en mi pecho— No me dejes Off, aprenderé a cocinar, te lo prometo.

No puedo evitarlo, suelto una sonora carcajada por las palabras de Gun y luego lo abrazo y atraigo mucho más cerca, poniendo mis manos en su cintura, sin olvidarme de dar pequeños besos en la curvatura de su cuello. Permanecemos en la misma posición durante unos minutos, hasta que mi celular suena sobre la encimera. Logro ver que se trata de mi padre haciendo una video llamada...

—Equivocarte es parte del proceso de aprender, cariño —le digo y deposito un beso en su cabeza— y que no te rindas, es lo que siempre te hace el mejor novio para mí.

Gun suspira, ya ha dejado de llorar, me da un beso y vuelve a la estufa, mientras que yo acepto la llamada.

—Hola hijo, pensé que no querías contestarme.

—Hola Papá, ¿Por qué no lo haría?

—Porque hablé con Lala y me dijo que anoche tuvo guardia, lo que significa que-

—Hola suegrito, —Solo puedo virar los ojos, en cuanto Gun saluda a mi padre.

Es increíble como el rostro de mi padre se ilumina cuando Gun lo llama así, es que ya no queda ni sombra del hombre serio que conocí durante toda mi vida. Mi padre es... otro.

—¿Durmieron juntos? —dice mi padre, abriendo los ojos tanto que parece que se le saldrán de sus cuencas.

—Si Papá, lo hicimos —traga en seco— ¡pero no hicimos nada malo! Gun no quiso —bufo al recordarlo y recién en ese momento caigo en cuenta de lo que está usando Gun... solo una camiseta —mía— que le llega a los muslos. Y es que mi Gun es todo un descarado y provocador— esperará hasta que cumpla dieciocho —digo resignado.

—¡Ese es mi yerno carajo!

—Gun se voltea y le guiña un ojo a mi padre, luego continua peleando con la estufa.

—Bueno solo llamaba para decirles que tengo los boletos para Perú, Lawan ya tiene la agenda separada y yo llegaré a casa en tres semanas. Así que deben ir preparando todo.

—Gun salta de alegría, y deja caer toda la mezcla de los panqueques al piso...

—Upss —dice encogiéndose de hombros, pero inmediatamente sus ojos se llenan de lágrimas.

—Gracias Papá, pero ahora debo colgar, antes de que Gun haga explotar la cocina y Jennie llegue a casa y me mate.

Mi padre se ríe y otra vez mi corazón se llena de regocijo al verlo de esa manera.

Termino la llamada y corro a abrazar a mi novio cocinero, que ahora no está llorando. Ahora está... furioso.

—Off...

—Si...

—¿Eres rico verdad?

—Mi padre lo es.

—¿Sabes cocinar?

—No me muero de hambre...

—Entonces... ¿por qué estoy haciendo esto?

—¿Porque quieres aprender y ser un buen novio?

—Al carajo con eso. Somos ricos. Cuando nos casemos, tendremos servidumbre.

Me pongo rojo como un tomate y Gun aguanta la respiración, hasta que se pone morado.

—O-key —digo apenas en un susurro entrecortado.

—Si si...—dice soltando todo el aire contenido— le pediré a Jennie unas clases.

Me da un beso en el pecho, y sale corriendo, disparado, rumbo a la habitación... sin voltear a mirarme.

Claramente esta avergonzado, después de pedirme matrimonio.

Sonrío como un tonto enamorado —porque así me tiene— y voy tras él.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Les cuento que este debería ser el cap. final y pues... no se como terminar esta historia... jajjaja

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