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 Sábado 18 de Julio de 2015.

Ubicación: Culiacán, Sinaloa, México.


5:30 PM



Alessandra POV:



Llevaba al rededor de una hora esperando de pie a que la prensa terminara de instalarse para que comenzara la conferencia que mi padre había organizado para Ana Carolina.

Por mas que trata de refrescarme agitando mis manos frente a mi generando aire, era inútil, al estar bajo un toldo nos cubríamos del sol pero el calor se intensificaba comenzando a ser insoportable. 

Con cuidado observe la escena frente a mi, algunos de los medios nacionales se estaban peleando para tener un lugar más cerca de la tarima acondicionada como escenario, causando una risa de mi parte, al fondo noté a Mayel recargado en uno de los árboles de la explanada, sonreí al verlo, al parecer el se percato porque me devolvió el gesto, seguí analizando la escena hasta que mi teléfono vibro dentro de mi mano, revise la pantalla, percatándome que había tomado el móvil equivocado, aunque este si estaba timbrando, sin más contesté.

- ¿Alo?. - solté.

- Pero que chula se mira usted con vestido deveras'.

- ¿Cómo sabes que tengo vestido?. ¿Te dijo Mayel?. - cuestione, recibiendo una risa de su parte.

- No fue necesario mi chula, yo lo estoy comprobando con mis propios ojos. - en cuanto me dijo eso comencé a mirar hacia todos lados tratando de ubicarlo.

- ¿Te das cuenta que te estás exponiendo?. - me aleje un poco al sentir la mirada de mi padre sobre mi.

- Usted tranquila mija, solo vine a acompañar al Iban que también anda por acá, eso si, el cabron anda mezclado con los reporteros, tenga cuidado. - suspiré.

- Ovidio por favor vete, si las cosas se complican no quiero que...- me vi interrumpida por mi madre.

- ¿Con quien estas hablando Alessandra?. - la mire.

- Es Mariel mamá, es algo sobre la graduación pero ahora me despido. - al terminar de decir esto pude escuchar una carcajada en la bocina del teléfono.

- Que sea rápido, tu hermana ya va a comenzar. - asentí y ella se alejó.

- Que buena es para las excusas mi chula. - podía apostar que estaba sonriendo. - Por cierto vaya buscándose otra porque hoy en la noche, me la voy a robar.

- ¿No me digas?. ¿Tú y cuantos mas?. - reí.

- Nomas' yo mija, no ocupo a ningún otro pa' llevarme a mi mujer. - sus palabras me hicieron sonreír como estúpida.

- Si claro, como digas. - suspiré. - Me tengo que ir.

- Entiendo mi chula, ya es hora del show.

- Ovidio, si las cosas se salen de control, por favor solo vete de aquí. - mordí mi labio nerviosa.

- Claro que si, en cuanto se arme el desmadre yo me voy, pero después de que usted esté a salvo. - afirmo, podía apostar que estaba sonriendo.

- ¿No vas a entender verdad?. - suspiré.

- Mija como me pide que me vaya, si las cosas se ponen feas, primero la saco de aquí y luego me pelo, ya lo sabe. - asentí sabiendo que me podía ver.

- Tengo que colgar. - mi madre me miraba a la distancia. - ¿Hablamos más tarde?.

- Ya le dije mi reina, la quiero lista porque esta noche es nuestra. - reí.

- Como tú ordenes casanova, nos vemos. - sin esperar una respuesta colgué.

Guarde el móvil en el pequeño bolso que llevaba y me posicione al lado de mi padre, quién me miro y me brindó una sonrisa, supongo que para tranquilizarme, yo me aferré a su brazo al momento, cuando todo estuvo más tranquilo mi hermana comenzó a hablar.

- Como ya todos sabrán fueron citados aquí para aclarar una situación que está afectando tanto a mi, como a mi familia. - ella pausó un momento. - Desde el día de ayer, el presidente de la República Enrique Prieto se a dedicado a difamar a mi persona gracias a sus especulaciones sobre una relación amorosa con Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de uno de los narcotraficantes más buscados de México y el mundo.

Ella pausó de nuevo, me dedique a mirar a todos los presentes, estaban ansiosos por saber lo que ella diría, pude notar como de entre los presentes un hombre de chaqueta y gorra negra se puso de pie, lentamente comenzaba a acercarse a la tarima, aparte la mirada cuando Ana Carolina continuó hablando.

- Hoy aquí frente ustedes, quiero declarar que es totalmente falso que yo mantenga cualquier vínculo con Iván Archivaldo, el hacerlo sería ir en contra de mi patria y de los principios que mis padres me han inculcado. - esto último le costó algo de trabajo decirlo. - Lo único que yo he llegado a saber de esta persona es gracias a las noticias que se han presentado a lo largo de los años en los medios y me deslindo de todas las acusaciones presentadas por el comandante supremo de nuestra nación. Así mismo quiero presentar ante ustedes la contra demanda que he impuesto hacia el gobierno de la República por difamación y daño moral hacia mi persona, no voy a descansar hasta que mi nombre esté limpio de nuevo, y la tranquilidad regrese hacia mi y mi familia.

Cuando mi hermana termino de hablar varios aplausos se hicieron presentes, después de estos algunos periodistas se dedicaron a hacer varias preguntas.

- Señorita Ana Carolina, buen día, Darío Pérez de "El moral", mi pregunta es, ¿Por qué cree usted que el presidente Enrique Prieto decidió meterla en todo este embrollo?.

Antes de responder, mi hermana acomodo de forma disimulada el audífono en su oreja, mis padres habían decido contratar a alguien que le aconsejara que decir porque mi hermana era capaz de terminar culpándose con tal de defender su amor.

- Te puedo asegurar Darío que es la misma pregunta que me hago yo, no entiendo de donde salió esta idea tan descabellada del mandatario, pero es más que obvio que es sólo una pantalla para desviar la atención de las cosas trágicas que verdaderamente pasan en nuestro país. - el reportero solo asintió a su respuesta.

- Señorita buen día, Valeria Ramírez del blog "El informante", desde la perspectiva de mi equipo, creo que la actitud del presidente es la de una persona que está consiente y segura de lo que dice, no parece que esté inventando la situación, ¿Esta segura que usted nos está diciendo la verdad?. - mi hermana río levemente.

- Buen día Valeria, ¿Acaso una persona "consciente y segura de lo que dice" mandaría a un escuadrón a detener a un persona causando una matanza cuando ni siquiera presento prueba alguna de lo que dice?. - el rostro de la reportera se tiñó de rojo. - Porque si es así, creo que nuestro líder supremo en realidad no está capacitado para dirigir a la nación si tan solo se guiará por instintos y no por pruebas contundentes.

- Ultima pregunta. - exclamó Roberto y cedió la palabra a un reportero.

- Buen día, Nicolás Huerta de "Hoy en México", todos estamos enterados de que el presidente declaró que no descansará hasta capturarla, ¿Tiene miedo de lo que pueda hacer el gobierno para llegar hacia usted?. - el rostro de mi hermana palideció.

- Claro que tengo miedo, pero no porque sea verdad lo que ellos dicen, si no porque todos sabemos de lo que nuestros funcionarios son capaces de hacer con tal de salirse con la suya, estoy segura que utilizarán todos sus medios para atacarme, más ahora que salí a dar la cara y defenderme, por eso a partir de este momento, hago culpable y responsabilizo completamente al gobierno mexicano de cualquier cosa que le pueda pasar tanto a mi familia, como a mi. Gracias por venir.

Mi hermana se alejó del micrófono y llego a nuestro lado.

- Hiciste un muy buen trabajo, te felicito.

- Gracias Papá. - se limitó a responder.

- Vámonos de aquí antes de que te acosen con más preguntas.

Comenzamos a bajar del escenario improvisado, mi padre había llevado a la seguridad de su empresa para que pudiéramos salir de ahí fácilmente pero todo se estaba complicando, los periodistas comenzaban a rodearnos, nos costó trabajo que nos dejaran salir pero lo logramos.

Al estar a unos pasos de la camioneta, el tipo de la chaqueta y la gorra que había observado antes se plantó frente a nosotros, en el momento menos pensado saco un arma apuntando directamente hacia donde nos encontrábamos.

No pude hacer nada más que lanzarme al piso, a los pocos segundos escuché un estruendo, levante la vista y pude observar como el tipo salió corriendo, baje la mirada, el aire comenzó a faltarme cuando me percate que mi hermana se encontraba tendida sobre el asfalto, le habían disparado.




8:40 PM




Quite los guantes de mis manos, tome los últimos materiales que había utilizado y los deposite en la mesa de noche, me gire y mire a Ana Carolina, se encontraba con los ojos cerrados pero sabia que no estaba dormida.

Dentro de mi sentía demasiada impotencia y coraje por sus acciones, después de que la vi tirada inerte en el asfalto me imagine lo peor, pero resulto que todo estaba planeado, ella portaba un chaleco antibalas bajo su ropa y la bala solo la había herido en el muslo izquierdo, al recordar sus estupideces solté un suspiro de frustración.

- Ya relájate. - exclamo. 

- Estaría relajada si no hubieras pensado semejante estupidez, ¿Cómo diablos se te ocurre hacer eso?.

- Ya te dije que todo estaba planeado. - soltó sin mas.

- Te aseguro que mamá y papá ni siquiera lo saben.

- Claro que lo saben, sin su autorización no lo hubiera hecho.

- ¿Estas segura?. - ella asintió. - Perfecto, entonces voy a pedirles que suban para tener una conversación acerca de como yo era la única estúpida que no estaba enterada de esto. - hice el ademan de acercarme a la puerta para salir de la habitación.

- Esta bien detente, ellos no lo saben, pero Roberto si.

- Pero que tranquilidad me da el saber que Roberto si estaba enterado. - reí irónica.

- Alessandra el mismo me ayudo a planearlo, estuvo de acuerdo porque era algo muy conveniente para la situación.

- Como siempre queriendo ser el centro de atención, nunca cambias.

Tome las cosas que anteriormente había dejado en la mesa de noche y me dirigí con ellas al baño depositándolas en el cesto de basura.

Antes de salir de ahí me mire en el espejo frente al lavabo, todo esto era un desastre, y estaba mas que segura que las cosas se iban a complicar, escuche unos ruidos provenientes de la habitación de mi hermana, decidí salir para averiguar que pasaba, topándome con lo que menos quería.

- Mi día no puede ir mejor. - exclame.

- ¿Cómo te encuentras chaparrita?. ¿Te sientes mejor?. Perdóname por esto mi amor.

- Tranquilo, estoy bien. - acaricio su hombro para tranquilizarlo. - No tengo nada que perdonarte, hiciste bien tu trabajo. - se levanto levemente y beso su mejilla.

- Cuñada se que no es fácil todo esto, pero gracias por atender a mi muñeca. - comenzó a acercarse a mi.

- No te me acerques. - el se detuvo. - Gracias. - pause un momento y medite lo que diría. - ¿Fuiste tu el que le disparó?. - Ana Carolina e Iván se miraron entre ellos.

- Déjeme que le explique...- lo interrumpí.

- ¿Tu le disparaste o no?. - lo mire y el suspiro.

- Si, yo fui quien le disparó a Carolina, no iba a dejar que cualquiera hiciera ese trabajo.

- Tremendo pendejo que eres. - me acerque a el y le solté una bofetada.

El al instante se puso de pie, sin dudarlo me devolvió la bofetada en mi rostro con toda la fuerza que su coraje le había permitido, termine en el piso gracias al golpe.

- ¡Iván!. - exclamo mi hermana.

- Se nota la poca educación que tienes. - mi mejilla ardía como el infierno, pero aun así me puse de pie y lo encaré. - Pero a pesar de todos los golpes que me des no dejare de pensar que eres un pendejo, y un total cabrón al exponer así a la que dices es el amor de tu vida.

La respiración de Archivaldo se notaba acelerada, el me iba a responder, pero la puerta de la habitación se abrió.

- Alessandra, baja a cenar. - la mirada de mi padre viajo de mi hasta mi hermana y posteriormente a Iván. - ¿Qué esta haciendo este aquí?. - me adelante y tomé a mi papa del brazo.

- Papá, vayámonos de aquí. - el me miró.

- ¿Cómo me pides que...- se detuvo después de que analizo mi rostro, con coraje se saco de mi agarre y se acerco a Archivaldo. - A mi casa no vas a volver a entrar y mucho menos a golpear a una de mis hijas. - soltó un puñetazo que impacto directo en la cara de Iván, termino reventándole el labio, este no hizo nada por defenderse.

Antes de que mi padre pudiera soltarle otro golpe, tome su brazo y lo detuve con todas mis fuerzas.

- Papá, no vale la pena que te rebajes así. - el me miró y me abrazo.

- Perdóname por este espectáculo. - susurró en mi oído antes de separarse. - Tienes que decidir es el o tu familia. - soltó hacia mi hermana.

- Papá no me puedes hacer esto. - dijo ella con pánico.

- Te lo digo por tu bien Ana Carolina, por que a este paso, vas a terminar muerta, y todo por su culpa.

- Yo fui quien le disparó señor. - soltó Archivaldo sin cautela.

- No se podía esperar mas de usted. - el se soltó de mi, pensé que de nuevo se dejaría ir contra Iván, pero simplemente suspiró. - Date cuenta que esto te esta haciendo mas daño que bien hija. - mi padre comenzó a retroceder hacia la puerta. - Sea cual sea tu decisión, cuando regrese a el no lo quiero ver aquí.

Mi padre salió de la habitación sin esperar respuesta de ninguna parte.

- Alessandra. - me trató de hablar mi hermana.

- A mi no me digas nada Carolina, estoy cansada de todo esto. - me dirigí a la puerta, antes de retirarme la miré. - Solo toma la decisión que creas mas conveniente para ti.

Sin mas salí de ahí, y esa noche fue la ultima vez que supe algo de mi hermana durante un buen tiempo.

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