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 Miércoles 15 de Julio de 2015.

Ubicación: Culiacán, Sinaloa, México.


10:30 AM



Alessandra POV:



Me encontraba en Fórum desayunando sola, hoy había finalizado mi última guardia post graduación, indicando que muy pronto por fin obtendría mi título, decidí celebrarlo con un desayuno individual, me había decidido por un café y un bagel en mi cafetería favorita, tome asiento en una de las mesas de esta aprovechando que aún no había mucha gente gracias a que era temprano.

Mordí el  bagel saboreando dentro de mi boca, era exquisito, me dispuse a seguir disfrutando de mi desayuno, hasta que la nota que estaban pasando en la televisión llamo mi atención y la de todos los presentes.

"Confirmado, el día de ayer sábado once de julio de dos mil quince, siendo aproximadamente las diez con treinta minutos de la noche, habría de fugarse nuevamente, ahora del penal de máxima seguridad de El Altiplano, ubicado en Almoloya, Estado de México, el famoso capo mexicano, Joaquín Guzmán Loera.
Así como lo oyen, el Chapo Guzmán logro burlar de nueva cuenta a las autoridades mexicanas..."

¿Acaso era cierto lo que estaba escuchando?, de ser así, ¿En que momento habían detenido al señor Guzmán?.

Mi desconcierto aumentó al escuchar las palabras que había pronunciado el presidente por la mañana.

"No vamos a descansar, hasta encontrar a una de las personas más peligrosas de este país, la seguridad de los ciudadanos es primero y tengan por seguro, que lo vamos a atrapar..."

Todo esto me tenía muy confundida, hace unos cuantos meses lo había visto mientras estábamos encerrados en la propiedad de Iván, era imposible que se encontrara en prisión, regrese mi atención a mi desayuno pero esta desvió al recibir una llamada, mire la pantalla que marcaba un numero desconocido, contesté sin importancia.

- ¿Hola?. - tome un trago de mi café.

- Alessandra, necesito hablar contigo. - rodé los ojos.

- La verdad no tengo tiempo. - rasque mi barbilla.

- Entiendo que no me quieras ver, pero es importante lo que te tengo que decir, de no ser así ni siquiera me hubiera atrevido a marcarte. - suspiré.

- Estoy desayunando en Forum, si tienes tiempo de llegar antes de que termine hablamos, de lo contrario, olvídate. - sin más colgué.

No estaba preparada para verla, los últimos meses ella había intentado acercarse a mis padres, pero no querían verla, yo trataba de hablar con ellos sobre la situación pero siempre terminábamos peleando entre los tres, por mi parte seguía desacuerdo en que tuviera una relación con Iván, aunque poco a poco la comprendía, pero eso era otro tema.

Pasaron al rededor de quince minutos y ya había terminado, estaba por pedir la cuenta cuando Ana Carolina tomó asiento a mi lado y me abrazo sorpresivamente, le correspondí más que nada por cortesía pero al instante me separé.

- Mírate, cada día estás más linda, ahora entiendo a...- la interrumpí.

- Ve al grano, ¿Qué es eso tan importante de lo que quieres hablar?. -

- El gobierno esta siguiendo muy de cerca la pista de Don Joaquín. - la mire.

- Escuche algo de eso. - pause. - Lo que no entiendo es, ¿Por qué mencionan que estaba encerrado en un penal cuando tu y yo sabemos bien que no es así?. - suspiro.

- No debería decirte esto. - miro a nuestro alrededor y junto su silla hacia mi. - Todo esto era parte de un pacto entre Don Joaquín y el gobierno.

Rodé mis ojos, estaba mas que claro lo corrupto de nuestros gobernantes pero no pensé que llegaran a tanto.

- ¿Piensan que engañan a la gente verdad?. Si en ningún momento se aviso de su captura. - ella rio.

- Se nota que no ves las noticias, en febrero de hace un año, la marina capturo a Don Joaquín en un operativo, cuando lo trasladaron al penal ya estaba decidida su extradición a Estados Unidos, pero el  presidente mantuvo una reunión con el señor días antes de que se lo llevaran. - pauso sus palabras. - En esta reunión solo se dedicaron a decirle hasta de lo que se iba a morír y todo lo que le harían en la cárcel de New York, pero Don Joaquín no se dejo y comenzó a amenazarlos.

- Todavía que es un criminal se pone en su papel, vaya cabrón. - reímos juntas. 

- El los amenazo con soltar toda la información acerca de todos los tratos que había tenido con funcionarios del gobierno, así como dar los nombres de todos los que aun se encontraban en su nomina, mas aparte entregar logística, mensajes y reportes de todos los "golpes al narco" que el había ayudado a organizar en coordinación con gobiernos anteriores, al presidente no le quedo mas que hacer un trato con el, lo soltaban a cambio de informes constantes acerca de su ubicación entre otras cosas. - finalizo.

- Ahora comprendo.

- Pero las cosas cambiaron, lo están buscando de nuevo, y no van a parar hasta detenerlo.

- ¿Algo salió mal?. - ella asintió.

- Don Joaquín dejo de mandar sus reportes por unos meses gracias a un problema dentro de su organización, en respuesta a esto el presidente mando a varios agentes del gobierno y secuestraron a su mama por unos días.

- No me lo puedo creer. - exclame con sorpresa.

- Por esto mismo Don Joaquín rompió el trato, y se les dejo ir con todo matando al tesorero de Badiraguato, que fue quien le brindo al presidente del país la ubicación de su mama. Las cosas se van a poner peor de lo que están Ale, necesito que mis papas y tú se vengan conmigo a la sierra.

- ¿Estas loca acaso?. - la miré. - Mis papas y yo no tenemos nada que ocultar, ni nada que ver con... - me interrumpió.

- No te hagas por Dios, es que claro tienes algo con Ovidio y como sabes el...- se vio interrumpida por mi teléfono, sin mirar conteste.

- Diga.

- ¡Eres una maldita! Estoy tan orgullosa de ti. ¡Sabía que lo lograrías! - la voz de Mar inundo mis oídos.

- ¿A que te refieres?. - mire a Carolina que evaluaba atentamente el lugar.

- Que modesta eres, debemos celebrar.

- Háblame claro Mariel. - fruncí el ceño al no entender a que se refería mi amiga.

- Acaban de publicar los resultados de las ultimas pruebas y con ellos los promedios finales de todos, ¡Eres el mejor promedio de la generación! ¡Ganaste la excelencia!. - una sonrisa se extendió en mis labios.

- ¿Hablas enserio?. - mencione con emoción.

- ¡Obviamente si!. Sabes que no te mentiría con eso, de verdad estoy muy feliz por ti.

- Muchas gracias Mar. - una inmensa sonrisa se dibujo en mis labios.

- Que agradeces, hablé con Max y estamos decididos a llevarte a comer así que en un rato nos vemos. - sonreí.

- Claro que sí, mas tarde nos hablamos, te quiero tonta.

- Y yo a ti estúpida. - sin mas colgó.

La sonrisa no desaparecía de mi rostro, le iba a informar a mi hermana pero note que se encontraba demasiado nerviosa.

- Hey. - se sobre salto al escuchar mi voz.

- Necesitamos irnos de aquí, ya. - asentí sin mas.

Le hice una seña al mesero pidiendo la cuenta y este simplemente asintió.

- ¿Me puedes explicar porque estás así?. 

- La policía municipal sabe que soy pareja de Iván. - me tense. - Van a tratar de llegar a el aunque sea pasando sobre mi, por eso te pido que vengas conmigo.

- Voy a ser sincera Ana Carolina, mis padres no quieren saber de ti y mucho menos aceptaran ir contigo, en lo que a mi respecta, no me voy a involucrar mas en esto, yo no quiero vivir con el miedo que tu tienes encima, mírate, no puedes estar tranquila porque ahora ya corres peligro gracias al imbécil de Iván.

- Es un poco hipócrita de tu parte decirme eso cuando te estas relacionando con Ovidio, ¿No lo crees?.

- A el no lo metas en esto, Ovidio y yo no tenemos nada en concreto, mucho menos lo tendremos después de saber todo el desmadre que ustedes tienen. - guarde silencio cuando el mesero llego con la cuenta.

Le extendí la tarjeta de crédito y el cobro después de que le introduje mi nip.

- Piensa bien las cosas hermana. - ella insistió.

- Ya lo pensé, no me iré contigo, no obligare a mis padres a pasar por eso y mucho menos dejare mi vida a un lado de nuevo.

- Solo serán unos días.

- Por Dios conozco sus encierros de unos días y no estoy dispuesta a eso, mi ceremonia de graduación esta muy cerca, no me voy a ausentar cuando por fin terminare una de las etapas mas importantes de mi vida, menos ahora que se que mi esfuerzo rindió frutos. - ella me miró interrogante. - Obtuve la excelencia de mi generación.

Ella abrió sus ojos sorprendida y me abrazo.

- Estoy muy orgullosa de ti. - se alejó y acarició mi mejilla. - Entiendo que no te haré cambiar de opinión por nada del mundo, pero por favor quédense unos días sin salir de casa.

- Como digas. - tome mis cosas y nos pusimos de pie a la par.

- Estoy hablado enserio no sabes todo lo que se viene no solo para nosotros, si no también para toda la población de Culiacán.

Estaba por contestarle pero noté como Mayel se acercaba hacia el establecimiento tratando de mantener un perfil bajo, esto altero mis sentidos, no tuve tiempo de pensar en algo cuando sentí como mi hermana me tomo del brazo y me jalo hacia la salida, una vez en la puerta me abrazo fuertemente.

- Cuídate y por favor cuida a nuestros padres. - no me dio tiempo de contestarle porque uno de los hombres de Iván la jalo de mi lado y comenzaron a correr.

Todo paso rápido, en cuestión de segundos los disparos inundaron el lugar, salí de mi trance al sentir como Mayel me tomaba del brazo y me llevaba hacia las escaleras de emergencia mientras dejábamos el enfrentamiento atrás.

Salimos al estacionamiento donde una camioneta ya nos esperaba, Mayel me ayudo a subir, y corrió hacia el asiento de piloto encendiendo el vehículo para salir a toda velocidad de ahí.

Unas cuadras mas adelante se paro bajo unos arboles bastante frondosos, miro el retrovisor y se aseguro de que nadie nos perseguía, una vez que lo confirmo me miro.

- ¿Se encuentra bien señorita?. ¿Le paso algo?. ¿Tiene alguna herida?. ¿La llevo al hospital?.

- Estoy bien, no te preocupes. - respondí llena de confusión. - ¿Qué fue lo que paso Mayel?. ¿Por qué comenzaron a disparar?.

- La policía de Culiacán se estaba enfrentando a la gente del Iván, tienen la orden de capturar a su hermana a como de lugar.






12:00 PM




Luego de un par de vueltas por la ciudad donde Mayel se aseguro de que nadie nos seguía, llegue a casa llena de confusión, no sabía si debía avisarle a mis padres lo que estaba sucediendo con mi hermana, la situación era alarmante y a mi parecer ellos deberían enterarse.

En el momento que ingrese al recibidor me percate de que estaban viendo una película en la sala, me sorprendió el hecho de que estuvieran abrazados y riendo entre ellos, esto era algo que no pasaba muy seguido.

- Estoy en casa. - mencione mientras entraba a la sala.

- Me alegra que llegarás con bien princesa, ¿Cómo te fue hoy?. - pregunto papá.

- Bien Pá gracias. - sentía la mirada de mamá sobre mi. - ¿Ustedes qué tal?.

- Bien nena, todo a estado tranquilo. - asentí.

Ellos devolvieron su vista al televisor, yo me debatía entre informarles lo que sucedía con Ana Carolina, no sabia como lo tomarían.

- Papa, mamá. - su vista regresó a mi. - Necesito decirles algo muy importante. - ellos se miraron entre sí.

- Creí que nunca lo dirías, estaba comenzando a pensar que no nos tomarías en cuenta. - el comentario de papá me sorprendió, tal vez se reportó en las noticias lo qué pasó y ahí se dieron cuenta.

- No se como se enteraron, y de verdad se los iba a decir pero no sabía como lo tomarían. - ellos se pusieron de pie y se acercaron a mi.

- ¿Y tu como creías que lo íbamos a tomar?. - ambos me miraban seriamente.

- Yo no lo se, es solo que...- deje de hablar al momento que sentí como mi papa me estrecho entre sus brazos.

- No podemos sentirnos mas contentos al enterarnos mi pequeña. - sus palabras me hicieron entrar en confusión.

Papa se alejo de mi y yo me sumí en mis pensamientos, reaccione hasta que sentí como mi madre me tomo de las manos, acto que me lleno de sorpresa.

- Yo se que nos hemos distanciado, y créeme que me arrepiento demasiado por eso, pero estoy tan feliz de saber que tengo una hija tan buena, noble y que ama lo que le gusta. - sus palabras llegaron a mi corazón y no pude evitar que mis lagrimas amenazaran con salir. - Todo esto te llevo lejos y ahora esta rindiendo frutos, felicidades por ser la excelencia de tu generación.

Sin mas me abrazo y me estrecho entre sus brazos como nunca lo había hecho desde hace mucho tiempo, al instante correspondí su acto olvidándome de todo lo demás y dejando que mis lagrimas fluyeran, desde hace mucho tiempo deseaba desde el fondo de mi corazón una muestra de amor de mi madre, y ahora que la tenía pude sentir como algo dentro de mi se reactivo de nuevo.

- Eres uno de mis mas grandes orgullos mi niña, que eso no te quepa duda, discúlpame por no  decírtelo antes. - apretó su abrazo sobre mi al mismo tiempo que yo me aferraba mas a ella. - Te amo. - dejo un beso en mi mejilla.

- Te amo mas Má. - sin mas mi padre se unió a nosotros rodeándonos a ambas con sus brazos.

Y así nos quedamos por un rato, disfrutando de nuestra mutua compañía, algo que no hacíamos desde hace muchos años.





7:30 PM 




Cambie de posición al sentir como mi espalda volvía a molestar, toda la tarde me había dedicado a contestar varios correos de la universidad en mi computadora, me avisaban que tenia que enviar algunos papeles que hacían falta, ingenuamente pensé que no tardaría tanto en esto pero al parecer tenia que actualizar toda la información y agregar datos extras.

Para no agobiarme tanto desde un inicio me coloque mis audífonos y los enlace para poder escuchar música desde mi celular, logrando tal grado de concentración que no había notado el movimiento en mi habitación, fue hasta que sentí una mirada que persistía sobre mi que levante la vista mientras presionaba los audífonos para pausar la música, llevándome una grata sorpresa.

- Que chula se ve concentrada. - me levante de inmediato de la cama y corrí a cerrar la puerta poniendo pestillo en esta.

- ¿Qué diablos haces aquí?. - le pregunté tratando de ser firme.

- A mi también me da gusto verla mija, y me encuentro bien gracias por preguntar. - tomo asiento en mi cama, saco su arma de su cintura y la dejo sobre mi colchón.

- Mis padres se encuentran en casa te tienes que ir. - lo mire con pánico.

Sus labios titubearon, noté como analizaba todo mi rostro con sus ojos, paso su mano por su barbilla y suspiró.

- Los dos sabemos porque estoy aquí, ¿Se encuentra bien?. ¿Le hicieron algo esos cabrones?. - se puso de pie acercándose a mi.

- Estoy bien y no me hicieron nada, agradezco tu preocupación pero por favor vete. - se acerco mas a mi, su cercanía comenzaba a ponerme nerviosa.

- Se que ya trae de nuevo todo ese rollo del "no me interesas", y eso gracias al desmadre que se esta armando, pero no se ponga rejega de nuevo chula que no le va. - tomo mi cintura con sus manos

- Ovidio por favor retírate. - lo empuje levemente por los hombros. - No es bueno que estés aquí, vete.

- Que la chingada, ¿Se va a poner así?. - hablo con rudeza.

- Si, no te quiero cerca de mi de nuevo y mucho menos en mi casa, yo no soy Carolina y no planeo arriesgar a mis papas así. - se alejo dándome la espalda, y miro hacia la terraza por donde entraba.

- Tengo todo el perro perímetro cercado con mis hombres, Mayel ya no es el único que la cuida, ahora el Chivillo y el Trancas lo acompañan, también tengo a otros cuatro cuidando a sus papas desde hace una semana, yo sabía como se iban a poner las cosas, y no le dije nada porque sabía que usted no estaría de acuerdo. - quito la gorra de su cabeza para rascar su cabello y la coloco de nuevo. - Aun así decidí hacer todo esto por que la quiero, y la quiero enserio, lo que menos dejaría es que la lastimen a usted o a los que le importan.

Todo lo que me dijo me tomo por sorpresa, en ningún momento noté que Mayel estuviera acompañado, mucho menos que mis padres también estaban siendo custodiados.

- Si no quisieras que me hicieran daño, no te aparecerías como si nada por aquí, mucho menos ahorita. - el río.

- Mija, si yo estoy en su habitación, es porque me asegure de que nadie se diera cuenta de que vine por aquí, no soy igual que el pendejo de Iván que anda en la calle a sus anchas y hace las cosas a lo estúpido, por eso ahorita se lo esta cargando la chingada a el y a la Caro. - rodé los ojos. - Disculpe pues, no debí hablar así de ella pero es la verdad, esos no se cuidan para nada. Pero yo no voy a cometer los mismos errores, créame que hay días en los que me cago de ganas de verla a usted pero no todo es color de rosa, no me queda mas que amarrarme un huevo y la mitad del otro para aguantarme el venir a verla.

- Ovidio. - lo reprendí por su lenguaje pero no pude evitar reír.

- Ve, que le cuesta quitarse esa actitud. - se acerco a mi y tomo de nuevo mi cintura. - Olvídese de eso y déjese querer.

- Solo vete. - lo mire mientras sentía como su rostro se encontraba cada vez mas cerca del mío.

- ¿De verdad quiere que me vaya chula?. - acaricio mi nariz con la suya.

- Si. - mencione sobre sus labios, sintiendo como el sonreía sobre los míos.

Y así termino de acortar la distancia entre nosotros, capturando mis labios entre los suyos.

Por unos momentos me abstuve de responder su acto pero a quien engañaba, había extrañado su cercanía, en los últimos meses siempre se colaba por mi ventana mínimo una vez a la semana, y cuando no podía hacerlo siempre me mandaba mensajes durante el día.

Deje mis inhibiciones de lado y lo imite mientras enredaba mis brazos sobre su cuello, pude sentir como deslizaba sus manos hacia mis caderas y me acercaba aun mas a el, acaricie levemente la piel de su nuca sintiendo como su piel se erizaba bajo mi tacto, el se separo y me miro a lo ojos.

- Ya la extrañaba.

- Y yo a ti. - sonreí y el volvió a besarme.

Pero este beso tenía un sabor diferente, resulto ser mas intenso que los demás, su lengua comenzó a juguetear con la mía, cosa que no me molesto, nos separamos gracias a la falta de aire, el aprovecho para bajar sus manos a mis muslos y me levanto, busco de nuevo mis labios mientras yo enredaba mis piernas en sus caderas.

Sentí como sus rodillas topaban con el borde de la cama, el se subió en esta y me deposito con cuidado sobre el colchón sin despegar sus labios de los míos, lleve mis manos a sus mejillas y profundice el beso, sus manos se colaron bajo mi playera, los toques que dejaba sobre mi cintura eran muy estimulantes.

En un momento sus labios bajaron de mi mentón a mi cuello, se dedico a repartir pequeños besos y mordidas sobre este, me fue imposible no suspirar, nunca habíamos estado en una situación así entre los dos y sabía a donde nos llevaría esto pero me era imposible reaccionar.

El comenzó a levantar mi playera y no me opuse a su acción, termino sacándola con mi ayuda, se detuvo a mirarme.

- Usted si que es toda una reina. - le iba a contestar pero ataco mi labios con mas euforia que la de antes.

Los dos estábamos en excitación total, debía aceptarlo, mientras el mordía mis labios, yo lleva mis manos hacía los botones de su camisa, debía deshacerme de ella ya, en el momento que estaba por desabrochar el segundo botón tuve que detenerme al escuchar la voz de mi madre al otro lado de la puerta.

- ¿Alessandra estas ahí?. - exclamo con prisa.

- Puta madre. - Ovidio resoplo en un susurro.

- Si mamá. - atine a responder.

Ovidio se quito de encima y comenzó a abrochar los pocos botones que había liberado.

- Necesito que abras, ahora. - pidió la mayor con desesperación.

- Voy, me estoy cambiando. - me apresure a colocarme mi playera y lo mire.

- Tienes que irte ya. - susurre y el asintió acercándose a mi.

- Me voy. - beso mi mejilla y después habló en mi oído. - Pero no crea que se me olvida esto, di un golpe en su hombro y reí levemente.

- Cuídate. - solo asintió y dejo un pico en mi boca.

Se retiró hacia la terraza y se salto el barandal de seguridad, una vez que me asegure que no estuviera cerca, me dirigí a la puerta y la abrí, mis padres entraron apresurados y podría decir que exaltados.

- ¿Qué pasa?. - mire como papá tomo el control de mi TV y la encendió.

- Necesitas ver esto. - me dirigí a mi cama mientras ellos se decían cosas entre sí, iba a sentarme pero me percate que una pistola estaba sobre el colchón, Ovidio había olvidado su arma.

Con mucho cuidado la tome y la lleve bajo mis almohadas.

- Ven aquí. - menciono mamá, no me quedo mas que acercarme a ellos y comenzar a mirar el televisor percatándome que miraban las noticias.

- Así es Mirna, la noticia que a causado revuelo este día es el ataque en Forum, que no fue simplemente una casualidad. - comento el conductor asombrado.

- ¿A que te refieres Javier?.

- Según lo que dicen los testigos, se vio a Ivan Archivaldo uno de los hijos de el Chapo Guzmán, enfrentarse contra la policía municipal. Este enfrentamiento se origino gracias a la reciente orden de captura que solicito el presidente de México Enrique Prieto sobre la pareja actual del mini chapo, quien se dice es Ana Carolina Ochoa Anaya, la hija del famoso empresario Andrés Ochoa Rivera, como parte del plan para capturar a Joaquín Guzmán Loera.

- Vaya revuelo esta causando esto, me sorprende la poca capacidad de la policía para actuar en estas situaciones, decidiendo llevar acabo su captura en un establecimiento publico, donde es mas que claro que los civiles sufrirán las consecuencias.

- Y vaya consecuencias, con el numero total de diez heridos y quince muertos entre ellos un menor de diez años.

Mis ojos se abrieron de sorpresa, todas esas personas no merecían morir, mucho menos el pequeño.

- Pero lo que es aun mas sorprendente e imposible de creer es que la joven Ana Carolina se haya involucrado con una persona así, yo sinceramente creo que todo esto es una mas de las tantas pantallas del gobierno para limpiar su nombre perjudicando a alguien mas Javier.

- Pues eso lo aclararemos si es que ella o algún miembro de su familia se digna a salir a declarar, lo que si esta claro es que la policía tiene la orden de capturarla, y no descansaran hasta lograrlo.

Mi padre apago el televisor, pude notar como trataba de mantenerse fuerte mientras mi madre comenzaba a llorar.

- ¿Cómo pudo terminar así?. - dijo ella.

- No lo se. - ellos se abrazaron.

- Uno a veces hace locuras por amor. - pase pensando que podía decirles para animarlos a ayudar a mi hermana. - Pero ella no se merece esto.

- Se merece lo que se busco, ella decidió ese camino y...- mi madre interrumpió a papa.

- ¿Cómo puedes decir eso Andrés?. - limpio sus lagrimas. - Yo se que nos dolió en el alma que ella decidiera a esa hombre por sobre su familia, pero es nuestra hija, no la podemos dejar a su suerte. - mama extendió su mano hacia mi y la tome.

La vista de mi padre cayo sobre mi, tome su mano tratando de que reflexionara, y al parecer lo logre.

- Esta bien, mañana mismo llamaré a mis abogados y buscaremos la forma de ponernos en contacto con ella, la sacaremos de esto cueste lo que cueste.





 Jueves 16 de Julio de 2015.



11:20 AM




La mañana siguiente desperté bastante tarde gracias a que por la noche me había costado dormirme luego de tanto ajetreo, al salir de la cama atine solo a darme un baño y colocarme una vestimenta decente, baje directo al comedor, mi estómago clamaba comida, justo cuando iba entrando a este me frené en seco, los presentes centraron su vista en mi al notar mi presencia, podía notar que la expresión de mi padre detonaba todo menos felicidad y mamá no se quedaba atrás.

- ¿Qué haces aquí?. - le pregunté, antes de que me respondiera papá tomo la palabra.

- Yo la contacte, quedamos en brindarle ayuda y para eso necesitamos hablar en conjunto. - asentí y sin más me senté al lado de mi madre.

- Perdónenme por hacerles pasar todo esto. - podía notar en su rostro que estaba arrepentida.

- A veces uno termina pagando sus malas decisiones Ana Carolina. - soltó mamá.

- No es una mala decisión mamá. - alegó.

- No, claro que no es una mala decisión. - respondió papá. - Es un capricho estúpido, que te está saliendo muy caro.

- Si solo vine a que me dieran un sermón no tengo nada que hacer aquí. - ella se puso de pie y tomó su bolso.

- Deje de hacerte la indignada y siéntate Ana Carolina, ¿Si?. - mire a mi hermana. - Papá, mamá, arreglemos esto de una vez. - el hombre de a la casa suspiro mientras ella regresaba a su silla.

- Disculpa todo esto Roberto. - el amigo de mi padre asintió.

- No te preocupes Andrés, entiendo que en este momento hay mucha tensión, pero necesito que me expliquen la situación para poder ayudarlos. - habló por primera vez el abogado de mis padres.

- Mi hermana decidió comprometerse con un narco y ahora es perseguida por todas las autoridades del país. - solté mientras miraba mis uñas.

- Alessandra. - me reprendió mi papá.

- Es la verdad Pá. ¿O no?. - mire a mi hermana recibiendo un suspiro de su parte.

- Si lo es, tengo una relación con Ivan Archivaldo. - la expresión de Roberto se desfiguró. - Estamos comprometidos y ahora el presidente me está buscando para poder dar con el.

- Entiendo. - respondió Roberto. - No es un delito que seas su prometida, pero tienes que responderme esto con toda sinceridad. ¿Has formado parte de alguno de sus negocios?.

- ¿A que te refieres con eso?. - rodé los ojos al escuchar la respuesta de mi hermana.

- Me refiero a que si has traficado droga, lavado dinero, tratado blancas, extorsionado gente, ¿Continuo?. - exclamó el amigo de mi padre.

- No, por supuesto que nunca haría algo así, una cosa es que yo ame a Ivan y otra muy diferente es que yo sea parte de la organización, algo que, claramente, el no me dejaría hacer.

- Ok. - Roberto tomó su maletín del piso y sacó unos cuantos papeles que le tendió a Ana Cristina.

- Necesito que firmes esto para que me autorices como tú abogado oficial. - ella tomó al instante el lapicero y firmó sin pensar.

- ¿Cómo ves la situación?. - cuestionó mi padre a su amigo.

- Mira Andrés tengo que ser sincero, como lo mencioné antes solo por ser su pareja no la pueden detener, aunque todos conocemos al gobierno y sabemos de lo que son capaces con tal de beneficiar sus intereses. - miro a mi hermana. - Té la van a poner muy difícil Ana Carolina, te aseguro que ahora mismo estarán buscando la forma de imputarte varios delitos aunque no los hayas cometido.

- ¿Qué nos recomiendas en este caso?. - mi madre hablo.

- Necesitamos armar una pantalla así como estoy seguro ellos lo harán, y tenemos que actuar rápido, no podemos perder mas tiempo.

- Tú solo dime que procede y yo haré lo que me pidas. - mi hermana exclamó desesperada.

- Primero que nada tienes que dejar de ver a tu pareja por un buen tiempo. - sentenció con seriedad.

- ¿Estas bromeando verdad?. - respondió divertida a lo que el abogado negó con su cabeza..

- Necesitas alejarte de él para no darles armas a los del gobierno, así evitaremos que los lleguen a encontrar juntos en algún momento.

- Entiendo, hoy mismo te regresas a vivir a esta casa. - exclamó mi padre.

- Pero papá...- se vio interrumpida por nuestro dador de vida.

- Papá nada, no puedo creer que veas la situación y aún así no quieras poner de tu parte Ana Carolina, te regresas hoy mismo a esta casa y punto, si a ese delincuente no le parece y se molesta contigo, entonces no te ama tanto como dice. - ella iba a contestar pero al final mantuvo el silencio. - Prosigue Roberto.

- También vamos a armar algo frente a la prensa, según lo que me comentaste Andrés nadie puede creer que la estén acusando de algo como esto, debemos aprovechar y armar una rueda de prensa donde digas con convicción que esto es una agravio a tu persona de parte de el presidente de la República y presentaras una contra demanda hacia el gobierno.

- Pero si la están acusando, lo más seguro es que tengan pruebas en su contra, ¿O no?. - pregunte.

- Si ellos tuvieran alguna prueba no se hubieran dejado ir como en cacería hacia tu hermana, ya estuviera en la cárcel y hasta con condena. - aseguró Roberto. - Pero les puedo asegurar que no tienen nada, es por eso que en esa rueda de prensa también aclararás que estás soltera.

- ¿Que?. - se sobre salto ella. - ¿Sabes como se pondrá Iban con esto?. - mi hermana me miro. - Tú me debes de entender Alessandra tu sabes como son ellos. - su comentario me puso nerviosa como pude ser posible que soltara algo así en este momento.

- ¿A que te refieres Ana Carolina?. - cuestionó mi papá.

- Me refiero a que Alessandra también tiene...- le interrumpí.

- Yo también tengo conocimiento del ambiente de esos tipos. - confesé para evitar que ella hablara de mas.

- ¿Que?. - exclamó mi padre enojado. - ¿Cómo es posible?.

- Es posible gracias a que cuando ustedes estaban en su último viaje, Ana Carolina decidió que era buena idea llevarme a la sierra a conocer a su prometido y toda su familia en su fiesta de compromiso. - solté nerviosa.

- ¿Eso es cierto?. - mi madre miro a Carolina.

- Si, lo es, pero a eso no me refería, anda cuéntales la verdad a mamá y papá. - mi hermana soltó desafiante.

- ¿A que verdad se refiere tu hermana?. - la mirada de los cuatro presentes estaba de nuevo sobre mi.

Podía notar la sonrisa triunfante de Ana Carolina sobre su rostro, pero esto no se iba a quedar así.

- Se refiere a que cuando me llevo ahí, la marina le hizo una redada al papá de su querido prometido, salí de ahí gracias a un ayudante del Chapo, porque ella ni siquiera se molesto en buscarme y se largo de ahí con Iván. - me puse de pie. - También recuerdo que no supe de ella hasta el día siguiente, que fue cuando me confesó que su prometido era hijo del mismo Joaquín Guzmán Loera. - le mire. - ¿Eso era lo que querías que explicara?. ¿O me equivoco?.

- ¿Cómo puede ser posible que expusieras así a tu hermana Ana Carolina?. ¿Y todo por un capricho?. - mi padre le grito.

- Papa yo te lo puedo explicar. - mi hermana trato de intervenir pero no le permitieron hablar. 

- Estoy arto de tus explicaciones. - se puso de pie y se acercó a ella. - Mañana mismo declaras ante la prensa que no tienes nada que ver con ese delincuente y que mucho menos lo conoces, ¿Entendido?.

- No me puedes obligar a eso papá. - ella se acercó más a él.

- No me retes Ana Carolina. - mi papá emprendió su camino fuera del comedor.

- ¿Y si no lo hago que?. - exclamó mi hermana, aún no creía posible que ella lo estuviera retando de esa forma, mi padre detuvo su andar y volvió su vista a ella.

- Si no lo haces, busco a ese bastardo para matarlo con mis propias manos y así te dejé en paz, ¿Estamos claros?.

Sin más abandono la estancia, y era aquí donde comenzaba a dudar que este lío en algún momento se pudiera solucionar.

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