Lujuria
Las cosas habían mejorado significativamente entre ambos durante los meses que transcurrieron, el tricolor había vuelto a ser el de antes e incluso se había desenvuelto más en el pequeño refugio de ambos mientras el mundo humano seguía su cauce lleno de violencia y miseria.
-Hm... señor USA.. -Bostezo el joven dándose la vuelta en su mismo lugar sintiendo el aire rozar su espalda a causa de su pijama removida al dormir lo que lo hizo gruñir y acercarse más al mencionado en busca de calor en lo que reunía ganas de levantarse de la cómoda cama-.
-Aún es temprano Sunflower, vuelve a dormir.. - Dijo entre dientes el castaño hundiéndose en la suave mata de cabellos ajenos aun adormilado y sin intenciones de salir de la habitación, sin embargo un bulto removiéndose sobre su pecho le hizo abrir los ojos con pesadez- Si bajas un poco más no me enfado..
El de revueltos cabellos dorados no comprendió a la primera pero a causa de la risa ronca del de estrellas cayó en la cuenta de que era algo de doble sentido así que le dio con el puño sobre el estómago y lo oyó quejarse sin dejar de reír.
-Haha..auch, oh vamos no te enfades sólo era un chiste.. -Emitió el mayor en tono infantil bajo el "Ofendido" puchero del germano que se sentó sobre sus piernas haciéndolo suspirar ante el tacto indirecto que también le tomó por sorpresa- Weimar...
Al oír el jadeo del norteamericano se movió un poco más haciendo que este pasara saliva fuertemente y lo tomara de la cintura presionándolo más contra su cuerpo, pero al sentir algo extraño se detuvo y se inclinó hasta quedar frente al enrojecido castaño que lo miraba ansioso mordiéndose el labio.
-Mira la hora que es, ya tengo mucha hambre -Dijo atropelladamente el europeo mientras se bajaba de un ágil brinco y corría a la cocina palmeándose el rostro para bajar el calor que sentía en lo que el más alto gruñía dándose la vuelta quedando boca abajo y maldiciendo tanto a su cuerpo como al escurridizo tricolor-.
Luego de eso el de ojo celeste se la paso refunfuñando todo el día, era ya el segundo día que se quedaba el más joven a dormir por lo que aún tenía tiempo para cobrársela de alguna manera pues esa mañana tuvo que pasar media hora en cama hasta que sus hormonas se estabilizaran. Estuvieron acompañándose todo el día en la oficina bajo un tenso silencio que no parecía molestar al de traje gris quien tranquilamente acomodaba papeles tarareando una canción austriaca que oyó por ahí hace mucho, al llegar la noche el castaño acabó por olvidar el porqué de su silencio mientras compraban comida preparada como siempre a pesar de que el sabía cocinar y por ello solía reírse de que al tricolor se le quemaran las cosas en menos de un segundo.
Bajo el templado cielo estrellado se sentaron a comer sobre una manta disfrutando de la hermosa vista que les proporcionaban la gran luna y las estrellas, de forma típica el germano tenía una pequeña mancha de salsa en la mejilla por lo que el de guantes azules se inclinó a limpiarla y acabó uniendo sus labios a los ajenos luego de ello. Continuaron besándose hasta que el de camisa celeste quedó sobre el rubio jadeante y enrojecido entonces desvió sus labios hasta llegar al cuello del europeo que se removió al sentir el aliento del mayor ahí en adición a su piel rozándose lo que lo hacía murmurar su nombre de manera entrecortada perdiéndose en las nuevas sensaciones prohibidas. USA se sentía perdido en aquel momento que parecía irreal pues aquél joven que le robaba el aliento estaba bajo el, con la camisa entre abierta y con las mejillas enrojecidas haciéndolo ver simplemente etéreo. Él deseaba continuar, ir más allá y poder probar a qué se sentía el cielo...pero tenía miedo de asustar a Weimar y que no volviese más, no podría con un rechazo así por lo que frenó su mano izquierda que se había posicionado en el muslo ajeno, muy cercano a su entrepierna. Al notar que el mayor se detenía el de lentes casi empañados colocó con extrema duda su mano sobre la blanca piel ajena, su respiración estaba agitada y podía ver que ambos estaban en la misma "Situación" por lo que tímidamente le pedía que continuase. El de parche abrió el ojo con asombro y no tardó mucho en besarlo con algo de necesidad a la par en que su mano se movía sobre el miembro endurecido aún bajo la ropa del rubio quien soltaba más jadeos intentando morderse el labio para silenciarlos, el cuerpo del europeo era más pequeño que el de USA por lo que este seguía planteándose si entrar o no cuando llegase el momento y mientras tanto continuaba lamiendo el cuello ajeno en lo que su otra mano estaba recorriéndole el pecho, Weimar era bastante joven en comparación de la ex colonia... más pequeño.... más delicado.
El americano sabía que entrar no era una opción por lo que simplemente lo despojó de sus ropas con torpeza y siguió repartiendo lamidas por el cuerpo ajeno sintiendo como este se estremecía incluso sólo de sentir su aliento chocar contra su piel, no fue hasta que el castaño llegó hasta su miembro que se movió de golpe al sentir tal sensación aún más fuerte. El mayor ahogó una risa e hizo que lo tomase con su propia mano para así moverla de arriba hacia abajo deleitándose también con las expresiones que hacía el de ojos cielo, al parecer era su primera experiencia sexual por completo y bueno, la de ambos con alguien del mismo género.
—Weimar...¿Puedo....? –Murmuró el capitalista pasando un dedo sobre aquella "entrada" del menor a lo que este aceptó con algo de duda hasta que minutos más tarde estaba gimiendo el nombre del mayor mientras sus manos se aferraban a la manta—.
-U..USA.. -Jadeó el de lentes arqueando la espalda sintiendo como el más alto mordía suavemente un lado de su hombro, su cuerpo se sentía sumamente caliente y en sus zonas bajas un cosquilleo perpetuo lo hacía temblar pues los largos dedos del americano se removían con habilidad dentro de él dejándolo rendido a su antojo bajo las caricias de su...amante-.
El de parche hizo algo que llevaba pensando desde rato atrás y aun con duda acercó su boca hasta el delicado y semi rosado miembro de Weimar quien abrió los ojos de golpe para observar algo que lo hizo cubrirse el rostro con ambas manos sintiendo sus mejillas arder más, el americano estaba más que encantado observando las expresiones de su amado girasol por lo que siguió con lo que hacía hasta que el de piel amarilla lo apartó y se cubrió con ambas manos... momentos después dejando ver un liquido blanquecino escaparse entre sus dedos que observo con confusión hasta que el de estrellas captó su atención volviendo a unir sus labios acariciándole también el cabello con cariño. Ambos ángeles se acostaron sobre una manta en la terraza admirando las estrellas, el clima era cálido por lo que no necesitaban vestirse completamente para estar afuera. No habían llegado a consumar su acto como tal, pero lo que hicieron fue más que suficiente para disfrutarlo, había sido la primera vez que el europeo sentía algo como eso por lo que ahora dormía agotado sobre el pecho del de estrellas quien lo abrazaba esperando que ese momento durase para siempre.
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