XXXVI Dentro de mi Cabeza I

----- jueves 1 de septiembre de 1938 Wiches Gulch Wisconsin 8:42 PM-----

James había sido interceptado por William. Habían logrado atrincherarse ambos bandos y darse con todo lo que tenían. El mafioso sabía que ninguno podía vivir, pero a simple vista ya contaba más del doble de personas que ellos.

William por su parte estaba más interesado en tener a James como su prisionero, para así hacer que Mía se entregue por cuenta propia.

— SU PESO EN MONEDAS A QUIEN ME TRAIGA VIVO A JAMES CAMPBELL.

James tenía que poner un cebo esta vez para hacer que William se sintiera desprotegido.

—¡SU PESO EN ORO A QUIEN ME TRAIGA VIVO A WILLIAM WOLF!— El mafioso guardo silencio y todos dejaron de disparar. Ahora puso la tentación.—¡VA PARA USTEDES TAMBIÉN NAZIS! Los perdonare, les daré trabajo estable, bien remunerado y... protección para sus familias.

—¡Es una maldita treta del mafioso de mierda!

— Soy tan de palabra como tú, asqueroso payaso...Mi gente no me es leal por nada...

Todos los hombres de William se miraron entre si con incertidumbre, cuando escucharon a James seguir aumentando la apuesta.

—Y diez mil dólares para iniciar a quien quiera desertar.

William miro a su alrededor a ver a sus hombres con la esperanza de que nadie quisiera traicionarle ...Pero, sabia como eran la mayoría de sus hombres y sabia quienes ya tenían en su mente el deseo de desertar  y quienes seguían fieles a su lado.

—Maten a los traidores si es el caso.

William se comenzó a alejar sabiendo que James había logrado ganar esta batalla...mas no la guerra.

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Mía Campbell

Seguíamos avanzando. A este paso, sabía que estábamos cerca del campamento de James. Mi preocupación rondaba en que quisiera someter a Carter, golpearlo o incluso matarlo. Y estaba por hacerse realidad esa pesadilla. O eso es lo que no para de aparecer en mis pensamientos. Es mi pequeña cruz que cargo segundo a segundo.

—No se muevan ni un centímetro más. —Escuchamos una escopeta cortar cartucho. — ¡O Disparo!

Conocía esa voz.

—¡TYRANA!— Me di media vuelta y vi que la morena con rastas le apuntaba a Jack en la nuca.— E-espera... ¡Por favor!

—Mi lealtad esta con James...¡Lo sabes!

—Tenemos noticias sobre un arma que quieren usar los nazis... ya conocen su ubicación. —Mencionaba Carter sereno y sin moverse. — No vengo a molestar al maldito de James...

—Tu deberías estar muerto...

—Pero no lo está...—Interfiero y me pongo entre ella y Jack.— Si entre nosotros mismos nos matamos, los nazis tienen gran ventaja...William está aplicando bastante bien la técnica de divide y vencerás.

—¿Qué información nueva tienen?

—Tienen el tiempo contado y tenemos que evacuar a todos de aquí...— Dicta Jack una vez mas.

—No podemos tomar una decisión sin James presente. — Espeta Tyrana.

—¡¿No ha llegado?!— Asombrada, abrí los ojos. Note que la morena confirma la ausencia de James. — ¡MALDICIÓN!

—Tyrana..¿Verdad?— Jack comenzó a moverse y toma el cañón del arma con la mano.— Si te aferras a algo que tú crees que está bien, por lealtad...Mataras a toda esta gente.

—Solo quieres confundirme...

—¡ENTONCES DISPARA! ¡MIERDA!

Una vez más me acerco a Tyrana e intento persuadirla.

—¡Escúchame! Por favor...Se donde esta tu lealtad,  pero, no estaríamos aquí sino fuera importante. — Apunte a Carter con el dedo índice— Menos él...Tú sabes cómo lo dejo James.

Tyrana aun con dudas...decide tomar partido por esa corazonada. Bajo el arma y se dispone a escucharnos.

—¿De qué se trata?

—Tienen un arma que los hará morir sin que ellos tengan tantas bajas...incluso, me atrevo a decir que es posible que, sin ninguna baja si saben jugar sus cartas.

—¡ESO ES IMPOSIBLE! — Tyrana se impresiona abriendo los ojos impactada. —NO ES TIEMPO DE BRO...

—¿CREES QUE ESTOY TOMÁNDOTE EL PELO? —Jack  molesto interrumpió a Tyrana.— William Wolf está al mando...Y es un estratega nato, súmale que es un puto genocida enfermo ¿Por qué quisiéramos regresar a decirte esa mentira?¿Por qué quisiera regresar con el hijo de puta de James?

Tyrana molesta jalo el gatillo una vez al aire para tranquilizar a Jack.

—Cuida tu lengua...Una cosa es que decida escucharte y otra muy diferente que permita que hables así de James Campbell...

Fastidiado Carter, refunfuña y rueda los ojos hacia mi.

—¡Basta ustedes dos! —Interfiero y pongo orden. — Si seguimos perdiendo el tiempo...de nada servirá haber avisado.

—Campbell... Me informas por favor ¿De que habla este imbécil?

—Jack Carter es tan de fiar como yo...Tyrana.

—Cuando salimos de prisión ¿Me recuerdas? ¿De qué lado estaba él? ¿Que lo hizo cambiar tan de repente?

— ¿Confías en mí? — Le pregunto sin rodeos.

—Campbell...

—¡TYRANA! — Con autoridad la miró a los ojos y la morena guardo silencio mordiéndose la lengua. —¿Confías en mí?

—Tsk— Rodó los ojos a ver a Carter. Unos segundos pasan y sus ojos se posan en mí. — Confió a ciegas... gitana.

Aun sin despegarle la mirada y con autoridad, procedo a seguir hablando hasta que Tyrana dejo de mostrarse a la defensiva. Pasado unos segundos bajo el arma y se tranquilizó.

—Lo que habla Carter es de una maquina llamada Nebelwerfer. — Resueno mi garganta y puse toda la atención en la morena. — Es una máquina diseñada para lanzar bombas de gases...Se supone que es para nublar el campo de visión del enemigo.

—¿Pero?

—Pero...William es un hijo de perra. — Mire a la ex prisionera para poder continuar. — Y carga a Nebelwerfer con bombas llenas de gases tóxicos y mortales, que nos mataran como insectos. Y lo peor de todo...es que no sabemos si William tiene el antídoto...y nos tome como sus prisioneros para hacernos hablar.

Una vez explicándole la situación, Tyrana guarda silencio unos segundos. Comprendido la gravedad del asunto.

—Síganme. — Nos hizo la seña de que fuéramos tras de ella. — Tenemos una alarma que nos ayudara a evacuar más pronto a las personas.

Mientras nos habríamos paso por el bosque, el tiempo seguía corriendo. Tyrana fue explicando que esa alarma haría ir a los bunkers subterráneos. Unas cámaras muy en el fondo que lograría evitar que entrara los gases, gracias a sus puertas altamente selladas.

Conforme papá veía que avanzaba la guerra, más gastos hacia para adaptarse y para proteger a su gente. Tenía entendido que también estaba haciendo más de esos bunkers para las familias de su gente y si era posible ir sumando refugiados. Sinceramente era un hombre bastante precavido y visionario.

Esos refugios soportarían fuertes bombardeos aéreos. Todos conocían el protocolo a esas alturas y podían utilizar el elemento sorpresa para acabar con el enemigo.

 A pesar de que su base estaba bajo tierra...eran pocos metros como para evitar una intoxicación. Por eso James había invertido una buena cantidad de dinero en bunkers. Sinceramente creo que mis ahorros comparados a lo que el tiene ahorrado no es nada.

Al ir entrando con la ex prisionera, ordeno que dejaran en paz a Jack y se acercó al despacho de James donde se encontraba Hoffman. Al entrar a toda prisa Carter y Hoffman se miran el uno al otro a los ojos y por alguna extraña razón, se nota en Jack  una melancolía al verlo sostenerse con un bastón y agarrado del escritorio. Lo conozco bastante bien como para intuir que siente arrepentimiento.

—¡Hoffman! —Me acerco a abrazar al coronel. Para él era común que yo fuese así de afectuosa y me tenía cariño —¡Mira cuanto te has recuperado!

—Se necesita más que eso para poder con este viejo...— Después de recibirme, dirige su mirada a Carter. Guarda silencio viendo que el reúne el valor para tomar la palabra.

—C-coronel...yo...

Hoffman interrumpe, levantando la mano. Jack guarda silencio esperando ser reprendido por este hombre, supongo que es normal. Jack ha vivido un infierno junto a William  y solo conoce el escarmiento.

—¿Jack Carter? O ¿Dedrik Wolf?— Su semblante se miraba serio.

—No lo se...

—¿Recuperaste tu memoria?

—N- no...— Baja la mirada desganado. — Sigo sin saber quién soy...

Hoffman se acerca a pasos lentos y Jack, espera recibir un golpe o un insulto por parte del coronel. Sin embargo, siente un cálido abrazo de Hoffman.

—Me da gusto que sigas con vida...— La voz del coronel se quiebra. Jack esta anonadado de sentir este cariño por parte de alguien que lastimosamente no tiene recuerdos. — Jamás tomaras el lugar de mi familia ...pero, te estimo muchacho, mas de lo que imaginas.

Creo que en ese momento lo que era Dedrik Wolf, se quitó la coraza defensiva, asimila el afecto como el de un padre, con fuerzas regresa el abrazo y su mirada se cristaliza.

—L-lo siento. — A pesar de darle un dolor en sus piernas inmenso se arrodilla ante Hoffman suplicando su perdón. — Le arruine la vida...

—Fuiste un peón más de tu hermano...Y tus recuerdos son un coas. —Hoffman lo tomo del hombro y lo levanto. — No merezco que te humilles ¡De pie soldado!

—Es que...— Jack tiene su mirada con incertidumbre. — Creo que camino a ciegas en esta batalla.

Hoffman gentilmente intento tranquilizarlo como si de su hijo se tratase.

—¿Qué te está haciendo tomar decisiones?

— Mis sentimientos...y esta mujer. — Me apunta con el dedo índice. Sinceramente quiero en estos momentos que ese hombre me haga el amor como lo ha hecho las ultimas veces. Pero no es momento de eso.

—Es un comienzo...es tu punto de partida Jack Carter.

Tyrana comienza a entender la situación así que decide comenzarse a mover. Enciende la alarma de alerta y la gente comienza a moverse a los refugios buques en orden.

Los hombres de papá llegan sin saber que sucede y apuntan a todos los presentes en la sala.

—¡¿BAJO QUE ORDENES?!

—James esta fuera y corremos peligro. — Espeta Tyrana y los hombres siguen apuntándole, mostrándose hostiles y listos para dispararle.

—James me dejo a cargo...

—¡CÁLLATE! ¡NO HABLES! ¡Estas con el prófugo Dedrik Wolf!

Siento la tensión y sé que estos hombres son capaces de disparar. Tengo que comenzar a tomar el lugar de James, si quiero salvar a la gente que amo.

—James Campbell...—Intente hablar.

—Silencio.

Uno de los hombres de James se acerca a apuntarme más de cerca. Sabiendo que tenemos el tiempo encima, me comienza a perder los estribos.

—Escucha...

—¡SILENCIO! — Se acerca aún más a mí. — Se que ayudaste a escapar a Dedrik Wolf.

Estoy llena de coraje, bajo las manos y doy unos pasos delante, poniendo el cañón del arma directo a mi corazón.

—Si ya sabes lo que tienes que hacer... — Encare al hombre, se que él puede sentir que algo de James Campbell se está reflejando en mi en esos momentos, porque yo también lo siento. Cada vez sale más a flote su personalidad en mí. — ¡Abre fuego! ¡¿Qué esperas?!

El hombre comenzó a temblar del pulso, tomaba valor, apuntaba directo a mí y de nuevo dudaba al ver que no tenía ni una pizca de miedo; Yo seguía firme, esperando una respuesta.

—Te estas tardando.

Los que ya me conocían, estaban hasta cierto grado sorprendidos. Yo solía ser más pasiva e intentaba hacer razonar a la gente. Esta vez estaba retando directamente a un hombre fiel a mi padre y un asesino a sueldo.

—¿No? — Doy unos pasos y le baja el arma al piso. — Entonces lleva a las personas a los refugios y no pierdas el tiempo...no hacer nada es perder vidas.

Los acontecimientos de la vida pueden cambiar mucho a una persona. Estaba reconociendo que, lo que el señor King me dijo ese día que me intento persuadir para que me quitara la vida, un recuerdo fresco y presente como si hubiera sido ayer...

«El mundo no está hecho para gente sensible como tu...Deja que alguien más se encargue de esta porquería»

Amira Lastrange me estaba cambiando, la cárcel me había cambiado, mis experiencias vividas y la situación de igual modo me estaban cambiando. Mi corazón ya no estaba tomando las decisiones...sino mi mente. Y esa lucha por que sobreviva.

Lo que era de Mía Campbell de Norwich, estoy segura que es mero recuerdo. La gente no siempre necesita un símbolo de paz, porque, sinceramente lo que están esperando a ver las personas son las acciones. Si las palabras que yo digo carecen de acciones que den peso a lo que se dice, las palabras, se las lleva el viento.

Las personas necesitaban en estos momentos una esperanza, alguien que les ayudara con esta batalla. No necesitan un héroe que muera por ellos. Necesitan un justiciero que les ayude a erradicar los problemas de raíz.

Tal cual Robin Hood ayudaba a los pobres, comprendía que ya no puedo irme por el camino de la rectitud ¿Por qué? Sencillamente porque había la misma porquería que afuera o incluso más, frente a las narices de todos, violaban, masacraban y mutilaban los derechos de los seres humanos.

Comienzo a intentar mover como puedo a las personas para ponerlas seguras. Sin embargo, el que James no estuviese, me preocupaba, porque sabía que William se movía rápido y podían estar enfrentándose en estos momentos.

Tyrana daba ordenes junto conmigo y ponían seguras a las personas.

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Alrededor de veinte minutos han pasado y todas las personas se encuentran ya refugiándose. En ese lugar veo que están tratando a Scarlett.

—¡SCAR! —Me abrí paso entre las personas y veo que Scarlett sangra de diversos lados, tiene moretones. — Pensamos que...

—Sigo con vida...pero esto no es por la explosión...

—¡¿Qué? ¿Entonces?!

—William. — Dicta Jack sin tener dudas. — ¿Miento?

—No. — Scarlett baja la mirada llena de agua. Parece que recuerda algo. — Tienen a John y a Kaya...— Scarlett rompe en llanto al recordar algo que al parecer la pone muy sensible. — Y me arrebato a mi pequeño...

—¡¿Qué?! — ¿De qué me perdí en estos momentos?

—La indujeron a un aborto. — Carter lleno de rabia mira el sangrado que presenta Scarlette entre las piernas. — Y de William, a Amira...sabemos quién se encarga de esos trabajos...Debiste hablar lo que sabias...Se que te preguntaron por nosotros.

—No voy a vender a mis compañeros por una posibilidad. — Scarlett confirma que vivió un infierno en carne propia por lealtad hacia nosotros.

—Pero...Walker sigue...

—John Walker está muriéndose en vida...Prefiero que lo dejen descansar a todo lo que le están haciendo...William es un animal que entre mas viva su presa...mejor para él.

La culpa me comienza a comer en vida... Mi amiga perdió a su hijo y perderá a su esposo. John Walker esta siendo mutilado por el infeliz de William Wolf y la maldita perra de Amira.

La charla que teníamos se interrumpe cuando llega James con algunos nazis que por alguna razón le siguen como si le fueran fieles.

Al llegar, son sometidos por la gente de James. Logro ver que mi padre ha visto a Jack. Me le pongo frente cuando veo que saca su arma para darle a quemarropa.

—James...deja te explico. — Intento detenerlo.

—¡MUÉVETE! — James esta cegado por la rabia aun por todo lo sucedido y no quiere darle oportunidades a Jack.

—¡NO! — Tengo que levantar la voz...Solo así se suele contener un poco.

Corro levantando el arma y el disparo impacta en el techo. Todos están teniendo su atención en nosotros.

—ENTIENDE — Brama de coraje frente a mí. No lo había mirado tan molesto en muchísimo tiempo.

—¡ENTIENDE TU! — Si me noto débil...va a matar a Jack. Así que tiene que verme sin dudas y con cierta autoridad y madurez para tomar decisiones.

—¿TE RECUERDO LO SUCEDIDO EN PRISIÓN? ¡ES UN ASQUEROSO NAZI! — Él sabe que eso me duele bastante...Pero, sinceramente no puedo culpar a alguien que no recuerda nada.

—¿Los policías son los buenos? ¿Los mafiosos son los malos? ¿Los nazis? Estos términos siempre han cambiado a lo largo de la historia. Los niños que nunca han visto la paz y los niños que nunca han visto la guerra tienen diferentes valores. Aquellos que están en la parte superior determinan lo que está mal y lo que es correcto. — Intento hacer razonar a mi padre. — Este lugar es un terreno neutral ¿La justicia prevalecerá? ¡Pero por supuesto que lo hará! ¡Quien quiera que gane esta guerra se convertirá en la justicia papá!

—Mía, no intentes persuadirme...

—¿Con que derecho hablas tu de lo correcto y lo incorrecto? No pretendas ser un santo.

—Mía ¡Apártate del camino! No me obligues a usar la fuerza.

—Si tú lo matas, esto que tú y yo tenemos...este vínculo, lo rompes...— Utilizo mi ultima carta y se que James no quiere perderme. Así que se queda petrificado.

Mientras ambos nos retábamos con la mirada y defendíamos nuestras ideologías, uno de sus hombres interfiere.

—¡Jefe!— El hombre ve que James rueda los ojos hacia el.— ¿Qué les hacemos a los nazis?

James baja su arma de nuevo y se dirige a los nazis que tienen sometidos. Todos estaban siendo espectadores de la justicia de James Campbell.

—¡Escuchen bien malditas ratas! — Se dirigió a cada uno de ellos, que los tenían en fila india de rodillas. Eso...definitivamente era una ejecución.

—Nos prometió dinero y le debemos lealtad a usted... ¡CUMPLE! — Ahora entiendo...mi papá les puso un cebo y lo mordieron. Pobres brutos.

—¿Crees que te confiare mi vida después de que le dieras la espalda a tu líder? — James  saco un puño de billetes y se los puso en el piso. — No significa nada...si no me puedes dar tu asquerosa lealtad... ¿Qué tal si te sobornan para que me entregues?

—Pero...

—Si ya me comprobaste que tienes un precio ¡Idiota payaso! Mediocre, muerto de hambre.

—Papá... — Intento hablar con él. Sin embargo, James cogió un cuchillo y le perforo el mentón atravesando su boca, y empalando su lengua con el paladar.

Doy un ligero brinco hacia atrás. Me asusto su acción tan apresurada y que tomo esta decisión de un momento a otro. Aunque creo que no se han percatado de mi miedo. Solo Jack por estar tras mío.

James dejo que el hombre cayera al piso mientras comenzaba a perder la vida. Busca a Tyrana y ella se acerca a él con tranquilidad pero con la mirada hacia abajo.

—¿Por qué estamos abajo? ¿Quién acciono la alarma y el protocolo?

—Mía Campbell y Jack Carter...vinieron a avisarnos de un arma que William empleara...Gracias a Andrew quien les ha revelado nuestra posición.

Una vez más, rodó sus ojos hacia Jack  por un par de segundos, regreso la mirada a pedir explicaciones, dejando que Tyrana terminara.

—Hablaron de una maquina llamada Nebelwerfer. — Tyrana comenzó a hablar y a explicarle en qué consistía.

James se regresó con los rehenes y saco el cuchillo que tenia el moribundo nazi, lo puso en el cuello de uno de ellos.

—¿Qué tan cierto es?

—De todos modos, me vas a matar...

—Si no hablas...te voy a despedazar...Te voy a romper cada hueso que exista en cuerpo... Y créeme amigo...ese inútil de por allá. — Apunto a Carter. — Sabe lo que es el infierno por mi propia mano...William Wolf me quedara corto.

El hombre miro a Jack reconociéndolo al instante. Un miedo lo recorrido al ver que Carter se levantó ligeramente los pantalones y le mostró las quemaduras que tenía en las piernas. Aun así, a estas alturas...sabía que ya había traicionado a William una vez y prefería morir con los secretos que sabía y llevárselos a la tumba.

—Átenlos afuera con cadenas y grilletes. — Papá al ver que los hombres no pensaban hablar, se le ocurrió darles una cucharada de su propia medicina.

Al comenzarlos a llevar, uno de los hombres comenzó a entrar en pánico y a resistirse.

—¡NO! — Se soltó del agarre de uno de los matones de James. Corre de forma inútil hacia mí. Igual nos conocíamos, se me pone de rodillas y me implora misericordia, con fuerza se aferra a mis piernas — Hazlos entrar en razón... Tu no quieres que nadie muera... ¿Verdad?

—¡NO LA TOQUES! — James llega dándole un golpe con la culata en la cabeza al sujeto. — ¡SE LA ORDEN QUE TIENE EL BASTARDO DE WILLIAM CON MI HIJA!¡SUÉLTALA!

—¡Ayúdame Gitana! ¡Ten Piedad! ¿Dónde está tu bondad?

Sinceramente sé que la gente corre a mí porque me siento el eslabón mas débil. Saben que soy sensible y todos han leído mi expediente.

— Papá... ¡Basta! — Me acerco al hombre, me agacho a la altura de él. James observa detenidamente mis acciones.

—S-si...Por f...

—Diles lo que quieren escuchar...la información de Nebelwerfer.— Se sorprende un poco al escucharme pedir información y no rogarle a James porque no lo mate.

Sin más remedio, el hombre comienza a confirmar toda la información que sabe sobre Nebelwerfer. Todo lo que hemos dicho es cierto...Asumo que Jack tiene su boleto de perdón, por ahora.

—Dinos todo lo que sepas de los planes a futuro de William.— Me muestro ambiciosa, pretendo drenar este hombre de información. Por alguna extraña razón me siento llena de rabia y quiero saber todo lo posible de los planes de William.

—Pero...— Me miro un tanto desilusionado. — Tu...no eres así...Tú tienes corazón y eres diferente a toda la mierda que se pudre aquí...— Me sigue mirando a los ojos y nota que ni siquiera tenía un brillo en mis pupilas. — ¡AYÚDAME! ¡TEN MISERICORDIA!

—Misericordia dices...—Tome un suspiro enorme y dejo salir el aire mostrando cansancio. — Si yo estuviese en la situación que tu estas ¿Tendrías misericordia?

—S...

—No respondas...— Saco la 9mm que cargo y reviso si tenía municiones. — Todos aquí sabemos la respuesta.

—Escucha...

—¡No! ¡¡Te toca escuchar a ti!! Por que a lo que veo. — Miro hacia todos lados. — No tienes a donde ir.

Hubo un silencio en el lugar. James dejo que me hiciera cargo del sujeto, les ordeno no interferir a nadie. Miraba atento mi forma de actuar.

—Se por el propio William y por el mismísimo Dedrik Wolf...la suerte que correré si me atrapan. —Me puse en cuclillas a la altura de él. Con esa mirada sombría y sin chistar en mis palabras continué. Esta sensación se siente  como ese día en prisión

«Adelante...Acabalo»

 —La muerte, desollada como un puto cerdo. Suena bien comparado a lo que me quieren hacer todos ustedes... Quieren que sea su puto  juguete y diversión sexual... ¿Me equivoco?

—Yo...No pensaba tocarte...

—¿Qué mas tienes que decirnos de los planes a futuro de William?— Se que estoy siendo una desgraciada hija de perra...Pero estos hombres son asesinos y hay muchos mas de donde viene este sujeto. Uno menos puede hacer la diferencia...Y no me pienso arriesgar a que por ablandarme me lleve con William.

El hombre miro que no había forma de hacerme recapacitar. En desesperación, comenzó a sudar en frió al escuchar que le había quitado el seguro a mi 9mm y al sentir el cañón en su cabeza comenzó a reírse a carcajadas. Estaba al borde de la locura... Esa reacción me dio la respuesta que buscaba, estaba siendo una fachada.

—¡PÚDRETE! ¡PERRA MESTIZA! —Sin atreverse a verme a los ojos siguió maldiciéndome. — WILLIAM TE VA A HACER SU PUT....

Jalo el gatillo y le abro el hombro frente a todos... la sangre me salpica el rostro y la ropa

—Posiblemente en un futuro... pero, hoy no ¡Genocida asqueroso! — Escucho sus dientes chocar y aguantarse ese grito que pretende pegar.

—William ya te jodió...puta mestiza. — Voltea a vernos a todos como dándonos un mensaje amenazador. — SIE SIND TOT... ALLE!

—Den Mund halten (Cállate)...basura Nazi— Jalo el gatillo sin dejarlo terminar y le reviento la cabeza...Ha dicho suficiente.

Un silencio se formó en todo el buque. James se acercó a hablar conmigo.

—¿Ordenes?

—Ya disté las ordenes James...— Siento unas ganas enormes de regresar todo...una vez más he matado a un hombre. — Que la maquina los mate, que su propio líder los aniquile.

James me coge del hombro.

—Hay un pequeño despacho que es mío...Tiene baño propio y un sofá...recuéstate. — Papa sabe que sigo con mis ideologías...pero a situaciones difíciles las medidas son más radicales. Y aprendí que los problemas se eliminan desde la raíz.

—Aun tengo que hablar contigo sobre Carter.

—Se arriesgo sabiendo que lo mataría...y nos confirmaron la información...Podemos hablar después... Nada le pasara.

Con mi mirada busco el despacho y logro mirar la puerta. Con pasos firmes y sin dudar, me abro paso entre los presentes, quienes no  hablan ni dicen nada en lo absoluto.

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Cerré la puerta del despacho, y al instante busqué el baño. En cuanto abrí la puerta comencé a regresar todo lo que tenía en mi estómago, incluido la bilis. El olor a sangre estaba impregnado en mis fosas nasales. Tenia tanto dolor en la boca de mi estómago de todo lo que estaba regresando. Recordé mis ejercicios de respiración e intentaba hacerlos para tranquilizarme.

Las yemas de mis dedos estaban frías y el sudor que caía por mi frente, era bastante helado. Me sentía muerta en vida, o que la vida la estaba arrojando por ese retrete.

Una vez que sentí que vacié todo lo que incluso ni tenía en mi estómago. Me reincorpore y me acerque al grifo del agua.

Abrí la llave y comencé a enjuagarme la boca, escupí los rastros de agua después de hacer gárgaras y fue cuando me encontré con mi reflejo en el espejo. Al verme a mí misma, noté que tenia salpicaduras de sangre en mi rostro y mi camisa, mucho  mas escandalosas de lo que yo misma sentí.

Di un fuerte suspiro analizando lo que había hecho. Mas muertes se siguen sumando a mi alma. No me enorgullezco de mí, pero, esto ya no es el intentar resolver un asesino sin rostro que se esconde detrás del anonimato para cometer sus fechorías. Esto es un genocida que tiene devotos seguidores que están dispuestos a matar. Nos estarán cazando, nos tienen acorralados como si fuésemos animales. Pretenden sacarnos de esta ratonera para poder exterminarnos. Sin mencionar que esa nazi tenía razón. Si caigo en las garras de William...mi muerte esta asegurada. Lo que Logan me hizo esa noche no se va a comparar a la muerte que William, junto con Amira, me tienen preparada.

Sigo removiendo las manchas de sangre de mi rostro mientras yo misma me atormento con todas las posibilidades que pueden pasarme a estas alturas.

Cuando termino de limpiar los rastros de sangre, paso mis dedos medio e índice sobre la cicatriz del cuello, siento esa marca asquerosa levantar mi piel desde esa noche.

Tengo recuerdos en forma de fragmentos de esa noche en los que sin darme cuenta comienzo a dejar caer unas lágrimas. El aire me comienza a faltar en los pulmones e intento desesperadamente hacer mis ejercicios...Sin éxito.

Las lagrimas se apoderan de mí. Mis manos se abrazan de mis hombros y comienzo a marcar mis uñas en mis mismos hombros. Lloro en silencio por que no me reconozco. Me veo en el espejo y se que soy yo...por que el reflejo sigue mis movimientos. Pero sin importar como termine esto...creo que tengo la batalla perdida.

Amira Lastrange me ha superado en todo. Me ha quitado mi ideología, mi carrera, mi paz mental, mi matrimonio, mi esencia. Y si caigo en sus manos...Mi muerte será prolongada y dolorosa.

Intento jalar aire para que mis pulmones trabajen, pero cada segundo me cuesta más lograrlo. Intento controlarme lo mejor que puedo, limpio mis lagrimas e intento poner mi mente en blanco, porque me estoy sobresaturando. El corazón bombea a mil por hora. Me seco las lagrimas intentando controlarme y escucho esa puerta abrirse.

—Mujer. — Es Jack a pesar de no tener memoria...Sigue conociéndome bastante bien. — Creo... que necesitas estar sola.

—No...Quédate y cierra esa puerta. — Lo veo, con esa mirada de desesperación al verme tan afectada. — Por favor...

Cierra la puerta y es el momento perfecto para poder sacar todo lo que tengo dentro. Siento sus manos pasar por mi hombro y eso me pone sensible. Me afianzo a su pecho y lloro amargamente, no me importa que tan fuerte llore o que tanto ruido haga.

—Tranquila... No estas sola.

Próximo capitulo titulado "Dentro de mi cabeza II" ¿Ideas?

https://youtu.be/telUyrGEZ5A

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