XXVI Más abajo del infierno
-----Lugar desconocido mini base nazi 4:35 AM-----
El disparo había sonado por toda la finca vieja y apartada de la sociedad.
Dedrik aun sostenía esa pistola que soltaba humo del cañón. Su agarre era tembloroso y tenía lágrimas de coraje cayendo por sus mejillas.
— ¿POR QUE? ¡POR QUE NO TE LARGASTE!
Wolf soltó el arma arrojándola al otro extremo del cuarto. De rodillas se sentía miserable.
Golpeaba el piso con fuerza mientras veía como salía un chorro de sangre.
-----Jueves 2 de Junio subterráneo nazi 4:55 AM-----
William salió de su despacho acomodándose las mangas de su camisa y comenzando a silbar tranquilo. Hoffman al escuchar el silbido en forma de eco en ese enorme lugar abre los ojos en señal de cansancio. Nota que está completamente desnudo. Con una bolsa de sangre medio vacía. Y sus heridas han sido atendidas.
— ¿Cómo durmió la rata más bocina de toda Alemania?
Hoffman no responde a sus provocaciones y guarda silencio dejándolo que disfrute su momento de gloria.
—Me preguntaste... algo sobre que hice con mi pequeño e idiota hermano...— Se pone a su altura.—Te lo diré,porque sé que no saldrás de aquí y posiblemente la mestiza se te una en unas pocas horas.
Hoffman ve que del mismo lugar de donde salió William, Amara de igual modo sale aun dándose unos toques finales. Guarda aun silencio esperando a que termine su discurso.
—Su cabeza recibió un estímulo con voltaje eléctrico, para ocasionarle una pérdida de memoria. — Le apunto con el dedo índice a la silla y los cinturones donde eran sometidos a los electrochoques. — Solo que a diferencia de la terapia de la cárcel, este voltaje, es más alto...esto ocasiona que toda la información que le hemos dicho nosotros, la tome como la verdadera... Es como un animal indefenso: solo porque le dimos comida y le hablamos bonito nos debe su lealtad...el payaso inútil.
—¿Esperas que te aplauda? Has utilizado a tu hermano como una rata de laboratorio... ¿Qué tan enfermo tienes que estar para que hagas eso?
—No...yo no estoy enfermo...Todo aquí es gracias a Amira.
—Asumo que la maldita vendió a Carter ¡Jugaste con ese hombre y lo traicionaste! ¡Rata miserable!
—Si te sirve de consuelo...Dedrik Wolf no fue un experimento. — Habla Amira tranquila comenzando a buscar entre un sinfín de papeles. — Pero ellos... si fueron mis ratones de laboratorio...los pioneros.
La judía le arrojo a Hoffman la foto de su esposa y sus dos hijos. Hoffman tenía frente de él las fotos de los cuerpos de su familia y como habían quedado después de que esta mujer se pusiera a desarrollarle experimentos a los nazis.
— Les tengo un profundo respeto...— Continuo echando sal a la herida Lastrange.—Gracias a ellos pude formar mis bases para avanzar a como lo he hecho hasta ahora... ¿Sufrieron?.— UNa carcajada envolvente recorría el lugar y era una tortura para Hoffman.—¡Bastante! se les derritieron los ojos y les explotaron como una maldita ampolla.
William coge las varillas que había acercado en la madrugada y comienza a hacer una medida al tanteo.
— ¡Escucha Hoffman! Ahórrate la pena de que te mate lenta y dolorosamente...Si me revelas tus secretos que sabes. Ahorita mismo te atravieso la cabeza con una bala y te largas a buscar más allá del infierno a tu puta y a tus hijos pocos hombres.
—No traicionare a nadie William... Ya sabes la respuesta.
Ambos cruzaron miradas. William decidió dar ese ultimo golpe. Cual serpiente da el ultimo mordisco lleno de ponzoña.
—¡Veremos!
Reed enterró una varilla de forma horizontal sobre el muslo de Hoffman. El coronel comenzaba a sudar en frió al sentir esa varilla atravesar sus músculos. Estos incluso tocaban su hueso haciéndole más dolorosa la experiencia al coronel. Una vez atravesó su pierna derecha procedió a hacer lo mismo con la izquierda.
Ambas varillas estaban en posición horizontal de extremo a extremo de su pierna.
Los chorros de sangre comenzaban a correr por sus piernas y Hoffman sudaba cada vez más en frio.
—¿Quieres hablar ahora?¡Payaso idiota! — Reed poso sus zapatos sobre la varilla comenzando a quitarse el exceso de lodo de la suela. Esto generaba movimientos atreves de la varilla y le golpeaba el hueso de las piernas a Hoffman. —¡Nunca había visto a un hombre transpirar tanto! Habla Coronel.
Hoffman seguía sin querer caer en las provocaciones de William. Pero le estaba generando un dolor inmenso al moverle esas varillas.
—¿No? ¡Joder! Ni un maldito grito has tirado...Tienes mi reconocimiento por ello...pero no te va a servir de mucho si te mueres Hoffman.
Amira veía en silencio el interrogatorio mirando de reojo a Hoffman. El coronel veía con un resentimiento a la judía. Blackwood por su parte, se sentía incomoda con la fuerte mirada del Coronel.
—¿Se le ofrece algo? Coronel Hoffman.— Al fin habla Amira haciendo que Reed se detenga y los deje hablar un poco mientras enciende un cigarro.— ¿Tengo que arrodillarme ante el hombre que se cree más listo que Alemania?
—¿Cómo puedes dormir sabiendo las atrocidades que haces?
—Si hay alguien más inmundo que tu Hoffman..Amira es la indicada.— Reed habla comenzando a pelar unos cables aún más y afianzándolos a las varillas de Hoffman.— Ella no discrimina y se lleva a todos por igual...¿Cuántas personas has vendido? ¡Dile!
Hoffman mira que la mujer no está ni teniendo remordimiento.
—Contando a la hermana de Dedrik...y al mismo Wolf, mas de cien...Deje de llevar la cuenta por que en verdad no me interesan esas personas.
—Y lo dices con tanta naturalidad...¡La gente se esta muriendo por dictadores enfermos! ¡Con las vidas de las personas no se juega!
—La gente muere todos los días Hoffman.— Amira comienza a mojar una esponja para ponerla sobre la cabeza del coronel.— Y la guerra que quieres evitar y por la cual tu patética vida se apagara...traerá millones de muertes de gente indeseable.
—¿Ya sabe tu familia a lo que te dedicas?
—Fueron sus primeras entregas Hoffman...— Habla Reed alejando a Amira de Hoffman preparándose para el divertido juego. — Y ella misma se deshizo de la basura de su familia...No la dejaban explotar su potencial, mientras que nosotros, no le ponemos límites.
Hoffman al ver que Amira seguía sin remordimiento, se da cuenta del peligro que representa esta mujer. En su carrera que tenía hasta la feche no había visto a mujer tan inhumana y fría como ella.
William había atado el otro cable a la varilla de Hoffman y los había unido a un interruptor el cual estaba apagado.
—Bien...hablamos suficiente por el momento... ¿Algo que decir? O te lo pongo más fácil Hoffman.
Reed saco un papel y una pluma.
—Si firmas esto...estas renunciando a tu protección Estadounidense, y si me dices lo que sabes...te perdono como a Amira... Trabajas para mi, buscando ratas judías, religiosas, y que nacieron con una mente tan torcida y llaman amor a eso que ellos hacen.
—¿Y quien te dio el poder a ti para decidir como ejecutar a las personas?
—Se que eres un hombre creyente... A ver si sigues teniendo una fé después de que nadie te saque de aquí.
William procedió a prender el interruptor, los cables comenzaron a pasarle todo el voltaje a Hoffman en las piernas a través de las varillas. Las vibraciones hacían que estas tocaran el hueso, los músculos y recibían fuertes descargas eléctricas que comenzaban a esparcirse por todo el cuerpo.
Hoffman sabía que William se sentiría realizado cuando el comenzara a soltar el primer grito. Se resistía con todas sus fuerzas. Su mandíbula estaba tan tensa que comenzaban a salir lagrimas involuntarias, su rostro se tornaba rojo. Sus venas saltaban tanto que William sabía que estaba llegando a su límite. Sin embargo, decide darle un respiro y apaga el interruptor.
—¡Viejo cabron hijo de puta! — Aplaude con una risa burlona. — Eres más duro de lo que pensé.
—¡Si que aguanta! — Se escucho una voz de lejos. — ¡No pensé que fuera cierto!
Dedrik Wolf hacia su aparición, con una cara desencajada.
—¡Hermanito! — William nota que este bañado en sangre y no se ve bien. —¿Dónde te habías metido?
—El trabajo que me pediste es más complicado de lo que parece...— Desganado se acerca a los tres.
—¿Qué ha pasado? — William impide que siga avanzando para que le explique por qué ha llegado en ese estado.
—Se me cruzo basura insignificante en el camino...que no entendía un no por respuesta. — Miro a William, después a Amira y por último poso su mirada en Hoffman. —¿Ha dicho algo?
—No... apenas comenzamos... tu turno de hacerlo hablar.
—Tengo que ir a limpiar el mierdero que deje William...
Dedrik se mete al despacho de su hermano. Seguido de él, entra el mismo William quien sabe que el lugar ha quedado tan revuelto por las horas que paso junto a la prometida de su hermano.
—¿No sabes que a mi despacho se pide permiso? — Se recargo en la puerta mientras estaba cerrada.
—¿Tienes algo que esconder hermano? ¿A que le temes? — Dedrik claramente noto que su hermano había tenido una noche depravada. —Huele a que metiste a alguien muy muy puta a tu despacho...
—¡Quizás su marido no la atiende como yo lo hago! —Chasquea acercándose a su hermano. —¿Qué vas a hacer al respecto?
— Creo que mi mierdero requiere atención...
—¿Acaso las pelotas te las pusieron de adorno?— Impidió que siguiera avanzando y encaro a Dedrik.— ¡Me estoy cogiendo a tu prometida! Tú por miedo...lo vas a dejar pasar...¡PATÉTICO PAYASO DE MIERDA! ¡ENCARAME!
—Tengo cosas que hacer...William.
—Arregla tu puto desmadre...vienes aquí y arreglamos este problema como hombres...Agolpes se arreglara esto...por que no voy a dejar de montarmela.
—No voy a golpearte William...No vale quedar en ridículo por una mujer tan puta que en la noche de seguro te va a dar las nalgas... ¡Quedaría como un maldito imbécil!
Dedrik cogió un portafolio cogiendo bastantes objetos que su hermano veía con mucha atención.
—¿Por qué no trajiste a la gitana?
—¡Por que la mate carajo!
—¿Me crees idiota? — Le cogió la muñeca con fuerza. — ¿Para que llevas el puto Alcohol?
—¡Por que la desgraciada hirió a un compañero nuestro! Perdí el control y la mate...
— Espero que no sea cierto porque sino ...lo que estas por hacer seria llamado necrofilia...y eso ni siquiera yo lo hago.— Una vez mas Reed ponía a prueba a Dedrik.— Quieres descargar las pelotas en esa mujer desde que la viste...te pone como me pone ami...como un maldito potro queriendo morir por montarla.
—¿Dudas de mí? ¡Soy tu hermano!
—Si...por qué, así como tu miraste a esa mestiza , la vi igual yo...te prende la polla.
—A ti... ¿Quién no te prende la polla?
Dedrik estaba por dejarlo solo hablando. Cuando William le impide salir.
—Si llego a saber que la gitana sigue con vida...Sabre que mientes...¡Necesito a esa gitana para atraer a James Campbell!
—¿Le temes a James Campbell? Por eso tu desesperación de tener a la inspectora...
— Yo no le temo a nadie...Pero tu si... temerás si te descubro jugando en mi contra Dedrik... Si está viva...mátala, porque en mis manos va a ser la puta de todos aquí.
—¡Que está muerta!
—Te voy a dar mi voto de confianza...nadie en su pleno juicio después de una amenaza así sería capaz de mentirme.
Dedrik salió del despacho de William pasando al lado de Amira y este se detuvo en seco dándole una mirada de rabia y dolor.
—¿A dónde vas?¡Teníamos algo pendiente hoy!
— No lo recuerdo... Quizás si te duermes en camas ajenas lo acordaste con alguien más.
Dedrik toma el ascensor y los deja en completo silencio a todos. William quien no tiene ningún tipo de remordimiento se acerca a comenzar a ser ese hombre confiado y cinico que siempre es.
—Hoffman... te toca enterarte de las infidelidades familiares...¿Qué hubieras hecho si sabes que tu prometida se folla a tu hermano?
—¡Eres un desgraciado!
—Si...nada que no escuche todos los días...pero pasando a temas mas importantnes.— Una vez mas lanzo una mordedura con veneno.— Sabias que... tu inspectora super estrella se fue al infierno junto con su amiga Gray...El desgraciado de Dedrik me ha confesado que la ha matado. — Río al ver el rostro de Hoffman.—Ahora me gustaría dejarte libre solo para que le digas a la maldita cara a James Campbell que mandaste a su hija a la tumba.
—M-mientes. — A pesar de que sabia como eran las tretas de William no podía evitar sentirse culpable por cualquier cosa que le pasara a Mía.
—Yo no miento... pero igual que tú, creo que Dedrik miente...pero, mi trabajo es sacarte información.
Amira se acerco a William y le encaro.
—¿Qué mierda le has dicho?
—Yo no necesite decirle nada...tu olor a perra está impregnado en todos lados en mi despacho, la maldita cama esta llena de tus asquerosos fluidos sin mencionar que tienes una marca deliciosa por aquí. — Le señalo el cuello. — Estábamos tan pegados que parecíamos animales en celo.
—¡Eres un idiota! — Espetó furiosa. — ¿Cómo se supone que arregle las cosas con Dedrik?
—Ese no es mi problema Amira... Tampoco es mi problema que te guste que te folle como la perra que eres...si sabias que eso te daría problemas...hay algo que se llama auto control.
—¡Me exigías ir a coger todas las jodidas noches!
William toma del cuello a Amira ya con esa mirada penetrante y molesta. Llena de rabia.
— Es la segunda vez que me levantas la puta voz... y la única idiota aquí eres tú...contrólate ¿Fui claro?
—S-si. — Dijo a duras penas. William apretó más el cuello de la judía cuando sus ojos comenzaban a perder el brillo de vida.
—¡No te escucho! Sucia e inmunda perra barata.
—¡SI!
William la soltó y ella se desplomo en el piso algo mareada. Comenzó a toser a falta de aire e intento normalizar su respiración.
Amira se sentía frustrada, "detestaba" a William pero no podía dejar de mantener una intimidad con él, le gustaba demasiado el modo en el que William la hacía suya, aunque no hubiese sentimientos de por medio y fuera un enfermo cabrón; Sabía que con Dedrik las cosas serian diferentes y ahora estaba en una situación más complicada también con el menor de los Wolf.
Reed se acercó a dos de sus hombres limpiándose con un trapo las manos para no perder el porte que solo él podía tener. Cogió un vaso sirviéndose licor y los miro de reojo.
—Sigan al imbécil de mi hermano. Si algo no encaja...tienen permiso utilizar la fuerza. — Una orden clara y directa. — Si hay señales de vida de la gitana...los traen a los dos vivos.
—¡SI SEÑOR! — Al unisonó respondieron dándole un saludo en forma de respeto.
Reed convoco a sus demás hombres antes de que se fueran los que se encargarían de seguir a Dedrik.
—Tengan mucho cuidado...para estas alturas James Campbell ya ha de estar moviéndose... a partir de ahora, las cosas se pondrán más movidas e interesantes.
Todos en posición de firmes escuchaban a su líder y como es que el desgraciado seguía teniendo esa confianza que lo caracterizaba. Reed observa que uno de sus soldados está pidiendo la palabra para decir algo y le da la palabra haciendo que todos guarden silencio.
—Señor...Nuestra misión ha terminado. — Trago saliva nervioso, pero decidión continuar. — Tenemos a Hoffman...Pienso que deberíamos de retirarnos e ir debilitando otro estado.
Reed con pasos firmes se acercaba al hombre, tenia sus brazos hacia atrás y los sostenía a la altura de sus sentaderas tranquilo y sereno.
—¡Este hombre quiere seguir las ordenes de su supremo! — Le dio unas palmadas a la espalda. — ¿Qué? ¿Temes ir tras James Campbell? ¿Te da miedo un anciano que le gusta jugar a los mafiosos?
—Es un mafioso pesado señor...y no tiene nada que ver en esta guerra...solo actúa a sus propios intereses. — Una vez más trago grueso, sudaba en frió debido a la presión que era el simple hecho de estar frente a Reed.—Dicen que ese hombre es el mismo diablo personificado...y...que sus torturas superan incluso las suyas señor...
Reed no lo dejo hablar más y le rompió la nariz de un golpe. El soldado se desplomo en el piso y cual hombre incontrolable comenzó a golpear su rostro repetidas veces; Sin embargo tenía el suficiente autocontrol para detenerse antes de matarlo.
Los demás soldados estaban en posición de firmes sin siquiera oponerse al castigo de su compañero.
—¡Abre la boca! — Saco su fina daga y el soldado en ese momento ya no podía con el miedo.
Reed lo sostiene con fuerza de las mejillas y entierra su daga en un lado de sus mejillas al ver que se rehusaba a cooperar. Los nervios comenzaban a quedar expuestos y el corte realizado era desde su oreja hasta sus labios dejando expuesto todos los molares.
Con la punta de la daga comenzó a destrozar sus encías y a remover todos sus dientes.
—¿Perdona? ¡NO TE ESCUCHE! ¡¡REPITELO SABANDIJA!!— El hombre intentaba gritar, pero el exceso de sangre lo hacia ahogarse y su grito quedaba suspendido. Una vez Reed hizo el trabajo de remover sus molares cogió su lengua y la cerceno haciendo que el no pudiera soportar mas tanto dolor y comenzaba a llorar pidiéndole clemencia con señas y pujidos.
William una vez mas se puso de pie arrojándole la lengua al hombre al lado de el y mirando a todos los soldados que estaban nerviosos.
—¿Creen que fui extremista? — Miro a todos de reojo y podía, no solo ver su miedo...también era capaz de olerlo. — Un soldado como el...pone en peligro nuestros planes...por miedo le entregaría a James Campbell toda la información a cambio de su vida...Nada de lo que parezca una casualidad lo será...no den nada por sentado porque eso en una guerra solo nos llevara a la maldita mierda.
Amira quien había observado todo...miraba desde lejos la escena en silencio. Después de una pausa Reed continuo.
—¡NO ME SIRVEN LOS HOMBRES QUE NO SON LEALES! ¿ESTAMOS ENTENDIENDO?
—SI
—¡NO LOS ESCUCHO! ¿LES FALTAN PELOTAS? ¿¡ENTENDIMOS¡?
—¡SI SEÑOR! — Al unisonó dijeron una vez más.
— Saben que... ¡Tómense la noche libre! Estamos celebrando la captura del pez gordo. — Todos se quedaron en silencio una vez más. — Lárguense de mi rostro...salga a divertirse, solo no anden de boca floja por el alcohol...o la suerte de este perro infeliz... les quedara corto. — Apunto al hombre torturado.
Reed saco su arma y le dio un tiro de gracia al hombre que tenia en el piso ya mutilado.
—Cójanse a medio mar de hormonas...solo no olviden quien tiene los huevos mas grandes en esta asquerosa ciudad...Y saquen a esta mierda de mi vista... Avisen por la maldita radio que se tomen la noche a los que están afuera.
Dicho eso los hombres rompieron filas, avisaron por la radio a sus compañeros las ordenes de su superior y se encargaron de arrojar al cadáver a una caldera.
Con la mirada busco a Amira. Una vez la encontró le ordeno que fuera a su despacho, al igual que los demás se tomaría el día y dejaría que la infección que Hoffman tenia en sus piernas por las varillas que lo atravesaron lo hicieran hablar.
----- Algún lugar de Chicago 5:43 AM-----
Dedrik abre la puerta observando cómo es que las moscas comienzan a hacerse presentes en los cuerpos que ha matado.
—¡Gitana! ¡Tenemos que sacarte de aquí!
—T-te dije que no te creería tu hermano...
—Si bueno andar caminando y pretendiendo que no traigo una puta bala en el hombro, no me ayuda mucho.
—Si no me desatas...no poder ir muy lejos...
—¡No corras porque si intentas escapar si te atravieso la cabeza! ¿Escuchaste?
Campbell es liberada y al instante coge el arma de un costado de Dedrik. Sin pensarlo dos veces abre fuego y perfora la cabeza de uno de los dos hombres que Reed mando a seguir a Dedrik.
El menor de los Wolf se percata de que queda alguien más y como este intenta huir, al ver el tiro perfecto que mato a su compañero.
Dedrik se lanza a correr tras él y Mía le sigue los pasos de cerca. Alcanzarlo le es sencillo pues el hombre esta nervioso y sabe que ninguno de los dos vacilara al abrir fuego contra él. Con su arma igual abre fuego contra ambos de manera torpe perdiendo su mirada de enfrente.
No le basta mucho para acabarse su cartucho y es cuando el Wolf menor se abalanza sobre él y ambos comienzan a intercambiar golpes violentos.
—¡TRAIDOR!
—¡NO ES LO QUE PARECE!
Dedrik ha tenido una noche difícil y sus fuerzas están agotándose. El hombre comienza a golpearlo mientras el debido a la perdida de sangre comienza a sentirse entumido y cansado.
—¡Te tengo que dejar vivo para que tu hermano mismo se encargue de despellejarte vivo! ¡Y tu zorra va a ser la puta de todos en ese lugar!
Campbell quien está detrás del sujeto sin que él se dé cuenta escucha todo. Carga su arma y hace un disparo limpio en el hombro del sujeto. Dedrik aprovecha para silenciarlo rápido partiéndole el cuello con sus brazos en segundos.
En silencio Dedrik agradece a Campbell haciendo un ligero gesto al mover su rostro. Ella del mismo modo le regresa el gesto de agradecimiento.
—¡Ayúdame a quemar esa casa! Junto con los restos...
----- Zona desconocida 6:47 AM-----
Campbell a dirigido a Dedrik a través del bosque mismo que habían atravesado hace unos días atrás y nota que Carter ya tiene pasos tambaleantes.
—¡Debemos descansar...hay que extraerte esa bala del hombro!
—Corremos peligro...somos blanco fácil...para William y tu anciano padre loco.
—¡Tienes horas perdiendo sangre! ¡Hablas como idiota!
—Callate...gitana...y continúa caminando. ¡Hay una cabaña cercas abandonada!
—¿Seguro que abandonada? Puedes estar delirando...
—Unos hombres de William mataron a una familia aquí cercas ...y era su escondite
Campbell decide no hablar más, pero presiente que lo que encontrará en ese lugar no le gustará nada.
Dedrik no miente y a los pocos minutos de seguir caminando entre el bosque hay una cabaña que tiene pinta ya de descuidada y abandonada de unos meses a acá.
Mía esta por abrir la puerta y Dedrik le coge la mano impidiéndolo.
—Hay un sótano del otro lado...no nos quedaremos en la parte de arriba.
—¿Te remuerde ver a quienes mataste?
—Yo no los mate...pero tampoco lo impedí...Además será más seguro.
—¿Por qué será más seguro?
— Estamos en una ciudad la cual los tornados arrasan mujer... Ve las nubes... se viene algo peligroso...No se si al grado de que sea un tornado o una lluvia muy cabrona.
—Tengo que buscar cosas para sanarte... Y comida deja ver que tienen arriba.
Campbell se adentró y noto como es que en efecto había una familia mutilada y asesinada de una manera muy inhumana. Trago grueso, tapo su nariz debido al olor tan fétido que había y decidido ignorar ese hecho, fue a la cocina a buscar alimento enlatado y no perecedero. Cuando logro coger algunas latas de comida, una navaja de bolsillo y demás utensilios ... encontró una cajetilla de cigarros y sin pensarlo los cogió.
Se adentro un poco más a la cabaña y noto una cuna, la cual la hizo quedarse mirándola por unos cuantos segundos pensando en un sinfín de cosas.
«¿En que momento cambio mi vida tanto?» Campbell dejo las latas en el piso y se acercó a ver si encontraba los restos del bebe. Para su sorpresa estaba en impecable estado y no había señales algún bebe en estado de descomposición.
«¿Sera que la señora estaba embarazada?»
La inspectora se coloca un trapo en la nariz y boca y decide acercarse a los restos de la madre. Con un trapo extra, mueve los restos y no nota un vientre con señales de embarazo.
Se lamenta ... pero sabe que Dedrik requiere atención médica. Deja los restos y regresa a coger los enlatados y víveres que ha recolectado.
Pasan los minutos, Mía abre la puerta que da para el sótano y pone seguro. Al ir bajando nota que Dedrik ya está sentado en el piso intentando extraer el mismo la bala de su hombro.
—Con las manos así de puercas...solo te causaras una infección. — Le da una palmada en las manos y el la mira con molestia.
—¿Qué mierda haces? — Una voz ronca sale de Dedrik y esto estremece a Campbell...solo pocas veces ha escuchado ese tono de voz en él. —Te pregunte que...
—¡Cállate! — Espeto Campbell dejándolo en silencio.
Dedrik nota que la inspectora ha cogido el alcohol que el robo de el lugar de con Amira y se baña las manos para desinfectarlas. Se acerca a él y toca con su dedo índice cerca de la zona del impacto. Dedrik tiene dolor y reacciona al mínimo toque con un gruñido.
—Tienes infección que se propaga rápido, en cuanto te retire la bala descansaras. — Le explico a Dedrik.—Y de seguro tienes fiebre...por eso tambaleas...sin mencionar la pérdida de sangre...
—¡Estoy bien! ¡No metas mano! — Dedrik impidió que Mía siguiera tocando su herida e intento irse, pero, tal como dijo Mía, sus pasos eran bastante torpes. —¡Maldita mujer!
—No me importa si me maldices Dedrik...siéntate en el puto piso y después de que te saque la maldita bala puedes hacer lo que te plazca. — Arqueo la ceja retando al joven alemán. — ¿Qué tanto le robaste a tu hermano?
—El alcohol que te echaste en las manos. — Se comenzó a quitar la camisa quedando en interiores y dejando expuesta la herida. Mía noto como aun tenías frescas y sangrando las que su padre le había causado hace unos días atrás...y su espalda estaba también con sangre fresca. — anestesia no pude... pero traje unos tubos de plástico... por que le dije que había un soldado desangrándose y le transfundiría.
Campbell amarro su brazo con una liga y continúo trabajando en Dedrik. Vertió alcohol sobre la herida y este se molestó gruñendo agarrándose con fuerzas de una mesa que estaba en ese lugar.
Ella comenzó a soplar en la herida para secar el alcohol y seguir al pendiente de Dedrik.
Saco la navaja de bolsillo y comenzó a calentarla con el encendedor; Prendió igual un cigarro de esa cajetilla y sosteniéndolo con los labios continúo trabajando.
—¿Qué pretendes?
— Tengo que abrir donde esta la herida para poder extraerla...coser y cauterizar...No cuidas tu cuerpo en la batalla...y llegaste al limite.
Próximo Capitulo titulado "Embrujo" ¿Ideas?
Aprovecho para desearles un feliz año nuevo a todos...pasenla con sus seres amados y espero de corazón el próximo año sus metas las cumplan. Jamas acepten menos de lo que merecen. Valen mil.
https://youtu.be/TydQ-cUcJCo
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