XXII Instinto

-----Sábado 28 de Mayo de 1938 12:57 AM Prisión Joliett-----

El prisionero que tenía a Campbell en el piso, la cogió del mentón y la obligo a ver como sus dos asquerosos compañeros se acercaban. Uno de ellos ya tenía a Jiménez sobre la puerta sometiéndola mientras que el otro le había logrado quitar el arma a Hills y apuntaba a la temerosa Kaya que no se atrevía a jalar el gatillo.

—Si mamá mestiza no se apura...te juro que mientras te empotro te obligo a ver cómo le pasa lo mismo la pequeña. — El prisionero deja de tomarla del mentón y con fuerzas comienza a estrujar sus pechos, Mía siente el roce de su intimidad con la de él y su corazón se acelera.

— Dispara... ¡Kaya!— Campbell se sentía desesperada...Sabia que Tyrana estaba pasando la misma situación de ella...Si no se apresuraba, Kaya pasaría un infierno junto con las demás, ella seria abusada por posiblemente varios hombres y lo más seguro es que terminarían muertas.

Cual animal salvaje luchando por defender a sus crías. El instinto de Mía sale a flote. Sin tener nada con que defenderse más que sus manos y su boca, coge al hombre y afianza sus dientes en el cuello del prisionero comenzando desgarrarle la garganta. El hombre no puede gritar debido a que sus cuerdas se ven comprometidas. Sus compañeros están haciendo su labor y no se han dado cuenta que su cabecilla está pasando problemas.

Tyrana de forma hábil logro encajar su arma improvisada en el costado del sujeto que intentaba abusar de ella y al otro le rompe una de las piernas. Sale lo más rápido que puede y cierra la celda esperando a que al menos uno de ellos muera desangrado y son dos problemas menos.

Al girarse a ver a Campbell ve que un gran charco de sangre comienza a salir y aun ve ambos cuerpos en movimiento. Sin embargo su grupo corre peligro y Jiménez necesita ser liberada.

Campbell logra arrancarle un pedazo de cuello dejando expuestos sus nervios y cuerdas vocales. Él se lleva ambas manos al cuello para intentar no seguirse desangrando. La ex inspectora escupe el trozo de carne que tiene entre los dientes. Tal cual lo hizo la vez que le amputo el dedo a Andrew.

Mientras ella se reincorpora, y coge el arma improvisada que tenía su casi abusador. Tyrana ya ha sometido al hombre. Quien al ver en el piso a su líder nota como es que este sobre un charco de sangre y su mirada se comienza a apagar.

El ruido que comienzan a hacer los nervios de los únicos dos hombres que quedan es el detonante perfecto para llamar a mas prisioneros. Así que se tiene que actuar rápido.

El prisionero que se acercaba a Kaya logra ver cómo es que Mía se le acerca con pasos firmes y lentos. Escurriendo sangre de lo que acaba de hacer, en un ambiente oscuro.

—Él.— Apunta con el dedo indice .—!Es mío!— La ex inspectora  ha dictaminado ya quien morirá.

Vacía, fría, sin vida, penetrante, era la mirada de Mía Campbell. Sus pupilas estaban tan dilatadas que sus ojos se veían completamente negros. Su mandíbula estaba tensa, con fuerza cogía el arma que se podía notar el temblor en sus manos. Todos los presentes sabían a quien estaba viendo.

—Mía...— Habla Tyrana y al ella girarse a ver a la mujer , se percata que en esos momentos es como si Mía Campbell no estuviese con ellas. Es la mirada de que aún no ha terminado su trabajo. Lentamente gira su rostro hacia el hombre y Tyrana jala a Kaya hacia ella. — ¡No mires Kaya!

Tyrana esconde la mirada de Kaya quien sigue temblando de miedo.

—¡ALÉJATE! MALDITA MESTIZA— El miedo lo invade al ver como Campbell no se detiene. Sus movimientos son torpes y tira el arma al piso.— PERRA SANGRE IMPURA  ¡ALÉJATE!

En un intento inútil pretende recoger el arma y jalar el gatillo. Para su sorpresa siente como esa arma hecha a mano,  le atraviesa un costado con fuerzas. Y al quererse levantar y reincorporar se encuentra con esa mirada vacía de Campbell que le anuncian que su muerte está más que firmada por la gitana.

Saca el arma del vientre y entierra una vez más con más fuerza que la primera. El prisionero comienza a gritar. El pánico lo ha invadido.

Campbell continúa enterrando el arma repetidas veces hasta que el hombre cae al piso y ligeros movimientos les indican a todas que no ha muerto...pero ya no representa una amenaza.

Mía al ir disminuyendo su adrenalina...comienza a pensar claramente lo que ha hecho. Gira su mirada hacia su mano y ve el cuchillo que ella coge lleno de sangre. Voltea a ver al prisionero que tiene más de cuarenta puñaladas por el arma. Y al ver hacia atrás nota que su agresor ya está desangrado y muerto en el piso.

Suelta el arma improvisada asustada y su respiración es rápida.

Tyrana se acerca a cogerla del hombro y ella cruza miradas con la mujer de rastas.

— Todo está bien inspectora—Le ayuda a poner a Mía de pie quien aún no cree lo que ha hecho frente a todos. —Eran ellos o nosotras...

—Pero...

—Puerta abierta...— Habla Jiménez quien les da el paso al grupo.

—Vámonos ... Andrew de seguro ya está buscándote.

Tyrana ayuda a Mía y la vuelve a centrar en el presente.

Al irse adentrando por los pasillos notan que toda la prisión es un campo de batalla, en el que hay derramamiento de sangre por doquier.

Siguen sin revelar su posición, se mantienen encubiertas. Lo que todas ven es horrible. Si son descubiertas, no podrán con toda esa cantidad de animales en celo y desesperados por matar.

Prisioneras ya siendo abusadas, cuerpos inertes en el piso tanto de hombres como mujeres. Era una batalla sin tregua ni piedad.

Campbell veía la situación y sabía que llegar hasta la lavandería sería un riesgo bastante fuerte para ellas.

Se encierran en una de las oficinas atrincherándose con el escritorio y bajan las persianas para pasar desapercibidas.

Buscan rápido entre los cajones un mapa. Kaya logra encontrarlo, lo extiende en el piso mostrando todo el edificio de la prisión.

— Si nos arriesgamos a ir a la lavandería, es cruzar todo ese campo minado...

—Sin mencionar que algunas prisioneras conocían mi ruta de escape...no creo que sea seguro. — Expresa Tyrana sintiéndose frustrada. —¡Lo siento! Creo que tendremos que pasar la noche aquí y esperar a sobrevivir...nuestro escape ha fracasado.

La mirada de todas se desilusiona...Su única opción hasta esos momentos es sobrevivir y continuar cumpliendo condena.

—Hay que abrir la máquina expendedora.

—Con cuidado y silencio. — Habla Mía que estaba muy seria aun...pensando en todo lo que había pasado hasta esa noche.

Jimenez quien ya se ha encargado de abrir dos puertas logra abrir la máquina expendedora y se acercan a agarrar algún bocado para saciar su hambre.

Tyrana le toca el hombro a Mía y la saca de sus pensamientos ofreciéndole dos botellas de agua.

—Límpiate... tienes mucha sangre inspectora.

Campbell obedece y tomas las botellas. Se saca la camiseta quedando en interiores y la moja con la botella para comenzar a quitarse el exceso de sangre en la boca y mejillas.

Tyrana sabe que la inspectora está inquieta...pero decide darle su espacio. Impide que Kaya se acerque y le ordena que coma lo que hay.

—Bien...tomaremos turnos para hacer guardias— Propone Tyrana.— Yo no tengo sueño...duerman ustedes; Procuren que aunque tenemos las ventanas cubiertas de reja y con las  cortinas abajo,  no se queden a la vista...intenten dormir bajo las mesas solo por si algún curioso se intenta asomar...a cualquier indicio de que hay alguien dentro tendremos problemas.

Todas obedecen a Tyrana y nota como Campbell sigue desmanchándose de sangre las manos. Esta perdida en sus pensamientos y ni siquiera se ha parado a comer algo.

—Deberías dormir. —Dicta. — ¡Atrápalo!

La inspectora escucha esto , al girarse y regresarse al presente cacha una bolsa de frituras. Sus rugidos de sus intestinos la delatan que muere de hambre.

—No tengo sueño...— Con cuidado abre la bolsa y comienza a comer. —Quizás deberías dormir tu...yo hago guardia...

Haciendo caso omiso se sienta al lado de ella, y le hace compañía.

— ¿Estas bien?

—No...lo que paso hoy, no tiene ni nombre de lo que hice. Estoy mal, merezco estar aquí... ¡Asesine a dos hombres hoy! ¡Asesine a un hombre! le vacié el cargador en la maldita cabeza...y me siento tan llena de coraje ¡Tengo tanto odio! que...creo que voy a convertirme en una de ellos.

—Inspectora...no digo que no se nos enchino la piel a todas al ver como dejo a ese hombre...— Fue franca y directa.— Pero...eso se le llama instinto...usted en esos momentos le aseguro con mi vida que pensaste en Kaya.

—¿Cómo sabes tu...

—Recuerda que perdí una hija... y si estoy en prisión es porque asesine a la maldita bastarda que se atrevió a tocar a mi pequeña Zuri.

—Pero...ella si es tu hija...Kaya solo es mi protegida...

—y ¿A quién más tiene? ¿A su mamá? ¿A su papá? — La morena negó con la cabeza. — Para Kaya usted es su figura materna inspectora...y no se necesita parir para defender con uñas y dientes a alguien.

—Pero...lo volvería a hacer sin pensarlo, no quiero hacerme insensible y al igual que Andrew...tomar justicia por mano propia cada que vea un patrón similar en una mujer abusada.

—Te voy a decir algo, y espero que eso te deje de atormentar.— Tyrana guardo silencio unos segundos y acto seguido la miro decidida.— En este puto agujero llamada cárcel...las reglas morales no aplican Campbell.

—Pero Tyrana es un ser humano...

— ¿Ser humano?... ¡Nos querían violar! Frente a tu cara querían lastimar a Kaya...mientras ese desgraciado abusaba de ti.

—Es que, eso no es la justicia...

—Campbell...incluso la justicia impuesta por el hombre tiene fallas. —Dejo en silencio a Campbell. — Imagina la siguiente situación.  Una niña roba en la calle porque tiene hambre en un país donde se castiga con amputación de manos... Tú observas que han descubierto a la niña y frente a todos le van a cortar su mano con la que cogió la comida... ¿Qué harías?

—Pero...tiene hambre...no está robando por codicia o hacer un mal.

—Pero las reglas y la ley ya están escritas... Sigue siendo un robo y no hay excepciones.

—Pero...

— ¡Es la ley! ¡Apégate a ella! Y esa es la justicia absoluta

— Al demonio esa puta ley...— Expresa desde lo más profundo de su corazón irritada. — Si los derechos de los humanos van a ser abusados, la ley queda en segundo plano; La justicia puede tomar distintas formas dependiendo de las circunstancias.

Un silencio invade a las dos y Mía cae en cuanta a donde ha llegado su razonamiento, ha ampliado un poco más su criterio de una forma más humana que escrita ante cualquier ley por un ser humano imperfecto..

— ¡C-o-r-r-e-c-t-o!— Aplaude levemente para no hacer ruido y atraer gente. — Prácticamente salvaste el brazo de Kaya inspectora...Evito que su "brazo" fuera cercenado ¿Entiende la similitud?

Afirmo en silencio moviendo la cabeza. Comenzaba a entender la justicia de la cual Tyrana se refería.

— Deja de torturarte inspectora...aquí nadie es una santa. De no ser por la mano dura que les pusimos a esos idiotas cerdos ,  las que estarían desangrándose como animales, Seriamos nosotras, y somos mucho para terminar así.

Campbell comienza a escuchar ligeramente el grito de una mujer que viaja por los ductos de ventilación. Pidiendo ayuda....y como es que se escuchan risas de diversos sujetos que ya se imagina lo que le están haciendo.

En silencio comienza a poner su mente a trabajar unos minutos. Se levanta rápido y ve en el mapa que extendieron hace rato. Tyrana la ve desconcertada pero decide dejarla pensar un rato.

Mía con su dedo índice se guía hasta que encuentra la sala donde van a visitarlos y se da cuenta que está más cerca que la lavandería,  recuerda que Carter y Blackwood se escaparon por un pasadizo modificado.

—¡Tenemos nueva ruta de escape!

Tyrana la ve con un fuerte brillo de esperanza en sus ojos y posa la mirada en el mapa siguiendo el dedo de Campbell.

—El área de visitas...Pero... eso, es  un lugar sin salida.

—La puta doctora y Carter salieron por ese lugar... Tienen un enorme ladrillo que cubre un túnel y mire cual era con exactitud.

—Bien...armémonos y salgamos para escapar...

—No...saldremos todas sin necesidad de pelear...— Campbell apunta hacia arriba indicándole los ductos de ventilación. — Ese será nuestra ruta de escape más segura.

—Gitana ... si nos logras sacar de aquí...seré yo tu puta hasta el día de mi muerte.

Ambas mujeres despiertan a las demás, piden ayuda para subir a Campbell entre sus hombros. Entre Tyrana y Jiménez logran levantarla y de forma fácil las rendijas del ducto son removidas.

—¿Sin seguridad?

—Esta zona solo la visitan los oficiales...los presos no pueden acceder a estas zonas por eso el maldito descuido de ellos. — Habla Tyrana sintiendo como el peso de Mía se hace más ligero al ella treparse por los ductos de ventilación. Eran muy gruesos y firmes bien atornillados al techo...Pero eran muy ruidosos, tendrían que ir con mucho cuidado para no hacer ruido.

Campbell estira el brazo y al instante le pasan a Kaya que ayuda a subirla sin problemas.

Después ayudan a subir a Jimenez, a Hills y por ultimo Tyrana es la que toma la mano de Campbell y coge la tapadera para dejarla como estaba al inicio. No fuera que alguien entre a esa oficina y se escabulla por un descuido.

Campbell y todas se quitan los zapatos para aminorar el ruido de las pisadas. De forma cuidadosa comienzan a avanzar sin hacer mucho ruido.

Llegan a un punto donde hay más salas y la inspectora logra ver como entre dos prisioneros tienen sometida a una mujer que lastimosamente está en sus últimos alientos de vida. Tiene horribles cortes en los brazos que la desangraran en unos minutos. Mía quien es la que va delante voltea a ver a las demás y les hace la seña con el dedo índice de que no miren abajo y que sean más cuidadosas.

En otro cuarto por el que tienen que pasar logra ver cómo es que hay mínimo tres prisioneros con el cráneo reventado y como es que hay otro que del mismo modo parece que tomo ventaja y les dejo hacer el trabajo duro de atrapar a la prisionera para el matarlos y quedarse con ella.

Los ductos comenzaban a apestar a sangre de tanta muerte que había debajo. Seria sin duda una de las cosas más horribles que ella recordaría y vería en su vida. Cobrándose la muerte de muchos hombres y mujeres.

En un tercer cuarto Mía escucha un sonido que se le hace un tanto familiar. Ese baúl de recuerdos se abre y está segura de quien está en ese otro cuarto.

Al dirigir su mirada hacia abajo ve a Andrew hurgando entre los restos de una prisionera.  Campbell al ver eso recuerda ese día que le tendió la trampa y vio por primera vez como ese hombre descuartizaba a sus víctimas. Andrew seguía entretenido cometiendo sus fechorías.

Campbell les dio la orden de que siguieran avanzando con extrema cautela y precaución.

Para su mala suerte, las fosas nasales de este asesino comenzaron a reconocer el aroma de su presa. Se dejaba guiar por el aroma pero no sabía de donde venía ese olor de ella.

— ¡Sé que estas cerca! MALDITA PUTA. — Su nariz olfateo con fuerza mientras con las manos se limpiaba la sangre de la boca. — pasaste por aquí... hace no mucho y me puedes escuchar...¡Sal de donde quiera que estés!

Intentando vencer sus miedos, Campbell siguió avanzando con cautela hasta encontrar el ducto adecuado y al asomarse ver que era el área de visitas. Parecía seguía intacto y aun no accedían a esa zona.

Mía retiro las rejas y con cuidado dio un salto hasta el piso cayendo de pie, flexionando sus rodillas un poco. Les indico que siguieran arriba. Campbell comenzó a buscar en el piso haciendo memoria de cual había sido el enorme ladrillo que se podía remover; Una vez lo encontró Tyrana bajo a ayudarle debido al peso del mismo. Como estaba diseñado para ser abierto por el otro lado era complicado, pero ambas habían sentido ya que se podía mover y no cabía duda de que era su escape.

La mestiza y la afroamericana que lideraban el grupo, sangrando de sus uñas y sus dedos lograron comenzar a remover ese enorme ladrillo hasta poder levantarlo por completo.

Tyrana al ver que había escaleras para descender pegadas a la pared. Decide encaminarse primero. Al llegar al piso nota que tiene olores fétidos y a podrido.

— El túnel esta completamente oscuro...¿Tienen cerillos o linternas?

Campbell ayuda a bajar a las demás, Kaya saca de su bolso cerillos.  Al sentir que Tyrana le ayuda a tocar el piso enciende un cerillo. La poca iluminación es suficiente para que ellas logren ver que hay rastros de sangre y cuerpos en avanzado estado de descomposición.

Una vez Jimenes llega con Kaya, Tyrana sube de nuevo debido a que ni Campbell ni Hills bajan.

—¿Qué sucede?

—Hills no baja...—Habla Campbell en susurro. — Ayúdame a subir.

La mujer de rastas junta sus manos y ayuda que Campbell fácilmente suba.

Para su sorpresa la encuentra arrinconada temblando de miedo. Y al parecer ya no ha podido seguir.

—¿Qué sucede?— Le da ligeros golpes en el hombro.

—¿Cómo aguantas?¡Yo ya no puedo con esto!— Manotea haciendo ruido por el camino.

—Shhh.— Pide silencio.—Recuerda que Andrew está acechando.

—Si me tienes piedad...R-reviéntame la cabeza con tu arma...No quiero terminar abusada y en agonía...es demasiado.

—No te vas a morir...estamos a nada de salirnos...— Mía le da unas ligeras palmadas en las mejillas y saca a la botella de agua extra, se moja las manos y la pasa por la nuca de Hills y el cuello. — Tranquila,  necesito que te calmes... No te voy a dejar aquí sola Hills.

La prisionera al ir sintiendo el agua correr por su cuerpo comenzó a tomar las fuerzas necesarias para poder seguir. Una vez más se puso de rodillas y decidido gatear.

Campbell escucha a Hills pegar un fuerte grito y al girar su rostro hacia ella nota como es que una fuerte mano esta jalando a la chica del tobillo.

—¡MÍA! — Ese grito fue suficiente para viajar por los ductos y poner a los demás alerta. Campbell con todas sus fuerzas la coge de la mano mientras mira como ella da fuertes golpes con su pierna libre para que el deje libre. —¡NO ME SUELTES!

—¡HILLS! ¡NO TE VOY A SOLTAR!

Tyrana escucha que algo anda mal y decide subirse a una silla y nota como tanto Campbell como Hills están siendo arrastradas al otro cuarto.

—¡ENTRÉGAME A CAMPBELL! — La voz de Andrew retumba por los oídos de todas, sabiendo que no tienen escapatoria si las jala a las tres.

A pesar de que están jalando con fuerzas Hills es la que con el sudor de sus manos comienza a sentir como se esta soltando lentamente de Campbell.

—¡Por favor no me sueltes Campbell! ¡No tengo nada que ver con el yo!

— ¡RESISTE!¡POR FAVOR NO TE SUELTES!

Los gritos de Hills comienzan a poner nerviosa a Cambpbell,  quien sabe que esta posiblemente haciéndole algo a las piernas de la chica. Siente como Hills se comienza poner fría y su agarre es mucho más débil. Mía de un segundo a otro siente que ya no hay nada que la este jalando hacia el otro extremo y ella con fuerzas la lleva a su lado. Entre Tyrana y la inspectora es fácil alejarla de esa otra entrada.

—¡Lo Logramos! Hills.

—¡Gracias Campbell!, Gracias Gracias. — Hills intenta ponerse de pie, pero se siente ligeramente extraña. — No siento mis piernas...Ayúdame Campbell

—Bajemos al otro extremo y veamos de que se trata.

Campbell le hace una seña a Tyrana y entre las dos la ayudan a bajar.

— No podemos ayudarla aquí. — Habla Tyrana quien la coloca sobre su espalda y la afianza con su camisa, quedando en sujetador. — Bajemos y cierra bien ese pasaje que de menos nos den tiempo de largarnos.

Se agilizan y de la manera más rápida Campbell con todas sus fuerzas cierra ese pasaje.

Mía se siente un poco más confiada al cerrar ese pasaje y espera que Andrew no sepa de él. Sino solo tendrán minutos a favor.

—¡Corran!

----- Prisión Joliett , alrededores 3:57 AM-----

Reed, Blackwood y Wolf esperaban con paciencia por donde las habían informado que saldría Tyrana, Campbell y compañía. Pero por más que esperaban no daban señales.

— ¿Sera que Andrew la mato?—Amira termino pensando que podía ser el final de la mestiza.

— ¿Es esa tu nueva fantasía? —Reed burlonamente fastidiaba a la judía. —Lamento decirte que no creo que podamos esperar más...El tiempo límite para esa masacre que provocaste está por llegar a su fin... Aunque sigo sin entender ¿Por qué mierda causaste todo esto? ¿Tienes miedo de la mestiza?

— ¡No me hagas reír!...Te demostrare que no le temo a esa bastarda impura.

Dedrik escuchaba a estos dos discutir mientras su mente le advertía que algo estaba faltando. Cual foco rojo sus recuerdos le mandaron la señal.

—La inspectora esa...supo de nuestro método de escape... ¿Y si sale por el mismo lado que nosotros la última vez que entramos?

— ¡¿Y apenas lo dices ahorita?!— Molesta reprocha a Dedrik. —No entiendo por qué esa parte estúpida sigue...rondando en tu cabeza.

Dedrik guardo silencio comenzando a irritarle aún más esta mujer... decidió guardar silencio por el simple hecho de no desenfocarse de la misión.

Reed quien conducía el coche lo enciende una vez más y arranca para ir al otro extremo de la prisión.

William había decidido ir por el simple hecho de ver como actuarían tanto Amira como su hermano...él no tenía de momento tanto interés en Campbell, es cierto que habían tenido un fuerte enfrentamiento en el que el termino quemado por ella. Pero por alguna razón toda su frustración estaba dirigida a su hermano. Y el simple hecho de ver lo mortificada que estaba Amira le causaba un entretenimiento inmenso.

Justo estando por llegar, logran ver cómo es que efectivamente comienzan a divisar algunas prisioneras salir por la misma ruta de escape que ellos utilizaban.

— ¡ACÉRCATE WILLIAM! ¡DEBE DE SER ELLA!— Amira aplaude divertida y ríe de manera tétrica.— MESTIZA DE MIERDA

Y Amira no se equivocaba justo por ese alcantarillado venían saliendo el grupo de Campbell.

La primera en abrir fuego, es Amira al divisar a Campbell y hacen que retrocedan dentro para resguardarse de los disparos.

— ¡CON UNA MIERDA! ¡ATRÁS! —Advierte Mía.

— ¡NO HAY SALIDA! — Amira es la primera en gritar hacia el grupo de prófugas. — ¡Me imagino que si regresan, su suerte es igual, o peor que esta!

Mía en la oscuridad junto con Tyrana que ha hecho que Jiménez cargue a Hills se deciden a intentar abrir fuego. Pero siendo sinceros son dos 9mm contra tres ametrallas.

—Si entregan a la mestiza ¡Ustedes serán libres! De lo contrario...tendremos que sacar a las ratas del agujero a la fuerza. 

Amira sigue presionando para que entreguen a Mía. Pero sin tener respuesta 

—¿No?...Bueno.

Tal cual dijo Amira. Comienzan arrojar bombas de humo dentro de las alcantarillas. Jiménez quien carga a Hills coge una que cae al lado de ella y la arroja hacia atrás lo más lejos que puede para que no queden tan resentidas. La otra bomba está a escasos metros de ellas, pero agarrarla para quitarla es exponerse a las ametralladoras de los nazis.

— ¡Entrégala!— Habla Jiménez a Tyrana. — ¡Solo para salir y poder re posicionarnos!

El humo comienza a invadir las fosas nasales y los pulmones de todas comenzando toser de forma desesperada.

— ¡NO!— Espeta Tyrana. — Ella no dejo a Hills cuando la atrapo ese animal...¡Entiéndelo!

Mía a estas alturas sabe que Kaya y su grupo de compañeras corre peligro por el simple hecho de hacer más difícil el no entregarse por sí misma.

—Jiménez tiene razón...Tyrana.

— ¡TU NO IRAS A NINGÚN LADO!— Le apunta a Mía con el arma en la cabeza. — ¡CONFÍA EN MI!

—NO QUIERO QUE MUERAN MAS PERSONAS...

—En una guerra...la gente muere Mía...y quizás no lo alcanzas a percibir, pero, estamos a nada del inicio de una ¡CONFÍA EN JAMES!

—¡JAMES!— Amira se burla al escuchar por lo cual se aferra.—Si es tan bueno....¿DONDE ESTA? DE SEGURO TE ABANDONO DE NUEVO.

Los segundos pasan, están por arrojar sus segundas bombas de humo al alcantarillado, cuando justo en sus manos son atravesadas por una bala esparciendo el humo ante los tres nazis...

— Perdona interrumpir tu discurso de mierda...Pero las perras que ladran y ladran se les tiene que poner un bozal ¡Te traje el tuyo! Es eso o un puto horno al cual te voy a meter para que te retuerzas víbora rastrera. — Era James. — Mi hija y mi gente...no están solos. 
William al escuchar a James comenzó a sentirse que el entretenimiento, apenas comenzaba.

—Estoy ...emocionado.

Próximo Capitulo "Metamorfosis"

https://youtu.be/TRNcCYzdboU

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top