XVIII Comida ajena
----- Sabado 7 de Mayo.Prisión Joliett. 7:27 AM Zona femenina visitas-----
Reed al ver la reacción de Mía rió ligeramente. Elevo las manos mostrando que no tenía armas o algo con que lastimarla.
—Primero, lo primero... Mía Cambell. — Se sentó y le hizo la seña. — ¡Sin resentimientos! toma asiento.
Ella ignorando la petición de Reed, le reta con la mirada. Este hombre comenzaba a fastidiarse y decide darle una orden de nuevo.
— ¡SIÉNTATE!
Mía sin hacerle caso se cruzó de brazos , lo miro de arriba a abajo. Reed al ver que la mujer no hacía caso, se fascino un poco y comenzaba a comprender por qué su hermano había elegido hacer como esposa a Campbell.
— O sino ¿Que?
— Ni la otra inutil, es tan rebelde como tu— William saco un papel que Mía ya conocía bien, seguido de una fina pluma. — Firma y se acaba tu pesadilla...me encargare de regresarte a Norwich.
— ¿Por qué seguiría las órdenes de un idiota como tú?— Se acercó a romper el papel en su cara y William se río.
— Sabía qué harías eso. — Saco otro papel exactamente igual y se lo dejo en la mesa. — Antes de que lo rompas ¡Escúchame bien! Mía Campbell.
Mía se quedó escuchando sin hacer algún otro movimiento y dejo que William tomara la palabra una vez más.
—Si no te sales de aquí...te van a lastimar mucho; Esta no es tu maldita guerra...Inglaterra es tan cobarde que no ha elegido un lado...Bueno Churcil si pero personas como tu pueblo no...no tenemos nada en contra de ustedes los ingleses...por el momento, pero, pierdo mi limite contigo...
— ¿Es todo? ¿Tienes algo más que decir?
—Tengo muchas otras cosas que decirte, pero, en este lugar las paredes escuchan...— Se levantó acercándose a ella.
Mía sin inmutarse se quedó en la misma posición dejando que William se acercase a ella.
—Acepta una visita íntima y hablamos con más calma.
— ¿Me crees idiota?— Se alejó unos pasos de él.— Estas muy al pendiente de las parejas de tu hermano...no será que te gusta comer de platos ajenos, William ¿No puedes ir elegir solo tu comida?
—Que puedo decir... a mi hermano le gusta agarrar a yeguas indomables. — Una vez más se acercó a agarrar el cabello de Mía quien ya no se dejaba intimidar como hace un año atrás. — Pero como él no sabe domarlas yo me encargo de eso...— Acerco su mano a la cicatriz del cuello de Campbell— Veo que has pasado por más de un pura sangre y no te han dominado...eso es simplemente ¡Excitante!
— ¿Si?— Mía le alejo la mano con una palmada y William de forma cínica río. — Sabes que a veces cuando intentan los potros montar a las yeguas para aparearse...estas son tan indomables que les terminan reventando la cabeza... — Campbell acerco sus manos a la frente de William, coloco su dedo índice justo en medio. — De una patada. les abren al cráneo...todo porque no saben controlar sus deseos primitivos.
—Y justo por eso, Logan termino enterrado...El desgraciado pensaba con la polla. — Esta vez él le quito la mano y se acercó a ella. —Hay pura sangre que se aferran y dominan a la yegua hasta que logran calmar sus deseos de aparearse con ellas. — William agarro sus cosas y de forma tranquila se alejó de Mía. — Y hay otros que tienen a más de una yegua para montar...
— Gracias por tus patéticas lecciones...— Le molesto ni siquiera fastidiar un poco a William
— Al contrario, gracias a ti. — Se acomodó el saco mirando su reloj. — Mi oferta sigue en pie contigo Mía...A partir de posiblemente dos o tres días vas a tener tantas dudas en tu cabeza que vas a terminar aceptando esa sesión intima conmigo solo por respuestas... y yo ya no estaré de humor para hablarte ni tratarte como ahorita.
—¡Lárgate! William.
Pasaron alrededor de cinco minutos más y nadie se acercaba a ir por la ex inspectora. Ella estaba un poco extrañada de ello, ya que no tenía vigilancia. Comenzó a escuchar cómo es que unos zapatos hacían pasos rápidos por ese pasillo y pensó que se trataría de algún oficial que se le había hecho tarde.
— ¡Al fin!—Aplaudió. — Muero de hambre.
—Quien diría que estas tan hambreada para aplaudir por un pedazo de pan y pasta dura en esta mierda de lugar.
Mía giro su cabeza y observo a Blackwood con un aspecto muy distinto al que ella solía verla.
— ¿En qué momento entraste aquí?— Se sentía con cierta desconfianza al escucharla hablar así. — ¿Dónde están todos tus kilos de maquillaje? Definitivamente te miras muy diferente Amelia.
—Descuida, a veces me gusta estar al natural...sobre todo después de tener el mejor sexo de mi vida.— Se sacó de su bata un pan duro y se lo arrojo al piso.— Así no esperas a que te lleven a comer...traga como los cerdos lo hacen.
—Pues, no creo que sea el mejor sexo de tu vida...
Mía arqueo las cejas y noto que en una esquina estaba un acompañante de Blackwood que se mantenía al margen escondido entre las sombras. Solo podía ver que expulsaba humo del cigarro que fumaba.
— Porque tengo la impresión de que... ¡Tu! todo este tiempo fingías ser mi amiga.
La inspectora le pateo el pedazo de pan que salió rodando y llego a los pies de Blackwood.
— No consumo comida que ya paso por las manos de perras necesitadas de sexo...al parecer te gusta lo ajeno a ti...levántalo y trágatelo.
— Prisionera 04141993. — Campbell emblanqueció sus ojos al escuchar a Blackwood llamarle por su número de presa. — ¡Regresa a tu lugar! ¡Es una maldita orden!...Perra.
—Bueno...en la zona de varones hay muchos desesperados por montarse a enfermas degeneradas como tu.—Espetó— Anda corre, si llegas a tiempo igual y montas una orgía con ellos y ni eso te dejaría satisfecha.
Mía mostrando poca importancia dirige su mirada hacia el hombre que acompañaba a Blackwood. Sabe que siendo dos contra una le será difícil ganar, sin mencionar que está en completa desventaja siendo una prisionera. Una vez mas tomo la palabra.
—Tienes que venir a mostrar tu verdadera naturaleza acompañada de tu sabueso...
—En Norwich tenías tu también un perro guía que no paraba de seguirte hasta que te monto...— Blackwood encendió un cigarro tranquila y el expulso el aire a Mía en el rostro.
— ¡Fuiste tan ciega! Que no te diste cuenta que ese hombre nomas te monto para clamar sus deseos enfermos...y ahora alguien más le ofreció de comer y ese perro tiene nueva dueña.
Campbell comenzaba sentirse un poco inquieta al que Blackwood utilizara esa comparación. Giro su rostro al hombre misterioso y la duda comenzó a entrar en ella.
— Prisionera 04141993— Hablo Dedrik y Mía se sorprendió al escuchar su tono de voz.
— ¡C-Carter!— Campbell se sentía confundida. — ¿Qué...Que mierda haces?
El arrojo la colilla de cigarro y se acercó a Mía corroborando que se trataba de su prometido.
Al irse acercando Carter a Mía, podía notar en él algo diferente. Su mirada estaba obscura y su semblante no era el mismo de siempre. Había un aura obscura en Jack Carter que hacían a Mía estar desconcertada.
— ¿Me explicas?...— Pidió cruzándose de brazos. — ¿De qué mierda habla esta idiota enferma?
El menor de los Wolf se acercó a Mía tomándola del cuello y pegando su rostro en la mesa con fuerza. En el tiempo que tenían juntos, Mía no había logrado sentir tal fuerza en Carter.
—¡Cállate! Maldita ladrona...mestiza.
— ¿Cómo me llamaste?— Mía sin entender que estaba pasando intento soltarse del agarre de Carter y le resultó imposible. Escucho los tacones de Blackwood acercarse a ella y como es que comenzaba a extraerle el anillo de compromiso. — ¡Eso no es tuyo!
—Shhh calma...mestiza— Dedrik seguía sometiendo a Mía y comenzaba aprisionar su cuello. Campbell se aguantaba las lágrimas que querían salir al sentir como su prometido le daba esos tratos y despojaba de su valioso anillo de compromiso para entregárselo a alguien más. — Saliste más terca que Amira.
— ¡¿Amira?!— Campbell intento dirigir su mirada a la doctora y ella viendo que le costaba trabajo en esa posición verla se agacho a su altura. — No...Amira esta muera...William la calcino...
— ¿Enserio?
— ¿A qué estás jugando Blackwood? ¿Qué le has hecho a Jack Carter?¡RESPONDE!
Dedrik viendo que esta mujer se hacía más complicada de someter. Decide sacarse el cinturón y enredarlo en el cuello de Campbell quien en segundos comienza a sentir una enorme presión en su cuello. Dedrik Wolf no está jugando y Mía lo tiene cada vez más claro.
—Por cada estupidez que cometas o digas.— Le dio un nuevo tirón al cinturón y Wolf escucho como es que Campbell comenzaba a intentar tragar saliva y no podía.— El cinturón te va a seguir asfixiando, rebelde, mestiza, sangre contaminada...
— ¡Carter! No...puedo...respirar. — Mía sintió un nuevo tirón en el cinturón y una de sus venas de la frente comenzó a resaltarse mientras su color de piel comenzaba a tornarse rojo. Sus manos se movían sobre su cuello intentando abrirse un espacio para respirar.
— ¿Acaso eres idiota?— Esta vez Dedrik la tomo del cabello liberando el agarre del cinturón y abriendo sus vías respiratorias. Sin embargo el tirón del cabello la hizo elevar su mirada hacia Carter, hasta encontrarse con la mirada fría y macabra de este hombre. El ex inspector al cruzar miradas con ella noto los ojos de la inspectora cristalizados. — ¿Te enamoraste enserio?
Mía sin poder creer lo que escuchaba intentaba controlarse con sus ejercicios de respiración
—¿De ti?....No— Sintió un tirón más fuerte en el cabello y como es que Dedrik Wolf se acercaba a invadir su espacio personal.— Yo no me enamoro de idiotas...patanes como tu.
— ¿Patanes?— Espetó—Un patán me queda corto mujer...soy el cabrón que va a poner orden en esta puta ciudad...encontrarse conmigo, les asegurara una muerte lenta y dolorosa.
Dedrik soltó a Mía, ella para pronto miro a Carter una vez más, quien estaba de espaldas. Ella logro notar que su saco tenía una mancha de sangre que oscurecía ligeramente el saco.
—Blackwood... ¿Qué le has hecho? ¡Él no es Carter!
—En eso te doy la razón...Jack Carter está enterrado por algún lado de esa cabeza. — Se acercó a susurrarle a Mía quien veía desconcertada a ambos. — Dedrik Wolf...es quien miras ahora...
La mirada de Mía estaba perdida. Blackwood toma la palabra una vez mas.
—¿No comprendes? ¡Por dios! Si que res idiota ¡Todo fue una farsa! Este hombre, te mintió.
—No es cierto...
—Te mintió en todo, mientras te montaba como animal... ¡Y tú de estúpida! Le creíste...le regalaste las piernas.
—Mientes...
—Solo necesitaba cumplir su asignación ¡¿Qué me calcinaron?! Enserio te creíste esa historia y te ablandaste al grado que le defendiste; A tu lado paso desapercibido y nadie lo investigaría.
—¡Estas enferma! — Mía comenzó a rebuscar en su mapa mental la foto de Amira que Carter le mostró hace tiempo y comenzó a encontrar las similitudes que confirmaban, que, en efecto esa mujer era Amira. — No tienes idea de lo que el sufrió por tu "perdida"...y tú estabas viva.
—Trabajando para Reed...— Mía elevo sus cejas y abrió sus ojos como platos.
—Pero....Reed es...tu...el...— Mía veía la situación temiéndose lo peor y no le tomo mucho tiempo sacar conclusiones acertadas. — ¡Tu vendiste a Carter!
—Yo no vendí a nadie, fue un plan de William, Dedrik y yo ¡Entiende! En esta línea del tiempo no existe un tú y él— Le puso el dedo indice en la frente.— ¡Te follo! Se sacio mientras yo no estaba, vacío las bolas...fuiste su instrumento sexual y tú lo dejaste... como una idiota enamorada.
—Mientes Blackwood...eres una asquerosa mitómana.
—Se le llama sobrevivir Campbell...es lo que has hecho en este pozo de ratas, pisotear a quien sea para ser respetada y sobrevivir. — Mía no pudo evitar guardar silencio y saber que en parte tenía razón. — Te comportaste como un maldito animal con Tyrana y te has ganado el respeto de la escoria de aquí a golpes; No con discursos motivacionales, eso es lo que los tres hicimos...sobrevivir. Has traicionado a tu patria por andar de puta...¿No te da vergüenza?
— Es diferente...Yo no he engañado a nadie, la situación es muy diferente...Estoy aquí porque alguien cometió una injusticia.
— ¿Tú crees que ese abuso fue una mera casualidad?
Campbell al escuchar eso se quedó en silencio mirando con rabia a Blackwood.
Una vez más en su mapa mental comenzaba a realizar ataduras. ¿Era posible que esta mujer vendiera a una niña por tenerla en la prisión?
—Escucha bien esto...Todo ¡TODO! Lo que has hecho, ha sido porque yo así lo he querido. — Aplaudió divertida haciendo pensar a Mía. Incluso para fastidiarla le cogió una mejilla y la estrujo.
—Entonces...la desgraciada enferma eres tú...
—Son daños colaterales... Campbell.
— ¡ES UNA NIÑA! ¡Degenerada enferma!
—¡D-A-Ñ-O-S C-O-L-A-T-E-R-A-L-E-S!
Campbell fastidiada de la actitud de Amira le termina por escupir en el rostro.
— Creo que estabas mejor incinerada...¡Zorra asquerosa! —Mía miro como Blackwood se limpió el rostro despreocupado con una enorme sonrisa de oreja a oreja. — ¿Qué te da tanta maldita gracia?
—Que no te tengo ninguna clase de resentimiento.— Río e forma cínica.—Al contrario Campbell...muchas gracias por cuidar tan bien a Dedrik por mí en estos años. — Mía intento levantarse para encerarla y Blackwood le demostró que no era una idiota indefensa, con una maniobra la sometió una vez más sobre la mesa.
Campbell observo como es que la mujer aparte de saber defenderse, tenía una flexibilidad asombrosa.
—Se que eres buena defendiéndote Campbell...Pero tus meses de entrenamiento no se comparan a años de rutina constante.
—Ojalá así fueras de flexible en la cama. — Dedrik reclama sin saber el daño que le estaba causando a la ex inspectora Campbell.
—Sabes que tengo desventaja...en condiciones similares.
— Estarías en el piso tragándote el polvo de mis zapatos Campbell.
—La confianza te va a hacer cometer un error Amira. — Campbell aun con desventaja y encadenada logro soltarse del agarre de Amira y tumbarla al piso. — No me creo mejor que nadie...pero ya no soy la misma de hace un año en Norwich.
Dedrik intentaba mantenerse al margen ahora que había visto que, con tanta desventaja la inspectora lograba escabullirse para anunciar que seria un dolor de cabeza para Amira.
—Nowich...— Dedrik sentía familiar esta palabra, pero en su mapa mental no había algo así aun...su cerebro estaba tan alterado que para él era real lo que su hermano Reed y Amira le decían; Todo lo demás era peligroso o una trampa. Y no quería volver a ser atrapado y sometido a azotes. —¿Qué es Norwich?
Mía le miro fastidiada. No podía creer el cinismo de Carter al pretender que no conocía ese lugar.
— ¿Acaso té importa? — Campbell tomo su lugar defensivo. —¿Es cierto lo que dice ella?
Dedrik arrojo aire de la boca y se acercó a Campbell intentando intimidarla. Pero el hecho de ver que no retrocedía le hizo arquear las cejas más fastidiado que al inicio.
—¡Muévete! — Advirtió Dedrik levantando el brazo en señal de que le daría una bofetada. — Te falta disciplina
—Tu no le pegarías a...— Campbell fue silenciada con una bofetada de Dedrik.
—Discúlpame mujer... ¿Decías? —Mía y Dedrik encontraron miradas. — ¿Conoces la actuación? Pues doy por hecho que lo hice brillante para que estés tan estúpida parloteando...¡Obviamente no me conoces!
—Te conozco y no eres así...Carter. — Agarraba su mejilla que se tornaba roja del golpe.
—Wolf...— Espetó— Carter es solo una fachada...— Apunto con el dedo índice en la frente de Mía quien podía con mucho, menos ver Jack Carter se un patán. —Guárdalo en esa cabeza que tienes y úsala para algo...o ¿quieres otra cachetada para que lo entiendas?
—¡Te dije Mía que este idiota no te convenía! — James, quien había logrado escabullirse, estaba tras la reja apuntando con un arma a Dedrik. — A esta distancia no fallo y le reviento las bolas al idiota ese.
Blackwood ahora encontraba la similitud entre este hombre que la había fastidiado hace tiempo y Mía.
—Esto es más que magnifico...—Aplaudió levantándose del piso tranquila. — ¡Es tu hija!...tienes que ser un Campbell...Eh buscado mal todo este tiempo.
—Y tú hasta donde entiendo deberías estar más calcinada como la judía asquerosa que eres.— Habian despertado la ira de James.— Placer mío será empalarte viva y mandarte a un horno...
James estaba listo para defender a su hija y más escuchando que Carter se había atrevido a levantarle la mano.
— Estas bien jodido...idiota...la promesa que teníamos se acaba de ir al demonio...te voy a cortar el pene y se lo meteré en la garganta a tu arrastrada ramera.
—¿Cree que me da miedo? — Carter se giró encarando a James.—Ingles de mierda...fornicando con gitanas...contaminando la maldita sociedad
James observo que la mirada de Carter y su misma actitud no eran las mismas que el solía conocer. Pero no bajaría la guardia por algo que no comprendía. En ese momento su hija necesitaba de él.
—¡Deberías! Mocoso, por que has golpeado a la persona más valiosa para mí en este maldito universo...Y a mucha honra te lo digo...mi esposa fue gitana y mi hija lleva sangre gitana.
—Papá.
Mía sentía como su corazón era atravesado por miles de agujas, en ese momento a las palabras de Jack Carter...No lograba entender que estaba sucediendo. Tenía a Carter frente a ella, pero sin ser Carter al mismo tiempo.
Dedrik miraba sin alguna pizca de emoción en su rostro. Por como miraba a James, sabía que no vacilaba que dispararía esa arma; De forma ágil y rápida cogió a Mía y la utilizo de escudo humano frente a su padre. Ella intentaba forcejear con él a pesar del severo shock emocional en el que se encontraba. Intentaba tallar sus lágrimas para evitar mostrarse vulnerable ante el enemigo. Sin embargo la carga emocional y el dolor podían más con ella en ese momento.
—¡Tranquila mestiza! Para ser mezcla, eres indomable. — Wolf tenía su nariz sobre su cabello y olía con fuerzas a Campbell. Se impregnaba del olor de ella y James molesto sin vacilar seguía apuntando el arma. —Dile a papi que baje la puta arma...
Mía sintió un objeto punzocortante a la altura de sus costillas y también con fuerzas las fuertes manos de Dedrik le sostenían el mentón.
Blackwood sin moverse veía la situación complacida con el resultado de sus experimentos en el cerebro humano.
—P-papá— Mía hablo con la voz quebrada. James al escuchar a su hija sabía que estaba al borde de quererse tirar al suelo y llorar amargamente. — Por favor...vete...
— ¿Qué te está haciendo ese alemán cabrón?
—No...
—Te lo advierto... ingles. — Dedrik apretó el puñal con fuerza y Campbell sintió como las primeras capas de su piel eran perforadas escurriendo unas cuantas gotas de sangre del costado.
James miro el goteo en el piso y levanto su arma junto con sus manos.
—Buen perro...maldito cerdo— El menor de los Wolf retiro el puñal y por como tenía a Campbell del cuello sabía que tenía un nudo en la garganta.
—Puedes llorar...— Hablo Blackwood al ver que sus lágrimas corrían una tras otra y el temblor de su cuerpo era inevitable.— Te dije en las terapias, que una mujer si querría aceptar lo que tu rechazaste.
Mía en silencio se tragaba el dolor, la rabia y la vergüenza que tenía en ese momento al sentir el desprecio de Carter. Blackwood disfrutaba su venganza y estaba por dar un golpe final que la haría trizas.
—La mestiza pensó que te la cogerías como...lo haces conmigo...Enserio se creyó lo de la boda y todo
Wolf miro a James una vez más, con la mirada retadora.
—Estoy esperando a que te largues...Que no vez que tu hija se muere por que le abra las piernas...¿Miento?— Espetó, girándola hacia su padre.—Dile a papá que te mueres por una revolcada conmigo.
Campbell sin poder más comenzó a sollozar mordiéndose el labio inferior y comenzando a dejar caer su peso para caer de rodillas al piso. Dedrik la detiene aun del cuello y comienza a sentir peso muerto en sus manos.
—Hija...— James y Mía compartieron una mirada y el mafioso guardo su arma en su bolsillo. — ¡Te prometo! Que con el tiempo ese dolor pasara...Déjale a tu viejo padre el trabajo sucio...por qué te juro, que habrán deseado, no haberte hecho llorar.
James se retira de la forma más tranquila posible aparentando a la perfección. Aunque por dentro se sentía más encolerizado destrozado que nada. Comenzaría a hacer sus movimientos entre sus conexiones para cazar y ponerle precio a la cabeza de Jack Carter.
Aun utilizando como escudo a Mía avanza para asegurarse de que el viejo James había desaparecido.
—Dime si ya se fue...
—No escucho sus pisadas...ya se fue. —Habla Mía para darle el gusto a Dedrik.
De modo brusco, Wolf pega el rostro de Mía en los barrotes y le da dos golpes a la altura del hígado. Mía intenta regresar a su postura normal pero le es imposible siendo agredida por Carter.
— ¿Por qué pretendiste tanto tiempo? — Sollozando pedía una explicación. — Mínimo dame una respuesta Carter...se hombre y dame una maldita respuesta.
—Buenos negocios ...— Hablo Blackwood viendo a Dedrik sin saber que decir. Decide ayudarlo a aclarar sus ideas. —Te repito una vez más... Dedrik es un espía alemán...que te cogió para mantenerte entretenida mientras más cosas pasaban a tu alrededor.
— ¿Mas cosas?
—Tres minutos Amira. — Hablo Wolf concentrándose.
— Si, más cosas...no pienso decirte que porque si no te tendríamos que llevar con nosotros para que no hables...Suficiente tendremos con que de seguro el anciano imbécil, ya fue de boca floja...—Espetó rodando los ojos. — o ¿Qué? Quieres que te llevemos....quieres que te de detalles de cómo ponemos en práctica tu puto libro estúpido.
— ¡Lárgate de mí vista! Juro por cualquier dios que creas que te voy a matar Amira...desearas que William hace años te hubiera calcinado en ese puto horno.
—Pero que no eres mi paciente, querías hablar de sexualidad.
—No sé qué hiciste...pero algo le hiciste a Carter.
—Abrir las piernas mejor que tu... dejar que la fiera salvaje sacie sus indomables deseos...y agacharme a trabajar bien las manos y la boca, lo volverán loco.—Paseo cínicamente cogiendo la entrepierna de Dedrik y este gruñía al sentir las cálidas manos de Amira.—¿O miento?
—Sé que no mientes...y eres solo mía Amira.— Wolf la tomo del cuello y la forzó a entablar contacto visual con ella.— No quiero que andes por la vida entregando las nalgas a nadie más ...exijo exclusividad...¿Entiendes?
Campbell ya no tenía duda...Jack Carter o lo que quedaba de él se había esfumado y Dedrik Wolf había mostrado su verdadera esencia.
Blackwood le ordeno a Dedrik salir de esa prisión y se adelantó. Campbell observo que tenían un pasaje oculto por las instalaciones. Wolf y Campbell se miraron a los ojos y él le dio la última advertencia antes de esfumarse.
—Ni una palabra de como salimos...
—Lárgate...— Habla Campbell retirando la mirada de Wolf. — Lárgate antes de que te estruje las pelotas.
—¡Buena chica! El único modo que mis bolas estarían entre tus manos seria porque te voy a tener en cuatro...para bajarte las hormonas.
—Lárgate...Dedrik...Ve a rebotar tus malditas pelotas y a vaciarlas en la maldita perra en celo de Blackwood.
—Mestiza, rebelde e indomable...Peligrosa combinación.
Dedrik se esfumo y una vez Campbell quedo sola. Paso a estar unos minutos en silencio. Una vez más el sollozo comenzó a salir. Mordía con fuerzas su labio inferior mientras intentaba controlarse.
Cual sincronía perfecta llegaron a asistir a Mía los oficiales y sus amigos.
James cogió a Mía y la abrazo con fuerzas sabiendo que su hija estaba pasando por un momento difícil.
—No te voy a dejar sola ¡Mírame!...— James intentaba buscar el rostro de su hija y ella de la vergüenza lo agachaba al piso ocultando su amargo dolor.
—P-papa...— Decía con un nudo en la garganta mientras sostenía con una mano a James y la otra a Hoffman. — Avisen a los periódicos que Jack Carter...es un traidor...
— ¡¿Qué?!— Hoffman miro desconcertado a Mía sin poderse creer lo que escuchaba. — No...
—Yo y ella lo vimos...se paseaba libre con esa maldita doctora Blackwood. — James cogió a Hoffman del cuello de su camisa. — Tu muchacho estrella, no es más que una maldita rata nazi de mierda...y ahora todo lo que él sabe...todo lo que tu le confiaste estará comprometido.
—El no...Tiene que haber una explicación para todo esto...
—Concuerdo. — Hablo Scarlett defendiendo a Carter. —No deberías de desconfiar de tu prometido...¿Qué tal si es una sublime actuación para algo?
— ¿Sublime actuación? — James miro furioso a Scarlett. — Sé que todos quisiéramos que fuera mentira...pero ese...ese ¡IMBÉCIL!— James golpeo la pared de concreto encolerizado.— No estaba actuando...En sus ojos no había mentira, hubiera matado a Mía con esa maldita navaja.
Hoffman y Scarlett miraron a Mía, quien si tenía una mancha de sangre detrás de su espalda. James prosiguió.
—Y créeme que yo se distinguir a los asesinos a sangre fría. — James y Hoffman se miraron en silencio y le pidió la palabra con la mirada apartándose una vez más. Hoffman accedió y se apartó de todos junto con James.
—Saca a mi hija de este pozo de mierda...Tienes hasta mañana Hoffman.
—Me pides imposibles...
—Entonces te pregunto...si se escapa y te ordenan detenerla ¿Cuál será tu posición?
Ambos hombres se miraron en silencio.
—¡James! Me pides...
—Que tomes partido...—Espetó— ¿Estás conmigo? ¿O en mi contra?
Próximo capitulo "Soy el jefe".... ¿Ideas?
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