-----martes 26 de septiembre de 1939 11:38 PM Hawaii Honolulu-----

Las noticias seguían informando a todos sobre la situación en Polonia. Este mes había sido bastante estresante para todos.

Mía se sentía bastante angustiada por como los alemanes nazis junto con la SS arrasaban como plagas dejando muerte a su paso. Solo era un estimado, pero en este primer mes la cantidad de muertos en Varsovia, que fue donde estaba el mayor conflicto, habían muerto entre ciento cincuenta mil y ciento ochenta mil personas. Se escuchaban cosas horribles y se comenzaba a destapar poco a poco como la Alemania nazi no tenía piedad por hombres, mujeres o niños. Esto ultimo no era por que lo supieran por la radio. Hoffman daba un reporte mucho mas crudos que se seguía escondiendo por los medios.

—¡¿Cómo es posible que ni con la ayuda de Gran Bretaña y Francia no han podido erradicar nada?! — Carter estaba escuchando como es que la radio seguía interpretando los acontecimientos. — Desde el tres de septiembre están ayudando a Polonia.

—Pero recuerda que la Unión Soviética también está invadiendo por otro lado. — James le mostró el mapa en el que ellos marcaban los acontecimientos que sabían por radio y gracias a Hoffman.

A los pocos minutos de seguir escuchando la información, se anuncia que Varsovia se había rendido. Por ende, tanto Alemania como la Unión Soviética se reparten el territorio de Polonia.

El miedo es evidente en todos los presentes. En la radio se anuncia que se tiene la palabra de primer plano de uno de los nazis alemanes junto con la SS.

—Alliierte Freunde und Landsleute... ¡Es lebe Deutschland! Heil Hitler! (Amigos aliados y compatriotas... ¡Larga vida a Alemania! ¡Salve Hitler!)— Seguido de "Heil Hitler" que se escuchaba claramente en la radio de los fieles seguidores. — Tod für Judäa! Tod den Verrätern! Tod den Homosexuellen! Tod den Zigeunern! (¡Muerte a judea! ¡Muerte a los traidores! ¡Muerte a los homosexuales! ¡Muerte a los gitanos!)

—William...—Carter al momento sabia que quien estaba dando ese discurso era su hermano. —Tenías que ser tu ¡Hijo de la gran puta!

Seguido de el singular saludo fascista de "Heil Hitler" en la que los soldados respondían a William.

En cuanto termino la transmisión alemana. El teléfono comienza a sonar.

—¡Hoffman! ¡Infórmanos! — Cárter  escucha con detenimiento al coronel. —¿Qué ocupas que hagamos?¡Ya no puedes estar solo!

Después de cruzar varias palabras Carter pega su frente a la pared.

—¡MIERDA! — Da un golpe a puño cerrado mientras aun tiene la llamada en línea. —Aquí sigo...coronel. — Un nuevo silencio se forma. Carter sigue recibiendo ordenes de su superior. —Si señor...Si...Señor.

Carter dirige la mirada hacia su pequeña familia y le extiende el teléfono a James. El mafioso toma el teléfono y comienza a hablar con Hoffman.

—¡Hoffman! ¿Qué necesitas?

Mía se acerca a Carter sabiendo que esta inquieto.

—¿Jack?—Mientras carga a Emma con un brazo,  con el otro hace un roce en el hombro de su prometido.—Háblame...¿Qué sucede?

—Hoffman...nos quiere fuera de todo esto a toda costa Mía. — Carter se sentía con una mezcla de sentimientos. —Nos quieren proteger y les agradezco de corazón...Pero me da mal sabor de boca que no hagamos nada ¿Me explico?

—Jack...

—No quiero que les pase nada a ti, a Emma, Korina...Pero...

—Lo mejor es escuchar a Hoffman de momento. — Mía le entrego a Emma en los brazos al desertor. —Tu hija te necesita aquí.

Después de Jack tener a Emma en sus brazos. Todo ese enojo que tenia se comenzó a disipar. Emma en estos cuatro meses de vida, ya hacia balbuceos, y reía de forma espontánea de vez en cuando. Y paras estas alturas los que convivían con Emma ya estaban igual aprendiendo a comunicarse con ella con palabras básicas del lenguaje de señas.

En estos meses se había ya diagnosticado a Emma como una niña débil auditiva. Escuchaba sonidos, pero a un sonido muy bajo. Ambos podían escuchar, sin embargo  a volúmenes muy bajos.  Para comunicarse con ella tenían que susurrarle al oído palabras muy pequeñas. Y también les comentaron que era mejor que aprendiera el lenguaje de señas por que posiblemente su vocabulario no seria muy amplio y solo podría decir palabras muy cortas.

—Te- amo. — Carter deletreaba y articulaba bien cada que se dirigía a Emma.

La pequeña en respuesta se reía y alzaba los brazos regordetes queriendo tocar la cara de su padre; Mía por su lado abrazo a Korina para integrarla en la pequeña familia que tenían. Veía a su padre de reojo mientras seguía viendo sus manos marcadas por el ejercicio de la cuerda que aún no lograban superar. Sin embargo, su mejora si era notable. Estaban a nada de poder con ese obstáculo y pasar al siguiente.

—Gracias Hoffman.— James cuelga la llamada y mira a los presentes.— Hoffman tiene que retirarse de Alemania...Los estados unidos lo solicitan para comenzar a entrenar jóvenes.

—¿Quién se queda en Alemania? — Mía se sorprendió al escuchar esa noticia. —¿No me digas que te vas tu papá?

—Descuida...de momento nos mantendremos como Estados Unidos.— James pauso viendo a todos los presentes.— Es de sabios retirarse en el momento adecuado... Así que estaremos aquí...Y necesito mas personas viendo las masas que mueve Alemania...Sin mencionar que tengo un buen informante en Alemania.

—Pero tus ganancias están mejor que nunca. — Mía le apunta las carpetas que ella administra. — ¿Qué vas a hacer todo este tiempo?

—Conseguir más hombres, armas y contactos de confianza...Aprovechemos que Estados Unidos nos está dando un respiro al mantenerse neutral. — El mafioso comenzó a sacar unos papeles que tenía bien guardados. — Y ayudar a Walter a entrenar a esos idiotas que se creen importantes por que los llamaron para la guerra.

—¿Disculpa? — Carter se sorprendió un poco. — Explícate.

—Hoffman estará entrenando jóvenes idiotas e inexpertos aquí en Pearl Harbor...A pesar de que esta base es naval y aérea tendrán unas divisiones de soldados para entrenarlos.

—Pero...Estados Unidos esta neutral... ¿Cómo?

—Los americanos quieren estar preparados...es mejor eso a que los agarren por sorpresa si llegan a tener algún ataque sorpresa.

—¿Ataque sorpresa? Pero... ¿De qué les sirve estar neutrales si...

—Simplemente hay que ver como procedió Alemania con Polonia. — Carter hablo captando la atención de todos. — Nada garantiza que utilicen la misma treta con más países neutrales o enemigos...Confirmamos por Hoffman que el ataque de los polacos fue montado por Alemania. Hitler solo quería una excusa para comenzar esto.

-----miércoles 12 de octubre de 1939 10:28 PM Campo de concentración de Ravensbrück-----

Amira dentro de sus posibilidades buscaba a William quien ya se había movido a la base de nuevo después de su triunfante conquista.

Se había puesto en la pierna de la cual cojeaba un aparato que le ayudaba a articular mejor su rodilla. También se inyectaba líquido sinovial que extraía de prisioneras que tenía y esto le apaciguaba su dolor,  le permitía tener más movilidad. Sin embargo, debido a que había una deformidad por las torturas de James, el líquido sinovial se derramaba y cada mes tenía que recurrir a el mismo tratamiento.

—William. — Amira a estas alturas ya podía entrar sin pedir permiso. El nazi la observa mientras descansaba un poco. — Tengo información importante.

El mayor de los Wolf mira a la judía un tanto emocionada y se pone de pie donde estaba recostado.

—Parece que son muy buenas noticias.

—Creo encontré una coincidencia de ellos...

Amira se acerca a William y ambos se dirigen a la mesa donde tiene su mapa marcado.

—Nos enfocamos en el mes de Julio, por la gestación de nueve meses.

—Es lo que dura un embarazo.

—En las condiciones adecuadas sí. — Espeta Amira, captando la atención de William.— Pero recuerda que la gitana tenía arrastrando un problema de matriz el cual no podría tener hijos por lo que su matriz no podía soportar tanto peso.

—El cual se arregló por que le dieron tratamiento ¿no?

—Es posible si...pero se tiene que ver la posibilidad del mes de Junio...que se le adelantara.

—¿Encontraste coincidencias en ese mes?

—Si...en Estados Unidos tengo hasta el momento. — Amira agarro la carpeta donde tenía la información escrita. — veinticuatro infantes nacidos en estados unidos con el apellido de Carter y doce con el apellido de Campbell.

—¿Dónde se encuentran?

Amira paso la hoja mostrándole los lugares donde habían nacido los bebes con esos apellidos. William al ir viendo en el mapa encontró siete bebes con muy poca cercanía de Chicago.

—Iniciaremos por estos...Si no encontramos nada pasaremos a los más lejos. — El nazi se levantó y beso a la judía. — ¡Eres brillante! Por eso tu lugar es aquí, conmigo.

—Sabía que te pondría de mejor humor.

—Y también me pone de muy buen humor tener a Japón de nuestro lado. — William sonríe satisfecho. — Mientras Estados Unidos siga neutral. Significa que sigue débil.

—Sabes que Alemania no atacara Estados Unidos, William.

—Pero los japoneses idiotas sí. — William apunto al agua. —Japón y Estados Unidos ya tienen riña de años ...Los japoneses quieren petróleo y recursos naturales de islas británicas y otros lados. Sin mencionar que Estados Unidos les está cortando suministros.

—¿Qué se logrará con eso y dejándolos en paz?

—Por el momento...conquistar más territorio y ganar aliados. — William explico a Amira el plan que tenían. —Cuando superemos a los Estados Unidos...le declararemos la guerra...sin piedad.

—¿Qué sigue en los planes William?

El nazi apunta a Dinamarca y a Noruega con una amplia sonrisa.

—Para el siguiente año serán nuestros...— William acerca a la judía a él y recorre su espalda con su mano derecha. — Sin mencionar que comenzaremos a hacer campos de concentración alrededor de Polonia. Para abril del próximo año se creará Auschwitz I.

—¿Te quedaras aquí a dirigir?

—No lo sé aun...si me mueven a Auschwitz I, me encargare de hombres y mujeres. —William se reincorporo y se acomodó su uniforme quedando impecable. — Por el momento divirtámonos con lo que tenemos aquí...Vienen llegando sucias y asquerosas gitanas.  A ver si nos tocara el premio gordo y que este entre ellas.

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Las mujeres gitanas, las traían a pie, descalzas con los brazos sobre la nuca. Había guardias que se encargaban de vigilar la fila que formaban. Una vez cruzada la entrada. La puerta se cerraba.

Debido a las temperaturas frías el simple hecho de que caminaran descalzas ya era someterlas inicio de su tortura.

Al ponerlas a todas en filas unas tras otras las posicionaban en firmes. Al estar esperando su dictamen.

— Zieh Dich aus (Quítense la ropa)— William fue quien comenzó dando el primer orden. — Das ist eine Bestellung! (¡Es una orden!)

Al verse entre todas apenadas por la cantidad de hombres que había no se atrevían a moverse. William se quita el látigo que tiene en su cintura y se lo entrega a Amira.

—Me gustaría ver como manejas la situación Amira.

La judía sin pensarlo tomo el látigo. Se puso frente a ellas con su mirada recorrido a las mujeres hasta encontrar una gitana que tenía un ligero parecido a Mía Campbell en las cejas y los ojos. Amira la saco de la fila a empujones.

— Sind sie taub?( ¿Están sordas?)— La mujer que había elegido Amira solo se limitaba a cruzar miradas con ella. Tenia coraje al sentir como esta mujer se atrevía a desafiarla con la mirada. — Ist seine Rasse alles dumm? (¿Acaso su raza es toda estúpida?)

La mujer negó con la cabeza aun algo molesta e inconforme con los tratos de la judía.

— ZIEH DICH AUS! (¡QUÍTATE LA ROPA!).

Amira agito el látigo y golpeo a la prisionera en la espalda. El primer golpe fue suficiente para teñir la nieve de rojo. El grito ahogado de la mujer hizo que las demás comenzaran a quitarse la ropa. Con la piel blanca, los pies tornándose rojos por las temperaturas bajas, las prisioneras se quitaban las prendas y comenzaban a cubrir sus partes íntimas y pechos. Los soldados nazis aprovechaban a incomodar a las recién llegadas queriéndoselas comer con la mirada.

Una vez, la mujer que Amira azoto se quitó la ropa, la judía la miro con rencor al ver que a pesar del grito ahogado que dio seguía firme.

— Auf Knien (De rodillas)

La mujer y Amira cruzaron miradas una vez más y al ver que no vacilaba lentamente fue poniendo sus rodillas en la fría nieve. Sus labios temblaban y se tornaban morados, la herida de su espalda le estaba ardiendo y la sangre seguía goteando en la nieve.

Amira le entrega el látigo a William y se encarga de ponerle las manos en la nuca a la prisionera. El nazi miraba como se desempeñaba y había ya notado ese odio que le estaba agarrando a esa prisionera en específico y sabia el por qué.

William sin decirle nada le extiende la mano entregándole una barra de metal oxidada y con fisuras. Amira comprende al instante y al cogerla comienza a golpear a la prisionera en las sentaderas y la espalda baja. La piel comienza a abrirse y a exponer la carne viva de la mujer. Los gritos de esta no le tientan el corazón a Amira y continúa descargando su odio hacia la prisionera gitana.

Las demás mujeres veían con pavor a la judía y al comandante nazi que se enamoraba mas de ella al ver como disfrutaba despedazar a sus víctimas.

Una vez Amira se canso de disciplinar a la gitana, dio un vistazo rápido a todas las demás. Su mano seguía sosteniendo la barra y temblaba del coraje que aun sentía.

—La mayoría está aptas para trabajar William. —Apunta hacia cuatro mujeres. — Menos la manca, la embarazada, la que esta con ojeras y la maldita anciana...Serán peso muerto y nos costarán recursos sin obtener nada a cambio.

William se agacha a revisar a la mujer que Amira a disciplinado y nota que aun sobre la nieve entro en shock y tiembla del dolor.

—Steh auf...dreckige, ekelhafte, unreine und ekelhafte Roma-Scheiße (Levantate...sucia, asquerosa, impura y repugnante romaní de mierda).

La mujer apoyo sus brazos en la fría nieve e intento levantarse. Sin embargo, le fue imposible y se quedo tendida en la nieve de nuevo.

—Nu pot... domnule (N-no puedo...Señor)

William no entiende el idioma que habla. Se acerca a pisar sus manos que tiene en el piso. La gitana chilla de dolor. El nazi sigue poniendo fuerza en su pisada hasta que se escucha los huesos de sus falanges tronar. La mujer ahoga el grito intentando llevarse a la boca nieve que había en el suelo.

—Está hablando romaní. — Amira le informo a William.— Una lengua sucia y asquerosa como ella.

William se limitó a escupirle en el rostro mientras seguía en el piso. Miro todas las mujeres y como los veían con miedo.

—¡Atención asquerosas ratas inferiores! ¡Sucias inmundas! 

Al ver que dirigieron su mirada a él, comprendido que entendían lo que quería transmitirles en el idioma inglés.

— Esto es un campo de concentración...¡No están de vacaciones!¡No están aquí para opinar! En algunos otros se trabaja de forma diferente...pero en este yo estoy a cargo... Su único maldito propósito aquí es trabajar de forma forzada. Su recompensa...un plato de sopa con verduras a las cinco de la tarde...en las mañanas podrán desayunar una taza de café con pan.

Al ver que las mujeres seguían atentas, miro a Amira y de nuevo paso sus ojos a las mujeres, continuando.

—Cualquier molestia...la doctora Sigrid Meyer se encargará de atenderlas.

William comenzó a dividir a las mujeres entre las que Amira descarto como inservibles y las aptas para trabajar. En cuanto a la gitana que seguía en el piso William con un chasquido de dedos, ordeno que se la llevaran a la enfermería donde Amira se encargaría de "atender" sus heridas.

Como buena bienvenida dejaron a las mujeres paradas en el frió, desnudas, en posición de firmes. Posteriormente permitirían a los soldados que saciaran sus necesidades con las recién llegadas. De este modo podrían ver que mujeres estaban mas fuertes para el trabajo forzado y cuales no a pesar de verse bien por fuera.

También como forma de identificación, les ponían un tatuaje con su número de prisioneras y el tipo de sangre que eran para poder disponer de ellas si lo requerían.

Pasando las horas Amira tenía en la camilla la gitana que ella misma había golpeado.

Cogió una jeringa y la lleno de cemento fresco y líquido. Acto seguido,  vertió el cemento en la matriz de la gitana.

Amira comenzó a hacer apuntes en un cuaderno para ver las reacciones del cuerpo de la mujer al recibir cemento fresco.

William estaba inspeccionando todo lo que hacía. El seguía fascinado de ver todo lo que se le ocurría a la mente retorcida de la judía. Sabia que seguirla dejando hacer experimentos le ayudaría a satisfacer sus necesidades y curiosidades.

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Después de seis horas aproximadamente las mujeres que habían sido seleccionadas para trabajos forzados estaban ya en sus espacios intentando acomodarse. En cuanto a las que habían sido consideradas que generarían más gasto las pusieron de rodillas y se encargaron de fusilarlas al instante.

Esto solo era el comienzo de lo que Alemania nazi haría con las personas que cayeran en campos de concentraciones.

-----Martes 9 de abril de 1940 Hawaii Honolulu, Pearl Harbor 10:02 PM-----

El tiempo seguía pasando y la guerra seguía desatándose. La Unión Soviética desde noviembre del año pasado estaba en la llamada guerra de invierno en la que atacaban sin piedad a Finlandia. Los finlandeses ceden a la Unión Soviética las costas del norte del lago Lagoda. También ceden la pequeña la costa finlandesa del Océano Ártico.

De igual modo para esas fechas ya se difundía en la radio que Alemania estaba invadiendo Dinamarca y Noruega. Ese mismo día Dinamarca se rinde sin poner resistencia y el que queda es Noruega.

Las cosas seguían tensando la situación y cada vez más países se involucraban en este conflicto bélico.

Para estas alturas la pequeña Emma ya balbuceaba bastante, y entendía el lenguaje de señas que comenzaban a aprender los de su alrededor. Daba sus primeros pasos sosteniéndose de diferentes lados y disfrutaba arrojar objetos.

Debido a que su audición estaba bastante limitada, el ellos esperar un "mamá" o "papá" era algo que no estaba en sus planes. Sin embargo, entendía algunas ordenes por movimiento.

Disfrutaban de relativa paz. Mía y Carter estaban a cinco días de contraer matrimonio. Se había acordado que se casarían en la misma fecha de cumpleaños que Mía. Para su bien, la neutralidad de Estados Unidos, les permitía estar tranquilos en su nuevo estilo de vida por el momento.

Sin embargo, con todos los acontecimientos mundiales pasando las cosas parecían estar enfocadas mas en el desenlace de la segunda guerra mundial.

Para estas alturas ya se había difundido en la radio los campos de concentración y los métodos inhumanos de los nazis. Ya no era un secreto que eran unos dictadores tiranos.

El entrenamiento de los ya mencionados, también seguía dando más frutos. Las cuerdas ya habían quedado atrás para ellos. Ahora se enfocaban en destruir objetos en movimiento y aprender a conseguir comida por medio de la naturaleza.

James parecía ser muy extremista. Pero era visionario y lograba ver más allá de todo. Estaba ya tanteando que Alemania seria un territorio bastante hostil y no podrían robar comida o tener suministros siempre. Así que los enseñaba a conseguir sus propios alimentes, mediante árboles, frutos. Se encargaba de decirles que si y que no comer.

De igual modo para el mafioso las ventas seguían incrementando y hasta el momento no tenían información de William o Amira asechando. Lo que quería decir que Emma ni Korina corrían peligro. Por ahora.

Otro gran avance era el carácter de Mía. James estaba logrando forjar un carácter mas duro en su hija. Esto le permitía pensar con mas frialdad en muchas situaciones sin quedarse inmóvil.

Debido a que ya no tenia que preocuparse por amamantar a Emma. Mía estaba considerando comenzar a tapar la mayoría de sus cicatrices. No quería que la definieran ya como su pasado. Estaba enseñándose a soltar y aceptar todo lo que había recorrido hasta el momento.

Comprendía que no podía borrar lo que le habían hecho. Pero, le servía para saber que no quería que Emma  pasara por algo así nunca. Para Korina ya era tarde y la tenían que comenzar a enseñar a usar armas. Sobre todo, porque ya los nazis cometían abusos atroces con jóvenes de esa edad. Le duro muy poco su niñez sana a Korina. Pero habían hecho lo mejor en sus posibilidades para que ella se sintiera como parte de la familia que formaban.

Alemania de manera alarmante conseguía simpatizantes y conquistas. Mientras Estados Unidos seguía neutral para poder seguir haciéndose fuerte nuevamente. Solo era cuestión de tiempo para que los nazis siguieran mostrándose ambiciosos y poderosos.

-----martes 3 de diciembre de 1940. Campo de concentración de Ravensbrück 6:14 AM-----

—¡William!— Amira llega con noticias importantes para el nazi.— Creo que esta vez tengo algo.

El nazi sabe que se refiere al caso de su hermano.

—Después de tanto tiempo sigues buscando...— William ve a la judía emocionada...como nunca y sabe que debe consentir a su ahora esposa. —¿Qué encontraste?

—Me fui un mes más atrás de las fechas en que se dijo que nacería su bastardo...— Amira le muestra los papeles archivados a William y este se impresiona. — Un bebe de siete meses fue registrado en territorio estadounidense.

—Déjame ver eso.— La judía le entrega los papeles a William y al instante sabe que tienen que ser ellos.— Emma...

—¡Son ellos!

—El nombre de la madre no está...

—Si esta...— Amira le apunta a una tal Jaqueline Skymoore.— Es ella...

—Dame mas que simples corazonadas Amira.

—Monitoreamos todo desde que les perdimos la pista y nunca hemos encontrado esos nombres que buscamos. — Al ver a William, ve que ambos están de acuerdo.— Este nombre de Jaqueline Skymoore ...siempre aparece cada que Walter Morgan tiene movimientos de dinero.

—Son inversionistas Amira...

—No, eso es lo que ellos quieren que pienses, pero ¿Recuerdas cuando la gitana estuvo en prisión? — William asiente con la cabeza. El a estas alturas sabe que ella tiene un hilo del cual está tirando. — Walter Morgan...Fue el nombre que James M Campbell  utilizo para decir que era prensa.

William ahora comenzaba a entender lo que Amira había descubierto.

—¿Dejo un hueco el anciano de mierda?

—Sin mencionar que a pesar de que la bastarda esa...tiene el nombre de Emma...

—¿Dónde se encuentran? Hasta el momento es la información más valiosa y certera de ellos.

Amira enseña el resto de los papeles y William se sorprende.

—Honolulu...Hospital de la marina de primera clase de Pearl Harbor.— El nazi sentía una corazonada esta vez al tener esta información.—Te quedas a cargo...tengo que salir...

—Tenemos que salir...

—No pienses por un segundo que voy a permitir que...mi esposa viaje a territorio hostil. — William dio una orden clara.

—Te reconocerán a kilómetros de lejanía. — Refuto haciendo pensar a William.

—¿A ti no?

—Recuerda que soy buena en lo que hago. — Pauso y dejo pensando a William un poco. — La maestra del disfraz ¿Ya se te olvido en chicago?

—Conocen todos tus personajes Amira.

—Se crean nuevos...

—¡NO! — William golpea la mesa frustrada. — No pienso arriesgarte...

—William...— Amira se acerca al nazi una vez que lo ha mirado alterado. Traga saliva e intenta tranquilizarlo. —Tengo el atuendo perfecto para no levantar sospechas...¡No me quites esto! William.

Después de escuchar a la judía, el nazi le permite hablar y explicarle en que consiste su retorcido plan. Le permite continuar.

—Una de las mujeres que trabaja de forma forzada...acaba de dar a luz hace tres meses atrás. — La judía intenta plantear y tantear el terreno. —Estados Unidos esta abriendo las puertas a refugiados...con ese maldito crió tendremos el permiso de pasar sin ser interrogados. Los papeles de ellos los tenemos nosotros.

—Sabes que si nos ausentamos demasiado...tendremos problemas.

—Mándales cartas explicándoles como esta de armada la base naval Pearl Harbor...

William se quedo pensando en las posibilidades. Tenia un punto muy válido la judía.

—¿Qué tienes en mente Amira?

—Lo que somos...

William tenia dudas. Amira lo sabía, así que decidió meter más presión.

—Un Aleman en contra de los nazis , enamorado de una judía...Escapamos de Alemania después de que te rehusaras a hacer el saludo fascista y solicitamos asilo político por que nuestro maldito bastardo...estará enfermo.

—El bebe está sano...la madre está trabajando seis horas más con tal de que no le hagamos nada a su maldito crió y por una porción más de sopa.

—¿Enserio? — Amira se sacó de su bolsa una jeringa la cual mostró a su esposo. —Yo creo que se ve con una fiebre.

Después de plantear este macabro plan...William ya sabia por donde marchaba la retorcida idea de Amira.

Próximo capitulo titulado "Cabos sueltos" ¿Ideas?

https://youtu.be/A_-ifjz0KF0