X Justicia torcida

-----Jueves 14 de abril de 1938 Sala de interrogatorio-----

Campbell estaba sentada frente a Kaya esperando una respuesta. La observa cruzarse de brazos decidida a no querer comentar nada.

—Si no me das algo para ayudarte...No poder hacer nada

—¡Tienes el poder de hacer todo Mía!¡Déjame ir!

—¿Cómo conoces a Ethan Reed? — Habla Mía—¿Qué te ofrecieron para llevarme? ¿Dinero? ¿Seguridad?

—Y-yo

Mía nota que si sigue presionando lograra obtener algo importante.

—¡KAYA!¡HABLAME!

Al instante por esa puerta entra el oficial Blackstone.

—¡Se acabo el tiempo Mía!

Campbell gira a ver al hombre irritada.

— Yo me encargo de trasladar a la señorita a Joliett— Blackstone confirma una vez más de forma autoritaria.

—¡Extiende lo más que puedas! — La inspectora se gira una vez mas a ver a Kaya y nota que todo ese deseo de querer hablar se ha esfumado. Su semblante se lo transmite.

—Pierdes tu tiempo inspectora — Kaya se pone de pie por si sola. —Solo te lleve a ese lugar porque quería que vieran que los negros estamos cansados de ser pisoteados ¡Es mero odio racial!

Campbell coge del hombro a Kaya y ambas cruzan miradas.

—Kaya ¿Qué está pasando? — Se acerca un poco mas a ella y en forma de susurro habal con ella.—¿Quién te esta intimidando?¿Quien te esta lastimando?¡Puedo ayudarte!

—Nadie me molesta, No somos amigas ¡¿Entiendes?! — Mía sabía que había algo más detrás de esas palabras, pero sin que Kaya ayudara, le era muy difícil abrir un caso para ayudarla. — Te quiero ver muerta... tu y yo no somos mas que conocidas que coincidieron por un Elefante.

Kaya de forma brusca se alejó del contacto de Mía y miro con el mayor respeto posible a Blackstone.

—Oficial— Mía se acercó a Blackstone y le cogió del hombro. — ¿A dónde la va a trasladar?

—¡Joliett!— Respondió tajante.— Sus actos son considerados antipatrióticos.

—¡Tiene diecisiete años! — Habla Mía decidida. — A los menores se les manda centros de corrección... mándala a terapia; Escribe una orden. Cual sea, menos la doctora Amelia Blackwood!

—Cuando son menores de edad lo normal es que se envíen a centros para menores. — Cogió del brazo a kaya y la empujo ligeramente para sacarla de ese cuarto de interrogatorio. —Pero...no es un privilegio que gente como ella tenga, inspectora. Los negros no pueden ir pidiendo respeto asi...

—¡Afroamericanos! — La colera de Mía se enciende. —En mi presencia, les dices afroamericanos...evita esos títulos de negros, esclavos, simios... cualquier termino que use para discriminar

—Llevare a la menor...a Joliett ¿Mejor?

Blackstone y Campbell se lanzan una ultima mirada. Mía en segundos pasa a ver a Kaya.

—¡Te voy a ayudar!

La chica no podía evitar sentir confianza en Mía. Pero la vida él había enseñado a su corta edad que no podía fiarse de alguien así de sencillo. Siempre había un plan de por medio o un beneficio para las otras personas.

—¡NO TE VOY A DEJAR SOLA KAYA!— Grito Mía haciendo un nudo en el estómago de la chica. La morena agacho la cabeza y se comenzó a limpiar las lágrimas que salían.

Blackstone la siguió custodiando y la encamino a Jolliet. Caminaron hasta llevarla al auto. Por el retrovisor veía a la chica y acomodaba el espejo para detallar a la morena de rizos esponjados.

—Así me gusta, Simio parlante

Kaya entro en segundos en su caparazón con el que normalmente se enfrentaba al día a día.

—La inspectora dijo que...

—En su presencia no te hablara así...¿La vez presente?— La mirada de Kaya y el chocaron y ella sentía incomodidad al este hombre verla por el espejo.—Por que yo no la veo... estúpida.

—Puedes...por favor decirme por mi nombre.

—Créeme que lo are...

Blackstone sin dejar de ver a la chica por el espejo maneja hasta llegar a Joliett.

El racista oficial la entrega los oficiales de primer ingreso y pasan por la rutina de revisión, desnudarlas, bañarlas, hacer chequeo por medio del tacto.

Al ver que una mujer de color es ingresada a prisión. Blackstone le entrega una caja con sus sabanas que ella misma tiene que poner. Su almohada y una toalla junto con una pastilla de jabón.

Por rutina tienen que conocer su celda y acomodarse. Pero Blackstone decide llevarla a aislamiento el primer día. Todo con el fin de poder cometer sus fechorías sin que nadie este presente.

Kaya observa cómo es que pasa por la sección de presas femeninas y es apartada por un gran pasillo donde hay dos puertas que funcionan a base de mecanismos.

—¡Camina! — Blackstone empuja a Kaya. El oficial siente como es qua la joven morena está oponiendo resistencia. —¿Eres sorda?

—¡Quiero hablar con la inspectora Mía Campbell! ¡¡Ahora si quiero hablar!! — Refuta preocupada. —Debes de llevarme a mi celda

—Para los negros...las ordenes son diferentes. — El oficial coloca la macana en el pecho de Kaya y la empuja hacia atrás. —¡Camina!

—¡QUIERO VER A MÍA CAMPBELL!¡HE CUMPLIDO CON TODO LO QUE ME HA PEDIDO!

Con fuerzas Blackstone planta una cachetada en Kaya y la jala del brazo. Su charola con sus pertenencias cae el piso. La carga en el hombro con facilidad; La morena patalea y grita con todas sus fuerzas, sin embargo, esos gritos son inútiles pues ve que los oficiales que están en las puertas se retiran dejando el pasillo solo.

—¡BAJAME!¡ESTAS VIOLANDO MIS DERECHOS!¡SOY UNA MENOR Y TE METERAS EN PROBLEMAS!

—¿Tus derechos? — Abre la puerta de aislamiento arrojando con fuerzas a Kaya. Ella se reincorpora para intentar salir de ese cuarto sin ventanas y ve que el oficial ya ha cerrado la puerta quedando el dentro con ella. —¡Los negros no tienen derechos!

—¡LARGATE!

—Ya has pasado por esto antes con el salvaje de arriba ¿no?

—¡EXIJO A LA INSPECTORA CAMPBELL!

—Muy tarde ...Tuviste tu oportunidad y la mandaste a la mierda Kaya— El oficial se desabotona su camisa y se toma todo el tiempo del mundo para imaginar todo lo que está en su poder en ese momento.

----- Hogar Carter y Campbell 6:41 PM-----

Mía está agotada...ha sido un día muy difícil al tener que ver a Andrew, ir a terapia de Blackwood, interrogar a Kaya. Siente que en cuanto ponga su cabeza en la almohada se ira al ultimo sueño y no despertara hasta dentro de cuatro días.

—¡Feliz cumpleaños! — Carter se acerca a ella y le entrega un platillo que él ha preparado.

Nota a su prometida tensa. Pone el palto en la mesa y se acerca a pasas sus manos por sus hombros comenzando a masajearle.

—Deshacemos esos nudos...Hermosa y bella prometida. — Carter nota que en su mirada hay melancolía y se acerca a besar la frente de la inspectora. —¿Esta todo bien?

—No del todo...— Estira sus brazos junto con sus hombros y su cuello truena al instante. Tiene mucha tensión. —¡Fue un día terrible Carter!

—¿Qué pasa? — Aprieta con fuerzas sus hombros para deshacer los nudos. —¿Te recuerda que hace un año estabas con Andrew?— Carter desliza sus brazos sobre los hombros de Mía y le deposita un tierno beso.—Hace un año pensé que te perdería.

—Y sin embargo. — Mía sonríe al sentir a Carter tan cerca de ella. —Aquí seguimos... Ahora comprometidos — Busca la mirada de Carter , pasa sus dedos por el cabello de él y lo besa.—¡No paro de pensar en kaya!...tengo un presentimiento que hice algo mal.

—Ella no quiso cooperar Mía — Carter tranquilizo a Campbell, sabia como podía llegar a ser la inspectora. —Además sea culpable o no...te entrego a ese estupido ...y Reed si quería lastimarte.

—No es lo único que me preocupa...— Mía decide compartir con Jack los hechos de hoy. —Blackwood... me dio mi terapia en la prisión Joliett

Carter la separa de el sorprendido y ve en su mirada una capa de agua.

—M-me dijo que tenia que enfrentar mis miedos

—¿Eso te dijo? — La mirada de Carter oscurecía furioso con esta doctora. —¡¿Qué clase de enferma es?!

Mía sabía que Jack Carter estaba furioso. Notaba las venas de su frente saltar y su mandíbula tensarse.

— Mañana voy a ir a hablar con ella

—Jack...No creo que sea....

—¡Es necesario! — Interrumpió. — Primero. Su papel extraño donde pareces ser la culpable del aborto...Ahora quiere que hagas las paces con ese...hijo de puta.

—Dice que los terapeutas tienen su modo de trabajar

—¡Su maldito culo tiene modo de trabajar! — Carter estaba furioso. —¿Te hizo algo ese idiota? ¿Te hicieron algo por culpa de ella?

Carter dio vuelta como león enjaulado. Mía sabia que su prometido estaba a otro nivel de enfado con la doctora.

—Jack — Escucho como el hombre hablaba para sí mismo arrastrando la lengua. —Jack

Llamo por segunda vez y no hubo respuesta. Al contrario, sus puños eran apretados con mas fuerzas. Mía sentía un aura peligrosa y hasta asesino en Carter. Le recordó a ese día que tenía a Logan frente a él.

—¡Esa mujer! Me va a conocer y se va a arrepentir de...

—¡DEDRIK! —Mía alzo la voz y saco de ese pensamiento peligroso a Carter. El le miro con los ojos un tanto sorprendidos.

—Nunca me has dicho así...

—¡Tranquilo! — Hablo intentando buscar la mirada de Carter. —¿Qué pasa?

—Estoy nervioso...— Expreso. — En estos días han desaparecido más oficiales y personas. — Saco el periódico mostrándole a Mía. — No tenemos nada...y con William rondando ...me pongo más temperamental.

—Este caso es confuso — Expresa Mía. — Mínimo con Andrew...teníamos cuerpos evidencia. — Tranquilizo a Carter quien seguía alterado. — Aquí es como si la tierra se los hubiese tragado... No hay rastros, no hay pisadas, no hay nada; Solo desaparecieron o nunca existieron... ¿Cómo podemos iniciar buscando algo que no nos da nada?

—Tienes razón — Lanzo un suspiro al aire. —¡Lo siento!...estoy cansado

Mía se puso de pie y paso y Carter busco refugio en la inspectora. Se sentía abrumado y estancado.

----- Prisión Joliett sección femenil, Aislamiento 8:25 PM-----

Una aturdida Kaya estaba arrinconada en una esquina temblando del frio que sentía penetrar hasta sus huesos.

Blackstone antes de cerrar la puerta le da una última mirada.

—Si se entera alguien mas de esto...sabre que eres una rata...— Kaya sin querer siquiera verle pasa sus manos por sus piernas cubriendo su rostro. —¡Porque solo tú y yo sabemos y yo no pienso decir nada!

—No saldrá de aquí.

— Buena niña—Antes de irse se acerca a ella y le alborota el cabello. — ¡Lamento lo del baño con agua a presión! Teníamos que borrar todo rastro de...

— ¡Lo sé!

El oficial corrupto cierra esa puerta dejándola a solas en la oscuridad. Solo entro a dejarle su cobija y las cosas que previamente había tirado antes de ingresarla al cuarto.

Una vez ella está a solas, comienza a dejar salir todo el llanto que tiene en el pecho. Golpea con desesperación el piso y siente dolor en todo su cuerpo.

«¡Mía!» Un fuerte llanto que intenta ahogar evidencia su dolor y lo desecha que se siente.

«¡AYUDAME! ¡POR FAVOR!»

----- Lunes 28 de abril de 1938. Laboratorio subterráneo nazi 1:43 AM-----

Amelia Blackwood tenía días trabajando casi toda la noche, en la mañana seguía en su rol de terapeuta y seguía moviéndose a escondidas siendo una excelente maestra del disfraz.

El subterráneo tenía días apestando carne quemada.

—¡NO ESTA FUNCIONANDO! — Se notaban sus ojeras fastidiadas de ver los mismos resultados. Hombres con el cerebro fundido, que tendrían uno o dos días más de vida, delo mal que quedaban. Sus ojos explotando de sus cuencas. Y teniendo injertos de piel muerta en diversas partes del cuerpo que comenzaban a pudrir su cuerpo.

— ¡Trae al siguiente!

Reed se acerco al corral donde tenían ya quince personas más. A pesar de que la doctora ordeno que fueran hombres, mujeres y niños. Los nazis seguían llevando soldados. Poco a poco se extendían con el fin de seguir debilitando las fuerzas especiales de los Estados Unidos Americanos. Reed sabia cosas por el mismo Hitler que los demás nazis no tenían confirmado aún. Beneficios de ser la mano derecha de uno de los mayores sádicos de la historia.

El sabía que para 1939 tenían que ser una maldita plaga esparcida, como un cáncer. Planeaban dejar en fase "terminal" a los Estados Unidos para poder tomar el control y la ventaja en la guerra.

Puso en la silla a un nuevo hombre.

—Numero 27. — Hablo Blackwood.— Esta vez conecto una nueva diadema que cubría gran parte de su cabeza. Pero nada se incrustaba en su cerebro, solo serian descargas eléctricas revolviendo el cerebro de las personas hasta lograr su objetivo. —¡Tú vas a poder durar más que tus demás compañeros! — Le inyecto debajo de la nuca el mismo líquido que a todos. Los gritos comenzaron a envolver el lugar y eso a cualquier valiente sin duda los hacían sentir un escalofrió.

—¡ESTAS LOCA!¡ESTAS DEMENTE! — Giraba mientras Reed apretaba la nariz del hombre para que se viera obligado a abrir a la boca. Ethan era mas violento con ellos y en veces refundía el trapo hasta que ellos se vomitaban de que ese trapo tocaba su campanilla.

—¡CALLATE!

Reed le daba palmadas en las mejillas sintiendo al hombre sudar en frio.

—¡Mira! ¿A donde te llevo tu patria? — Río sínicamente. — A tu tumba...y me asegurare de que te duela hasta que dejes de respirar.

Una vez Amelia se aseguro de conectar la nueva diadema. Comenzó con descargas relativamente bajas para así ver como se comportaba la nueva diadema al conducir energía. Ella el ver que cumplía sus funciones dio un aumento a los choques y comenzó a ver como el hombre comenzaba a saltar sus venas de su frente, y de todo su cuello mientras comenzaba a enrojecerse.

—¡No esta oliendo a quemado esta vez! — Habla Reed viendo como puede ser posible que tengan un resultado diferente con la nueva diadema. —¡Alto!

Amelia apaga el interruptor y se acerca al hombre quien se ve fatigado. William retira el trapo de su boca para dejarlo hablar.

—Tu nombre es...

—¡CHARLES MOORE!

—Tu nombre es Charles Becker... y sirves a los nazis como espía.

—¡PUDRETE! — El oficial escupe al rostro de Reed. William con violencia le metió el trapo hasta hacerlo vomitar. Y comenzaba a darle un fuerte dolor de estómago del esfuerzo que hacía al regresar.

—¡CERDO AMERICANO!

Amelia Blackwood aumenta a niveles más altos. Con la otra diadema el cerebro y los ojos de los otros sujetos de prueba ya reventaría.

—Aumentando la energía a 65% — Amelia lleva registro y prende la maquina tensando una vez mas al hombre. Su cuerpo comienza a moverse de forma mas violenta y los cinturones son lo único que lo mantiene pegado a la silla. — Según la teoría... el cerebro comienza a perder información aumentando a los 180 voltios.

—¿A cuánto esta? — Pregunta y ve la máquina. — 120...

Amelia detiene la maquina y ve al sujeto de prueba que su cabeza cae como si se desmayara. Se acerca tomar sus signos vitales y sabe que sigue vivo.

—¿Quién eres?

—¡Charles! Charles Moore

—¡IDIOTA!

Amelia coloca el trapo una vez mas y aumenta los voltios a 180. Sin avisar prende la maquina una vez más y se acerca a ver al sujeto. Percibe que sus pupilas se han emblanquecido. Su cuerpo comienza convulsionarse.

— ¡ERES CHARLES BACKER! ¡SIRVES A LOS NAZIS Y ERES UN ESPIA!

Ethan Reed sigue en silencio viendo cómo es que el sujeto no le han explotado los ojos como ampolla. « ¡Tiene que funcionar!»

William levanto la mano indicándole a Amelia que dejara de darle más descargas al hombre. Blackwood se apresuró a ir a bajar el interruptor y el hombre que estaba siendo sometido a torturas con descargas eléctricas parecía que había muerto.

La doctora se acercó a revisar sus signos vitales y logro encontrar el débil pulso del hombre que no lograba responder. Sus ojos seguían en blanco. Reed le quito el trapo de la boca y sintió al hombre mero peso muerto.

—Es el primero que aguanta esa cantidad y sigue dando signos vitales — Habla Amelia viendo la nueva diadema. —¡FUNCIONA!

En cuestión de segundos el hombre comienza a hacer quejidos de dolor. Y regresa en sí.

Blackwood mira a Reed y es quien decide iniciar la conversación con él.

— ¿Soldado? ¿Recuerda su nombre? — Amelia saca su lámpara de bolsillo y revisa sus pupilas. Sus signos cardiacos parecen estar regresando a la normalidad. — ¿Sabe quién es?

—Soy...Soy Charles Becker...—

Ethan Reed libera los fajos que sostienen al hombre y al instante se lleva las manos a la cabeza.

— ¿Qué ha pasado? — El aturdido soldado al ver el traje y el gorro de William con los símbolos nazi se pone de pie y hace el singular saludo fascista. — ¡Heil Hitler!

— Descansa soldado—Regresa el saludo con una macabra sonrisa mirando a Amelia quien está en la misma fascinación que William. — ¡Llévenselo a descansar y que se recupere!— Ordena a uno sus hombres que le proporcionen comida y agua.

Una vez el hombre se retira Amelia busca en sus apuntes lo que sigue de la teoría.

—Pasaremos con el sujeto a la fase dos.

— ¿En qué consiste la fase dos?

—El hombre tiene el cerebro como un maldito huevo revuelto...Lo único que contiene su cerebro fue la información que le metimos sobre quien era, e hizo conexión con algunas palabras. — Ella puso en una mesa un frasco sin etiquetar. — Podemos meter la información que queramos y veamos cómo reacciona...Tomara este medicamento que le ayudara a retener la información que le vamos a ir metiendo en su cabeza.

— ¿Entonces 'puede desconfiar de momento de nosotros?

— ¡Es como un animal! Esta confundido e indefenso...— Explica la doctora a William. — Pero usaremos eso a nuestro favor...Dale a un animal comida y...

— ¡Te será leal el resto de tu vida!— William se acercó al corral y noto miedo en las personas que habían observado lo que había pasado con su compañero. — ¡Pongamos a prueba a otro!

— Entre más sujetos pasen de forma exitosa...Podemos proceder a traerlo a él y sacarle toda la información y meterle a nuestro antojo la que se nos de la gana...De ser correcto Estados unidos no tendrá un soplón que nos derrumben campos de concentración.

-----Prisión Joliett 11:13 AM Zona de visitas-----

Mía Campbell es esperaba de forma paciente a Kaya tenía días queriendo ver a la chica y le resultaba muy difícil el papeleo. Decidió saltarse las formalidades y llego exigiendo hablar con ella por ser cómplice en un caso.

De pie cruzada de brazos esperaba a la joven. Su semblante ya reflejaba impaciencia por querer saber de ella después de tantos días.

— ¡Mía!— Expresa Kaya al verla en ese lugar.

Mía se acerca y nota de primera instancia que los pasos de la adolecente son lentos y torpes.

— ¡Retírese caballero!— El sexto sentido de Mía esta alerta rastreando que algo no está bien aquí. — Este tema requiere total confidencialidad.

— Como ordene inspectora— El carcelero se retira no sin antes ir a la oficina a hacer una llamada a la doctora Blackwood. Marca al teléfono y no bastan ni dos timbres para ser atendido.

— ¿Dime? — Se escucha por la otra línea una voz cansada y que seguía durmiendo.

— ¡Ella está aquí! —Traga grueso pensando que se molestara. — La inspectora Mía Campbell...se ha saltado los protocolos

— ¿Está hablando con la menor?

— Si señorita

— ¿Blackstone está en servicio?

— ¡Afirmativo!— Certero y concreto responde el oficial.

— Si pregunta por el la inspectora...llévala hacia el...y no interfieran... ¡Es una orden!

— ¿En que no debemos interferir?

—Ya sabrás. — Un silencio se formó entre ambos. — Refuerza las salidas...Llegare con la orden para que no salga...las cosas se van a poner interesantes.

—Si señorita Blackwood.

El oficial comenzó a mover a las personas según las ordenes de Blackwood.

Mientras estos acontecimientos pasaban en la prisión Joliett. Andrew comenzó a ver movimiento sabiendo que la doctora estaba agitando las aguas dentro.

— ¡Campbell! En inteligencia...Blackwood te va a destrozar; Directo a la trampa...Y serás mi puta aquí dentro.

Mía sin siquiera ser consciente de lo que pasaba fuera se sienta y espera a que Kaya tome asiento al lado de ella.

—Acompáñame. — Hace una seña con la mano. Campbell una vez más nota como la joven con pasos lentos y un tanto torpes se sienta con mucho trabajo y de manera lenta. Con una de sus manos agarra a la altura de su matriz. Tiene ojeras y se le ve un color muy pálido. — ¿Noche pesada?

—Los colchones de prisión no son cómodos. — Expresa recostando su cabeza en la mesa. —¿Vienes a sacarme?

—Necesito que me des algo para poder sacarte.

-----Consultorio Blackwood 12:14 PM-----

La doctora Blackwood estaba buscado juntar todos los papeles para poder dirigirse a Joliett y emprender su plan que al parecer comenzaba a marchar a la perfección.

— ¡Disculpe señorita!— Una voz masculina resonó por el lugar y ella sabía quién era. Sin mostrar su rosto sin ningún atuendo ni maquillaje mantiene su identidad oculta. —Necesitamos hablar

— ¡Inspector Carter! Con gusto lo atiendo...pero me podría esperar afuera unos minutos...estoy buscando unos papeles y estoy un poco indispuesta. — Pedía agachada en su escritorio como si rebuscara algo.

— Por supuesto— Carter cierra la puerta, respetando la privacidad de la doctora.

« ¿Qué haces aquí?» Blackwood comienza a tener unas extrañas ideas en su cabeza. « ¿Sera posible?...Vienes buscando cosas prohibidas.»

Ella se comenzó a poner su grandioso cambio con el maquillaje para lograr seguir oculta entre las sombras.

No pasaron muchos minutos cuando ella abrió la puerta y Carter entro con una enorme sonrisa saludando a la mujer. Se quita el sombrero en señal de respeto. Y le indica que tome asiento. Una vez ella está sentada Carter prosigue a sentarse en la silla frente a ella.

— ¿En que lo puedo ayudar inspector?

— ¡Necesitamos hablar!— Carter nota el prominente escote en el busto de la mujer y rueda los ojos hacia otro lado un tanto inconforme con la vestimenta de esta doctora.

— ¡Soy todo oídos Jack Carter!— Se acomoda en el asiento con una amplia sonrisa.— ¿Para que soy buena?

—Me alegra que lo pregunte. — Carter comienza a buscar en su saco, decide iniciar de la manera más amigable posible.— ¡Mía Campbell no está teniendo muy buenos avances en su terapia!

— ¡Lo sé!— Explica sin parecer sorprendida. — Sus arranques de rabia están empeorando

— Se lo voy a poner de la manera más sencilla y lo voy a decir de la manera más amable — La sonrisa de Carter se borró al instante y junto las yemas de sus dedos. Su mirada era penetrante y Blackwood sentía un aura muy parecido al de cuando William Wolf estaba al lado de ella. — ¡En su vida mande de nuevo a Campbell con Andrew!

—La inspectora no está bien...mis métodos...

—Sus métodos ¡¡Me dan asco!! — Interrumpió a Amelia quien le lanzo una mirada penetrante y se encontró con un Jack Carter que era de temer.

— Si sigue metiéndose con mi "prometida". — Enfatizo y a Blackwood le ardió la sangre al ver lo mucho que Carter estaba dispuesto a pelear por Mía—¡Deseara no haberme conocido!

—Soy una profesional agente Carter. — Siguió en su papel pues de lo contrario podía comprometer las cosas. —Lamento que sienta que es personal...

—La mano no me va a temblar...por que sea una mujer, doctora...Nadie sabrá de usted y recurriré a métodos poco legales...

-----Prisión Joliett zona de visita 12:45 PM-----

—Solo sácame de aquí Campbell. — Pidió Kaya con desesperación. — ¡Desaparéceme de aquí! ¡Por favor!

—¡Háblame Kaya!¿Que te han hecho?— Campbell miro que la chica tenía su mirada perdida y no se atrevía a entablar contacto visual con ella por un tiempo prolongado.

Mía recordó que la única vez que ella estaba mostrando los mismos patrones era cuando Logan había abusado de ella. La mirada de Campbell se comenzó a oscurecer y clavo la mirada en Kaya.

— ¿Te hicieron cosas indebidas Kaya? — La joven morena se sorprende al escuchar que Mía ha dado justo en el clavo sin que le tomara mucho acertar. — ¡Confía en mí!

Kaya sin emitir sonido comienza a derramar lágrimas y acierta con la cabeza derrumbándose frente a Mía. Ella en su acto empático y sabiendo cómo se sienten después de un acto tan inhumano se acerca a ella y la abraza con todas sus fuerzas.

Mía comienza a formar su mapa mental y sus ojos buscaban una conexión al parecer dentro de su organigrama. De manera eficiente comenzaba a sacar apellidos de oficiales que ella notaba eran evidentemente prejuiciosos.

— ¡Tengo miedo!— Hablo Kaya sintiéndose segura entre los brazos de Mía. —Tu no debes de saber

— Yo debo de saber— Mía intentaba consolar a Kaya, pero era inútil, su cuerpo temblaba de miedo. — ¡Dame el nombre Kaya!¿Cual cerdo de aquí fue?

—N-no puedo

—¿Tu vida corre peligro?

Ella se encogió afirmando con la cabeza sintiendo un enorme miedo por todo ahora que la inspectora sabía la verdad.

Próximo Capitulo "Yo soy la justicia" ¿Ideas?

https://youtu.be/FsQkM5ZxLgM

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