IX Muerte en vida
-----Jueves 31 de marzo de 1938 Hogar Carter & Campbell 7:45 AM-----
Carter pasa su brazo sobre Mía quien comienza a despertar al sentir el toque de Carter.
— ¡Buenos días prometida!— En la abraza con fuerzas. Mía ríe al escuchar a Carter.
— ¡Buen día!— Besa a su ahora prometido y en segundos abre los ojos sorprendida.—¡¿Lo hicimos anoche?!— Se agarra la cabeza del fuerte dolor que tiene.
—No— Expreso tranquilo. — Llegaste tan tomada que preferí dejarlo para otro día...o posiblemente un mañaneo. — El inspector ya tiene listo un vaso de agua y una pastilla para ese dolor de cabeza.
—Que considerado al dejarme dormir. — Toma la pastilla dándole un enorme trago al agua igual. —Eso del mañanero me intereso... ¡Ven aquí!
Carter seguía pensando en la plática que tuvo con Walker y sentía que no podría sacar ese lado dominante con la inspectora.
Intentaba darse terapias el mismo para darse ánimos y demostrarle a Mía de que estaba hecho.
Carter se pone sobre de ella, en un movimiento rápido y un tanto violento a como Carter estaba acostumbrado a tratarla, deja perpleja a Campbell quien se queda con los ojos más abiertos que un plato.
— ¡C-Carter!— Una ruborizada y sorprendida inspectora se siente extrañamente curiosa al sentir un ligero dominio de parte del inspector. — ¿Qué animal te pico?
— ¡Shhh!— Pide cerrando los ojos por que la mirada penetrante de Mía siempre puede con él. — ¡Necesito demostrarte que yo también puedo!
— ¿De qué mierda hablas?— Al escuchar a Carter Mía suelta una ligera risa acabándose para ella el teatro. — ¿Demostrarme qué?
— ¡Olvídalo!— Carter libera sus muñecas. — ¡Demostrarte que yo también puedo ser dominante!
— ¿Con que fin?— Pregunta un tanto extrañada.
— ¡Me dijeron que les gusta a ustedes!— Carter paso a mirarla con convicción.— Pero entre tú y yo, tu siempre tienes el carácter más definido.
—¿Y no te gusta eso?
— ¡A mí me encanta!— Habla feliz Carter. — Pero creo que solo una vez he podido mas o menos dominarte y ese día fue...increíble.
— ¡Carter! ¡Es que tú eres un amor de persona!— Se acerca a Besar la frente de su prometido. — No te puedo imaginar imponiéndome algo por mero gusto o placer.
— ¡Pues dicen que les gusta a las mujeres con Carácter!— Se expresa Carter. —Sentir que alguien las domine
— ¡Pues no se Jack!— Se llevó el dedo al mentón. — Aparte de ti, solo con Hunt... pero ese es harina de otro costal. — Movió los hombros y la cabeza en negación. — ¡No tengo una respuesta para ello!— Mira de reojo a Carter y lo observa un poco melancólico.—¿Crees que no disfruto cómo debería?
— Eso creo
Esta vez con una naturalidad para ambos ella se pone encima de él y comienza a besar a su prometido con deseo. Carter se emboba al sentir que la inspectora es quien toma el control.
—Te demostrare que no me aburre en lo absoluto. — Muerde su labio inferior deseosa, ella misma va guiando a Carter a que él pueda agarrar con las manos sus senos. Las ganas de Campbell son evidentes ya que ella es quien comienza a abrirse espacio para que Carter este dentro de ella. El inspector embobado comienza a sentir la humedad de Mía rodead su miembro. Mía suelta un gemido complaciendo a Carter quien se comienza a acomodar para poder trabajar en el climax de su prometida.
La puerta comienza a hacer ruidos de que la chapa esta por ser forzada a abrirse. Sin embargo Los gemidos de ambos hacen que este sonido pase a un plano olvidado.
— ¡ESTÁN EN PRIMERA PLAN...—Scarlett sorprendida ve al escena.
— ¿PERO QUE?— Mía ruborizada no se cree a su amiga este delante de ellos en pleno acto sexual. — ¡¿Te importa?!
— ¡Generalmente ustedes a estas horas ya están desayunando!
— ¡SCARLETT!— Pide Carter tapando a ambos con las sabanas.
— Bueno... si están desayunando— La mujer pícaramente les arroja una sonrisa. — ¡Y que bien desayuna la inspectora!— Echaba un vistazo a Jack Carter.
— ¡Puedes dejar de ver a mi prometido así!... ¡Que tu estas a dos pasos del altar!— Mía deja a Carter tapado con las sabanas y sin pena se pone frente a Scarlett cruzada de brazos. — ¿Qué sucede?
—¡Oh! Casi lo olvido por ver carne y pecado...¡Están en primera plana! — Scarlett lleva una pila de diferentes periódicos que cubren su compromiso. — Les compre varios periódicos para que decidan con cual quedarse.— La pelirroja esta vez mira de arriba abajo a la inspectora notando que de la última vez que la vio sin ropa su entrenamiento ha dado frutos.—¡Ahora no sé quién de los dos desayuna mejor!
— A Walker no le parecería que estés imaginando cosas sucias, menos con una mujer ¿no?— Habla Carter intentando tapar sus partes nobles entre la sabanas. —¡Mas respeto a mi pareja!
— ¡De hecho ahora que la veo...le diré a Walker que como despedida de solteros tengamos un cuarteto!—Carter se pone de mil colores y Scarlett adora ver a este hombre en aprietos. — ¿No le excita?
— ¡SCARLETT! ¡POR FAVOR!— Mira Mía muy relajada. — ¡DILE ALGO!
Campbell después de unos segundos de silencio decide dar su veredicto.
— Como que... me excita la idea— Arquea la ceja mirando a Scarlett
— ¡¿ESTAS LOCA?!
— ¡Estoy caliente!— Responde Mía de la manera más seductora posible. — ¿No te agrada la idea de tener a dos mujeres sin ropa eh Carter?
—NO...—Carter se enrojece más sin poder creer lo que escucha. — ¡NO QUIERO VER A WALKER EN PELOTAS!
— ¡Entonces que sea un trio!—Scarlett decide torturar un poco más a Carter.— ¿Qué prefieres? ¿Tú, Mía y yo? ¿O le haces espacio a mi prometido para que despache a tu mujer junto a ti?...¡Yo no soy celosa!
—¡Desechen esa idea tan depravada que tienen en mente!— Carter se escucha que está rezando en voz baja.—¡Las dos!
Mía suelta la carcajada junto con Scarlett terminando la tortura de Carter.
— ¡Descuide inspector Carter!— La pelirroja se acerca a él. —Es broma...Aunque si quiere puedo ir muy enserio con esa propuesta.
—Deja de torturarlo Scarlett.— Habla Mía divertida viendo a su prometido de mil colores.— ¡No buscamos experiencias así de extrañas!
Scarlett sin seguir el juego se aleja de ambos y se retira del lugar.
Carter y Mía quedan solos mientras el ve el reloj y sabe que tienen trabajo por hacer.
—¿No hablabas enserio?— Un asustado Carter pregunta a Mía—¿No quieres a alguien mas tocándote?...Porque si tienes alguna complacencia extraña...prefiero saber antes de que estés en el altar insatisfecha.
Mía se acerca a besar a Carter.
—Jamás te pediría algo así. — Escucha como Carter se relaja. — Solo contigo.
— ¡Me has asustado enserio!—Carter confiesa. — ¡Pensé que tu mente era tan abierta como para intentar eso!
— ¡Solo contigo! ¡Jack Carter!
Una vez más besa los labios de su prometido.
-----Sábado 2 de Abril de 1938 Circo Magic Moments 10:43 AM-----
Campbell y Carter regresaban al circo esta vez con una orden de arresto contra Kaya. Les había tomado días pero la tenían al fin.
Mía con pasos decididos se acerca al circo y es interceptada por el mismísimo ilusionista.
— ¡Señorita!—Saca un boleto detrás de su oreja. — ¡Cortesía del circo!
— ¡Ahórrate tus estupideces charlatán!— Mía le acerca el papel a escasos centímetros de su rostro. — ¿Dónde está la trapecista?
—No se ha parado aquí desde hace dos días.
— ¡No mientas!— Mía estaba a nada de perder la paciencia. — ¡O traeré otra orden con tu nombre por obstruir un caso de posible complicidad!
—Pasa...te muestro su tráiler y comprobara que no hay nadie. — Mía le siguió irritada junto con Carter quien estaba también al pendiente de todo lo que pasara a su alrededor.
Una vez estaban frente al remolque de Kaya el abrió la puerta y en efecto estaba vacío.
—¡TSK!— Refunfuña Mía al confirmar que no mentía.—Cualquier cosa que la vean rondar ¡Llama!— Entrega una tarjeta con un número directo a la policía.
— ¡Así será!— El ilusionista hace una reverencia e interrumpe antes de que puedan irse. —Supimos que les ha dado problemas.— Se reincorporo y le hizo una seña.— ¡Nuestro escultor está haciendo algo en nombre de ustedes!
Carter y Campbell se miran un poco extrañados.
—¿El chico dela cera?
El ilusionista sin decir más, les hace la seña de que lo acompañen dentro de esa carpa. La temperatura generalmente está más baja para que las figuras no sufran daños. En cuanto llegan sienten un ambiente frio recorrer su cuerpo.
— ¡Mis disculpas! ¡Acabamos de surtir el hielo el lugar esta frió!
Encuentran al escultor trabajando y notan que tiene en una nueva figura. Mía se asombra al ver que la figura era una réplica de Jack Carter de rodillas con un anillo en sus manos.
— ¡Pero si el compromiso fue hace nada!— La mirada de Mía estaba anonadada. — ¿Cómo has hecho esto tan rápido? — Ella se acercó a detallar la figura que sin duda era una réplica casi exacta a Carter.
Jack por su parte sentía un escalofrió al verse en cera.
— ¡Esto es!— Busco las palabras adecuadas pero solo se le ocurría una. —Tétrico
El escultor volteo a verlo y dejo de trabajar. Saco una jeringa y la inyecto en la figura.
Se acercó a Carter detallando cada parte de su rostro. Coloca gentilmente la mano en su mejilla.
— ¿Todo bien?
— ¡Es su forma de pedir perdón!— Habla el ilusionista.— Cree que usted está ofendido.
— ¿Qué? ¡No!— Carter se aleja un poco. — No estoy ofendido...solo no estoy acostumbrado. — Miro la figura de él. — ¡Tu trabajo es asombroso!
El escultor agradeció con las manos, se regresó a seguir trabajando. La cera estaba ya endurecida. El bañaba en momentos la cera fría con más caliente para darle más forma a los pliegues de la ropa.
Ambos inspectores veían como hacia su obra de arte este escultor. El ya mencionado cogió su jeringa y la relleno inyectando dentro de la figura el líquido por completo.
— ¿Qué le inyecta?— Mía de manera curiosa esta intrigada.
— ¡Cera!— Habla el ilusionista.— Cuando él trabaja con la cera, los lugares que siente débiles, inyecta cera para no hacer cúmulos en la figura y que la cera se rellene por dentro.
—¡Es muy real!— Habla Mía y el barritar de un elefante al instante la emociona.—¡Jack!¿Podemos ir a ver a Lampy?
Mía jala del brazo a Carter cual niña pequeña. El inspector al instante ríe de verla tan emocionada.
— ¡Pero que no me bañe esta vez!— Se retiran del lugar y esta figura comienza perderse ante su vista.
El escultor se acerca a la figura y poniéndose a su altura se recarga sobre de ella.
—¡Tan cerca y tan lejos!— Blackwood se quita la prótesis de la boca que le impide hablar aprisionando su lengua y ríe satisfecha.— ¡Salúdalos!
Amelia nota como gotas de agua salen de sus lagrimales.
—¡Descuida!— Se acerca a seguirle inyectando mas medicamento.— Con esta.— Le muestra una jeringa.— Estas como muerto en vida, puedes ver, puedes escuchar, puedes sentir, pero no puedes hablar...¡Veras como la gente se ríe, mientras tú te mueres!— Blackwood se veía satisfecha.— Te enfermara la idea de ver como tu dolor es su diversión
El ilusionista cierra la carpa para dejarla hablar a solas con este informante que Scarlett mando al matadero sin siquiera saber lo peligrosa que esta mujer es.
—Con esta otra.— Saco una jeringa de su bolsillo...Tendrás vitaminas para que no te mueras en tan poco tiempo.— Amelia paso un paño por las mejillas del hombre para limpiar las lágrimas.— La base para la figura de Campbell será nada más y nada menos que tu esposa...Tengo que trabajar rápido para que la veas aprisionada frente a tus ojos sin poder hacer nada.
Antes de retirarse Blackwood le pone una última inyección justo en el cuello para que sea de acción rápida. Y asegurar que este hombre no se moverá en las próximas veinticuatro horas.
-----Jueves 14 de abril de 1938 Consultorio Blackwood 10:00 AM-----
Mía y Amelia se encontraban frente a frente en silencio. La doctora le rellenaba los frascos de medicina. Ella los entrega y posa su mirada en ese hermoso anillo de compromiso.
— ¡Felicidades!— Expresa Blackwood.
— ¿Disculpe?— Mía arque al ceja extrañada.
— ¡Felicidades!— Repite una vez más. — ¡Su compromiso!
— ¡Oh!... Gracias
— ¡Salió en primera plana al día siguiente!— Amelia se levantó del escritorio y saco las llaves de su coche.—¡Acompáñeme!
— ¿A dónde vamos?
— Nuestra terapia será en otro lugar
Mía sin estar muy convencida sigue a Amelia.
— ¿Ya tienen una fecha para boda?— Amelia decide sacarle platica a Campbell.
—Octubre. — Habla Mía
Blackwood frena el vehículo en seco. Mía con sus manos se detiene y la mira un poco extrañada.
— ¿Tan pronto?
— Son seis meses— Habla extrañada Mía. — ¿Todo en orden?
— ¡Me tomo por sorpresa!
Amelia decide poner el coche en marcha una vez más y a los pocos minutos ve la enorme estructura.
—Esta es la prisión Joliett. — Habla Mía un poco nerviosa. — ¿Qué hacemos aquí? Aquí esta.
— ¡Me sorprende que la conozcas y no has puesto un pie aquí!— Amelia muestra su identificación y la dejan pasar los primeros filtros de seguridad. De reojo ve a Campbell y nota que agarra su pantalón con las manos sudorosas.
— ¡Vayámonos de aquí!
— ¡Es parte de tu terapia Mía!— Hablo Amelia segura.— Has seguido mis consejos al pie de la letra y las cosas mejoran.— Noto como es que la inspectora comenzó a hiperventilar y se aflojaba la corbata.— Toma las pastillas que te he dado Mía...es por tu bien...enfrenta tus miedos.
Ella haciendo caso en automático saca de su saco las pastillas y se mete dos píldoras a la boca. Seguido de abundante agua.
Amelia ligeramente ríe satisfecha como si pudiese predecir que esto pasaría. Baja del coche y se acerca a abrir la puerta de donde tiene a Mía. Hace unas señas a los oficiales y ellos afirman con la cabeza. Blackwood ayuda abajar a Mía quien sigue sin sentirse bien.
— ¡Vámonos por favor! ¡TE LO RUEGO! ¿QUIEN TE CREES?— Mía cogió de la camisa a Blackwood y al instante llego un oficial a separarla.
— ¡ALÉJATE!— Le da con la macana en el estómago a Mía y ella se sofoca al instante. De rodillas ante el dolor se siente que se ahoga.
— ¡Esta bien!— Habla Amelia. — No presenta ningún problema... ¡No use la fuerza!
— ¡Lo siento! ¡Lo siento!— Habla Mía escupiendo saliva del fuerte dolor en la boca del estómago. — ¡Estoy bien!
— Es una reacción normal Mía— Se sacude y aleja al policía. —¡Es mi paciente!
— Sabe las reglas doctora
Pasando unos minutos Mía intenta hacer respiraciones para tranquilizarse y logra obtener el control sobre sus movimientos. Los nervios siguen presentes, pero de menos puede andar.
Amelia la hace caminar hacia la entrada y con el hecho de mostrar su identificación las dejan pasar.
Campbell ve que pasan por seis puertas de protección y la última tenia estrictamente letreros advirtiendo que la cerca sin vigilancia estaba electrificada.
—¿Andrew Cook King?— Pregunta y le indican que está en observación en una sala.—¡Tenemos acceso para entrar a esa sala!— Le entregan el numero en una hoja y ella continua caminando con Mía por los pasillos de la prisión hasta llegar a los cuartos de observación.
Amelia abre la puerta y notan como es que todos están en silencio. Observando a Andrew que es custodiado por el oficial Smith. Amelia había logrado hacer los cambios de oficiales a la perfección.
Amelia se acerca a abrir las rendijas para que el aire fluya en ese lugar, ya que el calor que se encierra es insoportable.
Una vez existe una corriente de aire. El arome de Mía comienza a recorrer la cámara y penetra el cuarto donde esta Andrew.
Mía aun con los ojos cerrados no quiere ver a través de ese cristal. Pero sus oídos logran escuchar cómo es que este hombre comienza a olfatear. Su nariz se mueve desesperada.
— ¿Qué sucede Andrew?— Smith se acerca.
— ¿Es hora de comer Smith?— Un agudo escalofrió recorre a Mía al escuchar después de meses al voz de Andrew. — ¡Huele a que trajeron mi comida!
— ¿Tomaste tu medicamento hoy?— Habla Smith quien se acerca Andrew. — ¡Espera iré por tu medicina!
Andrew en cuanto este hombre le da la espalda se pone de pie y lleva sus cadenas al cuello del oficial.
El coas comienza a formarse dentro de la sala y Mía escucha por esos micrófonos como es que Andrew comienza a salirse de control.
Los oficiales mandan refuerzos , pero Andrew tiene que matar a este leal policía por mera petición de su socia Blackwood.
Poniéndolo en el piso con sus dientes comienza a comerse el rostro del oficial, llena la sala de gritos desesperados al sentir como pedazos de su piel son arrancadas en carne viva.
Mía comienza a entrar en un ataque de pánico y se comienza a encoger de hombros. Se tira al piso tomando sus piernas y las lágrimas comienzan a salir de forma involuntaria.
Blackwood ve justo lo que quiere...Comprueba como Andrew tenía razón. Su talón de Aquiles era, el mismo asesino.
Amelia toma notas del comportamiento de Andrew junto con el de Mía. Serena y tranquila sus pupilas miran como este asesino se come el rostro de un oficial y lo golpea hasta matarlo. Los oficiales se detienen al ver que ya su compañero Smith ha muerto en servicio. Ver a Andrew tragando carne cruda y bañado en sangre los hace sentir un miedo hacia el.
Una vez logra separar la cabeza del oficial junto con su espina dorsal la carga como si fuera su trofeo y los huesos van tocando el piso.
Andrew coloca su mano mutilada en el vidrio y ese aroma lo hace ponerse justo frente a Mía. Sin el siquiera saber que la tiene delante de él, pues el polarizado le impide ver.
— ¡Te huelo!— Habla con firmeza y Campbell comienza a sudar en frió. — ¡Estas aquí!
Mía decide enfrentar sus demonios, sus pesadillas y en cuanto abre los ojos y ve al vidrio tiene a este hombre a centímetros de ella. Solo los divide ese cristal.
— ¡Vayámonos de aquí! ¡AMELIA!
La morbosa doctora Blackwood prende el interruptor dando el acceso a que Andrew escuche lo que hablan del otro lado de la sala. Él logra escuchar ligeramente los sollozos de Mía y una risa paraliza a la inspectora. Andrew toma la palabra para avisarle que tienen comunicación directa.
— ¿Desde tan lejos vienes a verme?— Mía Traga grueso y enfoca su mirada a la mano mutilada de Andrew que está llena de sangre chocando en el vidrio.—¿Te quedaste con las ganas de probarme?¿ O te canso la nenita de Carter?¡Mujer insaciable!
—A-andrew— Habla Mía arrastrando la lengua.
— ¡Pide una visita! ¡Viajar desde tan lejos para no cumplir tus caprichos!
—Yo...
— ¡Huelo tu miedo Campbell! ¡No tienes una vida normal!— Una nueva risa taladra los tímpanos de Campbell. — Me llegó la noticia...de tu lamentable perdida...
Las pupilas de Campbell comienzan a temblar al escuchar que el de algún modo, sabe de ese delicado tema.
—¡Lo hubiera cocinado como a un maldito lechón¡— Dio un fuerte golpe en el vidrio haciendo una ligera ruptura en el vidrio.—¡Frente a ti lo hubiera devorado!— Golpeo con más fuerza haciendo más extensa la cuarteadura. Aun así estaba lejos de poder penetrar el vidrio. — ¡TE HUBIERAS SENTADO A TRAGARTE A TU PROPIO HIJO!
Amelia seguía haciendo apuntes y en su interior disfrutaba la tortura psicológica que le regalaba a Mía.
« ¿Y toda esa confianza? ¡Perra estúpida!»
—¡RESPONDE! ¡CAMPBELL!— Arrojo el cráneo que tenía entre sus manos y cuarteo aún más el vidrio. Las alarmas comenzaron a sonar y el protocolo de seguridad se activó. Comenzaron a bajar unas rejas impulsadas por un mecanismo eléctrico que sellaron hasta el piso todo el cristal.
Unos oficiales de fuerza especial salieron armados con protección hasta en el rostro mientras Mía observaba como desde 3 metros arriba del comenzaba a apuntarle con un rifle. Una vez lo tenían en la mira dieron el disparo inyectando calmantes en el gigante.
Andrew siente el dardo en su espalda y furioso sigue golpeando el vidrio.
— ¡VOY A SALIR DE AQUÍ!¡TE VOY A ENCONTRAR!¡TE VOY A MATAR!...¡SERAS MI MALDITA ULTIMA CENA!— Los dardos comenzaban a hacer efecto y entra en sueño profundo hasta que el quedo inconsciente en el piso.
-----Restaurante Coffe central 3:22 PM-----
Carter sostenía un periódico, leía como es que en su estadía en ese lugar seguían desapareciendo personas y policías.
No las veía publicadas en notas periodísticas .Mas bien en letreros de servicio a la comunidad. Intrigado de ver tantas desapariciones comenzó a encerrar todas y cada una de las notas.
Guardo el periódico en su saco y al instante en cuanto dirigió su mirada hacia la mesare observo que Kaya entraba al restaurante pidiendo su café.
Carter se levanta sacando su pistola y apuntando a la morena de rizos definidos.
— ¡No te muevas Kaya!— Firme Carter habla y ella siente que el corazón se detiene al escuchar y reconocer esa voz.
— ¡Oficial Carter!— Estando en el territorio donde los de color no son bien vistos decide no poner resistencia porque sabe que incluso civiles pueden dispararle con un arma.
Carter se acerca con sus esposas y la somete en una mesa vacía con un poco de fuerza.
— ¡Estas arrestada por intento de homicidio a un oficial Kaya!— Las esposas inmovilizan las muñecas de Kaya. — ¡Todo lo que digas será utilizado en tu contra! Se te proporcionara un abogado en caso de que no puedas pagar uno.
Carter al darle media vuelta a la chica y tenerla cara a cara nota como es que su mirada es de miedo.
— ¿Alguna petición que tengas Kaya?
— ¡Hablare hasta que tu novia me interrogue!—Pide con firmeza y Carter lanza un suspiro.
— ¡Yo no decido eso Kaya!— La toma del hombro y la hace salir de la cafetería. Encaminándola al departamento.
—¡Entonces tampoco hablare hasta que la inspectora Campbell sea quien tome mi testimonio!
...
En cuestión de segundos Carter aparece en la estación con la chica esposada y la deja en el cuarto de interrogatorios mientras va a buscar el papeleo de la orden que Mía pidió en su contra y a juntar todo.
— ¡Al fin te atraparon!— Kaya siente esta fuerte voz retumbar sus oídos y le estremece lo más profundo de su ser.
— ¡Lárgate! ¡Es el caso de Campbell!
— Sabes que vas a parar en Jolliet ¿Verdad?
— ¡Eso no te incumbe!— Kaya se siente nerviosa al tacto de este hombre con ella. — ¡Lárgate Blackstone!— Kaya sintió el olfato de este hombre blanco en su espacio personal.
— ¿No te gusta?¡Sé que hombres hasta de la cárcel te ayudan!¡Que no te guste lo que yo...
—Oficial Blackstone. — Hablo Mía Campbell haciendo acto de presencia sorprendiéndolo. — ¿Qué hace aquí?
— ¡La interrogaba!— Se alejó de ella dejándola en paz. — ¡Menos mal llego usted inspectora! ¡El caso es suyo!
Mía tomo asiento viendo cómo se retiraba este sujeto. Volteo a ver el vidrio polarizado y sabía que detrás estaba Carter pendiente de todo.
— ¿Dónde has estado todo este tiempo Kaya?— Inicia Mía hablando y ve el expediente.
—Sobreviviendo.
— ¿Pensé que el circo era tu familia?
—No pensaba ponerlos en peligro ni comprometer el sustento de ellos por acciones mías. — Fue firme y directa. — ¡De quedarme... llegarías con órdenes para todo el mundo! ¡Encerrarías a inocentes! ¡Justo como lo haces ahora!
—Kaya...Eres todo, menos inocente. — Habla mostrándole la fotografía de la cafetería donde la entrego a Reed. La foto mostraba como quedo el lugar después del ataque. —¿Cómo conociste a Ethan Reed?
—Me contacto por un conocido.
— ¿Qué tanto sabes de Reed?—Campbell esta vez mostró la foto del hombre. —¿Sabes que ayudas a los incorrectos?
— ¡No tengo nada que ver con ellos!
—Y ¿Por qué me entregaste?...Sabes que pude morir...por tus acciones irresponsables.
— ¡Pero no moriste! ¡SIGUES AQUÍ!— Irritada Kaya gritaba a Campbell.— ¡SUPERALO!
Mía se tranquilizó y sabía que presionando no podría llegar a ningún lado con ella. Pero para poder ayudarla tenía que ganarse su confianza.
— ¡Quiero ayudarte Kaya!— Mía cogió las manos de la afroamericana y ambas se miraron a los ojos intercambiando miradas. — ¡Sé que la vida es injusta en estos momentos! ¡He visto el racismo y me genera un maldito asco! ¡Sé cómo te tratan!
—Entonces... ¡Déjame ir! ¡Sobre tu maldita conciencia que me mate algún loco prejuicioso!
—¡También tengo sentido de justicia! ¡Nada me garantiza que puedes mandar a más agentes a morir justo como conmigo...¡DAME ALGO! Y te ayudare.
Próximo capitulo titulado "Justicia Torcida" ¿Ideas?
https://youtu.be/TRNcCYzdboU
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