III Circo

-----Lunes 7 de Marzo de 1938 7:48 PM Circo de Chicago-----

Carter dejo a Mía haciendo fila,  mientras el conseguía palomitas de maíz infladas.

La inspectora por su parte, seguía no del todo convencida sobre estar en ese lugar. Pero no quiere cortarle la ilusión a Carter. Cuando lo ve entre las personas pone su mejor rostro.

—No tardaste mucho. —Mía ve que él le entrega una bolsa de palomitas y él se queda otra.

—Atienden rápido. — Carter  se veía como un pequeño emocionado por estar en el circo.— Ve hacia allá.— Le apunto con el dedo índice entregándole un dólar— Puedes darle de comer al elefante maní.

Mía salió de la fila y se encamino hacia donde le apuntó el inspector. Para una pueblerina ver un elefante de tan cerca sería sin duda una experiencia única.

Mía compro la bolsita de manís y se acercó notando que tenían al paquidermo bajo una parte de la carpa. El gran animal al ver que alguien se acercaba se mostró amigable sacando la trompa exigiéndole comida a Campbell.

— ¡Hola!— Mía saco dos cacahuetes y se los acerco a la trompa. El gran animal los acepto con gusto y en segundos ya tenía la trompa estirada para pedirle más. — ¿Eres parte del show? ¡No te vi en la mañana!

Una vez más intenta sacar cacahuetes de la bolsa de papel y el elefante logra arrebatárselo con la trompa.

— ¡Oye!— Campbell refunfuña al sentir el jalón de su bolsa de cacahuetes. Ella observa cómo es que una vez más el elefante saca la trompa. — ¿Tienes más hambre?

El paquidermo barrita con su trompa. 

— Okey...No me tardo ¡Espera!

Mía sale disparada a comprar más bolsas de cacahuetes y regresa en cuestión de minutos.

El "pequeño" elefantito al sacar la trompa percibe el olor familiar de la inspectora. Una vez más le exige maní con su trompita.

— ¡No seas desesperado!— Campbell le va acercando de un en un maní comenzando a jugar con el elefante.

Ella divertida se ríe de que al paquidermo parece no incomodarle la presencia de ella. Pero su diversión se acaba cuando ella escucha que unas enormes cadenas hacen ruido. Arqueando la ceja saca su lámpara y apunta hacia el elefante. Observa que  su pata esta encadenada. Poco a poco esa alegría de la interacción con el elefante se ha convirtiendo en melancolía.

— ¿Nos divertimos a costa de tu libertad?— El elefante se pone de pie y se acerca más a ella. Al ir mirando que el tamaño del animal de cercas es más grande comienza a sentir que este animal impone aun así este encadenado. El animal intenta acercarse mas a Campbell pero la cadena se lo impide..extiende su trompa  y Mía retrocede un poco temerosa. Barrita desesperado por alcanzar a la inspectora.

—Le agradas a Lampy— Una voz femenina resuena detrás del elefante.

— ¿Lampy?— Mía observa como una mujer afroamericana se acerca al gran animal y acaricia su trompa.

—Normalmente él no es muy amigable...suele robarse la bolsa de maní de los niños.

—Posiblemente porque tiene hambre.— Reclama un poco triste al ver la cadena sobre su pata.—¿No crees que es inhumano?

—Lampy fue un elefante que su madre rechazo...Dejarlo libre solo le hubiera dado una muerte dolorosa. —Pauso un poco y se acercó a Mía esta extravagante mujer.—Cuando lo rescatamos tenía sus patas delanteras lastimadas y lo comenzaban a acechar unos leones ... Se lo hubieran comido vivo para ahorrarse la fuerza de matarlo.

—Y ¿Qué hacen rescatando elefantes?— Un poco desconfiada espero una respuesta la inspectora.

—Antes de que se comenzara a escuchar lo de la guerra... viajábamos cada siete u ocho meses. A partir del conflicto que se avecina...nos estacionamos aquí. En el transcurso del viaje puede pasar cualquier cosa.

—¿Por qué las cadenas?

—Por qué Lampy aún no está del todo entrenado. Solo se porta bien conmigo y con el chico que lo cuida y lo asea. — El elefante al sentir el tacto de la chica,  barrito de felicidad y mueve sus patitas emocionado. Una vez más la chica observo como se acercaba de nuevo a la inspectora y saco la trompa. — ¡Acaríciale!

— ¿Enserió puedo?

—Si...está exigiendo tu atención. — Rio al ver a Lampy emocionado con Mía.— Creo que fue amor a primera vista.— Ella comienza a guiar a Lampy y le quita la cadena para que se pueda acercar más a Campbell.— Levanta la mano y deja que el se acerque a olerte.

Mía va levantando la mano. Lampy comienza a pasar su trompa por su rostro y sus hombros. Una vez la ha reconocido acerca su trompa a su mano que tiene alzada y ella siente en su piel la trompa del paquidermo.

Campbell sentía una felicidad inexplicable. Sentía una tranquilidad y por alguna extraña razón Lampy le hizo sacar unas lágrimas. La pueblerina escucha el grito de Carter de que la fila esta comenzando a avanzar y ella comienza a alejarse con pasos lentos.

— ¡Te veo adentro Lampy! 

Se despide y el paquidermo barrita de felicidad al escuchar la voz de Mía. Acto seguido con la mano se despide de la amable chica que a a decir verdad se veía a lo mucho de unos dieciséis o diecisiete  años.

Carter ve que viene corriendo y la ve con una alegría que sin duda sabe que no tenía a la llegada al circo.

— ¿Y esa felicidad?

—Conocí a Lampy—Plática con Carter mientras la fila comienza a avanzar.

—¡Ok! Ya me platicaras mejor...— El inspector  como todo un caballero deja que Mía pase primero.

Ya una vez todos en su lugar,  Mía coge la mano de Carter y se recuesta en su hombro. Jack siente que a pesar del desacuerdo de la mañana, todo puede terminar bien.

De un momento a otro las luces se apagan y la gente comienza a hacer ruido con sus pies en las tablas donde las reposan.

Mía está un poco perdida, pero comprende que es parte del momento, que hay que vivirlo y disfrutarlo.

— ¡Damas y caballeros! ¡Niños y niñas!— Una voz envolvente que no se sabía de donde venía comenzó a sonar por toda la carpa. — ¿Estamos listos?

Aplausos, gritos, silbidos y golpes en las tablas confirmaban que la gente ya estaba desesperada por ver el show.

De repente, las luces se prenden y los ojos de la inspectora  no creen lo que miran. Un gran escenario repleto de personas con atuendos extravagantes y dando un show de inicio donde cada uno presentaba sus habilidades únicas o peligrosas.

Ella ve como de diversos lados comienzan a salir caballos con antifaces y plumas extravagantes montadas por personas que van haciendo trucos peligrosos. Otros van de pie sobre los caballos Y otros se lanzan de un caballo a otro con una habilidad exquisita.

Para ir iniciando, la gente aplaude  se emoción al ver a estos animales y a sus malabaristas.

En medio, se ven unos tigres que sin problemas cruzan unos aros y tranquilos están sentados muy dóciles.  Hasta atrás esta Lampy junto con otro elefante un poco más alto que él y la chica montada sobre el paquidermo.

— ¡Él es Lampy!— Mía comienza a gritar el nombre del paquidermo y a agitar la mano.— ¡LAMPY! ¡AQUÍ!— Sus gritos no pueden ser escuchados por todo el ruido, pero ella al verlo de nuevo se le dibuja la felicidad en su rostro.

Carter comprende que la inspectora ha creado un pequeño vínculo con el paquidermo y ve satisfecho a su compañera.

Mientras esto sucede, el mismo sujeto que fue a hacer negocios con el presentador está observando todo debajo de los asientos de estos inspectores. Su atención está centrada en el show y no es que se pueda ver que debajo de ellos hay alguien.

Él toma nota y una vez más al salir de debajo de las gradas cruza miradas con el presentador.

Se aleja del lugar y una vez más espera detrás del escenario a encontrarse con este hombre.

Pasan los minutos y el presentador anuncia al hombre de los cuchillos y a su asistente. Fácilmente se pierde dejándoles el escenario a ellos.

— ¿Dos días seguidos?— Saca una bolsa de dinero y se la entrega al sujeto que lo observa. — ¿Quién será el afortunado o afortunada?

— A38— Comienza a contar el dinero. — ¡No quiero errores!

Pasan los minutos y para Mía ha sido mágico, ver a malabaristas, trapecistas, animales amaestrados, tragafuegos, lanza cuchillos, a un hombre muy fuerte, la mujer con mostacho, los caballos bailarines, los payasos no le gustaron,  pero igual reconoció que tenían sus trucos interesantes y una que otra risa lograron sacarle.

Se acercaba el último acto y el presentador da la introducción del ilusionista quien estaba acompañado de su asistente.

Este hombre es el que más gente logra atraer.

Se pone en el escenario y con un simple movimiento de manos logra aparecer cartas en su mano. Llevándose los aplausos de la gente.

Esta ilusionista ira aumentando la dificultad de sus trucos para que no les quede duda que la magia solo puede ser posible con él. Romperá algunas leyes de la física para mostrarlo.

Acto seguido traen una silla en la cual mágicamente logra desaparecer a su asistente a la vista de todos con una simple manta. Llevándose el aplauso de todos una vez más.

Su tercer acto,  saca una jaula de pájaros mostrando a un canario a todo el mundo dentro de la jaula. Campbell esta entretenida mirando al sujeto engañar a todos. Con un movimiento ágil aplasta la jaula dejando a todos con una sensación de que ha cometido un acto inhumano.

— ¿Pero qué?...Eso...

—Tranquila Mía...— Carter le coge la mano. — El canario está en perfecto estado...Observa.

Mágicamente debajo de su sombrero al descubrirlo, el canario resulta estar vivo y lo deja libre llevándose el aplauso de todo el público.

En su último acto, pide un voluntario y comienza a buscar entre el público a un valiente.

El se acerca hacia los inspectores y apunta a Carter.

— ¡Mía! ¡Soy el elegido!

Emocionado cual pequeño pasa con mucho entusiasmo al centro. Al Carter levantarse del asiento revela que su número es el A38. ¿Coincidencia?

Mía se cruza de brazos y observa como la asistente de el ilusionista camina de forma seductora entre Carter.

« ¿Qué mierda...estoy viendo?» 

Rodó los ojos un tanto molesta, pero, decide seguir siendo espectadora pacífica. Frunce el ceño al ver que la hermosa asistente pasa sus manos por el mentón de Carter mientras este intenta alejarla de la manera más respetuosa posible.

El ilusionista trae una manta enorme que logra poner sobre  Carter y con varios juegos de manos a la hora de quitar la manta Carter ha desaparecido del lugar.

Mía al ver esto, se alarma y coloca su mano en la pistola.

— ¡Es parte del truco!— Una pequeña le agarra la mano a Mía y ella cruza miradas con la infante.

— ¡¿Disculpa?!— Mía sorprendida ve que la niña firme le agarra aun la mano.

— ¡No te asustes! ¡Es parte del truco!—La niña le apunta con el dedo incide al escenario. — ¡Mira!

Campbell dirige su mirada al escenario y logra ver como llevan una puerta y al abrirla el ilusionista comienza a sacar a alguien con fuerzas estando Jack Carter una vez más en el escenario completamente ileso.

Todos en ese momento estaban asombrados de que el inspector viajara de una manta a salir de una puerta que apenas habían instalado.

Los aplausos no paraban y la gente estaba loca, gritando, silbando y hasta arrojaban monedas en forma de propina.

Una vez más, la asistente encamino a Carter a su lugar esta le guiño el ojo. Detrás de este antifaz había una mujer interesada en el inspector.

— ¿Cómo ha hecho eso?— Pregunta Mía a Jack una vez que él toma asiento. — ¡Desapareciste del lugar frente a todos!

— A decir verdad... no se — Explico.— Me pidieron que cerrar los ojos y solo lograba ver sombras ...sentí que jamás me moví hasta que el comenzó a jalar de mi brazo.

—Pues fue impresionante Carter...Te esfumaste frente a todos. De no ser por la niña. — Apunto a su lado— Le hubiera disparado a ese sujeto.

— ¿Cuál niña?—Busca por todos lados. — ¿No habrá sido una persona pequeña de estatura?

— ¡¿Cómo dices?!— Campbell se asoma sin encontrarse a nadie al lado de su asiento. — ¡Había una niña!

—Seguro...

— ¡Es enserió...yo la vi...

—Te creo... pero estamos en un circo...igual se le perdió a la madre unos minutos y la encontró.

El show fue acabando y ambos inspectores salían de la carpa. Mía le pide a Carter ir a ver a Lampy una vez más y este accede.

Estando donde Mía se había encontrado con Lampy solo logra ver que estaba la asistente de el ilusionista quien posa su mirada en Carter al instante.

— ¿Les puedo ayudar en algo?

Mira de manera poco disimulada a Carter. Mientras le da una sonrisa más que coqueta. Esta descarada mujer estaba desnudando al agente con la mirada.

—No...veníamos a buscar a un elefante. — Habla Carter sin mostrarle mayor importancia a la mujer que aún mantenía su disfraz y su antifaz extravagante.

—Si...ya nos vamos. — Mía un tanto incomoda decide encaminarse por dónde venían.

— ¿Quiere salir conmigo? 

Campbell se detiene en seco al escuchar que esta mujer le habla a Carter.

— ¡¿Disculpa?!— Carter pregunta y ve que Mía guarda silencio.

— ¿Qué si quiere salir conmigo? ¡No creo que le moleste a su hermana! o ¿es celosa?

—No es mi hermana. — Habla Carter entrelazando sus dedos con los de Mía. — Es mi pareja.

—Disculpe entonces...No era mi intención. — Eso no hizo que la mujer dejara de mirar a Carter con deseo. — Como no vi un anillo de compromiso...pensé que eran familia.

—Entonces ¿Te les insinúas a todo hombre que llega y no tiene anillo de compromiso su acompañante?— Mía esta vez decide hacer participación molesta.

—Solo a los que llaman mi atención. — Río ver a la inspectora un tanto molesta de esta actitud. — Pero veo que eres de esas novias torpes...que se sienten tan seguras de que su galán estará a su lado solo porque sabe abrir las piernas.

— ¡¿Disculpa?!— Ahora si estaba furiosa.—¡Repite eso en mi cara!

— ¡OK!— Carter toma a Campbell por los hombros. — ¡Fin de la discusión!— Carter hace que Mía de media vuelta para sacarla de ese lugar. — ¡Gracias por el espectáculo! Los caballos fueron increíbles... Pero ya nos retiramos.

— Caballero...— Dicide hablar la misteriosa chica riendo levemente. — Si se cansa de comer lo mismo todos los días... ¡Ya sabe dónde buscarme!

— ¡Bien! Esto ya fue lejos.

Disfrutando de la molestia que causaba en la inspectora.

— ¡Dime en la puta cara  lo que sea que insinúes!— Arquea sus cejas y comienza a arremangar sus mangas.

— ¡Ya lo hice!— Mordía uno de sus dedos mientras rodaba sus ojos a ver la entrepierna de Carter.

Carter miraba un tanto nervioso la situación. Conocía a Mía y sabía que esta mujer le estaba calentando la cabeza.

—Lo siento señorita...—Hablo Carter intentando calmar las aguas. — No tengo ojos ni espacio en mi vida para nadie más que Mía Campbell.

—Debería ver lo sonrojado que esta...Estará pensando en cosas sucias en este momento...quizás como quitarme la ropa... ¿Ha estado con otra mujer ya?

Mía se soltó del agarre de Carter y estaba dispuesta a ir a romperle la boca a esta atrevida mujer.

Carter intentaba mantener las cosas pacíficas, pero sabía que Mía era una bomba de tiempo.

—Jacky...— Hablo la misma mujer que estaba con Lampy antes del espectáculo. — Lárgate...y controla tus malditos impulsos sexuales.  El caballero ya tiene pareja.

—Hablo la maldita esclava del circo...— Esta mujer se alejó yendo a su dormitorio mientras arrojaba aire por la boca en señal de molestia.— No olvides tus deberes...simio.

La afroamericana se acerca a los inspectores, agachando un poco la cabeza.

—Disculpen a Jacky...Es una adicta al sexo. — Se quitó la máscara y le regalo una sonrisa a Campbell y al agente Carter. 

La mujer tenía cabello negro y completamente chino un tanto corto y se veía con volumen. 

—Aquí, en esta peculiar familia todos somos...rechazados de la sociedad.

— ¡Pero tu caes bien!— Mía habla siendo sincera. — Estaba romperle la boca a esa idiota.

—Seguido tenemos problemas con las personas por ella.

— ¿Y tú eres?— Carter extendió la mano para saludar a la mujer que había evitado una buena pelea.

—Soy Kaya. — Estrecho la mano de  el agente.

— ¿Por qué dejas que te trate así?— Campbell aun molesta por escuchar que se dirigieron a ella en tono ofensivo. — ¡Eres un ser humano!

—Está molesta... y cuando sus deseos no son saciados, todos pagamos los platos rotos.

—Si pero... no quita que este mal.— Esta vez hablo Carter.— Gracias por intervenir...¡Mi novia estaba por hacer un caos! Y nadie quiere ver eso. Bueno...se mira muy ardiente cuando se molesta.

Campbell tapa la boca de Carter.

—No miras que es una niña... No seas boca floja, ella no necesita saber eso.

—Descuide inspector...Su novia estaba en su derecho de molestarse...y bien merecido se tendría Jacky ese derechazo.

—Un derechazo era poco...prótesis dentales le faltarían a la maldita idiota.— Campbell cierra el puño amenazante. Su molestia se baja cuando recuerda que estaban buscando al paquidermo.— Por cierto ¿Cómo esta Lampy?— Campbell pregunto con ojos curiosos. —Veníamos a verlo.

—Lo están aseando...Síganme.

Ambos inspectores siguieron a Kaya y observaron como un muchacho de unos catorce años aseaba al elefante con un cepillo, quien sin problemas disfrutaba del refrescante baño.

—Lampy...¡Tienes visitas!

El paquidermo al escuchar a la chica barrita de felicidad y al ver a Campbell alborota la trompa.

— ¡LAMPY! 

Campbell se emociona al ver al elefante quien estaba alargando la trompa para que Mía lo pudiese agarrar. Era un elefante aun pequeño a comparación del otro que tenían. Por ende era un pequeño gigante que amaba jugar.

Carter se mete las manos al bolsillo y observa la felicidad que este pequeño paquidermo le da a Mía. En cuestión de segundos siente como es bañado por un montón de agua jabonosa y fría.

— ¡¿Pero qué?!— Jack esta empapado y Lampy barrita un poco más agresivo.

— ¡LAMPY! ¡Tranquilo!— Kaya se acerca a acariciar tu trompa. — ¡Disculpa! Pensé que como no le era conocido el rostro de él no lo atacaría.

— ¡¿Cómo así?!— Carter no estaba molesto pero si desconcertado.

— Antes, el primer cuidador era abusivo con Lampy sin nosotros darnos cuenta. — Explico Kaya. — Cuando apenas sus patas mejoraban él le quería enseñar trucos a base de golpes.  Lampy eventualmente se defendió y lo mando al hospital. 

Kaya intentaba mantener a Lampy tranquilo.

— No deja que se le acerquen hombres...

—Pero no me acerque. — Carter se quitaba el saco comenzando a exprimirlo. — Estaba a distancia. — Se quitó un zapato y salió un chorro de agua de él.

— ¡LAMPY!— Mía hablo con un poco de autoridad. — Carter es amigo.

—Creo que tiene competencia agente Carter...Lampy se ha enamorado de su novia.— Kata se ríe al verlo empapado.

—Mínimo invítala a salir. — Habla Carter y le apunta con el dedo índice.— Atrevido... pero te la comparto porque sé que eres un caballero y no serás de tomar ventaja.

Lampy barrita hacia Carter aun agresivo y Campbell acaricia su trompa.

A lo lejos, el ilusionista veía como es que ambos inspectores estaban atontados con el pequeño Lampy. Kaya noto que el observaba y la sonrisa se le borro del rostro. Este sujeto le hizo una seña a Kaya y ella actuó.

— Ya es algo tarde... ¿Por qué no vienen otro día a jugar con Lampy?

— ¡Claro!— Kaya abrazo a Mía quien se sintió un tanto extrañada de este gesto. Pero lo recibió sin problemas. — ¿Podemos Carter?

—Con que me bañe de agua y no de mocos...creo que está bien.

Una vez se encaminaron a su departamento Kaya se acerca al ilusionista.

— ¿Por qué los dejaste pasar?

—Solo querían ver al elefante. — Habla un poco arrepentida. — No fue nada malo.

— ¡Estúpida!....Solo miembros de este circo pueden pasar. — Molesto reprende a la chica. —tenías que ser de esos despreciables...

—Lo siento. — Kaya agacha la cabeza en señal de aprobación de ella y llega Jaky detrás.

— ¡No te quedes parada! ¡Idiota!— Jaky le apunta hacia donde estaba el espacio del ilusionista. — Ve a limpiar la jaula o luego se apestara a animal muerto.

Kaya se acerca cruzando hacia el espacio del ilusionista y agarra la jaula que durante el espectáculo aplasto y aparentemente transporto al canario debajo de su sombrero...Pero la mera realidad no era esa. Esa ilusión siempre que era presentada, costaba la vida de un canario dándole una muerte instantánea. El que tenía bajo su sombrero era otro canario igual al que había sacrificado.

Campbell y Carter notaron que no habían podido visitar ni la carpa de cera ni la casa de los espejos. De esa carpa salió un sujeto que tenía las manos llenas de cera y comenzaba a guardar pequeñas figuras que tenía a la entrada.

— ¡Nos perdimos ambas atracciones!— Mía hablo queriéndose acercar a ver las figuras.

— ¡Hey! ¡Disculpa!— Carter interrumpió al hombre y este volteo a verlo. — ¿Podemos entrar?— Saco unos billetes.

El hombre  agarro el dinero dejándoles pasar y prendiendo las luces.

Mía y Carter se adentraban y lograban ver las hermosas figuras que tenían hechas al parecer a mano por como tenía este hombre las manso embarradas de cera.

Campbell notaba como tenía una habilidad para hacer tanto personas como animales con un detalle impresionante.

—Que talento de este sujeto. — Decía Campbell al ver cara a cara a una figura y observando los detalles.

El sujeto agarro del hombro a Carter y a Campbell y les apunto hacia arriba.

Ambos miraron en silencio y pudieron observar como de la carpa colgaban alrededor de unos veinte angelitos también muy bien detallados.

— ¡¿Tu hiciste todo esto?!— El asintió. — ¡Eres increíble!

El hombre anoto en una hoja unas cuantas palabra se les mostró los inspectores.

"Lo siento, carezco de lengua y no puedo hablar"

—Descuida. — Campbell regalo una sonrisa.

— ¡Lamento tu accidente amigo! 

Carter toco a el sujeto del hombro y este sintió un ligero estremecimiento al escuchar a Carter y sentir su piel a la de él.

Sin más que decir los inspectores se retiraron y aquel sujeto apago las luces mostrando que esta vez definitivamente por ese día, todo había terminado.

Regreso al parecer a una habitación subterránea que tenía y continuo trabajando en su nueva obra de arte que estaba en proceso de ser exhibida.

Se veía un rostro de felicidad en el sujeto al ir terminando su creación ponía pestaña por pestaña mientras la música la tenía a todo volumen.

Sin duda ese circo era todo, menos normal...demostrando que a simple fachada era risa y diversiones. Y detrás había más que simples personas queriendo entretener y ganarse la vida.

----- Prisión Joliet Chicago Illinois Lunes 7 de Marzo de 1937 11:42 PM-----

Andrew estaba esperando por la hembra que le habían prometido. Como si lo invocase llega este sujeto que ya lo había visitado previamente con una hermosa mujer.

—Nunca dijiste que era ese tipo de mujeres. — Andrew la ve asqueado. — ¡Llévatela!

— ¡Huele!— El empujo a la chica quien era la mismísima Kaya y no lograba percibir el peligro que corría.

Andrew se acerca y gracias a este hombre logra hacer que le quitaran las esposas para que el pudiera acostarse con la chica. Con su olfato comienza a detectar cierto aroma peculiar.

— ¡¿Campbell?!— Kaya al sentir la presencia de este imponente hombre se encoge de hombros con mucho temor. — ¿Por qué huele a Campbell?

— Interactuó con ella.

—Me quiero ir de aquí.— Expreso Kaya con miedo al sentir como este hombre de solo olerla la quería desnudar con la mirada.

—Es cliente bueno Kaya... hazlo y tendrás tu dinero.

La chica siente como este hombre la jala del brazo. Kaya nota que el hombre que le prometió buena paga se larga dejándola a la merced de este enorme animal.

-----Martes 8 de Mayo 1:35 AM Departamento Campbell y Carter-----

Ambos inspectores habían estado hablando. Carter estaba en toallas por el accidente con Lampy.

— ¿Cómo te sientes?— Hablo Carter a Mía notándola más relajada que en la mañana.

— ¡Confundida!— Confeso a Carter. — Lo siento si te grite igual...Lo siento si te estoy lastimando al no poder darte el sí que tu buscabas...no eres tú el problema Carter.

— ¿Entonces? ¿Cuál es el problema?— Intentaba hacer que Mía expresara lo que sentía.

—El problema es que tengo miedo. — Soltó una lágrima traicionera que al instante se limpió con su manga.

— ¿Miedo?— Carter un poco impresionado decide indagar. — ¿Qué te aterra exactamente?

—Carter... Logan estaba tan traumado con hacerme su esposa que solo esa palabra me recuerda a él... ¡No soy normal! Tengo que ir a terapia. Sino, creo que no hubiéramos podido retomar nuestra intimidad...tengo pesadillas las cuales no te dejan dormir.  No quiero que si me llegó a comprometer mi carrera se estanque por ser ya una mujer comprometida... ¿Qué pasa si algún día llega un embarazo?...Estaré condenada a que me dejen sin trabajo y no quiero eso...Son muchas cosas...pero no es porque no te amé.

—Mía si seguimos activos...íntimamente hablando ...Estemos casados o no, puede pasar. No es que el matrimonio mágicamente implante un bebe en tu matriz. — Cogió las manos de Mía. — Además llevas un conteo muy bueno de tus ciclos, tomas tú te y mayormente nos cuidamos...

—Mayormente no has querido...intimar conmigo desde el rechazo Carter...

— ¡Y lo siento por ello! ¡No es un rechazo hacia ti! Pero sí que me afecto...—Pasaba sus manos por su mejilla. — Ni tampoco es un castigo hacia ti... ¿Has pensado que pasa si llegas a estar embarazada? ¿Crees que por el hecho de que no estemos casados se me haría más fácil dejarte a tu suerte?

—Sé que no eres así...pero la sociedad me dejaría mantener mi trabajo como madre soltera...

—Mía...No te voy a negar que me duele que no quieras compartir tu vida con la mía. — El beso su frente y prosiguió a unirla con la de ella. — Pero jamás intervendré en tu crecimiento personal. Sigamos como hemos estado estos meses  ¡Es solo una racha que tenemos que afrontar!

—Mañana retomo terapia Carter. — Ella beso la mejilla de Carter. — ¡Gracias por escucharme!

—Gracias por abrirte conmigo...— Carter se sentía un poco más tranquilo y decide preguntar. — ¿Tienes ya el nombre de tu nueva terapeuta?

—Si. — Saca una carpeta mostrando la hoja que le mandaron. — Amelia Blackwood.

Llega el capitulo  titulado Circo...¿Los defraude?

Próximo Capitulo titulado "Ethan Reed" ¿Ideas?

https://youtu.be/YKLT6_7Y1nc

Pequeño espacio para aprovechar y mostrarles este hermoso detalle de parte de Karatequila.  Me pone muy contenta recibir el primer  dibujo de mis personajes Jack Carter y Mía Campbell que a decir verdad los ha representado excelente... Por lectores como ellos y detalles así son una inyección de emociones para  los escritores.

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