La decisión estaba tomada y yo me encontraba sentado en una de las sillas del despacho de la directora de la academia Nevermore. Era bajita, algo regordeta y con una amplía sonrisa siempre en su cara. Por lo que escuché, la anterior directora había fallecido, asesinada decían algunas personas. Ahora su cara estaba inmortalizada en un cuadro en el despacho.

Phillips, la nueva directora, revisó mi historial impecable y enseguida me dio la bienvenida a la academia. Mis padres firmaron unos papeles y cuando los impresos estuvieron rellenados, ella acuñó con un sello.

—Ya eres oficialmente un alumno de la academia—anunció sonriente.

Mis padres se marcharon a ordenar la casa de Jericho y atender unos asuntos de la mudanza, quedaba mucho papeleo que rellenar. Fue como siempre, una despedida suave con un abrazo y un beso en la frente. Eran altos, pero mi padre era tan fuerte como nuestra raza, un oso. Yo apenas controlaba todavía mi poder, y detestaba usar esa forma, la consideraba primitiva e incivilizada. Aunque según mi padre, eso era ahora en mi juventud.

La directora me acompañó hasta mi dormitorio que lo compartiría con Ajax, un ser que podría dejarte petrificado con sus serpientes. El joven salió a recibirme y me tendió la mano. Phillips nos dejó a solas y yo mientras charlaba con él, deshice todas las maletas.

—Voy a salir un rato—dijo.

—Ah, okey.

Cuando por fin terminé todo, escuche la puerta abrirse y ver como mi compañero entraba con una chica y empezaban a besarse apasionadamente. Yo me quedé de piedra al ver la escena. La joven era bajita, rubia y con ropa llamativa y colorida.

—Ejem—dije interrumpiendo.

—Oh lo siento, es la costumbre—dijo el chico—ella es mi chica, Enid Sinclair.

—¡Oh, eres el alumno nuevo!—dio unos saltos hasta colocarse enfrente mía—encantada—me dio un abrazo.

—Lo mismo digo.

La joven empezó a hacerme muchas preguntas cuando Ajax la tomó de los hombros.

—Deja al chico tranquilo, acaba de llegar

—Tienes razón cariño, lo siento—se disculpó ella.

—No te preocupes.

Le hablé un poco sobre mí mismo y ella quiso enseñarme el lugar.

—Tranquila, ustedes dos...ya saben—dije algo rojo—no creo que me pierda.

—No te preocupes, ella adora ayudar

—¡Venga, vamos a dar una vuelta!—exclamó muy emocionada.

Los tres partimos de la habitación y ella fue enseñándome los distintos tipos de marginados de la escuela. Y una chica en particular, vestido de negro, que resultaba ser Miércoles Addams, era la chica más fría que había visto.

—Encantado—dije extendiendo mi mano.

Ella no quiso hacerlo.

—No lo tengas en cuenta...ella es así

—Siempre lo he sido Enid.

Luego la chica se marchó a escribir a su habitación pues dedicaba una hora al día a escribir. Ajax se fue con sus amigos a jugar a las cartas mientras terminaba de ver toda la academia. 

Enid quiso hacerse unas cuantas fotos conmigo y las subió a la red con el hastag nuevo estudiantes, de esta forma todos me reconocerían.

—¿Qué raza eres a todo esto?

—Me puedo transformar en oso

—¡Increíble!—dijo emocionada.

—Aunque odio usarlo...no me gusta

—Ah, ya veo.

Estuvimos un rato dando vueltas hasta que llegamos a mi habitación. 

—Muchas gracias por la visita, ahora no me perderé—dije.

—De nada—de nuevo sonreía, parecía que esa chica tenía energía infinita.

—Ah, toma mi teléfono—ella lo registró y me mandó un mensaje.

—Si necesitas algo, no dudes en contactarme

—Muchas gracias de verdad

—Bueno, voy a ver que hace Ajax...—dijo nerviosa.

—De acuerdo, nos vemos.

Ella se fue dando saltos y yo entré a mi cuarto. Ordené mi ropa para esos días y me tumbé. Mi nueva vida como estudiante no había hecho otra cosa que empezar.

Continuará.