7-Ajax
Aquellos días pasaron normalmente hasta que el director anunció ante todos los alumnos una noticia importante. Ante todos nosotros, nos presentó unos jarrones de gran valor fabricados por uno de los mayores artesanos que el mundo de los excluidos había conocido, Lentón Redry.
Todos los presentes se fueron acercando a ver poco a poco, eran de diversos colores y tamaños. A Enid le gustó sobretodo el más pequeño, el que se parecía a la copa que entregaban a los ganadores de la Copa Poe. Los objetos estaban tras un cristal protector para que no se pudiera tocar con las manos.
—Son preciosos eh—Enid me agarró bien fuerte—deben valer mucho.
—Si, por eso es mejor no tocarlos—añadí.
—Me habría gustado conocer a Lentón, una lástima que lleve más de 80 años muerto.
Continuamos con nuestros días de clase como si nada, con tantos deberes, apenas teníamos tiempo libre y lo empezaba a notar en Enid que a veces me miraba como a una presa herida e indefensa, con ganas de comer. Yo también tenía ganas pues es lo que tenía la edad, pero me tenía que calmar, ya habría tiempo para eso.
Miércoles en su línea, era muy inteligente y menos mal que nos ayudaba con los deberes, a cambio de silencio en su cuarto mientras escribía.
Estaba junto a Enid escribiendo en su mesa de estudio cuando noto la mano de ella acercarse a mi muslo y acariciarlo. Al mirarla, se muerde los labios y me guiña un ojo. Ahí yo empiezo a sudar lentamente, me muero de ganas pero todavía no podíamos. Además, estaba Miércoles ahí atrás así que resultaba imposible.
—No—dije—aún no.
Ella soltó un pequeño gruñido de enfado.
—Enid, deja al pobre tn, ya tendréis tiempo—ella suspiró y volvió a los deberes.
Así hasta que tuve que marcharme por la hora. Enid y yo nos besamos, por su agarre, supe que no quería que me fuera, pero era mejor así.
A la mañana siguiente, la gente se puso a murmurar e ir de un lado a otro. ¡Los objetos habían desaparecido!. El director nos reunió y cuando estuvimos a solas, nos miramos unos a otros.
—Parece que su plan ha funcionado señorita Sinclair—dijo este—han robado los objetos.
—Por suerte, son falsos y hemos colocado un rastreador—sonreía al ver que su plan había dado el resultado esperado.
—Vale, ahora solamente queda seguir el rastro—Miércoles esbozo una gran sonrisa ante nuestro asombro.
Junto al sheriff, organizamos una batida y siguiendo el transmisor y sin llamar la atención, fuimos hasta el lugar cerca del bosque. Estaba bien oculto y entre un montón de árboles, pero era una cabaña de madera. Desde fuera podíamos escuchar las voces, entre ellas la de Ajax que manejaba uno de los jarrones como un niño pequeño y hablando del dinero que iban a ganar.
Los policías entraron con las armas y estos fueron sorprendidos. Miércoles no quería involucrarnos a todos y ponernos en peligro. Lo mejor en aquella situación era que se encargasen gente con armas.
—Ajax—gritó Enid acercándose enfadada al esposado chico junto al resto.
—Enid...yo...—ella le dio un guantazo.
—Debería desgarraros por lo que le hicisteis a Tn—sacó las garras y una de las policías la tuvo que alejar—¡casi lo matan!.
Al ver que estaba fuera de sí, la abrace por detrás y la calmé.
—Está no es mi Enid de la cual me enamoré—susurré—ya está, todo ha terminado.
Ella me abrazó entre lágrimas. Dolía ver la caída de un amigo y ver como había tirado su vida por la borda a cambio de dinero y las malas compañías.
Regresamos en silencio, Enid aún estaba triste al ver a su ex caer de esa manera. Confesaron todo los crímenes y también que habían sido ellos los que vigilaban a Miércoles, querían chantajearla de alguna manera y asustarla. Así que comenzaron por sus amigos.
Por suerte, los paramos a tiempo.
La noticia corrió como la pólvora y el saber que Ajax había estado detrás de todo eso, una persona querida por muchos en la academia, fue un duro golpe. Eran días raros.
—Hola Miércoles, ¿está Enid?—pregunté.
—Si, adelante—entré y la vi escuchando música mientras miraba el teléfono.
—Ey—ella me miró y devolvió el saludo—¿cómo estás?.
—He estado mejor...supongo—la abrace para calmarla.
Miércoles escribió largo rato mientras Enid estaba entre mis brazos, quería consolarla, a fin de cuentas eran amigos y a mí también me cayó bien durante ese breve tiempo.
Con el paso de los los días, la noticia dejó de ser primicia y todos volvimos a los chismes y rumores, Enid la primera con su página, algo que le devolvió la sonrisa. Miércoles y yo pasamos más tiempo juntos debido a la pasión por algunos libros en común.
Le sonó el teléfono a Miércoles, era Xavier, para ir a un sitio. Yo le pregunté si era una cita y ella me miró fríamente y soltó un puede antes de marcharse.
Enid llegó en ese momento con las compras que había hecho con Yoko y compañía. Después de enseñarme lo que había comprado, me preguntó que iba a hacer y le dije que nada.
—Miércoles ha ido con Xavier, yo creo que están juntos—comenté.
—Sí, yo opino igual pero prefiero no preguntar.
Al estar cerca de ella, el aroma frutal atacó de nuevo y se lo dije. Enid se puso encima de mí, con esos ojos y respirando entrecortado. Se quedó viendo durante unos segundos antes de besarme con fuerza. La notaba muy apasionada e intenté separarme para recuperar el aliento pero ella me tumbó con brusquedad.
—Cuidado—dije respirando—tienes mucha fuerza—sonreí.
Ella rugió un poco antes de morderme en el cuello y seguir con la lluvia de caricias. En un momento, estiró sus uñas a garras y me rasgó la camisa por completo dejando mi pecho al descubierto.
—Enid...cuidado—pero ella me besó con más fuerza que nunca mientras se frotaba conmigo.
Yo poco a poco me fui dejando llevar y nos quedamos allí durante largo rato, fundiéndonos el uno con el otro hasta terminar agotados y sudados.
—No puedo andar...—tenía las piernas dormidas.
—Lo siento, es que llevaba ya mucho sin poder estar contigo—comentó.
—Si, lo entiendo—la volví a besar pero con ternura. No tenía que haberlo hecho.
—¿Unos pocos mimos más?
—No puedo...no siento las piernas
—Venga, un poco más—me mordió la mejilla y tuve que acceder.
Aquella noche tuve que pasarla allí pues estaba sin poder andar. Miércoles me llamó débil al regresar y verme tumbado mientras Enid me enseñaba vídeos de tiktoks a mi lado.
Al día siguiente y ya recuperado, nos enteramos de que se celebraría de nuevo la copa Poe. Enid estaba emocionada aunque al haberla ganado ya un año, no tenía esas ganas, pero aún así pensaba participar y ganar.
—Os necesito a los dos—dijo ella—este año iremos a por el doblete.
—Yo me apunto, quiero derribar a Bianca
—Yo no creo que participe—Enid esbozó una sonrisa que me produjo un escalofrío—de acuerdo.
—Ese es mi chico—me guiñó el ojo y me dio un beso ante las arcadas de Miércoles.
Continuará...
A pesar de haber terminado la trama de Ajax y el acosador de Miércoles, queda una que iniciaré en el próximo capítulo :D
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