24


-lamento lo que sucedió- dijo Donnie limpiando la mejilla de Winda

-no es nada, no puedo decir que entiendo su dolor, pero es algo difícil para ella- sonrió

-¿Puedo ayudarte en algo?...- dijo Shane entrando a la enfermería

-ya terminé- sonrió el de bandana morada -pero que bueno que viniste, así cambiaré la venda de tu brazo-

El pelirrojo se encogió de hombros y se sentó a esperar, las palabras de Raphael aún hacían eco en su cabeza y le estaban carcomiendo el corazón.

-¿Todo está bien?- dijo Winda en tono dulce

-si...- dijo con la mirada en el suelo

-¿Peleaste con tu hermana?-

-solo un poco- dijo mientras Donnie revisaba su brazo

-yo también peleé un poco con tu hermana- rió levemente

-si, lo ví, desde arriba...-

-te gusta andar por el techo-

-supongo y así es mejor... No quiero volver a herir a alguien...- suspiró

-en algun momento herirás a alguien- dijo Donnie volviendo a ajustar la venda en el brazo de su sobrino -aunque no quieras, sea física o emocionalmente-

-hubieses visto su rostro, le rompí el corazón...- puso su cara entre sus manos -y aún así ella me perdonó...-

-ese es el deber de una madre- sonrió el de morado -ella te ama a pesar de todo-

-tu madre piensa en lo mejor para ti, aunque tú la lastimes, ella siempre va a ver por ti, es lo que hace una madre...- Winda sonrió levemente y luego con discreción puso una mano en su vientre

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-¿Por qué me mintió?...- dijo mientras lloraba en el regazo de Erika

-él no quiso hacerte daño, no quiso hacerte creer que te estaba abandonando- ella acariciaba su cabello -no busco justificarlo, pero mira como te pones al saber la verdad-

-hubiese sido mejor que no me encontrara ese día...- sorbió su nariz

-Kiri, por favor dime qué no le dijiste eso- la miró seriamente

-si lo hice, le dije que mejor me hubiese dejado morir en la nieve...-

-¡Kiri! ¿Sabes el daño que eso pudo hacerle?- abrió los ojos con sorpresa

-no me importa ahora, él me hizo daño primero...-

-tu padre no podrá ser muy expresivo con sus sentimientos, pero él siempre ha visto por tu bienestar, contigo se ha sentido acompañado y orgulloso- dejó de acariciar su cabello y se cruzó de brazos

-¿Eso que importa ahora? Me mintió y no puedo perdonarlo- se sentó para verla

-cariño- suspiró -ten cuidado con lo que dices, podrías arrepentirte algún día-

Erika se levantó y se dirigió a la salida de la habitación de la castaña.

-quiero... Encontrar a mis padres-

La pelinegra la miró con seriedad, sabía que ese momento llegaría algún día.

-quiero saber de donde vengo y porqué me abandonaron-

-hablaré con tu padre sobre eso, tal vez Casey pueda ayudarnos-

-gracias, madre...- la vió salir de su habitación

Kiri se levantó a cerrar la puerta con llave, se acercó a su escritorio y de uno de los cajones sacó un encendedor metálico, bajó sus pantalones y se sentó en el piso con las piernas un poco abiertas y dobladas.

En sus ojos el reflejo de la llama dorada del encendedor ondeaba, vió unas pocas y pequeñas cicatrices en la parte interna de sus muslos, acercó el encendedor a esa parte y comenzó a quemar su blanca piel.

Su rostro estaba inexpresivo, simplemente veía el fuego cocinar su delicada piel.

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-debí suponer que a cierta edad ella querría eso...- dijo Leo quién hablaba con la pelinegra

-aún es menor de edad y... Es capaz de irse con ellos para no tener que estar cerca de ti- suspiró

-admito que lastimé a mi hija y ella no se lo merecía...-

-no es tu culpa hermano, a veces, ella solo deja que su cabeza explote sin importarle lo que pase- dijo Raphael -yo mejor que nadie entiendo eso-

-¿Tú crees que ella querrá irse con sus padres biológicos?- miró a su hermano de rojo

-conociéndola, es probable que si, ella actúa en defensa propia, siempre ha sido así, no sabe cuándo controlarse, tal vez porque nunca le enseñamos- suspiró -aunque dudo que pueda hacerlo, ella querrá irse, pero Erika es su madre legalmente, así que tienes un punto a favor-

-ahora veo que he cometido errores en su crianza- dijo Erika -debí enseñarle más a fondo como controlar ese carácter que tiene...-

-no sólo tú, yo también cometí errores, es mi hija y simplemente creí que tenía mal carácter, le dí demasiada libertad, ella ha sido más descontrolada desde aquel día...- dijo Leo decaído -la lastimé y ahora no sé que hará, a veces hace cosas sin pensar...-

-ella también te lastimó- dijo Raphael -llama a tu novia "una cualquiera" y tú no le pones un alto, sé que la violencia no es una buena crianza pero debes ponerle un alto de vez en cuando-

Leonardo simplemente bajó la mirada y suspiró, su hermano tenía razón, quien mejor que él para decirle que había hecho mal con su hija.

-esta no ha sido la mejor navidad...- dijo la pelinegra

-para mí estuvo muy bien- dijo una voz femenina -fue lindo volver a sentir el calor de un hogar y de una familia-

-¿Cómo está tu mejilla?- dijo Leo

-estoy bien, solo está roja- sonrió la morena

-lamento todo esto- suspiró -lamento no haberte defendido mejor-

Winda se acercó a él y tomó sus manos, lo miró dulcemente y sonrió.

-no te preocupes, las cosas se ponen difíciles cuando tienes hijos adolescentes- ella rió

Leonardo sonrió y abrazó con suavidad a su pareja, agradecía que ella lo comprendiera, sabía que era atrevida y de carácter, pero con él siempre había sido muy dulce y juguetona.

-¿Qué es eso?...- dijo Erika mientras transformaba sus orejas para escuchar mejor, luego emitió un chillido que resonó por toda la guarida

-¿Qué sucede?- dijo Winda aún abrazada a Leo quién estaba alerta

-hay problemas-

Luego escucharon una explosión centro de la guarida, el polvo y unos pequeños escombros llegaron hacia donde estaban.

Erika y Raphael corrieron a ver, Leo se quedó protegiendo a Winda, el de bandana roja y la pelinegra eran los más fuertes junto a su hijo, ellos siempre iban primero ante cualquier situación.

-¡¿Están bien?!- dijo Shane transformado llegando con ellos

-si- dijo Leo -¿Qué sucedió?-

-la enfermería explotó, algo está tratando de entrar-

-¡¿Que diablos trata de entrar?!- Leo escuchó otra explosión ahora en otro lugar

-no lo sé, el tío Donnie analiza la situación- miró como se formaban unas cuantas grietas en la pared de atrás del dojo -esto no me gusta-

-¿Leo? ¿Qué está pasando?- dijo Winda con un poco de nervios

-descuida, nosotros te protegeremos- tomó su mano

-será mejor que salgamos de aquí- dijo Shane

Los tres caminaron con cuidado hacia donde había sonado la primer explosión, ahí Erika y Raphael sostenían con esfuerzo un enorme trozo de pared para que lo que quisiese entrar, no lo hiciera.

-¡Shane ve por tu hermana!- dijo Raphael

-¡Mik!- él corrió a buscarla a donde se había escondido con Maggie y Dakota

-hay altos niveles de radiación y de la sustancia púrpura- dijo Donnie viendo una pantalla

-¡Kiri!- dijo Leo al verla parada sobre unos escombros -¿Estás herida?-

-cállate...- le dió la espalda y se fue junto a Mikey

-¡No vamos a resistir por mucho!- dijo Erika ejerciendo demasiada presión sobre sus patas

Los demás hermanos se colocaron en posición de defensa, luego de unos minutos reinó el silencio y los otros dos cayeron de espaldas sobre el trozo de pared hacia el suelo.

Lo que sea que los estaba amenazando, se había ido, pero había un mensaje en la pared de la tubería que tenían en frente.

-"Te encontré"- dijo Mikey -¿Eso es?...- señaló la pared

-sangre...- dijo Winda un tanto perturbada

-no...- Erika se levantó y corrió hacia un pequeño bulto en el suelo -manchitas...-

Luego ella abrazó el cadáver y se soltó a llorar, "manchitas" era el nombre de un pequeño gato moteado que había estado alimentando desde hace unos meses, él siempre venía a visitarla en agradecimiento.

-¡¿Quién hizo esto?!- gruñó con furia

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