-ha estado en su habitación desde que regresó- dijo Mikey mientras miraba a su hermano de rojo

-hablaré con él...- Raph suspiró

El de bandana roja caminó a paso lento hacia la habitación de su hijo, tocó la puerta y no recibió respuesta, volvió a tocar, obtuvo el mismo resultado, no le quedó de otra más que abrir la puerta.

Al entrar lentamente, vio todo el desastre que había ahí dentro, todo estaba en el suelo, incluso el escritorio estaba roto por la mitad, había marcas de zarpazos por todas las paredes y el techo.

Puños marcados en las paredes y una que otra mordida en las repisas, Raphael se acercó a la cama de su hijo, ahí habían papeles y sábanas sobre un enorme bulto del cual provenían pequeños sollozos.

-enano...-

-largo- escondió su cola dentro del "nido" que había hecho

-¿Qué sucedió?- se acercó más a él

-vete... No quiero hablar con nadie- volvió a sollozar

Raphael se sentó en la orilla de la cama y esperó en silencio a que el pelirrojo quisiera decir algo.

-solo fue un mal día...- dijo lentamente

-¿Mal día en la escuela? ¿Qué sucedió?- puso una de sus manos sobre el bulto de ropa, sábanas y papeles

-fue malo, eso es todo-

-Shane, hijo, si no me dices que fue lo que sucedió, no puedo ayudarte-

-no quiero hablar de eso- el bulto se movió, eso era seña de que Shane se estaba colocando en posición fetal

-¿Problemas con las chicas?- sonrió levemente

El pelirrojo no dijo nada, eso le dió a entender a Raphael que estaba en lo cierto, suspiró lentamente, acarició con cuidado el lugar en donde estaba su hijo y sonrió levemente.

-Shane ¿Quieres decirme qué sucedió?-

-asusté a una chica...-

-¿La asustaste? ¿Cómo?- se giró para quedar con la vista hacia el bulto

-muté frente a ella...- sacó un poco de su cabeza y Raphael pudo ver sus ojos verdes

-Shane, sabes que no debes hacer eso frente a nadie- su padre lo miró con preocupación

-los sé... Es que ella me enfrentó y no pude controlarme, sin querer salió...-

-¿Qué querías probar?- él bajó un poco la sábana para ver el rostro completo de su hijo

-simplemente le demostré que fijarse en mi forma humana no era buena idea...- volvió a esconderse entre las sábanas

-enano...-

-hubieras visto su rostro, parecía que en cualquier momento gritaría del miedo...- abrazó su manta roja que estaba con él debajo de todo -me vio como un... Un...-

-un monstruo...-

-si...- sorbió su nariz y abrazó con fuerza la manta -solo quiero a alguien que me quiera por lo que soy... Sin importarle si me convierto en un lagarto gigante... O si solo soy un idiota que piensa sobre la marcha...-

-nosotros te queremos- Raphael sonrió levemente

-solo porque son mis padres y mi familia me quieren...-

-en parte si, pero es porque ocupas un lugar especial en mi corazón, igual en el de tu madre y los demás- le dió una pequeña palmada -te queremos por quién eres, por lo que has logrado y porque a pesar de todo, has salido adelante-

Shane volvió a sacar lentamente su cabeza de entre las sábanas.

-¿Me quieres sin importar mis desastres?...-

-claro que si, eres mi hijo y aunque te parezcas demasiado a tu madre, lo cual es un golpe bajo- rió levemente -siempre estaré para ti-

El pelirrojo se sentó despacio, eso hizo que varios papeles cayeran al suelo y todo se moviera del lugar en el que estaba.

-quita esa cara, es igual a la de tu madre y eso da miedo- le revolvió el cabello

-gracias- sonrió levemente -aprecio estos momentos contigo...-

-como sea, ahora hay que arreglar este desorden, pero ni en mi peor momento fui tan destructivo- se levantó de la cama

-¿Debo ordenar ahora?- se levantó despacio y se paró junto a su padre

-nah, mejor vamos por un trozo de pizza, luego arreglaremos- puso su mano en el hombro del pelirrojo

Shane se movió y abrazó a Raphael con fuerza, este le devolvió el abrazo para luego dar leves caricias en su espalda, el pelirrojo comenzó a sorber su nariz.

-dejalo...- Raphael lo abrazó con fuerza

El pobre chico comenzó a llorar de forma desconsolada en los brazos de su padre, ahora necesitaba desahogarse y Raphael le estaba dando la oportunidad de hacerlo.

El de bandana roja simplemente tragó saliva tratando de aliviar el nudo que tenía en su propia garganta, el ver sufrir a su hijo rompía su duro cascarón.

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-ya pasó mi lagartito- dijo la rubia mientras acariciaba la espalda de Shane quien sollozaba en su hombro -ya pasó-

-te hice una malteada de chocolate, como las que te gustan- Mikey sonrió y la puso sobre la mesa

-mis cálculos dicen que con dos abrazos de mi parte, te pondrás mejor- Donnie se acercó y con amor abrazó a su sobrino

-te preparé una rica tarta de frutas- Dakota puso una rebanada sobre la mesa en un plato, junto a la malteada

Leonardo acarició su espalda y revolvió su cabello, eso lo hizo sonreír levemente, luego Kiri le dió un pequeño empujón que lo hizo reír.

-mi primer nieto, cuanto has crecido, aún recuerdo cuando Raphael llegó y me dijo que sería padre, fue una grata sorpresa, tu presencia aquí ha llenado este lugar de alegría, eso no hace a los demás menos especiales- Splinter sonrió -estoy seguro de que muy pronto vas a encontrar a esa chica especial que compartirá su vida contigo, no apresures el proceso, solo deja que el momento llegue y verás que todo va a salir muy bien-

Shane sonrió y abrazó a su abuelo con cariño, Splinter lo rodeó con sus brazos y con su cola.

-¡¡Llegué tan rápido como pude!!- dijo agitada mientras tiraba sus cosas al sofá -¡¿¡Dónde está mi bebé!?!-

-māmā- dijo con los ojos llorosos

-bǎobèi- ella corrió y lo abrazó

La pelinegra besó miles de veces las mejillas y la frente de su hijo, no podía vivir sabiendo que el pelirrojo estaba mal, tanto emocional como físicamente, sus hijos y su familia eran lo más preciado que podía llegar a tener.

Shane se volvió a desahogar en los brazos de su madre, llorando desconsoladamente y pidiendo refugio en ella, a su madre le partía el corazón el verlo tan dolido

-ya mi bebé... Ya pasó, ya pasó- ella acariciaba su espalda con euforia

Mikaela se acercó y con cuidado abrazó la pierna de su hermano, Kiri se unió al abrazo por detrás, Maggie abrazó al pelirrojo mientras besaba su mejilla.

-abrazo familiar, vamos- Dakota tomó la mano de Mikey y juntos abrazaron al pelirrojo

Las demás tortugas y Splinter se unieron para formar un gran abrazo, de esta manera el moreno se sintió tranquilo, respaldado y amado por su familia.

Siguieron así abrazados hasta que Shane dejó de llorar, luego comió su rebanada de tarta junto a su malteada, a pesar de que dentro de dos meses cumpliría 17, se quedó a dormir con sus padres y su hermana.

Esa noche los cuatro durmieron en la misma cama, algo apretados pero harían lo que fuera con tal de apoyar al pelirrojo en todo lo que necesitara, era su hijo después de todo y era una parte de ellos.