XIX


Todos buscamos una pequeña parte de la felicidad, pero nada se compara
con esos momentos que embarga la soledad.

Retrocedemos en el pasado, refugiándonos en aquel abrazador recuerdo que
nos mantiene cálido.

Nada será como antes,
así como mi lengua se envuelve al hablar, así, te dejé, sin importar escuchar a mi corazón explotar.

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