XI
Ruega a Dios que
no te deje en
el infierno,
ruega a los ángeles
que te levanten
el velo.
Así como todo nuestro fingido amor,
Tú me dejaste de lado sin razón.
Lloran las estrellas
que ya no te iluminan
en luna llena,
te ciega la oscuridad
en la que te
dejaste engañar.
Lloran los ángeles
que se atrevan
a rezar,
dejando de lado
las cosas que
no pueden regresar,
no es un adiós,
pero tampoco
un olvido,
recuerda momentos
que nunca se han ido.
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