Cómo no me deja poner video aquí, les dejo la captura de mi situación...

Fang era un Omega muy pasivo-agresivo, no solía ser muy atractivo hacía otros alfas por su personalidad dominante y retadora. Alfas amaban su cuerpo, odiaban su actitud nada sumisa, engreída y complicada, eso era lo que pensaban de él, todos menos un alfa en particular, uno llamado Chester...

—Deberías olvidarlo, ni siquiera está tan bueno como para que estés tan aferrado.

—Berry tiene razón Chester, además, lleva ignorandote casi toda la preparatoria.

—Lo se Mandy, lo se, pero sabes cómo amo los retos. Y su cuerpo también es excelente, ¿no lo vieron en clases de gimnasia? Su forma de estirarse y ser tan flexible es...

—¡Wow, wow, wow! Para de fantasear antes de que se te pare en plena clase amigo —le corto Barry la imaginación, mirando que no hubiese nadie más escuchando. Quedarían como tres Alfas calenturientos y pervertidos si los escucharán así, y eso era muy mala reputación (a pesar de que fuera cierta) para encontrar un Omega—. Admito que si, es ardiente, pero su actitud...

—Su actitud es única, grandiosa, es lo que más me atrae de Fang—. Concordó, el chico no era un Omega simple, falso o genérico en busca del mejor Alfa masculino, no, el peliazul sabía valerse por si mismo, era seguro, fuerte, y su aroma a palomitas dulces era delicioso, con solo tenerlo a unos metros ya era suficiente para hacerlo entrar en su rut. Cuánto deseaba que eso de las parejas destinadas existiera y que el chino fuera suyo—. Me encantaría dos cosas de él.

—¿Y esas son? —pregunto Mandy, algo aburrida ya de que Chester no parará de hablar de su crush.

—Bueno, son tres —confesó, deseoso de lo que pensaba—. Someterlo, empotrarlo y que fuese la madre de mis hijos —asintió hacía si mismo, su Alfa interior celebraba por su grandiosa idea.

—Eres un idiota —se metió en la conversación Janet, una beta que desgraciadamente se sentaba junto a ellos.

—Tu no te metas —gruño Chester, mirándola mal por metiche.

—Como sea.

—¡Los de atrás! Guarden silencio y pongan atención o les pondré cero de una buena vez —exclamó Byron, el profesor de ciencias.

Chester bufó, obligándose a obedecer, no podía perder esa clase o sus padres le matarían por andar de pendejo.

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—Ya te lo digo Buster, ¡me tiene harto!

El chino se quejó con su mejor amigo, las miradas acosadoras que le lanzaba el pelirosa cada vez que se topaban le incomodaban, demasiado.

—¿Por qué diablos tiene que ser él? El único Alfa que me pone atención y es un maldito pervertido, bastardo, feo y ridículo.

—Ya, tranquilo bro —trato de animar su amigo, acariciándole la espalda en muestra de apoyo emocional—. No es como que estés obligado a corresponderle, y el año ya está por concluir, no se verán más.

—Bro...

—¿Que sucede bro?

—Te quiero un chingo.

—Bro...

Ambos se abrazaron, se querían demasiado, como hermanos, y en eso se incluía Maisie, su otra mejor amiga de la infancia, pero en ese momento no estaba presente, había faltado por una gripe. Si la morocha estuviese presente, se hubiese encargado de poner en su lugar a su acosador.

—Oye, Chester, mira allá —. Señalo Barry

—¿Que cosa? —Chester volteo de inmediato, notando la escena de Fang y Buster abrazados, un poco lejos de donde ellos estaban almorzando.

—Si de verdad quieres tener al enano, deberías apurarte, antes de que te quiten lo que nunca fue —se burló Mandy, pícara.

—Es un beta.

—Las relaciones entre betas y omegas ya no son tan exóticas...

—Callate Berry.

—¡Que soy Barry!

—Ya niñas, las dos son bonitas.

Y así empezaron una discusión entre los tres en lo que restaba del receso, siendo ignorados por todos, ya conocían a ese trío de Alfas problemáticos, y era mejor no prestar atención.

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—¿Y que piensas hacer?

—¿Cartas, chocolates? Nah, es demasiado cool para eso —bufo, mirando el techo de su habitación. Al final había quedado con Mandy en su casa, para repasar algunas cosas de "estudio" según le dijo a sus papás. Lo que realmente quería era conquistar al chico de sus sueños, y necesitaba ayuda—. ¿Crees que si le digo a mi papá, me preste dinero para comprar una vaca?

—¿Para que mierda quieres una vaca?

—He oído que los chinos suelen hacer intercambio por sus hijas...

—¡No seas imbecil! —Mandy se dió una palmada a la frente, a veces el cabellos de algodón le sorprendía de mala manera.

—¡Estoy desesperado!

—¡Ya lo se! Pero ten dignidad, o lo que sea que tengas.

—¡Eres tan mala! —lloriqueo, deprimido dio vueltas en la cama, Mandy solo le observo desde la silla gamer que poseía su habitación—. ¡Ayudame!

—¿Cómo? —bufó molesta, Chester quería que ella sacará una solución bajo la manga, y ella no tenía esa solución—. Ah ya se, hagamos un amarre para que se enamore de ti —comento sarcástica.

Chester se quedó quieto, mirando a Mandy seriamente.

—No mames cabron, no estarás pensando que lo decía en serio.

—No, claro que no —intento disimular que no lo consideró, creyendo que su amiga lo apoyaría.

—Hm... Da igual, de todos modos ponte a estudiar, que si repruebo esta clase por tu culpa te matare.

—Claro.

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Yeah, otra historia, pero esta sera tan generica, no se esperen una buena trama o algo así porque no la tendra realmente. Planeo hacer mas nopor que historia de estos dos, solamente para entrenar de nuevo en lo erotico, va ser como un ensayo, y arpovechando que no hay mucho de esta pareja pues... que util jsjs