08

—No puedes hacer eso, dijiste que pasará lo que pasará no aceptarias. —Jungkook me toma de los hombros—. ¡No tienes que hacerlo! ¡Deja esa estúpida idea!

—¡¿Y que el reino entero vaya a la guerra?! —Grito destrozado— ¡¿Qué mis padres den sus vidas por la mía?!

Sin poder evitarlo rompo en llanto, esto es tanto que me supera. Se suponía que no debía pasar nada como esto, pero tampoco podía dejar que gente inocente muriera, permitir que tomarán la vida de mis padres sería algo inaceptable. Siento que en cualquier momento mi corazón se saldrá de mi pecho. Doblegaron mis principios y mi propia moral. En un momento, Jungkook está sujetandome entre sus brazos, me aferro con desesperación a él mientras intenta calmarme. Pasamos varios minutos así hasta que él me obliga a separarme y sujeta m rostro con sus manos.

—Tampoco debe ser así. —Limpia mis lágrimas con sus pulgares—. Aún podemos irnos a la guerra, lucharemos, somos un ejército muy fuerte...

—No, no, no. —Niego con la cabeza—. Ir por esa línea solo significa más muertes, es dar tu vida y la de tu madre y no puedo permitir eso. ¿Qué sucedería con Jimin y la tía SeungHee? ¿Y esos hombres que seguramente tienen familias? —Lo tomo de su camisa—. Mi vida no es tan importante para que todos mueran, me casaré, pero haré todo lo que esté en mis manos para que mis futuros hijos no pasen por esto.

No puedo permitir que más personas muera y sufran, daré mi cuerpo y alma para que nadie más tenga que hacer esta clase de actos. Me venderé como una puta a su pueblo, solo para evitar que más cambia-formas deban pasar por este horrible proceso.

—Tus padres quieren evitar que vivas esto.

Ellos me rogaron para que me retractara, incluso dijeron que no podía tomar esa decisión, que no tenía derecho; sin embargo, sabían que buscaría la forma de que esa boda se realizara con tal de salvarlos. El rey Kim estaba conforme por la decisión, incluso le dijo a mi padre que esa era la forma en la que un omega debía portarse. Mi padre estaba a nada de atacarlo de no ser por mi madre, la guerra hubiera iniciado en una batalla por parte de ambos reyes. Ahora ya no hay vuelta atrás, quizás este siempre fue mi destino, ni si quiera debi soñar con algo distinto. Aunque, está bien, siempre y cuando pueda salvar a los que amo, entre ellos mi pueblo. Quiero que todos vivan bien, hay cachorros naciendo y que necesitan vivir en un lugar seguro, no tienen la necesidad de una guerra como primera vida.

—Te marcare —dice Jungkook en un arranque de nervios, lleva sus manos a mis hombros—, será una marca temporal, solo necesito morder tu cuello, ellos tendrán que desistir de la idea de la boda.

—No, no puedes hacer eso. —Cierro los ojos un poco y recargo mi frente contra su hombro—. No nos sentiriamos bien si lo haces, Jimin se sentiría peor. —Suspiro con tristeza—. Sabemos que eso sería ir contra el reino vecino... podrían asesinarte por ir encontra del rey y eso no evitara mi destino, pero gracias por querer buscar una solución.

—Es que no quiero que vivas infeliz. —Puedo escuchar claramente como su voz se quiebra—. Si te vas al otro reino no estarás bien, deberás apegarte a sus costumbres y sabemos que no... y tú... no puedo dejarte ir, no puedo. —Me vuelve abrazar, pero esta vez con más  fuerza—. Me iré contigo, solo así estarás a salvo. Jimin entenderá, eres como un hermano para mí. No permitiré que te lastimen.

—Yo tampoco quiero que te pase algo. Como hermano, te digo que me negare a eso. —Tenso con fuerza la mandibula—. Te pido cuides de mis padres, de tus madres, de Jimin... del pueblo, eres el único en quien confío. Dejo todo esto en tus manos, hermano mio, si algo pasa... te voy a ceder mi titulo de principe y ellos no tendrán más que un simple omega sin valor.

—Yoongi.

—Escucha. —Me separo de él y ahora soy quien toma su rostro—. Esto será en un caso extremo, si lo hago ahora solo estaré dando más razones para que haya una guerra. Por favor, confía en mí, tanto como yo confío en ti.

Hablo en serio, no hay otra persona en este mundo en la que confíe tanto como lo hago con Jungkook; me ha demostrado ser tan leal que estoy seguro que si se lo pidiera me sacaría del reino para que pueda ir y que de esa forma no afronte esta situación, pero ese no sería yo. No soy una persona que huye, mis padres no me criaron de esa forma, debo demostrar que no soy un cobarde, no morirán mis padres, no morirá mi pueblo.

Esto es mi deber.

No puedo seguir llorando como un niño, debo afrontar esto con la frente en alto y tengo que luchar, aún cuando me doblegaron. No pienso venderme como una simple puta barata, no pienso quedarme como un simple trofeo y se que eso tendrá consecuencias. Voy hacer que mi cuerpo y mi ser les cueste con creces, haré que se arrepientan una vez que el matrimonio sea efectuado y que hayan firmado los tratados. Les mostrare que este trofeo cuesta más después de haberlo obtenido; sin embargo, haré que sea mi cabeza la que busquen y no la de mis padres, pero no se las daré con facilidad.

—Jungkook, te pediré un favor. —Hago que una su frente con la mía—. Ambos sabemos que no me quedaré quieto. Si creo estar en peligro te enviaré una carta con tres puntos, será tu señal para que vayas por mí. Debes encontrar la forma de sacarme sin ser vistos.

—¿Tres puntos?

—Cada uno representa una palabra. —Levanto tres dedos—. "Sacame de aquí"

He estado solo desde hace algunas horas y eso sirve para que mi lobo y yo podamos tener un momento de calma antes de entrar a todo el caos que esta por venir. Mis padres volvieron a venir, diciendo que encontrarían otra solución, pero que desistiera de la idea de la boda; sin embargo, ni ellos tienen alguna idea para conseguir una solución. Fue la primera vez que ví a mi madre llorar y tuve que ser más fuerte para no hacer lo mismo, solo la console en mis brazos y le dije que no todo estaría mal, que seguramente SeokJin sería un buen esposo, pero yo tampoco estaba convencido de mis palabras. Yo no quiero a un esposo, no quiero ser obligado a llevar el apellido de un hombre al cual no amo. No quiero que todos digan "es el omega del príncipe Kim". Él no es lo que imagine, pero no quiero ser nada suyo. Aún lo puedo oír rogando a su padre para que lo reconsiderara, aun sigo escuchando su voz diciendo que él no podía permitir eso; sin embargo, nadie le hizo caso, nadie le puso atención al alfa que intentó impedir esto. Escucho tres golpes en la puerta y suelto un suspiro, Hoseok a insistido en que no quiere dejarme solo, incluso a insistido en querer irse conmigo para seguir siendo mi sirviente personal. No quiero llevarlo a un lugar donde seguramente lo tratarán mal.

—Adelante —digo con voz cansada—. Hoseok ya te dije que estoy bien, quiero dormir.

—¿Seguro?

Pero no es la voz de Hoseok la que me responde, es la de SeokJin. Inmediatamente me incorporo en mi cama y miro hacia la entrada. Veo como cierra la puerta tras de él y se acerca hacia mí, en ningún momento aparto la mirada, estoy atento a cada movimiento, los cuales se detienen una vez que él se sienta a mi lado.

—Se que nos vamos a casar, pero eso no te da el derecho a entrar a mi habitación sin ser anunciado —lo miro serio.

—Te falle —dice en voz baja—. Lo siento, en verdad lo intente, pero no creí que...

—Está bien, supongo que era inevitable. —Suspiro—. Por un momento creí que no tendrá que pasar por esto, ser un simple trofeo, una especie de trueque, creí que yo podría hacer algo mejor para mi reino.

En verdad lo imagine, creí que yo podría hacer algo para merecer el título de príncipe o de rey, pero ahora sé que no es así. Lo único que pude hacer fue entregarme en un trueque para recibir una firma, no haré nada importante por ellos. Ahora tendré que alejarme del pueblo que me vio crecer, de quienes me arroparon en ese cálido cariño que me daban, ahora no podré pasearme por los mercados ni podré ayudar a la señora Jang en la cocina. Sé que si llegó hacer algo como eso en el otro reino no sería nada digno y hasta quizás sea severamente castigado. Eso es lo que más me esta destrozando por dentro. Tendré que doblegarme ante sus leyes y vivir bajo el mando de alguien que no es digno de ser llamado rey.

—Prometo que haré todo lo posible para que seas feliz. —SeokJin me toma la mano—. Ahora seré tu alfa, mi deber será siempre que estés bien. No pude evitar tu destino, pero al menos lo haré más pasable, para que veas que estar a mi lado no es tan malo.

—SeokJin, sé que intentas consolarme, pero en verdad no funcionara. —Lo miro con atención—. Hiciste lo que pudiste, el problema será estar alejado de todo lo que conozco, de adaptarme a tus costumbres, yo no podré con eso.

Debo tragarme algunas palabras. Quiero decirle que él jamás será mi alfa, pero no es momento de poner esas cartas sobre la mesa. Siempre imagine que el cambia formas que dejaría que fuera mi alfa sería alguien que viera a través de mí, sería la persona que lucharía a mi lado. No alguien que quiere pelear todas mis batallas y me ve como una damisela en peligro.

—Bueno, te recuerdo que te casaras conmigo, no con mi padre. Lo que el diga no te tiene que importar.

¿Él será tan diferente como su padre? Porque no me gustaría que me trataran como a su madre, excluirme de todos y todo para después solo mostrarme como una muñeca de trapo que solo sirve para mostrar en eventos. Yo quiero ser tratado de forma distinta, mi madre no es solo tratada como una reina, ella es una diosa ante los ojos de mi padre. Quiero decírselo, pero eso es algo que solo mi lobo y yo sabremos.

—Min Yoongi, si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, ¿hubieras aceptado estar conmigo? ¿Me hubieras dejado cortejarte?

—No. —Separo nuestras manos—. No lo creo, no por ti, más bien por mí.

—Entiendo.

—Aunque eso hubiera estado bien. Quizás hubiéramos sido buenos amigos.—Le sonrío poco—. No eres el niño mimado que creí.

—Y ¿si fingimos que estamos en ese mundo alternó donde si te corteje? —Acaricia mi rostro y yo me tenso en mi lugar—. Quizás la idea de casarte no te desagrade.

No sé porqué, pero sus palabras no provocan nada en mí, me refiero a que no me hizo sentir nada positivo. Cualquier otro omega se estaría derritiendo por el noble alfa que está frente a mí, pero solo soy capaz de sentirme acorralado, no hay razón alguna para que él me trate así. No me conocé, no tendría ni si quiera porque preocuparse si estoy satisfecho con esto. Incluso mi lobo me pide que tenga cuidado, que desconfíe de él a toda costa. No podemos dejarnos guiar por alguien que intenta poner una cortina de humo en busca de que no notemos la realidad. No necesito que me mientan para que acepte esto como si fuera algo bueno. Dejarme acunar bajo esa mentira sería algo inaceptable.

—Creo debes irte. —Me levanto de la cama y camino hasta la puerta para abrirla—. Mañana inician los preparativos para la boda.

SeokJin asiente, camina hasta la puerta y solo susurra un "buenas noches", cuando cierro la puerta tras de él siento un peso menos; sin embargo, una extraña sensación recorre mi cuerpo, dioses este no era el destino que deseaba.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top