03
—Por favor, tía. —Hago un puchero—. Vamos al pueblo.
Bien, duró poco las ganas de obedecer a mis padres, pero tengo mis razones: es sofocante estar dentro del castillo, ya pasé mucho tiempo encerrado, no soy ninguna princesa que desea ser rescatada por su príncipe. Además, solo es una ida al pueblo, quiero dar una vuelta; sin mencionar que quiero comer algo de la señora Jang. La comida que preparan en el castillo no es mala, sabe muy bien, pero no es lo mismo a comer afuera mientras escuchas el bullicio de la gente. Aunque eso no lo entiende mi tía.
—Su majestad.
—¡Tía! —Me cruzo de brazos—. Mamá te ha dicho que no me digas así. Soy tu sobrino, solo dime Yoongi.
Ella mira a todos lados, asegurándose de que no haya nadie más. Una vez que verifica que estamos solos, suelta un suspiro y se cruza de brazos. No se ve molesta, solo preocupada, como si estuviera pensando en la manera de decirme las cosas sin ser grosera. Jungkook esta intentando verse serio, pero hasta aquí puedo oler el temor que le tiene a su madre. Ella seguramente también lo noto, pero prefiere hacer como si no fuera cosa suya. Jungkook sabe del temperamento de su madre, por eso tiene miedo cuando ella se enoja, usualmente es una buena persona, pero nadie quiere tratar con mi tía una vez que empieza a soltar feromonas de hostilidad.
—Su ma... Yoongi, tus padres dijeron que no podías salir.
—No, dijeron que no podía hacerlo sin un guardia. —Sonrío—. Eso lo tengo claro, así que, ¿por qué no pedirle a mi tía que me acompañe? La grandiosa Jeon SeungYeon, quien es capaz de derrotar a un ejército sola mano.
—Estoy ocupada.
Se da la vuelta y empieza a caminar; sin embargo, corro hacia ella y la abrazo por la cintura con fuerza. Mi tía se tensa en su lugar e intenta apartarme un poco, pero me sujeto con más ganas. Sé perfectamente que no me va a empujar, primero se corta los brazos antes de lastimarme. Aunque no estoy seguro si no lo hace porque soy su sobrino, porque soy un omega o por el simple hecho de que soy el príncipe. Algo me dice que es lo último, sino lo fuera a ella no le importaría que fuera un omega; me daría un golpe y de paso me haría correr por todo el pueblo para enseñarme una lección. Mas aprovecharé la pequeña ventaja que me da el ser príncipe.
—Por favor, tía SeungYeon. Sé que no estas ocupada, mi tía Hee me lo dijo. —Hago otro puchero y aleteo mis pestañas en un intento de verme adorable—. Te lo suplico, me muero estando encerrado en este lugar. Amo estar en el pueblo, ir a comer al mercado...
—¿En serio haces eso? —Suena consternada—. Eso no es digno de la realeza, ¿tu madre y padre saben de esto?
—Sí, hay veces que ellos van conmigo o me piden algo de comer. —Me encojo se hombros—. La señora Jang siempre me empaca la comida para traerla y también le dejó una considerable propina, ¿verdad, Jungkook?
Mi primo asiente con la cabeza mientras sonríe. A él también le gusta ir a comer con la señora Jang, es como una abuela para nosotros. De hecho, no solo nos gusta ir por ella, todos en el pueblo son muy amables y eso me hace sentir como en casa. En algunas ocasiones intento ayudar a los vendedores de verduras e incluso en la cocina con la señora Jang. Cuando mamá se enteró estaba feliz, pues dijo que era agradable saber que yo no era como todos esos niños pretenciosos que por haber nacido en la realeza creen que el mundo no los merece, ella dice que la humildad es lo que siempre nos debe caracterizar.
—No sé, Yoongi. ¿Y si tus padres se enojan?
—No se enojaran si van Jungkook y tú, conmigo, solo un rato.
Ella niega con la cabeza varias veces, pero sus ojos dicen otra cosa. Sonrío en grande al ver como lentamente suelta un suspiro y murmura un "Esta bien".
El aroma a comida golpea con fuerza mis pulmones y yo suelto un sonido lleno de satisfacción. En verdad necesitaba esto, he querido venir aquí desde hace días. Abro la puerta del pequeño negocio y miro hacia todos lados para ver si esta aquella dulce mujer cerca.
—¡Señora Jang, ya llegamos!
Al momento de gritar eso varias personas se giran a vernos. Todos se levantan y nos hacen una reverencia mientras gritan un "su majestad". Siento las ganas de bufar, pero me contengo, así que simplemente sonrió y les hago una señal con la cabeza a todos. Muchos de los que están aquí me sonríen en modo de saludo, saben que cuando llego solo quiero un poco de tranquilidad.
—Pero si el más pequeño de los príncipes a vuelto. —La voz cansada y alegre de la señora Jang se hace presente—. Por favor, pasen, no sé queden ahí.
Ella sale de la puerta que da a la cocina y camina con lentitud hacia nosotros. Esa mujer es un encanto de persona, si ella me dejara la llevaría a vivir conmigo al castillo, pero dice que no se sentiría cómoda entre tanto lujo. Es como una abuela para mi, tan dulce y comprensible que es difícil no quererla.
—Soy el único príncipe. —Me río mientras me acercó a ella y la abrazo—. Al menos en este lugar, ¿Cómo ha estado? ¿Ya se siente mejor de su espalda? ¿Quiere que vayamos de nuevo al médico?
—Tranquilo, estoy bien. —Se separa de mi y acaricia mi rostro—. Tendrás más de los guisos de esta vieja por muchos años.
—¿Vieja? Por favor, usted luce tan joven y hermosa como una princesa. Sino fuera un omega al igual que usted la desposaria ya mismo.
Ella suelta una risa antes de alejarse de mí, camina hacia Jungkook y lo abraza como a mi. Mi tía en cambio solo le da un asentimiento con la cabeza mientras le sonríe dulcemente, ellas ya se conocen, pero la hermana de mi madre es demasiado formal como para querer dar abrazos, a menos que sea su compañera. Hago que mi tía se siente mientras voy con Jungkook y la señora Jang a la cocina. Su nieta, una beta, nos saluda con una sonrisa. Con total confianza me acercó a los fogones y empiezo a revisar que están haciendo, noto que apenas estaban preparando un caldo; así que me quito mi capa y mi saco para seguir cocinando. Le entrego las cosas a mi primo antes de regresar a los fogones.
—Jungkook, ponlo por ahí. Voy acabar esto —digo como si nada—. YuJin, ¿Cuantos platos pidieron y qué es lo que pidieron?
—Oh, pidieron dos tazones del caldo especial, pero la abuela apenas lo esta haciendo. —Ella se acerca—. Yo sigo con esto, su alteza....
—Te daré un golpe con la cuchara de madera si vuelves a llamarme así. —Arrugó la nariz—. Aquí soy Yoongi, ¿de acuerdo?
Ella suelta un suspiro antes de asentir con la cabeza, está cansada de que siempre la regañe por lo mismo, pero parece que ni así entiende; cuando estoy en el pueblo no quiero ser tratadocimo la realeza, solo quiero ser uno más de ellos. Mientras termino de hacer el caldo, Jungkook se comenzó a ayudar a YuJin a picar verduras para las demás cosas. Escucho como lo regaña por picar las cosas demasiado grandes y mi primo solo pide perdón, YuJin tiene el carácter de la señora Jang. Una vez que terminamos Jungkook y YuJin empiezan a llevar los tazones a las mesas correspondientes. Hubiera ido yo, pero estoy seguro de que si mi tía me ve se podría desmayar, la realeza no debe servirle a los demás. Veo como a los pocos segundos entra la señora Jang a la cocina y niega con la cabeza en repetidas ocasiones al ver que sigo haciendo más cosas en la cocina.
—Deberías ir a sentarte. —Ella me toma del brazo y hace que empiece a caminar hacia la salida—. Ve con tu tía, has que Jungkook se siente también. Ya han hecho suficiente como siempre.
—Bien, pero solo porque me muero de hambre.
Una vez que salgo de la cocina, camino hasta la pequeña mesa donde está mi tía. Para ser un lugar pequeño he de admitir que mucha gente viene aquí, nadie se puede resistir a los guisos de la dulce señora Jang. Cuando estoy a punto de llegar a la mesa algo capta mi atención; se trata de un hombre ebrio que esta en la barra y al parecer llamó también la atención de Jungkook y de mi tía. Mi primo se apresura a venir hacia mí, pone su mano en mi hombro y me incita a caminar para estar en nuestra mesa. En nuestros lugares, ninguno dice nada, solo continuamos viendo al hombre, hay algo en el que nos hace ponernos ansiosos. YuJin no tarda mucho en dejarnos la comida antes de retirarse. Los tres empezamo a comer, pero a cada segundo siento una ligera incomodidad, como si alguien estuviera observandome. Al levantar la vista me doy cuenta de que ese alfa está mirándome con una sonrisa burlesca. Intento no darle importancia, mas no pasa mucho antes de que este suelte una carcajada y empiece a señalar en mi dirección. Todos en el lugar lo miran con el ceño fruncido, mi tía y Jungkook empiezan a soltar feromonas de hostilidad haciendo que me maree un poco pues no son los únicos haciendo eso, los alfas a mi alrededor están a la espera de atacar. Aún con todo el alboroto de las feromonas intento mantener una expresión neutra. Si le doy la importancia que quiere solo mostraré debilidad.
—¡Así que el grandioso príncipe esta comiendo con los plebeyos! ¿Será qué los reyes ya consumieron todo el dinero del pueblo? —Bebe un trago del vaso que tiene en su mano— ¡¿Ya se cansaron de explotar a su gente?!
Veo que mi tía esta a punto de levantarse, pero me apresuro hacerlo yo y miro desafiante al hombre. No voy a permitir que hablen así de mí o de mi familia. Mis padres jamás han explotado a alguien del pueblo, siempre intentan ser justos y darle a los nuestros todo lo que necesitan, yo sería el primero en ir en contra de ellos si fueran personas crueles con nuestra gente.
—Mis padres nunca han hecho tal cosa, lo sé bien porque yo soy participe de todo lo que hacen por el pueblo. —Frunzo el ceño—. Que la vida no le haya favorecido no es culpa del reinado de mis padres.
—¡Pura mierda es lo que escupes!
Lo que escucho a continuación hace que tiemble en mi lugar, no solo mi tía y Jungkook son los que gruñen, todos los alfas del lugar lo hacen, el hombre solo suelta otra risa mientras me apunta. Lentamente empiezan a rodearlo mientras sueltan feromonas de hostilidad, solo están esperando un movimiento para atacarlo.
—Tenían que salir en defensa del príncipe omega. —Extiende sus brazos para después mirarme de arriba abajo—. Debería marcarte aquí mismo y tomar el reino para sacar a todo el pueblo de la miseria.
—Solo intenta dar un paso. —Mi tía desenvaina su espada—. Tu cabeza estará rodando en el piso por tu estupidez.
Le hago una señal para que permanezca al margen, no todo el tiempo estaré esperando a que me defiendan, esta en juego mi honor y mi orgullo, y el de mis padres. Voy a demostrar que el ser un omega no significa que dejaré que me traten como un ser inferior. Un hombre que no aporta nada al pueblo no tiene el maldito derecho de hablar de esa forma hacía mí o mis padres, si dejo que me pisoteen sería algo inaceptable.
—Señor, aunque lo hiciera usted no sería dueño del reino. —Tenso la mandíbula—. Yo seguiría siendo el sucesor, si quiere salir de su miseria le aconsejo que deje de beber y se ponga a trabajar. —Lo miro de arriba abajo—. Yo sé como vive el pueblo, estoy consiente de eso, porque cada vez que puedo los vengo a visitar y créame que si estuvieran tan mal como usted vocifera, nadie de aquí aceptaría mi presencia.
—¿Crees que por dejar unas monedas cada vez que vienés haces diferencia a su modo de vivir? —Escupe— ¡Pues no, niño! ¡No haces nada por ellos!
—Que no se le olvide que esta frente a un príncipe —digo furioso aun cuando esas palabras dejan un sabor amargo en mi boca—, alguien como usted no tiene el derecho de hablarme sin formalidades. —Camino hacia él, pese a que Jungkook intenta detenerme, y quedo parado a un metro de distacia—. Todos aqui, a excepción de usted, hacen algo por este reino, cada uno de los presentes saben lo que es trabajar duro, ¡así que no me venga con esa bazofia sobre lo que hago o no por mi pueblo!
Veo que esta a punto de acercarse más a mí, estoy por dejar que mi lobo salga a defenderme cuando dos espadas se interpone en el camino del alfa, Jungkook y mi tía SeungYeon miran de forma siniestra al hombre quien levanto las manos al acto.
—Si quieres seguir respirando será mejor que solo te muevas para salir de aquí. —Jungkook habla de forma lenta y amenzadora—. Un paso en falso y el último líquido que veras será el de tu sangre derramada en el piso.
El hombre solo me da una última mirada antes de salir del lugar. Una vez que estoy seguro de que se ha ido, suelto todo el aire que contiene mis pulmones, al girar a ver a los demás presentes me doy cuenta de que todas las miradas están puestas en mí, pero todas están cargadas de preocupación. La señora Jang esta siendo sostenida por su nieta quien también luce asustada. Puedo oler su desesperación y al mismo tiempo su miedo, aunque la soltarán, ¿qué hubiera podido hacer ella?
—Lamento todo esto —digo con voz algo temblorosa—, no fue mi intención..., saben que jamás usaría..., yo...
—Tranquilo, su majestad. —Uno de los alfas me sonríe un poco—. No ha hecho nada malo, a defendido su nombre y el de sus padres como debía ser. Es grato saber que tiene la misma firmeza y valentía de...
—¿Mi padre?
—No sólo del rey. —Sonríe más—. De la reina.
Durante todo el trayecto al castillo mi tía no dijo palabra alguna, es como si estuviera pensando correctamente en que hacer o que le dirá a mis padres. Obviamente este rumor se correrá, si ella no se los dice lo escucharán por la gente del pueblo. Una vez que llegamos y entramos a mi habitación no tardan ni un segundo en romper el silencio.
—No debías hacer eso —dice en voz baja mi tía—, se que fue un impulso, pero pudiste salir herido.
—Mamá, por favor, sal de aquí. Debo hablar con Yoongi —la voz de Jungkook sonaba tan firme que no parecía estarle hablando a su madre—. Él es mi responsabilidad.
Mi tía no se negó, al contrario, no dudó en salir cerrando detrás de ella la puerta. Esto es demasiado serio, Jungkook jamás haría que su madre saliera de algún lugar.
—Yoongi —empieza hablar Jungkook—, debiste dejar esto en manos de mi madre o mías, no debes exponerte.
—Se trataba de mi dignidad y mi orgullo. —Aparto la mirada—. No toda la vida debo dejar que me protejan.
—No, si debes dejarlo —su voz tiene un toque de ira— ¡Para eso estamos! ¡Debemos protegerte!
—Habrá un momento en el que no estará nadie de ustedes y debo cuidarme solo —regreso mi mirada a él.
—Esto no está a discusión, Yoongi, no solo te hablo como tu primo, también como el alfa que fue asignado para tu protección —dice alterado—. No se puede repetir esto...
Su voz se apaga cuando la puerta es tocada tres veces. Dejo de mirar a Jungkook, doy la orden para que entren y veo a una de los sirvientes entra algo preocupado. Genial, no puedo tener un día tranquilo.
—Su alteza, el rey y la reina han vuelto, solicitan su presencia en el salón principal.
Sin mirar a Jungkook camino hacia donde está el sirviente, este empieza a caminar frente a mi para guiarme, como si no supier dónde está el salón principal. Cuando llego veo a mis padres, ambos tiene una sonrisa en su rostro, pero sus ojos se ve la preocupación. Y las buenas noticias continúan.
—¿Qué tan mal les fue?
—Saluda primero, mocoso insolente —sisea mi madre.
Pongo los ojos en blanco antes de soltar un suspiro, hago una reverencia demasiado exagerada y después sonrío con la más falsas e hipócritas de las sonrisas que puedo tener.
—Oh, mis reyes, me alegra tanto su llegada. Bienvenidos sean. —Hago un gesto con la mano—. ¿Cómo les ha ido?
—Si te daré una...
—Yoongi. —Mi padre interrumpe la amenaza de mi madre—. Nos fue muy bien; sin embargo, aún tenemos un inconveniente. Debemos convencer a Kyrios de firmar los tratados.
—¿Y eso cómo lo haremos?
—Bueno, les envié una invitación cordial para que vengan al reino. —Hace una mueca—. Haremos un baile en su honor.
—Dime que no es necesario que este —digo esperanzado.
—Mi muchacho debe presentarse como el futuro sucesor.
Esto debe ser una jodida broma.
Toy emocionada por esta historia v:
Si si ya aparecerá Jin
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