—¡Maldición! ¡¿Por qué mierda no me lo dijiste?! ¿Por qué me dejaste volar hasta aquí sabiendo que Emery había sufrido un maldito accidente? ¡Tengo ganas de matarte en estos momentos, Serena!

—¡Me dijiste que no querías saber nada de ella!

—¡Pero no me refería a abandonarla sabiendo que estaba en coma!

—Marcus... —intentó acercarse a mí, pero estaba muy molesto como para dejarla, así que me alejé como acto reflejo.

—No, lo mejor es que te vayas, necesito estar solo.

—Marcus, no puedes regresar con esa niña.

Que la llamara de ese modo... solo me hacía sentir más culpable.

—¡Esa niña puede morir y todo es mi culpa! —le grité, pero ella no pareció ni un poco sorprendida ante mi actitud.

Al contrario, me conocía tan bien desde hace muchísimo tiempo, por algo éramos mejores amigos.

—No puedes culparte toda la vida por acciones que toman las personas y terminan afectándote de algún modo. Acabas de salir de un juicio, ¿estás buscando entrar en otro?

—No.

—Pues eso es lo que encontrarás si regresas allí.

Estaba molesto, no puedo mentir. Porque ahora que Serena me decía aquello estando en otro país, me hace dudar si tomé la decisión correcta o no en acabar lo nuestro y dejarla así para que fuera "feliz"

—Tienes que entenderme, Serena, yo... la amo —mi voz se quebró ahí mismo, no pude evitarlo.

Pero realmente sentía como todo me afectaba el doble, no puedo perder al amor de mi vida dos veces...

¿Por qué tuve que hacerla pasar por esto?

—Lo sé, pero recuerda que es menor de edad y eso solo complica muchísimo las cosas. Le llevas diez años, Marcus, esto no es cualquier cosa, es algo serio. Ella ni siquiera es mayor de edad todavía. Si la quieres deberías pensar en lo que es mejor para ella y en estos momentos créeme que no eres tú.

Lo peor es que sabía que tenía razón, pero ahora mismo solo quería ser egoísta y tenerla conmigo.

—Solo quiero verla, saber que está bien. ¡Necesito irme, Serena, devuélveme mi pasaporte!

—¡No irás a ningún lado, Marcus! Su padre solo te denunciará de nuevo si vuelves a acercarte y mucho más en esta situación, está en coma, en algún momento despertará y cuando lo haga, lo mejor será que no estés presente.

—¿Por qué? No creo poder causarle más daño del que ya le hice.

—Porque si una de las consecuencias fue la pérdida de memoria le estarías haciendo un favor, así ella podrá hacer su vida sin todo este drama de por medio.

Sus palabras resonaron una y otra vez en mi cabeza, ¿podría soportar que se olvide de mí?

No, no quiero irme, no quiero dejarla, quiero regresar, decirle que todo fue un error, que lo que siento por ella es real y que nunca dejaré de amarla.

—¿Tú crees que eso es lo mejor para ella? —decidí romper el silencio que se había formado hace unos minutos.

—No —negó con la cabeza—, solo creo lo que es mejor para ti.

Ella acortó la distancia entre nosotros envolviéndome en sus brazos, y justo allí, por primera vez en mucho tiempo, me permití mostrarme vulnerable frente a alguien más que no fuera mi madre.

Lloré sin detenerme a pensar qué haría después, cuando Emery despertara, si es que lograba salir del coma...

¿Qué haré ahora? ¿Espero? ¿Me alejo? ¿Regreso?  

Me lamenté cada día el haberla dejado de ese modo y me costó continuar con mi vida sin ella. Nunca me enteré si había llegado a reaccionar o habían decidido desconectarla, y eso no me dejaba estar tranquilo, nadie parecía querer decirme nada...

Y después de dos semanas, me llegó una orden de alejamiento, lo cual me hizo regresar a viejos hábitos.

Volví a fumar, no me importó que ella lo odiara, no me importó que mi madre me repitiera una y otra vez que esa cosa entre mis labios me mataría poco a poco.

De todas formas, nada me importaba. Ya sentía que estaba muriendo al sentirme responsable de todo lo que le sucedió a ella. Mi Cherry...

Ese período lo utilicé para hundirme a fondo en mis escritos, era lo único que sentía que me salvaba cada noche aunque sea unos segundos. Escribí cada sentimiento que surgía durante mi proceso de duelo en ese contacto cero.

Y lo único que me mantenía unido a ella de alguna manera era una simple taza al lado de mi portátil llena de café con hielo cada noche. Algo que ella amaba con locura.

Así que mis días se basaban en escuchar la playlist que ella había organizado para nosotros cuando mi mente decidía divagar entre el silencio tormentoso de mis pensamientos más destructivos, mientras que por las noches me dedicaba a escribir pensando en ella para liberar aquel corazón roto que sangraba constantemente sobre un documento en blanco.

Pero un día, mi vida cambió con un mensaje que había olvidado que estaba esperando.

¡Hola, Marcus!

Hemos aprobado tu manuscrito titulado "Deja Vu", nos encantaría que tu obra forme parte de nuestro catálogo. 

Te adjunto tres planillas que necesito que llenes con tus datos para proceder con la firma del contrato.

Un saludo,

Editorial Lodwest.

Una semana antes de aquella denuncia, había enviado el manuscrito de Deja Vu a la editorial que tiempo después me rechazó tantas veces por aquel escándalo. Y ahora que estaba libre, habían decidido contactarme aún cuando yo había olvidado por un segundo que esto era lo que estuve esperando por tanto tiempo.

Un año después, mi libro había sido publicado bajo la única editorial que me recordaba a ella, y con el tiempo, se volvió un best seller. No tenía ni idea que gustaría a tantas personas, y cuando me di cuenta, estaba haciendo firmas de libros en distintos países.

Parecía mentira, pero de un día para otro, mi vida dio un cambio gigante, me hice más reconocido a nivel mundial, conseguí tener la custodia completa de Russell, mi primer hijo, la cual me había sido negada anteriormente por manipulaciones de Ada. Finalmente esta última había tenido su merecido, porque ahora después de todo lo que sucedió, todo lo que hizo y lo que no, ella estaba pagando las consecuencias tras las rejas.

Pero no fue hasta mi gira de Madrid que mi mundo se sacudió por completo gracias a un mensaje de ella.

Emery Adeline Müller Jones. Ya había pasado mucho tiempo desde su accidente y saber que estaba bien, que había despertado, me generaba un revoltijo de emociones en mi estómago porque aún así, después de todo, seguía acordándose de mí.

Leí el mensaje pero no tuve el valor de responder. Creí que al no hacerlo estaría cuidándola de no hacerla sufrir o incluso el que malinterpretara las cosas.

Ella merece algo muchísimo mejor que yo no le puedo dar en estos momentos.

Luego conocí a una mujer que me ayudó a sanar aquellos pedazos que yo mismo rompí al alejarme de mi Cherry.

Fue la primera persona que me hizo sentir después de tanto tiempo y poco a poco me enamoré, no como la primera vez, no volví a amar de la misma manera después de ella, pero con Jennifer todo era diferente, por primera ve se sentía correcto, sin límites o consecuencias.

Duramos dos años y medio, luego nos casamos y ahora tenemos a nuestro primer hijo, Noah Beckham.

Pero luego su segundo y último mensaje llegó.

Aunque esta vez, a través de un comentario a una foto de Instagram: la de mi boda.

Felicidades por tu boda, espero seas feliz, te deseo lo mejor hoy y siempre. Gracias por pasar por mi vida y darme la oportunidad de conocerte, eres una increíble persona y contigo aprendí mucho sobre mí, así que estaré eternamente agradecida contigo por cada momento bonito que me dejaste.

Así que decidí responder, pero al privado, estaba seguro que ella había continuado con su vida sin mí y yo había avanzado en la mía sin ella. Le tengo mucho cariño a esa chica como para ignorarla de ese modo.

Lo soy.

Le respondí, pero luego dudé unos segundos si enviar lo que realmente quería decirle...

Pero jamás lo seré como lo fui contigo, Cherry.

Envié el mensaje sin más y esperé por su respuesta, pero me dejó en visto y se desconectó del chat. Empecé a creer que había metido la pata hasta el fondo, así que simplemente lo dejé así y no volví a saber de ella. 

A fin de cuentas, esa chica seguiría en mis pensamientos durante toda mi vida.

¿Ya están gritando conmigo o todavía estamos intentando recuperar la respiración después de leer semejante inicio?

AAAAAAAAHHHHH, qué emociónnnn!!! No saben cuanto he esperado para poder compartir esta secuela con ustedes. 

¿Qué opinan de ese inicio? Si se dan cuenta, es el epílogo de Deja Vu pero la versión de Marcus, Y QUÉ EMOCIÓN.

Yo la verdad estoy muy feliz por que conozcan absolutamente todo lo que se viene en esta historia, así que preparen esas lágrimas, esa calentura y ese corazón porque se viene demasiado fuerte :))))

El primer capítulo lo estaré publicando muy pronto y una vez salga, tendremos actualizaciones constantes, así que no se preocupen, con esta historia lo que menos pienso hacer es desaparecer, está muy potente para hacerles esa maldad tan temprano JAJAJAJAJ

Y bueno, eso ha sido todo por hoy. 

Besos,

Paola Velásquez.