letter two: she's sweet like candy in my veins

segunda carta: ella es como caramelo en mis venas

🍒✨🍯

Mérida se sentía en un trance, haber escuchado o leído de Elsa (y sus sentimientos) en un
mismo día había sido algo agotador. Le daba vueltas a todo, ¿por qué había tenido que esperar
tanto para tener que saber de ella?
Dos años fueron más que suficientes para olvidarla y ¿ahora qué?
¿Qué era lo que se suponía que hiciera? ¿Por qué hasta ahora enviaba estas cartas?
Pues la pelirroja no estaba conforme y puso la siguiente canción,
dispuesta a leer la siguiente carta.

02 de junio de 2020
Supongo que ya habrás leído la carta anterior, y si no lo hiciste, eres una tramposo Mérida.
Luego de nuestras primeras conversaciones juntas, no podré hablar por ti pero comencé a sentir algo más que
una simple amistad, no podía dejar de mandarte mensajes o de contestar tus llamadas,
incluso cuando estaba bastante ocupada.
Aunque no entendía por qué no podíamos sentarnos juntas en la cafetería de la escuela,
apenas tenía unos cuantos amigos, en los cuales estaban Mavis Drácula, Hiccup Haddock y Moana Haddock.
Incluso un par de hermanos estaban sentados conmigo, hablando de volleyball y libros,
en realidad no había una razón exacta para no sentarse conmigo ¿verdad?
Bien, quería recordarte en esta carta nuestra primera cita oficial.
Espero la recuerdes, porque yo sí recuerdo la forma tan sencilla y tierna en la que me la propusiste, estábamos en clase de matemática, ibas vestida con una falda color verde junto a una blusa negra si mal no recuerdo.
Y yo iba con una gran falda amarilla junto a una blusa de mangas cortas blanca, muy sencillo, sin embargo no pensé que podría amar tanto ese conjunto de ropa hasta que me pasaste una pequeña nota.

Mérida realizó una sonrisa sincera, se recordaba del día a la perfección,
aunque no se acordaba de la ropa que había utilizado, pero bueno,
ella no se caracterizaba por tener una buena memoria.
Comenzó a tener vagos fragmentos de ese día mientras calentaba un poco de comida china
que habían comido el día anterior junto a Heather.

28 de agosto de 2018
Pensaba en a quién le caería el ventilador si ocurriera una catástrofe cuando sentí un pequeño golpe en mi hombro derecho, era mi mejor amiga Rapunzel mientras me miraba con cara de nerviosismo.
—Eh, te está hablando la señorita Marian —susurró con una mueca.
—¿Y bien, señorita Dumbrogh-Frost?
—Yo... eh, en realidad no tenía idea de que me preguntaba algo, lo siento —respondí con bastante pena.
—Supongo que esto nos deja una pequeña lección chicos, el dinero no hace que seas más inteligente.
—La respuesta es 50/3 señorita Marian, y me parece una falta de respeto que le hable así a una de sus alumnas —esa voz, esa era la dulce voz de Elsa, ¿pero ese valor? Ese valor no era el de Elsa.
—Señorita Arendelle... su respuesta es correcta —confirma la profesora mientras su cara cambia a una de vergüenza—, Elsa... hablaremos mañana.

En realidad jamás había cruzado palabras con Elsa mientras estábamos en la escuela, pero... necesitaba agradecerle su preocupación y la callada de boca que le había dado a la maestra por mí. Desde hace un buen rato he pensado en invitar a Elsa en una cita, ¿por qué no? Sé que ella es bisexual, y yo soy más lesbiana que la palabra, y Elsa me gusta demasiado.

—¿Cómo le piensas agradecer eso? —preguntó Rapunzel mientras apuntaba algunas cosas.
—He pensado en invitarla a una cita, ¿qué te parece Punz? —pregunté al arrancar una hoja de mi cuaderno.
—Ya te habías tardado Mérida, ¿cómo la invitarás? —al terminar de escribir con un marcador negro en la hoja, se la di a Rapunzel—, ¿de verdad Mér, una carta?
—¿Cómo lo esperabas tú? No me pararé a decirle si quiere salir conmigo, aún conservo mi reputación y mi dignidad mujer.
—Recuérdame que eres mi mejor amiga, porque en una de esas se me olvida y te pego una cachetada por ser tan idiota, eh —vi cómo se levantaba de su asiento para encontrarse con el de mi amada, ambas cruzaron unas pocas palabras que no logré escuchar y sonrieron, pasó un pequeño tiempo hasta que regresó—. Pareces una niña pequeña mandando cartas.

"¿Te gustaría ir a la playa un rato luego de la escuela?" 12 palabras que cautivaron mi corazón plasmadas en una hoja. No sabes lo nerviosa y emocionada que me sentía, todo a la vez,
como si fuera a vomitar aquel huevo con jamón que comí en el desayuno.
Rapunzel fue muy amable al entregarme la nota,
incluso me guiñó el ojo de forma amistosa... jamás me arrepentiré de haberte dicho que sí.

Sí —respondió una voz conocida a mi lado.
—¿Qué?
—Digo que sí, cherry —repitió la pecosa a mi lado, y mencionó aquel apodo que tanto me gustaba, cherry, solo ella podría decirme así, ella era la dueña de ese apodo.
—Eh... está bien, nos iremos en mi carro —respondí con una sonrisa, a lo que ella me la devolvió—, ¿necesitas algo más?
—No, no quería interrumpir, perdóname —se despidió de mí con una pequeña sonrisa, apenas visible, y Rapunzel me observaba con una mueca.
—¿Qué me miras Rapunzel?
—Te miro la amargura y el amor con el que ves a esa pobre chica, ¿acaso te das cuenta? Eres demasiado rara.

Mavis estaba esperándome en cuanto terminó la clase de matemáticas, ¡y le conté todo con pelos y detalles! Terminamos gritando un poco, pasamos por Hiccup para ir a la cafetería,
en donde (en palabras de Mavis) no podía dejar de verte.
Te mirabas demasiado hermosa, sonreías y comías una manzana.
Y yo, sonreía mientras te observaba y analizaba cada parte de ti de lejos.
No sé si recuerdas por qué nos pusimos esos apodos, pero los creamos por nuestros olores favoritos,
jamás olvidaría cómo amabas el olor a cereza, e increíblemente tú te acordaste que el mío era el de la miel, y claro,
para ser más romántico tenían que ser en inglés.

Mérida, ¿quién es esa chica que tanto te mira? —preguntó Eugene mientras miraba "disimuladamente" a Elsa.
—No seas metido, mi amor.
—Déjame decirte que tengo una cita con ella hoy —respondí mientras le pegaba otra mordida a mi manzana.
—Pues... es linda Mér.
—¿Linda? —cuestionó la rubia a mi lado mientras encarnaba una ceja— Es demasiado preciosa Eugene, me gustaría ser mucho ser su amiga, parece una chica bastante amable. Es más, ¿por qué no la invitamos a comer aquí con nosotros? Moana y Hiccup están sentándose con ella.
—Ni lo pienses Punz, ella ya está con sus amigos.
—Bien, luego no digas que no te ayudo a conseguir pareja si tú no te dejas.
—Le mandaré un mensaje, ¿contenta? —comencé a redactar el lugar en donde la esperaría, unas cuantas calles después del instituto— ¿ves? Ya está sonriendo.

En lo que respecta de la opinión de mis amigos, todos estaban contentos por mí, incluyendo a Jack y Aster.
Aunque se sintieron un poco mal al ver que no saldríamos juntas del instituto, sino que me esperarías afuera. Nunca entendí por qué, pero esas eran sus opiniones al fin y al cabo.
Luego de marcarle a Anna diciéndole que me cubriera con mi mamá, y que le dijera que me quedaría estudiando con Mavis, fui emocionada hacia nuestro punto de encuentro.
Y ahí estabas, con esa radiante y perfecta sonrisa.

Mérida sonrió de forma inconsciente, recordaba esa primera cita,
en realidad no había tenido la oportunidad de tener muchas ,
la mayoría eran iguales: besos, auto, noche, cine.
Pero con Elsa realmente había sido distinto, ¿de dónde sacó la idea de ir a la playa?
Ni siquiera ella misma lo sabía.

—¿Así que vamos a la playa? —preguntó Elsa mientras rompía aquel incómodo silencio que se generaba entre ambas.
—Claro, espero tengas puesta la ropa interior porque iremos a nadar un poco al mar, eh —respondí con una sonrisa, vi por el rabillo del ojo a Elsa, que tenía ahora unas preciosas mejillas coloradas—. Igual, podríamos ir a comer e ir por un helado luego.
—Claro Mér, pero... recuerda que mi mamá cree que estoy estudiando con Mavis, y si me mira mojada, no me volverá a dar permiso.
—No te preocupes Elsa, mejor, hablemos sobre cómo fue tu día —dije mientras la miraba un poco.
—¿Puedo abrir la ventana? —asentí, y ella lo hizo—, pues mi día fue bien, aparte del disgusto que tuve con la señorita Marian, no hubo nada más. ¿Qué tal el tuyo?
—En realidad aburrido, la mayoría de días son así. Simplemente voy a la escuela, siento que no aprendo nada y... regreso a casa, tendría que comenzar a pensar en mi carrera, pero en realidad no puedo —comenté sincerándome con ella, me dedicó una mirada de ternura para luego pasar a tocar mi mano, normalmente la hubiera apartado... pero esta vez no pude, había algo en ellas que me daban paz—. ¿Ya sabes qué deseas seguir en la universidad?
—Me gustaría ir a la universidad —respondió de repente—, es decir, estoy aplicando a una beca —rió— para una universidad pública, quiero seguir medicina.
—Eso es bastante interesante, yo pensaba seguir algo como... no lo sé, algo más liberal, ser influencer se ha cruzado por mi mente varias veces —ambas reímos, y ya íbamos llegando hacia la playa, se escuchaba música fuerte de fondo.
—Pues la fama y la belleza ya las tienes, solamente faltaría un área en donde te especialices.
—Y a ti te falta vivir la vida, cuando seas estudiante de medicina no tendrás tiempo de nada —reí con fuerza recordando a mis hermanos—, mira cómo son Jack y Aster, no viven sino para los estudios.

Llegamos a la playa, y dejamos las mochilas en el carro. Estábamos en una playa pública, no podía dejar que mis amistades me vieran con Elsa, ¿por qué? Simplemente no lo quería.
—¿Quieres ir a tomar un helado?
—Me encantaría, cherry.
Fuimos al bar de snacks que estaba en la playa, ahí vendían unos helados riquísimos— ¿De qué lo quisieras, honey?
—Me encanta el helado de vainilla, por favor.
—Está bien, ¡buenas tardes! ¿Podría darme un cono de helado de vainilla y otro de helado de chocolate?
La señorita comenzó a preparar los helados mientras Elsa y yo nos dedicábamos unas cuantas sonrisas incómodas.
—¿Quieres caminar un poco alrededor de la orilla del mar?
—Me encantaría.
Al llegar, sentí la brisa en mis piernas, y pude sentir que Elsa también, el ambiente era calmado, incluso con los gritos de los infantes que se encontraban ahí, unas pocas personas nadando y muchos enamorados compartiendo helados o besos.
—Mérida, ¿esto es una cita? —ambas frenamos de inmediato, ¿por qué esa pregunta y por qué ahora?

Y esa fue una de las experiencias más vergonzosas, había un buen ambiente y estábamos calmadas comiendo helado, ¿por qué tenía que preguntar eso? No lo sé, quizás para no ilusionarme.
Eras la primera chica con la que estaba, y la primera persona con la que me sentía completamente yo que no compartía sangre conmigo.
No me divertía hace tanto tiempo como lo hice contigo ese día en la playa, créeme Mérida, esa cita no cita,
fue en un lugar increíble, con un ambiente increíble y con una persona increíble.

Eh, yo... —comencé nerviosa, vamos Mérida, ¿qué te pasa?
—No debí preguntar Mérida, lo siento, supuse que... fue estúpido cherry, siento haberlo malinterpretado todo —comenzó mientras se terminaba el helado de una forma bastante rápida.
—Yo creo que podríamos llamarle cita no cita, ¿crees? —pregunté con una sonrisa y con un poco de sonrojo en mis mejillas.
—Yo... me encantaría llamarla de esa manera.

Y así se nos pasó un poco el día, comiendo otro tipo de helados, pasando nuestros pies por la arena (que no me pude quitar de los pies y por lo tanto tuve que esconder esos zapatos de mi madre), sonriendo y por supuesto, charlando sobre nuestras carreras. ¿Sabes lo que más me gustaba de ti, Mérida?

Mérida sonrió con bastante tristeza y nostalgia, jamás se lo había preguntado...
sin embargo, tenía bastante curiosidad, ¿cuál era la cualidad que más le gustaba a Elsa de ella?

Tu capacidad de hacer sonreír a la gente con tus ocurrencias.
Podrán decir lo que quieran de ti Mérida, siempre lo harán, por tu cabello, por tu cuerpo, por tu cara, cejas, personalidad, pero jamás, léeme bien,
JAMÁS podrán decir que eres una persona aburrida Mérida.
Porque sí, Mérida, para mí, eras extraordinaria.
—Honey

Bajo ese último fragmento de carta, Mérida se sintió con un gran vacío,
¿por qué decía era?
¿Acaso no seguía siendo extraordinaria para Elsa?
Esos pensamientos desaparecieron de su mente en cuanto escuchó los sonidos de tacones cerca, era su preciosa Heather, pero tendría que esconder las cosas de Elsa.
—¿Hola? Ya vine Mérida.
—Hola Heather, estaba comiendo un par de sobras, ¿te caliento algo?
—No, gracias Mérida, estoy muy cansada, iré a descansar un rato.
Mérida pensaba interrogarla acerca de la marca morada que traía alrededor de su cuello,
pero se dio cuenta de algo,
si Heather iba a dormir un rato,
le daría tiempo de leer otra de las encantadoras letras de su ex amor.
La tenían fascinada e intrigada al mismo tiempo, al igual que su escritora.

🍋 Nota de la autora 🍋
Bien, este capítulo no es de mis mejores obras de arte, pero quería escribir un poco de cómo fue su primera cita,
y pues ya se viene lo que la mayoría (O AL MENOS YO) esperan, porque... bueno,
no odien a Heather todavía uwu, cada cosa tiene su razón de ser.
Yo realmente los adoro y los amo, a cada uno de los que están detrás de la pantalla.
Si no te lo han dicho hoy todavía, eres increíble. 💓🎈🍓
🍌🌞 Lulu Banana 🌞🍌
"baby, you're like lightning in a bottle"

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