Capítulo 51 | Hazel

Hazel

Días después del incidente en mi departamento, decido volver a este porque por mucho que estoy cómoda en la casa de Sheila, sé que tarde o temprano debo volver al mío. Por supuesto, Sheila me acompaña a arreglar todo, el desorden sigue intacto en cuanto entramos.

—Dios, no creí que fuera tan malo —dice observando los pedazos de vidrios y basura en el suelo.

—Era peor la primera vez —le digo a Sheila, quien asiente.

—¿Crees que Easton habrá ido a buscarle?

Me pregunta y asiento levemente mientras los abrimos paso hacia la cocina para ir en busca de la escoba, recogedor y un par de bolsas para juntarlo todo.

—Imagino que si —respondo—. Dudo mucho que no haya ido a buscarlo, después de todo, Easton y él... no parecían ser buenos amigos.

Es lo que me limito a responder ya que no quiero revelar mucho sobre Easton y Daniel, estoy segura de que Easton debió irlo a buscar y tratar de poner las cosas en su lugar, pensar en eso me intriga un poco en saber si todo resultó bien o no, las personas como Daniel siempre buscan venganza y retarlos no siempre sale bien, son demasiado vengativos como para dejar los asuntos tranquilos una vez que creemos solucionarlos.
Sheila y yo no conversamos más, nos ponemos a limpiar todo y después de invitarle la comida por haberme ayudado, ella decide irse a su casa de nuevo, admito que me siento extraña estando en casa de nuevo y tengo la sensación de que Daniel podría volver pero tampoco quiero irme de vuelta.

El día de la inauguración del nuevo restaurant, estoy más que nerviosa si ir o no, pero Johan y Sheila parecen estar seguros de querer asistir y al final terminan convenciéndome para que los acompañe.

Después de haberle contado la verdad a Sheila sobre mi padre, se la terminé contando a Johan, quien lució bastante sorprendido sobre ello, pero aun así, aceptó mi amistad.

Una vez que creo estar lista, contemplo mi reflejo en el espejo, me he puesto un vestido de satín de color rojo, largo, una sonrisa se dibuja en mi al ver mi reflejo y pensar en mamá.

Siento que me parezco a ella.

Me terminó de maquillar solo un poco y de peinar bien mi cabello para después ir al restaurante donde será la inauguración, Sheila se ha ofrecido a llevarme con ella, pero termino yéndome en mi auto y encontrándome con ella y Johan en el estacionamiento.

—Déjenme decirles chicas que lucen espectaculares.

—Muchas gracias.

Respondemos Sheila y yo al mismo tiempo.

—Tú también luces muy bien.

Le halaga Sheila y yo asiento.

—El azul te sienta bien.

Le digo ya que se ha puesto un traje de vestir de color azul marino.

Los tres comenzamos a caminar hacia la entrada del restaurant, y allí en la puerta está papá con Deborah, quien nos reciben con una sonrisa que encuentro forzada, en especial cuando me saluda a lo último.

—Señorita...

—Hola, papá. —Lo saludo frente a mis amigos y él se sorprende de ello. Su mirada vaga entre Sheila y Johan para después mirarme a mi—. Saben que soy tu hija.

Mis amigos asienten y papá se relaja un poco por el hecho de no tener que fingir de nuevo.

—Oh, ya veo. —Papá nos habla un poco sobre la fiesta y nos lleva a una mesa que han reservado para la mayoría de los empleados del Laurier—. ¿Hazel, podrías acompañarme? Hay alguien que quiero presentarte.

Dice y asiento. Les digo a mis amigos que no me demoraré mucho y ellos asienten antes de que me marche con papá.

─Hazel, quiero presentarte a Arnold, él es un chef en Francia, sus restaurantes son bastantes populares por allá y es un buen amigo mío ─habla papá delante de el chef, quien me ofrece una amigable sonrisa─. Arnold, ella es mi hija Hazel.

─Un gusto en conocerte, Hazel ─dice estrechando su mano con la mía.

─Un gusto también.

Respondo con amabilidad y papá comienza a hablar un poco sobre el restaurant con él, los dos me cuentan sobre los restaurantes de Arnold en Francia y lo bien que parece irle por allá, papá le cuenta sobre su idea de que yo me vaya a Francia a manejar el restaurant que tiene allá, después de todo, soy su única hija y el negocio es familiar.

Que lo diga me provoca cierto desagrado porque definitivamente no está en mis planes irme a Francia, ya se lo he dicho pero él parece rehusarse a aceptar un no como respuesta y por supuesto, no voy a contradecirlo delante de nadie por lo que solamente me limito a sonreír y asentir.

─¿Me disculpan? Están aguardando por mí en otra mesa.

Les digo a ambos con la excusa de marcharme, ambos hombres están enfrascados en su conversación que es fácil dejarme ir.

Vuelvo a la mesa con Sheila y Johan, quienes tienen un semblante bastante serio y lucen preocupados.

─¿Está todo bien?

Les pregunto cuando me siento a su lado, ambos comparten una pequeña mirada antes de hablar.

─Es la mamá de Easton ─dice Johan con preocupación en su voz─. Al parecer se ha puesto grave en el hospital, Easton...

─¿Está con ella? ¿Está en el hospital ahora mismo? ¿Qué te dijo de su madre? ─Pregunto porque asumo que ellos debieron hablar para saber al respecto. Johan se apresura a negar.

─No ha dicho mucho, solo que su mamá está grave. Hablé para preguntarle si vendría a la fiesta, ya sabes, el señor Barlowe lo invitó ─me dice y asiento.

─¿Y te dijo que su mamá se ha puesto mal?

Asiente.

─Sí, es solo que no ha querido hablar mucho al teléfono, debe estar con ella.

─Iré para allá.

Les comento levantándome de inmediato de mi silla, mis amigos comparten una mirada entre ellos luego de volver a mirarme.

─Vamos contigo, Easton también es nuestro amigo.

Dice Sheila y asiento.

Los tres nos vamos en el auto de Johan, hubiese dicho que yo podía manejar hacia el hospital, pero no creo poder hacerlo sabiendo que su madre no está bien, me recuerda a los días en los que mamá estaba enferma y me pone nerviosa imaginar que algo malo le pasó a la mamá de Easton. Es una buena mujer.

***

Al entrar al hospital, es a Quinn a quien veo como recepcionista y me apresuro a hablarle.

─Hola, Quinn, he estado aquí con Easton ─hablo con rapidez y ella al principio frunce el ceño y después asiente─. Nos hemos enterado de que su mamá está grave, ¿podríamos verlos?

Conozco bien el protocolo de visitas, sé que no se aceptan visitas sin ningún parentesco, pero espero que Quinn pueda hacer una excepción y parece que lo hará.

─Déjame informar que han venido a verlos, ¿sí? Vendré con sus pases de visitantes en un momento.

Quinn se levanta de su lugar y minutos después regresa con nuestros pases, nos da las indicaciones de donde tienen a la mamá de Easton y los tres nos dirigimos allá.

Johan es quien llama a la puerta mientras que Sheila y yo aguardamos a sus espaldas a que Easton nos abra, lo hace después de unos segundos y su mirada repara en cada uno de nosotros, en especial en mí, pues siento que me observa más que al resto.

─¿Qué están haciendo aquí? ─Nos pregunta sorprendido de vernos.

─Quisimos venir a comprobar que todo estaba bien en cuanto nos avisaste ─responde Johan y pasa casi un minuto para cuando Easton asiente, Johan es el primero en darle un abrazo y pasar a la habitación, después lo hace Sheila y cuando llega mi turno, Easton y yo nos miramos a los ojos por unos largos segundos.

─Lo siento mucho ─digo, pero no me acerco lo suficiente como para abrazarle, no es que no quiera hacerlo, pero creo que acercarme a él podría resultar peligroso. Mis emociones no son las mejores en estos momentos.

Un suspiro pesado se escapa de él.

─No imaginé que vendrías.

Murmura en voz baja, solo él y yo podemos escuchar nuestra conversación.

Bajo la mirada hacia el suelo.

─No iba a dejarte solo, ¿cómo está?

Le pregunto refiriéndome a su madre, Easton se pasa una mano por el cabello.

─Está delicada, aunque los médicos dicen que se pondrá bien ─explica, pero él no suena convencido de sus palabras.

─¿Qué hay de tu hermana? ¿Lo sabe?

─Hablé con ella esta mañana... ─dice y hace una pequeña pausa antes de suspirar─. Vino en cuanto le avisé.

─Bueno, me alegro de que allá venido a verla ─digo y él asiente. Ninguno de los dos decimos nada.

─Pasa.

Murmura haciéndose a un lado para dejarme entrar a la habitación.

Me alegro de no haber venido sola porque todo hubiese sido bastante incomodo, la mamá de Easton está dormida por lo que hubiésemos tenido que intentar hablar los dos, algo a lo que no estoy preparada. Por suerte, Johan es quien intenta iniciar una conversación y es más fácil para los cuatro de ese modo.

Después de pasar un rato con Easton, nos acompaña al estacionamiento agradeciéndonos venir a visitar a su madre y a él.

─Hazel, ¿podemos hablar? ─Me pregunta cuando nuestros amigos se han alejado, ellos me hacen un gesto de que aguardaran en el auto porque han escuchado la pregunta de Easton.

Detengo mi paso y el también, aguardo en silencio a que hable.

─Yo, lo siento mucho por lo de tu departamento ─dice y doy un pequeño asentimiento.

─Descuida ─niego y me encojo de hombros al mismo tiempo─. Solo no vuelvas a involucrarme en tus asuntos, ¿sí?

Easton suelta una risa seca.

─¿Crees que yo quería involucrarte en ellos? Créeme, nunca quise hacerlo, ni siquiera estaba en mis planes que nosotros... ─Easton se da cuenta de que al parecer habla sin pensar exactamente porque deja sus palabras al aire y veo cierto arrepentimiento en él. Termino enarcando las cejas.

─¿Conocernos? ─Pregunto, sé que es malo asumir las cosas por mi cuenta, pero siento que Easton realmente quería decir algo como eso.

─Hazel, yo no quería decir eso.

─¿Entonces que querías decir?

Pregunto y él ladea la cabeza, la mirada que me da me dice que no lo haga decir lo que sea que ha pasado por su mente.

─Hazel...

─Vamos, Easton, sé honesto por una vez en tu vida.

Comento y él niega al mismo tiempo en que ríe.

─¿Me pides que sea honesto? ¿Es en serio? ─Me acusa con repentino enfado─. Te recuerdo que yo dije la verdad y tú... tú ocultaste las cosas, si tu padre jamás se hubiera presentado en tu departamento, dime, ¿me lo hubieras contado?

Abro y cierro la boca sin poder responderle con exactitud.

Pensaba hacerlo, pero quizás lo hubiese hecho más adelante. Cuando estuviera segura de ello.

─Me lo imaginaba ─se ríe al ver que no puedo responder a su pregunta, Easton niega para sí mismo─. Confié en ti, Hazel.

─Yo también lo hice, ¿crees que no me dolió que me mintieras también? ¿Crees que no me afectó saber que eras hijo de Jerome Barlowe y además todo lo de Daniel?

─Te lo expliqué ─asegura─. Intenté ser honesto contigo todo lo que pude, pero tú si que decidiste no hacerlo, no ibas a decirme lo de tu padre, está claro que pensabas ocultármelo.

─Iba a decírtelo.

─¿Y cuándo iba a suceder eso? ni siquiera puedes responderme, Hazel. No sigas mintiendo y por favor, no me hables de honestidad. Ambos aquí sabemos que yo intenté hacerlo, ser honesto contigo mientras que tu solo me fuiste llenando de más mentiras.

─Yo no te intenté llenar de mentiras.

─¿Ah no? Jamás ibas a decirme que tu padre es el dueño del Laurier y mucho menos que iba a ofrecerte todo el maldito restaurant, ¿crees que no lo sé? ─me reprocha y me pongo nerviosa─. Sé muy bien que tu padre te ha estado ofreciendo el negocio y tal vez más de lo que podría imaginar. Llegaste al Laurier con engaños y te metiste a mi vida de ese modo, yo...

─Tu también te metiste en mi vida, Easton, no intentes culparme a mí de todo, al menos yo mentí, sí pero no anduve con las personas incorrectas y embarré a quienes me importan en todos mis líos ─le reprocho porque lo de Daniel si que había sido injusto, yo no tenía nada que ver en esa clase de líos en los que Easton se había involucrado de adolescente, pero parecía que también debía pagar las consecuencias de sus acciones como su familia, ¿Y qué si mi padre quiere ofrecerme su restaurant? ¿Acaso tu padre no intentó lo mismo? Jamás mencionaste que trabajaste en el Jerome por años o mucho menos que también tenías los mismos privilegios que yo, siempre quisiste pretender que no eras nadie cuando no es así.

─Siempre tuve mis razones para hacerlo, no me conoces y mucho menos conoces mi historia.

─Por supuesto que no lo hago, jamás me dejaste entrar en tu vida, ¿te das cuenta de ello? Siempre empujas a las personas cuando intentan conocerte las apartas de tu vida y eso hiciste conmigo, ¿o se te olvida que solías tratarme mal cuando recién entré en el restaurant? Yo tuve que soportar eso.

─Yo jamás quise que entraras en mi vida, no estaba en mis planes ─suelta, enfadado de mis palabras y sus palabras logran hacer que me enfade también, siento cierta impotencia y como si algo en mi interior se rompe al escucharlo decir eso.

Me termino riendo de sus palabras.

─Creí que eras diferente, ¿sabes? Que quizás podías... ─intento no soltar las últimas palabras porque siento que no merecen la pena, pero en parte, no quiero retenerlas, ya bastante he retenido en mi vida, siempre callando todo lo que pienso, intentando desvalorizar mis emociones por satisfacer a otros─. Creí que quizás podía importarte, podías quererme.

Niego porque decirlo en voz alta duele.

─Sí, te mentí, y sé que no estuvo bien, pero... ─intento hacer que mi voz no se quiebre mientras las ganas de llorar se apoderan de mí─. Mis sentimientos por ti nunca fueron una mentira.

Easton niega.

─¿Intentas que lo crea? ─Murmura y aprieta los labios con fuerza─. Conseguiste que me abriera a ti, Hazel, conseguiste que me enamorara, pero yo no sé si soy capaz de creer eso de tu parte porque después de todo, a pesar de que oculté la verdad, decidí ser honeste mucho antes que tú y eso es algo que tu jamás te atreviste a hacer, dime, ¿pensabas decírmelo?

Insiste, pero no puedo darle una respuesta, termino apretando los labios con fuerza y al final niego.

─No podía hacerlo.

─Ahí lo tienes ─dice con enfado─. No podías hacerlo, ¿crees que fue fácil para mí hacerlo? No lo fue pero lo intenté, intenté abrirme contigo, decirte la verdad sobre mí vida y mi familia para que tu jamás pensarás hacerlo.

─No encontraba el momento.

─Esa es una excusa absurda, una tontería de tu parte.

─No lo entiendes.

─Pude entenderlo si me lo hubieses explicado, así como yo lo intenté contigo.

─¡¿Por qué siempre se tiene que tratar de ti?! ─Termino gritándole enfadada─. ¡¿Por qué siempre tu tienes que ser el que está bien?! ¿Qué no puedes dejar de intentar ser alguien que no eres? Eres todo menos perfecto Easton, incluso estás embarrado en las peores cosas y aun así quieres seguir pretendiendo ser perfecto. Sí, te mentí y no tuve valor de decirte la verdad en su momento y tal vez te enteraste de la peor manera, pero yo siempre intenté aceptarte tal y como eres y ahora que las cosas parecen voltearse tu solo me reprochas una y otra vez quien soy y yo no quiero eso, no quiero estar con alguien así, ¿Sabes qué? No quiero volver a verte, no quiero saber nada de ti.

─Que bien, porque yo tampoco quiero saber nada de ti, Hazel.

─Perfecto, porque no me volverás a ver.

No me quedo ni un minuto más a escucharlo, lo dejo allí y me voy hacia el auto con Johan y Sheila, quienes no dicen nada, aunque estoy segura de que han escuchado toda la discusión, después de todo, no había nadie más fuera del estacionamiento.

Sheila y Johan me dejan en la fiesta cuando ellos me aseguran de que no quieren quedarse de nuevo en la fiesta. Papá se sorprende de verme de nuevo en la fiesta, pero sonríe por ello, en especial cuando me dice que aun quiere presentarme a otros invitados. Estoy tan molesta por la discusión de Easton que realmente no presto atención a la mayoría de las conversaciones que tengo, sin embargo, cuando le preguntan a papá sobre el restaurant de Francia, intento concentrarme en la conversación.

─No lo sé, aun buscaremos a alguien que pueda administrarlo desde allá y quizás tener un nuevo chef, nos hace falta un chef estelar que sobresalga, eso sería bueno.

─¿Qué hay de ti? ¿No regresarás a Francia? ─Le pregunta uno de los chefs con los que está hablando.

─Mi esposa y yo estamos felices de estar aquí por el momento, nos gustaría establecernos.

─¿Y qué hay de ti, Hazel? ¿No te gustaría dirigir el Laurier en Francia? Sería una gran oportunidad para ti...

─Hazel no...

Interrumpo a papá antes de que él pueda decirles que no estoy interesada. Quizás se daba al repentino enfado, pero decido contradecirlo.

─Papá me ha propuesto irme a Francia de vuelta y aunque al principio había rechazado su propuesta, lo he estado pensando y voy a aceptarla.

Digo esto volteando a ver a papá, quien luce asombrado pero rápidamente sonríe.

─Bueno, ya la han escuchado, al parecer ya tenemos quien administre el restaurant en Francia.

El resto de la velada me la paso saludando y conversando con los invitados y todo parece ir bien. Una hora más tarde, papá decide hacer un discurso y en ese discurso aprovecha para mencionar que yo seré la representante del Laurier en Francia.

Una locura por supuesto, pero no puedo retractarme ahora que las cosas se han dicho públicamente pero antes de que todos puedan felicitarme por ello pido un taxi con intenciones de irme a mi departamento. Al salir del local, estoy por subir al taxi, pero reconozco la voz de Easton a la distancia.

─¡Hazel!

Llama a mi nombre, tiene una expresión de preocupación en él, por un momento titubeo en acercarme a él pero pienso en que los dos hemos sido claros con lo que dijimos y no quiero hablarle, no puedo, así que lo ignoro y subo al taxi.


****

Hola a todas! siento la demora, como saben fue accion de gracias y yo tuve una semana muy ocupada pero hoy por fin terminé este capítulo y en realidad, terminé por fin la historia <3 Este es el penúltimo capítulo y el siguiente será el último así que espero los disfruten!

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