Capítulo 38 | Easton
Easton
Me siento como un idiota por mentirle a Hazel y también a mamá diciéndole que debo quedarme más tiempo en el trabajo hoy y por eso no puedo ir a verla cuando en realidad he quedado de reunirme con Daniel.
No tengo miedo, pero una extraña sensación recorre por mi cuerpo mientras me adentro en el vecindario hacia la vieja dirección que aún recuerdo, muchas cosas no han cambiado, el barrio donde Daniel vive sigue siendo peligroso y él sigue en los mismos malos pasos.
Me abro paso por la calle y luego subo las escaleras del edificio que dan a su departamento, cuando encuentro el número de la puerta de su casa, llamo con fuerza al golpearla. Daniel no es quien abre sino Dylan, un chico con el que también solía involucrarme.
Dylan me da una mirada de arriba abajo, al principio luce extrañado, puedo ver que se demora en reconocerme y cuando lo hace, su rostro se llena de asombro.
─¡Easton Barlowe! ─Exclama mi nombre como si fuera algo que deba informar a todos─. ¡Qué sorpresa!
Ríe y estoy seguro de que esa risa que suelta es por culpa de las drogas, a juzgar por sus ojos, seguro está drogándose.
─¿Está Daniel?
Voy directo al grano y la sonrisa de Dylan se borra, la reemplaza por una mueca de decepción.
─¿Qué ya no saludas a tus viejos amigos?
Me cuestiona y no respondo, aprieto los dientes y mis manos se vuelven puños.
─Déjalo, dudo mucho que nos haya considerado sus amigos ─escucho la voz de Daniel detrás de Dylan, quien se hace a un lado para que pueda ver a este. Aprieto mis puños con más fuerza como si quisiera lastimarme del todo. Estar en este lugar no es seguro y mi cambio de humor es bastante notorio. Dylan se aleja de la puerta, imagino que va a ir a seguir drogándose y me deja a solas con Daniel─. Viniste.
Dice con un asentimiento de cabeza.
─Dije que lo haría ─aclaro, aunque no estoy para nada contento de estar aquí. Observo los pasillos, no es un lugar seguro─. ¿Puedo pasar?
Digo señalando hacia adentro, no quiero quedarme afuera, no es un buen lugar para conversar.
─Pasa ─dice Daniel haciéndose a un lado para dejarme pasar y una vez que estoy adentro y ha cerrado la puerta, lo enfrento.
─Te dije que no te metieras con mi familia ─hablo apretando los dientes, siento unas ganas enormes de querer golpearlo. Mia me había hablado temprano para decirme que había un carro merodeando alrededor de su casa, lo que hizo que me preguntara si andaba en malos pasos de nuevo.
Una sonrisa aparece en su boca y solo quiero golpearlo más.
─Así que tu hermana vio mi auto, ¿eh?
Doy un paso al frente dispuesto a enfrentarlo.
─Te lo advertí.
Daniel no se inmuta, da un paso al frente también.
─También yo ─dice con un movimiento de cabeza─. Te dije que buscaría a tu hermana si no me pagabas todo, te he estado hablando y has ignorado mis llamadas.
No es una mentira, sí que los últimos dos días he ignorado sus llamadas porque he estado ocupado y he querido tener un pequeño descanso de él, pero me doy cuenta de que ha sido un grave error.
─Te he dado lo que me has pedido, no te he quedado mal.
─Aun así me debes y no es suficiente ─dice con una mueca en la boca─. Necesito más dinero del que me das, ¿qué quieres? ¿qué comience a buscar más seguido a tu hermana?
─Deja a mi hermana fuera de esto ─me acerco demasiado a él como para intimidarlo, veo por unos segundos que mi cercanía lo toma por sorpresa y rápidamente recupera la compostura y me enfrenta.
─Entonces págame lo que me debes, o auméntame el pago, no es suficiente.
─Hicimos un trato.
─Sí ─responde afirmando que hemos hecho un trato, pero la sonrisa que vuelve aparecer en él me desagrada por completo─. Pero he decidido cambiar algunas cosas de ese trato, quiero más dinero. Sé que puedes dármelo.
─El trato era pagarte solamente lo que te debo.
─Tu lo has dicho, era ─dice elevando las cejas para hacer énfasis al comentario─. Sé que tu padre esta cagado en dinero, puedes ofrecerme más.
Niego.
─Mi padre no sabe de esto.
─Pues podría saberlo.
─No se enterará ─le advierto conociéndolo, sé que no le importaría presentarse en el restaurant de papá y decirle que estoy de nuevo en problemas, eso solo empeorará mi relación con él y le demostrará a papá que no he dejado la vida que tanto detesta─. No tiene por qué hacerlo.
─Entonces hagamos un nuevo trato ─exige extendiendo las manos, aprieto los labios en una fina línea. No quiero un nuevo trato, no quiero más de sus juegos sucios pero llegados a este punto siento que estoy atado de manos, lo último que necesito es a Daniel acosando a mi hermana y buscando a toda mi familia para demostrarles que sigo en malos pasos.
─¿Qué es lo que quieres? ─Pregunto luego de procesarlo casi un minuto, un bufido pesado sale de mí y contengo mis ganas de perder el control contra él.
─El doble de lo que me debes ─exige y lo fulmino con la mirada, tiene que estar bromeando conmigo, eso es demasiado─. Hablo en serio.
─Estás loco.
─Bueno, podría pasarme por el hospital, ¿no? ─dice enarcando una ceja, aquello me enfurece─. Sé que tu mamá sigue enferma.
─No te metas con mi madre, te lo advierto.
Daniel da un paso al frente, alza la barbilla con orgullo.
─¿Estás amenazándome?
─Tómalo como quieras.
Ríe.
─Vaya, te creía más inteligente ─se burla de mí─. Te recuerdo que, en este mundo, tu no tienes voz ni voto, jamás lo has tenido, siempre has sido el chico idiota que intenta escapar de su perfecta vida y cuando las cosas se salen un poquito de sus manos, corre a esconderse detrás de su papi.
El comentario que hace me enfurece, no es algo que esperaba oír y no me agrada para nada.
─Exiges demasiado.
─Y aun así es lo justo ─aclara con firmeza─. ¿Ya olvidaste todo lo que hice por ti y lo mal que me pagaste?
─Yo no te pagué de ninguna forma.
─Sí que lo hiciste ─expresa con odio, su mirada se oscurece al hablar─. Casi voy a la cárcel por tu culpa, si no fuera por esa fianza que pude pagar, estaría tras las rejas por tu maldita culpa.
Se acerca y golpea mi pecho con dureza, decido retroceder poniendo distancia de por medio entre los dos. Sé que en una ocasión lo hice, delaté a Daniel con la intención de que fuera a la cárcel, pero aquello no había resultado bien, no me sorprende que aun me tenga rencor por eso.
─Voy a pagarte el resto de lo que te debo ─hablo sabiendo que no tengo alternativa, al menos, no hasta que encuentre una─. Pero debes alejarte de mi familia.
─Lo haré si tú cumples parte de tu trato, quiero mi dinero puntual.
─No te he quedado mal.
─Lo haces cuando no contestas mis llamadas.
─Sabes que siempre estoy ocupado.
─Esas son excusas ─me calla y después una sonrisa burlona se dibuja en él─. Aunque no me sorprende que estes ocupado acostándote con esa compañerita tuya, ¿cómo es que se llama? ¿Hazel? Es sexy, ¿no?
Me acerco a él acortando la distancia entre los dos y lo tomo por el cuello de la camisa al tiempo que le doy una mirada amenazadora.
─No te metas con ella, ¿sí?
Con Hazel es diferente, ella ni siquiera debería haberlo conocido.
Daniel alza las manos al aire y se remueve para que lo suelte, lo hago a duras penas y se aparta de mí.
─Ya veo ─es todo lo que dice mientras asiente más para sí mismo─. Supongo que es especial, ¿no?
No respondo sabiendo que hacerlo solo me meterá en problemas, aunque presiento que no darle una respuesta también lo hace. Al ver que ningún comentario sale de mí, Daniel vuelve a hablar.
─Seguiremos en contacto, Easton. ─Voltea a ver la puerta como si quisiera que de pronto me vaya de su departamento─. Tengo cosas qué hacer.
No me despido de él, simplemente paso a su lado y salgo de allí.
Para cuando llego a mi auto, me encuentro con tres chicos morenos recargados en él, están fumando marihuana, lo sé por el olor.
─Vaya, vaya ─dice uno de ellos a quien reconozco como Kye. Aprieto las manos formando puños de nuevo, Kye se aleja de sus amigos y se acerca a mí haciéndome detener mi paso─. Creí que jamás te volvería ver por aquí, Easton.
Aunque Kye es uno de los tantos amigos de Daniel, siempre ha sido más parcial a la hora de involucrarse en los asuntos de Daniel, no suele darnos muchos problemas.
─Kye ─digo con un asentimiento de cabeza, el silencio incómodo que sigue no es mi favorito.
─¿Has venido con Daniel? ─Pregunta enarcando las cejas y oprimo una mueca al tiempo que asiento─. Vaya, juraba que tú y él ya no eran amigos.
─No lo somos.
Ríe.
─Supongo que no, aunque no tiene mucho sentido que estes aquí si ya no son amigos ─comienza a decir mientras se aleja un poco de mí. No estoy dispuesto a darle una explicación, pero sé que no va a dejar el tema pasar tan fácilmente─. Dime, ¿hay algún problema entre ustedes?
─Ese no es tu asunto.
Mi respuesta no le agrada, la sonrisa en sus labios se borra.
─A diferencia de ti, él si es mi amigo ─dice refiriéndose a Daniel─. Así que su asunto es mi asunto si tiene problemas.
─Tranquilo, no está en problemas ─le aseguro retrocediendo, ya veo venir que no será fácil alejarme de él y sus amigos─. Tengo que irme.
─¿Seguro?
Kye se acerca a mí con intención de intimidarme y no me muevo de mi lugar sabiendo que está buscando problemas, quizás quiera pelear.
─Déjalo ir, Kye ─escucho la voz de Daniel a mis espaldas y me volteo a ver que está a unos pocos metros míos con los brazos cruzados viendo a Kye y sus amigos, Kye me sostiene la mirada por unos segundos que son eternos y después se aparta de mí para dejarme el camino libre.
No les digo nada, solo avanzo hacia mi auto manteniendo una postura neutral, lo enciendo y conduzco hacia casa.
Una vez en el estacionamiento del edificio donde vivo, siento que dejo de contener la respiración y un suspiro pesado sale de mí.
Debí venir que las cosas con Daniel se complicarían, siempre se complican. Transcurren unos largos minutos para cuando salgo de mi auto y subo las escaleras hacia la puerta de mi departamento, sin embargo, me detengo frente a la de Hazel y contengo las ganas de tocar, ya es tarde y seguro se ha ido a la cama, no creo que sea el mejor momento para despertarla.
****
Por la mañana siguiente, estoy despierto temprano y llamo a la puerta de Hazel alrededor de las siete, ella abre la puerta y me ofrece una dulce sonrisa.
─Buenos días.
Soy el primero en hablar.
─Buenos días ─dice al tiempo que se cruza de brazos para abrazarse a sí misma─. Creo que me quedé dormida mientras te esperaba.
Dice y eso forma una dulce sonrisa en mi boca, ¿es justo que haya hecho eso por mí? Ni siquiera creo que merezca que alguien haga algo como eso por mí.
─Lamento no haber venido antes. Me demoré un poco con otros asuntos.
─Entiendo ─dice al dar un pequeño asentimiento y un diminuto silencio se forma a nuestro alrededor hasta que ella lo vuelve a romper─. Espera aquí, tengo algo para ti.
Hazel se va al interior de su casa y yo aguardo allí en la entrada como me ha dicho, luego de un minuto aparece de vuelta con un pequeño sobre de color blanco y lo extiende hacia mí.
─¿Qué es? ─Pregunto al tiempo que lo tomo, dudoso.
Una mueca aparece en ella.
─Ayer vino tu padre a buscarte ─tan rápido como sus palabras salen de ella, mi cuerpo se tensa, busco su mirada en busca de que esté mintiendo, pero sé que no lo hace. Pienso en que Mía le tuvo que haber dicho dónde vivo porque él no sabía dónde vivía.
─¿Te dijo algo?
─Solo me pidió que te entregara esto ─hace un gesto hacia el sobre y asiento─. Supongo que es importante.
─Eso creo.
Digo observando el sobre.
─¿Vas a ir al restaurant? ─Pregunta y doy un pequeño asentimiento.
─¿Nos vamos juntos? ─Pregunto y Hazel da un pequeño asentimiento antes de señalar hacia adentro.
─Solo iré por mis cosas.
Aguardo por ella en la puerta ya que estoy listo para irme al trabajo, luego de que Hazel sale, nos vamos en mi auto hacia el restaurant, como de costumbre, somos los primeros en llegar y aunque me gustaría convivir un poco más con ella, lo cierto es que los dos nos enfrascamos en nuestros deberes y a la hora del almuerzo, parece que Hazel vuelve a irse a reunir con Herbert, cosa por lo que siento curiosidad, sin embargo, aprovecho mi tiempo para ir al auto y revisar el sobre que papá le ha dado.
Lo abro asegurándome de que nadie más me ve, es ridículo que intente cuidarme de ello, pero siempre soy precavido. Una vez que saco lo que adentro del sobre, no sé si me enfurece del todo.
Es un cheque escrito por papá con una gran cantidad de dinero y dentro hay otra nota escrita por él que leo de inmediato.
Supongo que otra vez tengo que verme en la tarea de pagar tus deudas.
****
Holaaaa, ¿cómo están? No quería quedarme sin actualizar hoy, así que vine con el capítulo nuevo de Chef Kisses, espero que lo hayan disfrutado!
¿Qué creen que pasará con el papa de Easton?
¡Déjenme saber que les pareció el capítulo! ❤️
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