Capítulo 25 | Easton
Tal vez no es la mejor idea traer a Hazel al hospital conmigo, pero tiene razón, si la llevaba primero a casa, iba a retrasar la visita con mamá quien nos recibe con una sonrisa a los dos.
─Hola ─la saludo como de costumbre colocando un beso en su frente.
─Veo que trajiste visitas ─susurra muy cerca de mí oído, intento ocultar mi sonrisa─. Hola querida, ¿tú eres?
─Hola señora, Hart ─saluda Hazel dando un paso al frente─. Soy Hazel.
Mamá me da una mirada divertida y con la mía le suplico que no diga nada al respecto, por suerte, me apoya.
─Es un gusto conocerte, ¿eres amiga de Easton?
Mamá eleva las cejas y voltea a verme al tiempo que Hazel lo hace, no soy bueno dándole un titulo en mi vida a las personas, amigos, relaciones, familia. Me cuesta a veces creer que hay realmente alguien en mi vida que de verdad me aprecie, aún así, asiento en acuerdo.
─Trabajamos juntos en el restaurant ─me limito a responder antes de Hazel y solo espero que la situación no se vuelva tan incómoda.
─¿Y por qué han venido hoy juntos? Digo, siempre estoy feliz de tener nuevas visitas, es solo que, ya sabes ─se encoge de hombros hacia Hazel─. Mi hijo es un cascarrabias.
─Mamá...
─¿Qué? ─protesta de manera divertida─. Todos somos conscientes de tu mal genio, me sorprende que hayas conseguido que la chica te acompañe.
El comentario consigue que Hazel se ría.
─Bueno, es un tipo agradable cuando quiere ─le deja saber a mamá quien sonríe divertida. Es bueno verla sonreír de esa manera aun cuando es a cuestas de mi mal carácter.
─¿Y bien? ¿Qué tal el trabajo hoy?
Nos pregunta a ambos.
─Ya sabes, ajetreado ─le respondo de inmediato y ella asiente.
─¿Qué hay de ti, Hazel?
─Pienso lo mismo que Easton ─dice de una manera educada─. Los días son ajetreados en el trabajo.
─Ya lo creo ─mamá habla con una media sonrisa─. Gracias por venir.
─No tiene que agradecerme ─Hazel se apresura a negar y mamá también lo hace.
─Créeme, no suelo tener muchas visitas además de este grandote, es bueno tener caras nuevas por aquí ─le asegura y de pronto me siento un poco fuera de lugar cuando Hazel le pregunta a mamá como ha estado y mamá le cuenta un poco sobre sus días en el hospital, decido no interrumpir mucho su conversación solo cuando mamá se dirige a mí porque sé que le sienta bien tener a alguien distinto platicando.
Mía no suele venir seguido porque venir al hospital la pone nostálgica, así que Hazel le alegra el día a mamá platicando y eso me alegra el día a mí de cierto modo.
─Gracias por venir chicos ─dice mamá cuando ya quedan pocos minutos de la hora de visita, me acerco a ella para besarle la frente, mamá me da un abrazo como de costumbre, sin embargo, susurra en mí oído─. Es muy linda, East.
─Lo sé.
Susurro de vuelta y me aclaro la garganta cuando me aparto de ella.
─Fue un gusto en conocerla, señora Hart.
─Por favor, Hazel, llámame Rachel ─le dice con una pequeña sonrisa que Hazel responde de vuelta.
─De acuerdo.
─Espero vuelvas a visitarme pronto, ha sido agradable conocerte y me alegra que Easton tenga una amiga.
─Mamá.
Sentencio y ella rueda los ojos.
─Por cierto, el doctor Molina dijo que hablaron sobre una fecha para la cena que organizaras ─me dice cambiando de tema.
─Ah sí, ya nos hemos puesto de acuerdo.
─¿Tendrás tiempo para ello? Sé que trabajas bastante y no quiero que...
─Mamá, sabes que consigo hacer tiempo para todo ─le dejo saber y ella pone una pequeña mueca.
─Lo sé, siempre lo haces ─termina diciendo y hay un pequeño silencio antes de que ella vuelva a hablar─. Gracias.
****
Hazel y yo volvemos a casa, el trayecto en el auto es silencioso y para cuando estaciono mi auto y apago el motor, los dos nos quedamos en silencio dentro de este.
─¿Qué es eso de que organizarás una cena? ─Se atreve a preguntarme y romper el silencio entre nosotros.
─Le prometí a mamá una cena para ella y sus amigos del hospital y también para los doctores, ya sabes, por su esfuerzo y trabajo.
Respondo y veo un poco de sorpresa en ella.
─¿Y cocinarás tu solo?
─Es la idea ─asiento con la cabeza, las cejas de Hazel se elevan en asombro.
─Podría ayudarte ─dice después de unos segundos en silencio─. Claro, si quieres una mano, me gustaría ayudar.
Parece sincera y definitivamente no me vendría mal un poco de ayuda, me quedo en silencio por casi un minuto observándola, pienso en lo guapa e inocente que me parece al mismo tiempo y solo pienso en que me gustaría acortar la distancia entre los dos ahora mismo y besarla, solo que contengo mis ganas de hacerlo.
─¿De verdad quieres ayudarme?
Siento la necesidad de confirmarlo porque no quiero comprometerla a nada. Llevarla al hospital conmigo ha sido de improviso y aunque a mamá le ha agradado bastante tener visitas de alguien nuevo, yo por otro lado, no sé cómo tomarlo al respecto.
Creo que siempre asusta la idea de permitirle a alguien entrar a tu vida porque no sabemos con exactitud lo que el destino nos tiene deparados, a veces no se está listo para dejar que otra persona irrumpa nuestras rutinas o quiera formar parte de algo que nosotros encontramos íntimos, y la inseguridad de dejarles que entren aterra en el sentido en que, si esa persona se marcha en algún momento, va a doler y nadie está preparado para el dolor.
─Por supuesto ─dice asintiendo─. Puedo ayudarte con el menú, ¿tienes algo en mente?
─La verdad, no he tenido mucho tiempo de pensar en los platillos, pero esperaba poder hacerlo este fin de semana, ya sabes, comenzar a comprar algunos ingredientes y pensar bien en el menú.
─Bueno, puedo ayudarte, no tengo muchos planes para el fin de semana ─puedo ver que una pequeña mueca se forma en su boca al tiempo que se pasa una mano por su cabello en un intento de arreglarlo y estoy seguro que incluso con el cabello desarreglado sigue siendo hermosa.
Nunca he sido la clase de persona a la que le importa mucho el físico, al menos, eso pienso, siempre he sido más de los que se fija en los sentimientos de otros que en el físico, por supuesto que si veo a una chica atractiva físicamente puedo admirar su belleza, pero a veces el físico no lo es todo.
¿De qué sirve una cara bonita si tiene una personalidad fría?
─Entonces tenemos un acuerdo ─menciono dibujando una sonrisa en la boca─. Podríamos idear un menú juntos.
─Me agrada la idea, además, serán demasiados platillos para ello, vendría bien...
─Preferiría que solo preparáramos todo nosotros solos si no es mucho pedir ─no es que quiera cargarle la mano con todo el trabajo de cocinar para el hospital, pero no quiero involucrar a más personas en esto, quizás Sheila y Johan son mis amigos más cercanos en el trabajo, pero siempre suelo poner un límite cuando se trata de mis visitas en el hospital, creo que ya he hecho demasiado al aceptar que Hazel venga conmigo.
Ella asiente en acuerdo.
─No hay problema con ello, lo entiendo.
─Gracias.
Es lo único que se me ocurre decir y los dos salimos del auto. Está vez me percato de que Hazel sube las escaleras detrás de mí con calma y sin hacer ningún quejido como de costumbre cosa que se me hace un poco raro, aun así, no comento nada al respecto.
Los dos nos despedimos con un leve asentimiento frente a las puertas de nuestros departamentos, cuando entro a mi departamento, tomo una ducha de nuevo y en algún punto de la noche me quedo dormido.
A la mañana siguiente, llego temprano al trabajo como de costumbre y todo parece ir bien hasta la hora del almuerzo, donde decido salir a mi auto y en el estacionamiento veo a mi padre caminando en mi dirección.
─Easton ─me saluda con voz seria, intento ocultar la sorpresa en mi rostro por verlo.
─¿Qué estás haciendo aquí?
Pregunto con el ceño fruncido, papá se lleva las manos a los bolsillos de su pantalón.
─Acordé una reunión con Laurier.
─¿Sí?
Mi ceño se frunce aun más, él asiente en confirmación.
─Sí, acordamos de ver un par de asuntos.
─¿Asuntos?
Papá ríe por lo bajo y da un paso hacia mí, por unos largos segundos no dice ni una sola palabra, solo se queda viéndome.
─Me sorprende que aun sigas aquí, hijo.
Todo mi cuerpo se tensa por su última palabra.
─Necesito el trabajo ─confieso y tan pronto como lo hago me arrepiento de ello.
─Bueno, siempre puedes trabajar en el restaurant, yo podría...
─Estoy bien aquí, gracias.
Digo antes de que pueda decirme algo sobre su restaurant. Sé que papá tiene el mismo prestigio que el señor Laurier o incluso más, pero mi relación con él jamás ha sido estable, no importa qué pase, las cosas entre los dos siempre terminan en desastre.
Lo veo apretar los labios y desviar la mirada de la mía.
─Mía me dijo que visitas a tu madre seguido.
Mi cuerpo se tensa con su comentario, sé que él y Mía suelen hablar bastante y que a veces visita a las niñas, no me sorprende, papá de cierto modo siempre tuvo preferencias por Mía y no lo culpo, donde yo solía fallar para él, Mía solía sobresalir.
─Sí.
─¿Cómo está?
─Bien.
Omito cualquier detalle porque una parte de mi siente que él no tiene ningún derecho a preguntar por ella si la abandonó, aun cuando mamá dice que las cosas no fueron de ese modo, para mí sí.
De pronto el aire a nuestro alrededor se vuelve tenso, ninguno de los dos sabe con exactitud qué decir y por suerte, su teléfono irrumpe nuestra incómoda conversación. Sé que lo mejor es irme de allí, pero la conversación de papá al teléfono no dura mucho y cuelga antes de que yo pueda marcharme.
─Easton ─dice mi nombre para llamar mi atención por completo.
─¿Sí?
─¿Ellos saben que tú y yo...? ─se señala así mismo y deja la pregunta al aire, niego inmediatamente.
─No saben que eres mi padre.
No puedo descifrar la expresión en su rostro porque me resulta neutra, como sea, asiente con la cabeza.
─Entonces usas el apellido de tu madre de nuevo.
─Sí.
─Dime, ¿será siempre de ese modo?
Noto cierto resentimiento en su voz y no sé cómo tomármelo.
─La última vez que use tu apellido recuerdo que me dijiste que te avergonzabas de que fuera tu hijo ─decido echarle en cara y aquello no le gusta. Un bufido sale de él.
─Ya entiendo. ─De nuevo, da un paso al frente, papá es alto como yo, recuerdo que cuando era un par de cabezas más bajas que él, lo consideraba intimidante pero ahora ya no tengo esa sensación, ahora puedo pararme con orgullo a pesar y hacerle frente─. Nos vemos luego.
Palmea mi hombro y me deja allí solo.
***
Para cuando regreso a la cocina, no puedo evitar regresar de mal humor porque ver a mi padre no me deja el mejor sabor de boca, aun así, hago mi esfuerzo por concentrarme en la comida y aunque me vuelvo un poco regañón con mis compañeros, consigo sacar el día.
─¿Puedes cerrar?
Le pregunto a Johan entregándole las llaves del restaurant, él checa la hora en su reloj.
─Seguro, ¿debes irte más temprano? Aun falta algo de tiempo.
─Hoy sí, es importante.
─De acuerdo, suerte.
─Gracias.
Esta mañana no he visto a Hazel, pero llegó junto con Sheila al trabajo así que asumo que ambas se irán juntas, como tengo prisa, en el trayecto a la casa de Mía, decido llamarle y dejarle saber que iré a visitarla después de que salga del hospital con mamá, por lo general, no suelo caerle de sorpresa, pero esta ocasión es diferente, necesitamos hablar sobre mamá y tal vez sobre papá porque si mi hermana va a tener que hacerle frente al tema de mamá, sé que me hará que también tocar el tema de papá.
****
Holaaaa, feliz miercoles! ¿Cómo están? Me hace feliz venir aquí en un miercoles porque bueno, esta semana me he hecho un tiempito para escribir y tener el capítulo antes, ya mañana será mi último día dando clases y el viernes solo tengo junta de maestras, como sea, por fin vine temprano con un capítulo❤️
Me hace algo de ilusión que ya sean 25 capítulos, gracias por leer la historia y darle una oportunidad, escribir siempre una nueva historia me genera nervios en el sentido en que es algo nuevo pero sin duda estoy disfrutando de escribir esta historia, gracias por leerla❤️❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top