Capítulo 22 | Easton

Easton

No sé cuantos minutos transcurren desde el momento en que entro a mi departamento, pero Hazel llama a mi puerta no mucho después y puedo ver por la expresión en su rostro que algo anda mal.

─Easton ─dice mi nombre en un tono de preocupación, mantengo una expresión seria en mi rostro. Ayer estaba por ducharme cuando la escuché gritar desde las escaleras, pensé que algo malo había pasado como que alguien intentaba lastimarla, pero se trataba de una simple cucaracha.

No la juzgo, pero su fobia por los insectos parece que va muy lejos.

─Hola, ¿está todo bien? ─es mi instinto preguntarle, su boca se abre y cierra con inseguridad. Tomo una pequeña bocanada de aire y la contengo hasta que hablo de nuevo─. ¿Qué pasa Hazel?

La mención de su nombre la hace morderse un poco el labio, pero termina hablando.

─Daniel ─todo mi cuerpo se tensa en cuanto escucho ese nombre salir de su boca─. Vino a buscarte y me ha pedido que te dé un recado.

─¿Qué recado? ─Pregunto de imediato.

─Dijo que has estado rechazando sus llamadas y que tendrá que hablar con tu padre ─se muerde el labio inferior y niega más tarde─. La verdad no entiendo a qué ha venido, pero...

─No importa ─mi mandíbula se aprieta. No puedo creer que el idiota de Daniel haya tenido el descaro de ir a decírselo a Hazel, recién le había dado el dinero que me pidió, cierro los ojos antes de hablar─. Gracias por avisarme.

─¿Estás en problemas?

Me tenso y cruzo de brazos de un modo sobreprotector.

─Yo no diría que en problemas ─me maldigo por mi respuesta, normalmente prefiero omitir detalles, pero estoy aquí dándole una respuesta cuando lo mejor es ignorar a sus preguntas. Hazel es demasiado buena como para involucrarla en mis cosas. Aún así, siento que le debo una explicación─. Daniel y yo solíamos ser amigos.

Sus ojos me miraron curioso.

─¿Es por eso que te busca en el trabajo? ¿le debes dinero?

Aprieto la mandíbula intentando no decirle más, pero asiento.

Quizás a veces es bueno tener a alguien a quien contarle un poco lo que pasa en nuestras vidas, ¿no?

Además, ya habíamos tenido esta conversación antes.

─No es relevante Hazel, dime, ¿te ha hecho algo?

Niega y siento un poco de alivio.

─Solo se ha acercado al auto, eso es todo.

Me pongo alerta.

─¿Acercado al auto? ¿qué quieres decir con eso?

Noto que se pone nerviosa.

─Estaba por marcharme cuando se acercó a hablar conmigo, me asusté porque no lo vi de dónde salió realmente ─comienza a explicar y a medida en que lo hace solo puedo pensar en lo mucho que quiero tener a Daniel frente a mí y golpearlo.

Meterse con Hazel, ¿es en serio?

La chica no tiene nada qué ver con mis asuntos y tengo que dejárselo en claro.

─Escucha, tienes que prometerme algo ─me veo diciendo y ella frunce el ceño.

─¿Qué dices?

─Prométeme que no vas a volver a hablarle, Hazel ─mi mirada se vuelve oscura y mi semblante completamente serio al punto en que puede parecer intimidante pero realmente necesito que Hazel lo prometa, conozco bien a Daniel y sé la clase de persona que es, si ha empezado a buscar a Hazel solo para llegar a mí, sé a ciencia exacta que no la dejará fácilmente.

─Easton.

Doy un paso hacia ella, mi mirada nunca abandona la suya.

─Prométemelo, Hazel.

Insisto y ella asiente levemente.

─Haré lo que pueda ─es su respuesta final, no es la que espero oír con exactitud, pero es algo mucho mejor a que no diga nada. Ya me las arreglaré yo con Daniel para que deje de buscar a Hazel y mucho menos que busque a mi padre.

Los dos nos quedamos allí parados sin decir mucho hasta que se ánima a volver a hablar.

─¿Has ido a visitar a tu madre?

─Como siempre.

Asiento.

─¿Qué tal está?

Su espontanea pregunta no me da tempo de ocultar mi asombro porque me toma por sorpresa, por lo general, a nadie le interesa si mi mamá está bien o no.

─Estable, como de costumbre.

Respondo con sinceridad y ella asiente levemente.

─Me alegro de oírlo.

─Sí.

La veo apretar los labios con fuerza y pasarse una mano por su cabello para meterlo detrás de sus orejas, su mirada abandona la mía y la dirige hacia la puerta de su departamento.

─Tengo que irme.

─Adelante.

Entro a mi departamento una vez que escucho su puerta cerrar.

Cuando estoy en el interior de mi departamento maldigo en voz alta una y otra vez antes de ir a buscar mi teléfono para llamarle a Daniel, desafortunadamente, no responde a mis llamadas y termino poniéndole un mensaje que responde a la media hora.

Los dos acordamos vernos en un viejo almacén, me toma veinte minutos llegar allí, estaciono mi auto un poco alejado del almacén y camino por mi cuenta hacia donde Daniel, quien puedo ver que no está solo.

No me sorprende, el cobarde siempre tiene compañía porque no siempre puede defenderse por su cuenta.

─¡Easton! ¡Amigo! ─exclama con fingido entusiasmo─. Es bueno verte por aquí de nuevo, ¿acaso no lo extrañas?

─Cállate, idiota ─digo una vez que estoy a su lado, no me molesto en ocultar mi enojo─. Tienes que detenerte ahora.

─¿Qué dices? ¿no te entiendo? ─se ríe burlonamente.

─No te hagas, me has escuchado bien ─me acerco más a él y le doy una mirada amenazadora─. Deja de buscar a Hazel, ella no tiene nada que ver con nuestros asuntos.

Daniel comienza a reírse.

─Es linda, ¿no? ─eleva las cejas y su comentario solo me hace querer golpearle la cara─. Me da la impresión de que tu y ella podrían.... Ya sabes, ambos son chefs, trabajan juntos, he visto que hasta son vecinos, no lo sé, hace mucho que no te veo saliendo con una chica.

Gruño.

─Lo que haga con mi vida no es de tu incumbencia ─le apunto el pecho con mi dedo índice con intención de dejar las cosas claras─. Hazel solo es una compañera de trabajo, no tienes por qué meterte con ella.

Ríe de nuevo.

─Veo que te importa.

─Me importa que no la metas en nuestros asuntos y tampoco a mi padre ─retrocedo porque si doy un paso más hacia él, voy a perder el control, quiero golpearlo.

─Me debes dinero y no quieres pagarme todo, sé que tu papá tiene dinero suficiente como para pagarme ─explica y ruedo los ojos─. Quiero que me pagues todo en cuanto antes.

─Sabes que no puedo hacerlo, es mucho.

─Pues de algún modo tienes que pagarme.

─Y eso he estado haciendo ─me quejo, la frustración poco a poco se va apoderando de mí─. Sabes que hay un limite Daniel, no pienso darte más si comienzas a acosar a mi familia. No quisiera tener que...

─¿No quisieras qué? ¿Acudir a tu papito por ayuda como la última vez? ─se burla de mí y aprieto los dientes─. La última vez no terminó bien, lo sé, pero me debes dinero.

─Y te he estado pagando, además, hicimos un trato, no vas a meterte con mi familia y tampoco con Hazel.

─Si bien recuerdo, Hazel no estaba entre ese acuerdo.

─Pues ahora lo está ─camino hacia él con rapidez, Daniel levanta la cabeza para sostenerme la mirada y quiero pegarle en la boca para borrarle la sonrisa burlona, pero hacerlo solo me traerá problemas teniendo en cuenta que no está solo.

─Bien, entonces lo consideraré. Consideraré no molestarla más para presionarte.

─No, no tienes que considerarlo ─lo corrijo─. No vas a molestarla más.

─¿O qué?

─Hablaré ─me atrevo a decirle y eso hace que su sonrisa se borre, los dos sabemos que sé demasiados secretos de Daniel que no le conviene que salgan a la luz. De inmediato, borra el asombro en su rostro y su mirada se oscurece.

─Hazlo ─me reta con un asentimiento de cabeza─. Tal vez sea yo quien vaya a la cárcel aquí, pero si yo me hundo, tu te hundes conmigo, Easton ─me echa en cara y de nuevo me deja ver la sonrisa burlona─. ¿Qué diría el señor Barlowe? ¿Le sentaría bien que en los periódicos se revelara cierta información sobre su familia?

Los dos tenemos mucho qué perder, pienso. Aun así, no le demuestro lo mucho que eso afectaría las cosas.

─Vete a la mierda.

─Igual tú ─dice con burla─. Mira, no tengo tiempo para tus cosas, será mejor que me dejes ahora en paz, dejaré a la chica siempre y cuando tu cumplas con tu parte.

─Sabes que lo haré.

─Bien.

No consigo irme a casa después de discutir con Daniel, más bien doy un pequeño recorrido por la ciudad en busca de encontrar un poco de paz, termino yendo al hospital de nuevo, aunque ya no es hora de visitas porque es de noche, sin embargo, me quedo en el estacionamiento de este por un rato como si eso sirviera de algo para que Daniel no se presentara aquí a buscar a mi madre.

Después llamo a Mía con intención de saludarla, pero como es tarde me manda a buzón, le dejo un mensaje diciéndole que solo he pensado en ella y su familia que espero poder visitarlos en estos días, cosa que si pienso hacer. La última persona que me pasa por la cabeza es papá más no hago nada, me quedo allí por un tiempo mirando el cielo oscuro.

Al regresar a casa, pienso en que tal vez podría llamar a la puerta de Hazel solo para asegurarme de que está bien pero no llamo a su puerta, observo las botellas de Raid por casi un minuto y me dispongo a entrar a mi departamento y me voy a la cama hasta que el sueño se apodera de mí.



***

Hola a todos,  ¿cómo han estado? Esta semana ha sido una muy larga para mí que no he tenido tiempo de escribir nada y apenas anoche y hoy he podido escribir , ya ansío las vaciones de semana santa porque han sido días estresantes en el trabajo donde me ha pasado de todo al punto en que no me he sentido bien para escribir.

El capítulo es algo corto pero lo justo narrado por Easton! ¿Qué será que esconden Daniel y Easton? Dejenme saber qué les pareció el capítulo, los leo<33

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