Capítulo 1 | Easton

Easton

Observo las botellas de Raid para insectos, seis de ellas en total y todo en lo que puedo pensar es que la persona al lado debe tener una loca plaga de insectos allá adentro, como sea, no es mi incumbencia así que continúo buscando las llaves para abrir la puerta de mi nuevo departamento.

Después de vivir en un departamento para dos y compartirlo con mi mejor amigo Adam, por fin pude mudarme. No me importaba compartir departamento con él, pero en cuanto su novia comenzó a vivir con nosotros las cosas parecieron cambiar, es una mujer loca, es todo lo que puedo decir y mudarse era más que necesario.

Cuando consigo abrir la puerta, entro y enciendo las luces para observar con atención el lugar, es bonito y grande desde mi punto de vista, tiene una gran cocina ─lo que es muy importante para mí─, la sala es linda y sofisticada, el apartamento luce elegante con todos esos muebles grises y la cama en mi habitación es enorme y se ve demasiado cómoda y perfecta como para tirarme en ella y ver televisión en la enorme pantalla que ordené hace semanas atrás en línea, no me quejo de que Mia haya decorado el departamento por mí, mi hermana mayor definitivamente tiene buenos gustos incluso cuando la molesto diciéndole sobre su mal gusto en hombres después de que se casara con el jefe de la compañía en que trabajaba.

La muy perra ya no tiene que trabajar más desde que es dueña de la mitad de la empresa. Que suertuda.

Decido llamarle una vez que dejo mis maletas adentro y cierro la puerta para lanzarme al sofá.

─Hola.

Saluda.

─Gracias por la decoración. Me gusta.

─Te lo dije.

─Sí, no estaba cien por ciento Seguro de ello, pero tienes buen gusto, lo admito.

─Lo sé.

─Bien, deberían venir a visitarme pronto y cenar conmigo como agradecimiento. Yo cocinaré.

─No esperamos más de ti ─se burla e intento no rodar mis ojos.

─O Podemos ordenar pizza para todos. ─Sugiero y la escucho quejarse.

─No, eres un gran chef. Preferimos mil veces que cocines. ─Me asegura.

─Trato.

─De acuerdo.

─Gracias, de nuevo. ─Digo y después colgamos la llamada.

Como ya son pasadas las diez de la noche y ha sido un día largo, tomo una ducha tibia que me relaja los músculos del cuerpo y después decido comer cereal antes de irme a la cama cuando veo la caja de Lucky Charm's en la barra la cocina con una nota de mi hermana que dice "Disfruta tu nuevo departamento, cabeza de chorlito."

***

Por la mañana siguiente, me despierto a tiempo para comprarme un café en la cafetería más cercana de la casa antes de ir al trabajo. Treinta minutos después, estoy llegando al restaurant en el que trabajo donde me reciben con una sonrisa cuando me ven.

─Buenos días, chef.

Dice Sheila con una sonrisa, ella es una de mis asistentes en la cocina. Johan llega s u lado y me da un asentimiento como saludo, hago lo mismo.

─Buenos días chicos, ¿ya hay pedidos? ─Pregunto y ellos comparten una mirada que me dice que me estoy perdiendo de algo y no están seguros de si decírmelo─. ¿Qué sucede?

Les pregunto con el entrecejo fruncido.

─Uh ─Johan comienza a balbucear y mira a Sheila, quien niega. Suelta un suspiro antes de responder mi pregunta─. Tenemos noticias para ti, chef.

─¿Qué noticias? ─Pregunto curioso─. ¿A los comensales no les gustó mi pasta ricota?

─No, no. No es eso ─se apresura a decir Sheila─. Les gustó chef, más bien escuchamos que tendrá otro chef aquí en la cocina.

Me toma un tiempo procesar lo que acaban de decir. he estado trabajando en el Laurier's por cuatro años y hace seis meses aún era el asistente de cocina de uno de los chefs principales y desde que Mario renunció seis meses atrás, fui promovido como el chef principal del restaurante, un puesto que moría por tener.

Mi sueño siempre ha sido abrir mi propio restaurant, pero seguía rehusándome a pedirle a mi padre el dinero para ello aun cuando se había ofrecido a dármelo, en su lugar, he estado trabajando en diferentes restaurantes y ahorrando dinero para ello.

Mi padre es Jerome Barlowe el chef más famoso del país y aunque muchos saben quién es mi padre, he trabajado duro para hacerme de mi propio reconocimiento como chef.

─¿Cuándo lo escucharon? ─Pregunto y de nuevo comparten una mirada entre ellos.

─Ayer.

─¿Ayer? ─Repito para asegurarme de ello y asienten─. ¿Y no pensaban decírmelo?

─Queríamos hacerlo, pero te fuiste antes, East ─dice Johan y una mueca aparece en mi cara.

─Escuchamos que...

Las palabras de Sheila se ven interrumpidas por Herbert, el representante del restaurant.

─Buenos días a todos. Por favor, detengan lo que están haciendo y préstenme atención ─dice con esa voz arrogante. Herbert ha sido el representante de este restaurant por años desde antes que empecé a trabajar aquí y mi opinión de él siempre ha sido la misma que todos, es arrogante, frio y una persona desagradable─. Como algunos de ustedes ya saben, tenemos un nuevo chef en la cocina.

Dice con una gran sonrisa, todos comienzan a compartir miradas entre sí y después me voltean a ver como si supieran qué tan duro he trabajado para ganarme el puesto. Opto por una postura recta en mi lugar y mantengo la calma.

Los ojos de Herbert se encuentran con los míos y ahí está esa tonta sonrisa burlona con la que siempre se carga.

─Sabemos que Mario se fue hace unos meses y era un excelente chef y desde que se fue hemos perdido muchos clientes por lo que estamos buscando nuevas ideas, lo que quiere decir que también nuevos chefs.

─Pero tenemos a Easton aquí, ¿no es así? Él es un excelente chef. ─Louis uno de los otros cocineros dice y todos comienzan a asentir en acuerdo, lo que me hace sentir orgulloso de mi mismo.

─Si, pero no es suficiente ─dice el idiota de nuevo y me voltea a ver para darme una de esas absurdas sonrisas suyas─. Este nuevo chef es uno muy bueno, Marshall y yo hemos hecho una muy delicada entrevista con ella y decidimos contratarla.

─Así que es una chica...

Dice alguien a mis espaldas. No me muevo de mi lugar, me limito a escuchar a Herbert por mucho que me disguste. Marshall Laurier es el dueño del restaurant y por supuesto, como mi padre, es otro chef famoso.

─¿Por qué decidieron tener otro chef? ─Pregunto y Herbert sonríe.

─Porque consideramos que es necesario tener a alguien más, creemos que eres un gran chef señor Hart, pero eso no es suficiente. ─Bueno, el idiota tiene un punto de vista, pienso─. Ahora, denle la bienvenida a la señorita Hazel, ella recién terminó su carrera en una de las escuelas culinarias más famosas de Paris y ahora está aquí para trabajar con nosotros.

─Una novata ─digo un poco irritado.

─Si señor Hart, una novata tal como usted lo fue años atrás ─me dice, cosa que es cierta pero la diferencia es que yo llegué aquí como asistente de cocina y no como un chef como esta nueva empleada.

Una chica de Cabello castaño, piel un poco bronceada, ojos grandes y marrones justo como los míos aparece, aun cuando el uniforme no nos hace un buen favor a ninguno, puedo ver sus curvas. Es bonita, más que eso, es hermosa.

─Hola a todos, soy Hazel ─dice con una voz dulce y melodiosa─. Encantada de conocerlos.

─Hola ─respondemos todos al unisón.

Nos da una sonrisa y volteo a ver a Herbert.

─Asi que, ¿ahora seremos dos chefs en la cocina? ─Tengo que preguntar y Herbert me apunta con su dedo.

─Sobre eso, Marshall y yo estuvimos hablando ─dice con una expresión seria en su rostro─. Tener dos chefs trabajando al mismo tiempo en la cocina puede resultar un problema de cierto modo.

─Es un problema.

Confirmo.

─Es por eso que sugirió que ustedes trabajaran juntos, como un equipo, pero ─hizo énfasis en la última palabra─. Solo uno de ustedes será el chef principal de este restaurant para final del año.

─¿Qué? ─Pregunto en shock─. ¿Estás bromeando o algo por el estilo? ─Volteo a ver a todos, tienen expresiones serias en su rostro y a la vez de sorpresa, nadie tenía idea de ello.

─No es una broma ─dice Herbert con una sonrisa falsa. No me debería de sorprender, el hombre no sabe ni reírse mucho menos bromear─. Ya está establecido y ustedes trabajaran juntos como chefs en esta cocina.

─Pero no es...

─No discutiré esto, Easton ─dice en un tono de voz irritado.

─No, vamos a discutir esto ─expreso con enfado─. Esta cocina siempre ha tenido un chef no dos.

─Bien, esto fue idea de Marshall en primer lugar ─dice Herbert apretando los dientes─. Si quieres hablar sobre ello, entonces habla con él, pero no tienes otra opción, tienes que compartir la cocina.

─No es justo.

─La vida nunca es justo, cariño.

Quiero insultarlo, pero sé que hacerlo solo le dejaría saber lo mucho que lo odio.

─¿Por qué tenemos que compartirla? ─Insisto y él suspira.

─El jefe lo pide. ─Y cuando el jefe pide algo no tenemos otra opción.

─¿Así que tendremos que competir por el puesto?

─No diría competir, pero si lo ves de ese modo, prácticamente es así.

─Básicamente es lo que has dicho ─todos se quedan callados escuchando nuestra conversación─. Y también sabes lo mucho que he trabajado en está cocina para el puesto de chef.

─Estoy seguro que la señorita Hazel también ha trabajado mucho, señor Hart ─agrega y me muerdo los labios para no contestarle─. ¿Usted cree que merece un puesto aquí?

Asiento antes de responderle.

─Sí.

Herbert sonríe y luego voltea a ver a la chica a su lado.

─¿Y usted también cree que merece un puesto?

─Sí

Asiente. Herbert voltea a ver a Hazel y después a mí por unos segundos.

─Entonces, definitivamente tienen que demostrarlo y no solo a mí sino a todos.

─¡Y una mierda!

Digo molesto, Herbert sonríe al ver qué tan irritado estoy.

─Okay señor Hart, usted realmente cree que merece ser aquí el chef principal ─dice y me cruzo de brazos esperando a que termine de hablar─. Tres meses.

Dice y frunzo el ceño.

─¿Cómo dijo?

─Tres meses ─repite─. Tendrán tres meses para trabajar en esta cocina y demostrar que merecen quedarse y ganarse el puesto.

─¡Es una mierda!

─Esa boca, Hart.

─Me vale una maldita mierda ─Herbert aprieta los dientes por escucharme maldecir de nuevo─. Es ridículo que tengan a dos chefs principales en la cocina, tenemos que...

─¿Quieres continuar con tu trabajo? Entonces aprende a tener un compañero en la cocina. No más discusiones, Easton. Si te vuelvo a escuchar decir algo más, yo mismo te despediré.

No digo más porque puedo ver la mirada seria en sus ojos, en su lugar, alzo mis manos al aire a modo de defensa dejando en claro que no pelearé más, Herbert asiente, le dice algo a Hazel que no consigo escuchar y se va.

Todos se quedan parados en sus lugares hasta que me muevo y les digo que debemos volver al trabajo. Mientras camino hacia la mesa, leo los platillos que debo cocinar y volteo a ver a Hazel quien camina hacia mí.

─Me disculpo por lo que ha pasado.

Dice, pero la ignoro y comienzo a cortar los champiñones que cocinaré. Ella me mira fijamente esperando a una respuesta que nunca le doy.

─Puedo ayudarte con eso ─sugiere un minuto después y enarco una ceja en su dirección. Luce agradable o al menos lo parece y me siento mal por ser grosero con ella así que suelto un bufido y observo las ordenes que tengo. Tomo tres de ellas y se las doy.

─Puedes cocinarlas.

─¿Estás seguro? ─Pregunta con las cejas enarcadas y asiento.

─Ven ─le digo mientras comienzo a caminar por la cocina, busco a Sheila y Johan quienes están cortando vegetales juntos y dejan de platicar cuando nos ven.

─Hola ─dice Sheila con una sonrisa dulce hacia Hazel.

─Hola ─responde.

─Chicos, la ayudarán en la cocina ─les digo y ambos comparten una mirada─. Ellos son Sheila y Johan, son cocineros, te apoyarán en la cocina. Si necesitas algo, pídeselos, te ayudarán en todo, si necesitas nuevos ingredientes, lo comprarán por ti, si necesitas saber dónde está algo, ellos te lo dirán, ¿de acuerdo? ─pregunto y asiente.

─Gracias.

─De nada ─digo no muy contento─. Mira, puedes cambiar los platillos si lo deseas y hacer lo que quieras en la cocina, no hay reglas aquí, pero ten en cuenta que algunos clientes son muy específicos con lo que quieren en sus platillos, no todos están conformes con la idea de cambiar ciertas recetas.

─Lo tendré en cuenta, gracias.

No digo nada más, los dejo a los tres solos y me regreso a mi lugar para terminar de cocinar. Hago mi esfuerzo por no estar molesto, al menos intento disimular el hecho de que no me gusta tener a otro chef en la cocina y que tenemos que competir si uno de los dos quiere conservar el puesto.

Desde que me gradué de la escuela culinaria, siempre supe que quería convertirme en un chef reconocido, pero no por la fama de mi padre, si hay algo que odio es que todos creen que soy bueno solo por quien es mi papá y por supuesto, algunos creen que no me he esforzado lo suficiente para estar aquí, creen que consigo los trabajos solo por mi papá lo cual no es cierto, han pasado tres años desde la última vez que lo vi y no tengo intenciones de tener contacto con él.

Me esfuerzo por no prestarle atención a Hazel, quien está trabajando con Sheila y Johan animadamente, puedo escucharlos platicar la mayor parte del tiempo mientras continúo preparando mis platillos y dar órdenes a los otros empleados sobre qué hacer. Para el final de mi jornada, me quedo a limpiar la cocina como siempre y asegurarme de que todo quede en su lugar, aún tengo cosas que hacer por lo que me despido de todos y le pido a Johan que cierre el restaurant por mí, quien accede y agradezco que no haga ninguna pregunta cuando ve que tengo prisa.

Llego a la tienda más cercana y compro un ramo de flores, margaritas para ser exactos ya que son las favoritas de mi madre y después conduzco a prisa hacia el hospital antes de que se acabe la hora de visita.


****

Hola, hola! El primer capítulo está aquí y sí, es narrado por nuestro querido Easton (; como pueden ver, Easton tiene una personalidad algo complicada! ¿qué les puedo decir de la historia? Bueno, las botellas de Raid serán indispensables (en el siguiente capítulo lo sabrán)!

¿Qué tal les pareció el capítulo? Espero que les haya gustado! <3

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