pov's kim seokjin

«Si eso te hace feliz, hazlo.» esas simples palabras, en un tono despreocupado pero al mismo tiempo dicho de una forma que me tranquilizo, hizo que hoy tomara el coraje para hacerlo. Lo había pensando durante un tiempo, más, jamás tuve las agallas suficientes, enfrentar a mi padre me daba miedo. Claro, no es un hombre cruel o malvado, sin embargo tener que afrontar una expresión de decepción en su rostro es suficiente para hacer que yo quisiera llorar.

Nacer sin talento es duro, no soy inteligente, ni el más astuto. Solo soy un joven de clase alta más que gasta el dinero de sus padres en cosas materiales innecesarias porque nunca recibió demasiado atención, no de la manera que quería. Lo único que pusieron en mi fueron sus expectativas para que crezca siendo un heredero memorable. ¿Qué obtuvieron? Todo lo contrario.

Repitiendo un mantra de relajación me acerqué a la puerta de madera, la alcoba de mi progenitor esta en el tercer piso, es donde suele encargarse de asuntos del trabajo desde casa, o donde duerme cuando mamá lo echa de su habitación. Inhale y exhale. 'Tu puedes, SeokJin.' me dije a mi mismo.

Extendí mi mano y toque dos veces con mis nudillos la puerta.

—Pasa.—escuche del otro lado, ingrese tembloroso, dudando de mi mismo— Oh, SeokJin. ¿Sucede algo? Nunca vienes aquí más que para pedir mis tarjetas.—rió, al no ver una buena expresión en mi cara suspiró— Hijo, habla.

—Yo he estado pensando en algo este tiempo.

—¿Sí?

—Sobre... la empresa.

—Me alegra que te involucren en la empresa familiar, como heredero eso es muy importante. —se levantó de su silla acolchada y me pidió que me acerque, lo hice, sabiendo que esto no va por el rumbo planeado— Prepare unos documentos para que examines, te serviran como practica, supongo que ya lo debes haber visto en la Universidad.

Me hizo sentar en su silla, aquella que un yo pequeño ansiaba saber como se sentía bajo su trasero, es la misma que ahora me causa ansiedad. La presión de su expectativa me derrumba, tiene unos ojos soñadores bajo mío, me visualiza en la sima, pero tengo miedo de llegar ahí. Caer, y demostrarles que en realidad jamás he sido suficiente. Escuchándolo parlotear golpeé mis manos contra el mueble, me levanté sintiendo sudor bajar por mi cuello.

—D-Detente, no quiero escucharte.

—¿De qué hablas? SeokJin, vuelve acá. —exigió mientras caminaba a la salida, acelerado negué— ¡SeokJin!

—¡No quiero, padre!

—¿Qué estás diciendo? —su ceño se frunce molesto.

—La empresa, la expectativa de ustedes sobre mi. Todo lo que conlleva ser tu sucesor, ¡No lo quiero! Tú y yo somos diferentes, queremos cosas distintas.

—No entiendo que más quieres, te di todo.

—Y-Yo necesito averiguarlo por mi cuenta, quiero... quiero dejar todo.

—¿Todo? ¿A qué te refieres con todo?

—La Universidad, la herencia, ustedes...—me cubrí el rostro apenas lágrimas comenzaron a deslizarse.

Papá quedo en silencio, lo escuche volver a sentarse y suspirar.

—¿Y después? ¿Qué harás con tu vida? ¿Vivirás de qué?

—No quiero pensar en eso ahora, necesito tiempo para mi mismo. Quiero darme el lujo de imaginar otro futuro que no sea el que ustedes me crearon.

—Esta bien.—dijo— Puedes irte si eso quieres, pero si en un año no tienes las cosas solucionadas por tu cuenta...—mordí mi labio ansioso—. Yo mismo te haré volver a la fuerza.