pov's kim seokjin

Los adultos son molestos, y haberme convertido lentamente en uno hace que mis temores sean obligados a ocultarse cada vez más en un caparazón lleno de ellos. Crecer en una cuna de oro donde todos te observan esperando grandes cosas, dando por sabido que siendo hijo de alguien importante, tú debes igualarlo. La presión que colocan sobre ti es tan grande que no puedes dar un paso sin dudar de lo que eres capas al terminar, sabiendo que por más que des esos pasos, no serán suficientes para ellos.

Me siento incapaz de ser lo que esperan de mi.

Entrar a la Universidad fue un error, no estoy listo, no es lo que quiero, pero es mi deber. Pellizco con nerviosismo la piel de mis brazos, entonces, veo las notas en el tablón: No me ha ido bien. Como en todo este tiempo, tire de mi cabello con frustración, apenas es mi primer año, pero no hago ni la más mínima cosa bien.

En el auto de camino a casa, me sentía como un idiota que ni siquiera puede traer una buena nota a casa, descubrí que el nivel de la Universidad es mucho más difícil que la Escuela. Bueno, es algo obvio, pero no estaba preparado para descubrirlo de esta forma tan abrupta.

—¿Cómo te fue hoy? —pregunta mamá a la hora de cenar, tragué saliva— Jin...

—Me fue excelente.—conteste, sintiendo las miradas de la familia en mi.

Mis padres, y hermano menor.

—¿Hiciste amigos? —inquiere Myun, observándome con fascinación.

Tiene seis años, no sería capaz de ser cruel con él.

—No te incumbe, mocoso.

—¡Mamá, Hyung está siendo cruel otra vez! —llorisquea.

No es mi intención, ya es parte de mi ser cruel con los demás. Recuerdo ser un niño en jardín de infantes, y hacer llorar a los demás con unas cortas palabras, puede que ellos sean muy sensibles, o yo muy sincero. Cualquiera de las dos, me ha mantenido sin amigos durante bastante tiempo, hasta que encontré a alguien igual a mi. Yeo Baeckhyun, una niña encantadora por fuera, pero aterrorizante por dentro. Una vez que la conoces caes en cuenta que no es tan dulce como aparenta. Desde que la conocí no he podido despegarme, siempre estamos juntos. O bueno, era así, hasta que la mayoría de edad nos hizo alejarnos.

Comenzó sus estudios en otra Universidad, reparté su tiempo entre aquello y su absurdo novio de banda mediocre.

—SeokJin, ya hemos hablado de esto. Prueba con ser amable.—insiste— Si sigues con ese carácter nunca podrás casarte, y yo no tendré nietos.—decía con decepción, añorando tener niños que la llamen abuela.

Ugh, jamás.

—Él se casará con Baeky, ¿No?—habló el hombre de lentes, viéndome.

—No, ella ya tiene pareja.

—¿En serio? ¿Te la robaron?

Sí, o más bien, no. No es un objeto que me pueden arrebatar, por más que la quise y llegue a sentir cosas que me confundieron, supé cuando la vi reír con TaeHyung que no tendría oportunidad. Es algo extraño, tengo dinero, y soy guapo, pero nunca recibí propuestas de chicas. Ni siquiera he besado una.

Puede que...

—¿Eres gay? —mamá seguía con sus preguntas.

Bufé, cansado— Ya te dije mil veces que no, me gustan las mujeres.

—¿Y cuándo traerás una? Ya tienes viente años, a tú edad yo ya estaba casada con tu padre y embarazada.

Olvidenlo, es imposible en esta familia.