¡Tú puedes!

Ace se inclinó hacia delante, apoyando las palmas de sus manos en sus rodillas flexionadas. Comenzó a respirar pesadamente mientras alzaba la mirada hacia el marcador: el equipo contrario acababa de marcar otro punto, dejando el marcador a 37-36. Faltaban un poco más de treinta segundos para que el partido acabara, y si su equipo seguía así, acabarían perdiendo, pues necesitaban mínimo dos puntos más para poder ganar

—¡Tiempo muerto!—exclamó el árbitro, deteniendo el tiempo del marcador de la pared del gimnasio.

Ace se puso recto, fijándose en que era Jamil quien había pedido el tiempo muerto. El estudiante de Heartslabyul se dirigió a su compañero de equipo, que se había reunido en corro junto al resto del equipo.

—Chicos, hay que idear una estrategia para evitar perder—dijo el vice rector de Scarabia mientras se limpiaba el sudor de la nuca con una toalla—. No podemos dejar que el primer partido de la temporada sea un fracaso, ¿de acuerdo?

—¿Y qué tienes pensado hacer, Sea Snake? En treinta segundos tampoco se puede hacer mucho—contestó Floyd antes de beber un trago de agua de su cantimplora.

—En treinta segundos se puede ganar la guerra si está todo bien planificado—Jamil alzó levemente la barbilla, mostrando seguridad—. Escuchad, en el momento en el que yo tenga la bola, el resto...

Mientras Jamil contaba su estrategia, Ace miraba de tanto en tanto hacia las gradas, sonde podía ver a la gran mayoría del Night Raven College, entre ellos, Azul y Jade animando a Floyd y a Kalim, que aclamaba el nombre de Jamil cada vez que lo veía marcar un punto. Sin embargo, no había nadie animándolo a él: él había logrado excusarse porque tenía el partido, que no se podía aplazar, pero el resto de estudiantes de primer curso estaban realizando exámenes en ese mismo momento, por lo que él era el único de su grupo de amigos que estaba ahí. Ace suspiró antes de volver la vista a Jamil.

—¿Lo tenemos? ¿Sí?—preguntó el vice rector de Scarabia, quien recibió varios asentimientos de parte del resto de jugadores—. ¡Venga, a por todas!

Jamil le hizo una seña al árbitro, quien, en cuanto los jugadores se posicionaron en sus lugares, reanudó el juego. Los jugadores del equipo contrario se abalanzaron hacia Jamil, pero éste los esquivó con facilidad, para después, pasarle la bola a otro jugador de su propio equipo.

La estrategia de Jamil fue yendo como la seda, pero en cierto momento, uno de los jugadores se interpuso entre Floyd y la persona a la que debía pasar la bola, lo que fastidió el plan.

—¡Eh, Floyd! ¡Aquí!—Ace, que se había separado de la masa de jugadores, se encontraba solo, sin ser rodeado.

El estudiante de Octavinelle titubeó antes de fruncir el ceño y lanzarle el balón a Ace a pesar de que no estaba dentro del plan de Jamil.

En el momento en el que la pelota tocó las manos de Ace, éste escuchó un grito gutural que le hizo estremecerse y abrir los ojos como platos al reconocer la voz:

—¡Ace! ¡Dales palpelo, tú puedes!

Rápidamente, Ace miró con el rabillo del ojo a Deuce, que se aferraba a la valla protectora de las gradas. Su amigo respiraba trabajosamente y sudaba, dando a entender que había venido corriendo.

Aquello hizo que Ace sonriera, volviera la cara al juego y esquivara a uno de los adversarios con agilidad. Instantáneamente, se aproximó a la línea de 6.75 del campo, para después, lanzar el balón con confianza.

El balón rodó por el aro, causando que los jugadores del equipo del NRC mantuvieran el aliento. En el momento en el que el marcador marcaba dos segundos para el final del partido, la bola entró, cambiando el marcador a 37-39.

El árbitro tocó su silbato, finalizando el partido dos segundos después.

—¿He... He acertado?—Ace sonrió, recuperando el aliento y alzando los brazos en alto en señal de victoria.

Sus compañeros de equipo se acercaron a él y comenzaron a celebrar la victoria, abrazándose los unos a los otros.

—Lo has hecho bien—le dijo Jamil—, pero a la próxima, ajústate a la estrategia. Podríamos haber perdido si hubieras fallado.

—Perdona, es que me ha dado un subidón de energía y...—comenzó a excusarse Ace.

—Ya, si sabemos lo que ha pasado—le interrumpió Floyd mientras señalaba con la cabeza las gradas.

—Tu amiguito ha aparecido de pronto, te ha animado, y... ¡Ghah!—Jamil fue interrumpido por Kalim, que se abalanzó sobre él y lo derribó, cayendo ambos al suelo.

—¡Jamil! ¡Has jugado genial!—Kalim se abrazó a su compañero, sonriente, y añadió—: ¡Hay que organizar una fiesta en Scarabia para celebrarlo! ¡Luz, colores, comida, música...!

—Ni siquiera hemos ganado un partido importante, idiota—musitó Jamil antes de palmear la cabeza de Kalim y suspirar—. No hace falta que montes una fiesta. ¡Y quítate de encima, que pesas mucho!

Mientras Jamil intentaba que Kalim se quitara de encima suyo, Floyd se acercó a las gradas, donde Azul y Jade aplaudían, contentos de ver el resultado.

Ace se acercó también a las gradas, pero para ver a Deuce, quien le sonreía.

—¿Qué tal lo he hecho, eh, Juice?—preguntó Ace, cruzando los brazos sobre el pecho.

Deuce puso los ojos en blanco antes de apoyar el codo en la barra de la valla y contestarle:

—Ese último punto ha sido asombroso. Bien hecho.

—Gracias; te lo dedico a ti. Gracias a ti y a tu grito lleno de ánimos -con el que todas las personas de las gradas se te han quedado mirando de forma extraña- he tenido la confianza suficiente como para hacer el tiro especial—Ace sonrió antes de ladear la cabeza y añadir—: Oye, ¿qué tal te ha ido el examen?

—Era más fácil de lo que me esperaba. He podido terminar el primero, y he corrido enseguida hacia aquí para poder ver el partido. Me alegro de haber podido llegar a ver algo aunque fuera sólo el final, aunque me apuesto algo que esa ha sido la mejor parte—Deuce ensanchó la sonrisa, apoyando al mismo tiempo su mejilla en la mano del brazo apoyado en la valla—. Desearía jugar bien al baloncesto para poder jugar contigo algún día.

—Bueno, músculo no te falta—dijo Ace mientras miraba de arriba a abajo a Deuce, consiguiendo que la punta de sus propias orejas se pusieran rojas.

—Y a ti tampoco. Menudos brazos—susurró Deuce, riendo levemente.

Ace entreabrió los labios, fijando sus ojos en la mirada cargada de cariño que Deuce le ofrecía. El pelirrojo sonrió antes de saltar la valla y apoyar sus pies en ella, agarrase de la barra y tomar de la corbata a Deuce, para después, darle un corto beso cerca de la comisura de los labios.

—Reúnete conmigo detrás del gimnasio cuando se haya vaciado—susurró rápidamente mientras guiñaba un ojo, soltaba la corbata de su amigo y volvía a la pista—. No te vayas muy lejos, Deucey.

Deuce se sonrojó y se tocó en la zona de la cara que Ace había besado, incrédulo.

—A alguien le va a petar la patata~—canturreó Floyd mientras apoyaba la espalda en la valla.

—Cállate, Floyd—contestó Deuce antes de fruncir el ceño, avergonzado, y suspirar, fijando su vista en Ace, que volvía a celebrar la victoria con sus compañeros antes de decirles el típico "Buen partido" al equipo contrario.

Deuce volvió a sonreír mientras se apoyaba de nuevo en la barra de la valla, preguntándose qué era lo que su jodidamente atractivo ¿compañero? quería decirle.

-MGGBBRAE

¿Sabíais que amo al Adeuce? Se me nota casi lo mismo que el hecho de que me gusta el Ridyū (tan sólo basta con ver los shots de TW que he escrito y publicado).

Si veis algún tipo de error en cuanto a baloncesto se refiere, perdón, pero no tengo ni pajolera idea de deportes, sólo se cosas básicas o que busco en Google.

Bueno, espero que os guste este shot, y os dejo a decisión propia qué es lo que Ace quiere decirle a Deuce <3 (en mi cabeza, seguramente se coman la boca).

(Kagayaki--Hikari-Nyx)

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