第0.3章 | Solo un momento de felicidad



























Au | OoC




Probably...

Very very probably...











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—¡Waaah~! ¡De verdad hay duchas aquí~! —La primera voz fue femenina.

—Esto nos ayudará a relajarnos, no se preocupen por la ausencia de Nino, estoy segura que no nos fallará —La segunda resulta desgraciadamente familiar para Fuutaro, es Midori.

—¡Midori-chan eres tan confiable! —Ya la tercera sepulta toda esperanza de escapar para los jóvenes desnudos.

—Esa chica del listón fue muy amable al hablarte de este lugar

Probablemente habrían maldecido a Yotsuba si no estuvieran con el corazón en la garganta y la sangre en donde no deberían.

Quizá Fuutaro fue el que se equivocó de baño... no, las cosas de Maeda estaban allí, ¡Él era inocente! Se convencía de ello mientras sometía a la segunda quintilliza y su cuerpo desnudo entre sus brazos.

Nino estaba usando toda su fuerza de voluntad para ignorar a su tutor y los latidos frenéticos de su corazón, sin saber qué haría si era descubierta, pero aferrándose a su racionalidad y comenzando a pensar cómo librarse de la situación.

—Oh, ya hay alguien...

Habla —Ordena Fuutaro en un susurro falaz para liberar su boca.

—¿Chicas? ¿Q-Qué están haciendo aquí? —Fue lo primero que dijo Nino, antes de retroceder un par de pasos y acercarse a la llave de la regadera.— [Oh cielos...]

Craso error.

[¡¿Qué carajo estás haciendo tú?!] —Se preguntó Fuutaro al sentir el enorme trasero de Nino restregarse en su entrepierna apenas tapada por una toalla.

—Eso deberíamos preguntarte a ti, ¿Huiste de los ensayos para ducharte?

—A- Apenas llegué...

Mentira, Fuutaro percibía bien el olor de flores que emanaba el cabello mojado de Nino, sus dedos aplastando esa tersa piel blanquecina, suave y redonda la cual no era capaz de soltar.

—Ya...

—Nos tuviste preocupadas

—Cuando practicábamos parecía que no te veías muy conforme, así que pensamos lo peor...

Si tan solo supieran.

—L- Lo siento... —Una palabra que le traía recuerdos dulces. —Solo necesitaba una ducha caliente, e- eso es todo... —Y Nino debía ser honesta consigo misma, incluso si recibir un castigo y ser tratada mal era algo que había estado esperando, tenía cierta espina clavada por el maltrato de Fuutaro, no importaba si fuese reducida a una mujer sucia, aún poseía algo de orgullo en su ser que quería sacar a flote.

Su mente solo pensó en molestarlo de la manera que podía. Una sola.

[¡¿Qu-]

Movió sus caderas de arriba hacia abajo de manera hipnótica, estrangulando la erección de su profesor privado con sus posaderas, aquel trabajo parecía estar poniendo en aprietos la voz de Fuutaro.

A- Aah~...

El alto había tenido que enterrar su cara en uno de los hombros de la dama, donde solo ella podría oír sus jadeos y sentir sus labios contra su piel.

—Bueno, es un alivio saber que estás aquí

—Mmmh... ¿Sí? —Preguntó Nino sin siquiera prestarle atención.

Tener su trasero mojado sintiendo cada vez más calor bajo la toalla que cubría a Fuutaro fue lo único que le interesaba a Nino, casi parecía que su trasero se encontraba masajeando una barra de acero, sintiendo leves espasmos de parte del muchacho, estaba haciendo un buen trabajo masajeando esa polla vestida con su culo.

—Por supuesto, ahora me siento más relajada

—Je... Y- Yo también... mmmgh~ —Incluso su hoyo fruncido estaba disfrutando del roce de la carpa de Fuutaro, incapaz de ignorar lo alto que se erguía y apretaba en esa toalla blanca y húmeda.

Lentamente comenzó a acostumbrarse a manejar la situación, aún si una mano de Fuutaro comenzaba a juguetear y cosquillear una de sus nalgas.

¡Hnng~! —Nino gimió suavemente cuando Fuutaro repentinamente la tomó de su cintura, su excitación creciendo mientras el hombre golpeaba con fuerza su pelvis contra el trasero de malvavisco de Nino.

Eso no lo había esperado.

—¿Nino? ¿Todo bien?

—S-Sí... —Mintió. —T-Tú... ¿Qué crees que- ¡Kyaa~! —Gimió, cubriendo su boca con sus labios en un instante, el corazón le latió a mil mientras las sensaciones del día anterior volvían a ella, Fuutaro estaba apretando su carne trasera con fuerza.

Nino comenzó a arrepentirse de molestarlo, pues luego de que lo orillara a sus más profundos deseos, el cerebro de Fuutaro solo pudo convencerse de que esto se salía de su control y debía de darle una reprimenda a esa niña malcriada, vergonzosamente excusado una vez más.

El corazón de la chica estaba fuera de su pecho después de hacer contacto visual con el hombre que la agarró de las caderas, apretando con fuerza en la cremosa piel de la chica y la volteó hacia él.

—Oye... ¿Todo bien allí? Pareció que te caíste —Preguntó Midori quien ya estaba duchándose al igual que las demás idols.

—¡N-No!... ¡Estoy bien, no pasó nada!... —Exclamó Nino en respuesta, con la voz apagada al verse empujada hacia una pared, mirando al hombre que la tenía presionada. —F- Fuu-kun... q- qué ha-

Abajo

Caer de rodillas fue casi una respuesta instantánea.

Actúa natural... y no muerdas

—¿Eh?

Sí, quizá una de las fantasías de Nino habría sido que Fuutaro la follara en unos baños desde que fueron a visitar la posada de su abuelo, pero este no era el momento adecuado, había demasiada gente muy cerca, era inmoral, peligroso y nada podía asegurar que salieran bien librados.

Pero Nino solo tenía cabeza para Fuutaro y su gran pene delante de su cara.

Ummm... —Jadeó Nino, sin palabras. Obviamente no era la primera vez que lo veía, pero sentía el mismo escozor en su garganta que la primera vez que lo vio.

El trasero redondo de Nino sobresalió cuando se levantó un poco para presentarse ante el falo desnudo de Fuutaro, comenzando por agarrar tímidamente la cabeza de la polla y masajearla.

Una fuerte exhalación fue la primera respuesta, seguido de una mirada afilada que la veía desde arriba. Sin duda guapo, pero no era la idea que predominaba en la mente de Nino en ese instante.

¿Es lo mejor que tienes...?

Sintiéndose ofendida, Nino tomó la iniciativa de agarrar sus enormes tetas y cerrar la ya corta distancia entre ella y el miembro de Fuutaro, empujando su rostro entre su escote para cerrar los ojos mientras su boca caliente y húmeda envolvía la rosada y gorda cabeza de hongo y la tragó más adentro con sus labios brillantes, dulces y suaves.

Oou~...

La cabeza dentro de su boca dispuesta, estremeciéndose por el sabor varonil mientras hacía sonreír al chico triunfalmente por lo obediente y ansiosa que estaba moviendo la cabeza. Labios pegados alrededor de la circunferencia venosa, sus papilas gustativas lavadas con el sabor peculiar que definitivamente se fortaleció debido a la acumulación de sudor de Fuutaro.

Aunque le fuese casi imposible, procuraba no hacer mucho ruido, por lo que debía de ir despacio y-

Respira hondo

¡Urp~!

Si no fuera porque Nino había tenido una mínima preparación metiendo juguetes en su boca, jamás habría salido viva de este baño. Ya fuese porque hizo ruido y la descubrían o porque Fuutaro la tomó del cabello con fuerza y recorrió su garganta de una sola estocada.

Todas sus funciones motoras cesaron por el repentino acto, concentrándose en resistir el músculo dentro de su boca.

Se olvidó de sus gloriosas tetas y del hecho de que era un ser humano puesto que no se detuvo ahí, las paredes de la garganta de Nino se vieron en la obligación de acoplarse a la longitud que entraba y salía de su interior en un vaivén estremecedor.

Conteniendo el ruido como pudiera, Nino realmente colocó todo sobre la mesa, hábil y lascivamente moviendo su lengua húmeda y sus suaves labios alrededor del miembro rígido.

[Aquí viene...~] —Cuando la erección comenzó a palpitar desde abajo supo que era hora. Sus uñas pintadas de rosa se clavaron en las caderas de Fuutaro mientras más aceleraba, jodiendo constantemente su rostro para vaciar sus bolas en esa boca traviesa.

Fuuuh.... —Finalmente sucedió, el éxtasis de Fuutaro fue tal que casi cae de trasero al suelo, de no ser porque su mano tenía la cara de Nino pegada entre sus piernas como si fuese parte de él.

Su espesor pasó a través del conducto de Nino por unos eternos segundos en los que deleitó a su dama cumpliéndole otra de sus fantasías, todo hasta que tuvo que jalar del cabello de Nino para proporcionarle aire.

Finalmente, la boca de Nino sintió libertad.

Una falsa sensación de libertad, claro, pues su cuerpo ahora no le pertenecía a nadie más que Fuutaro.

Nino de rodillas ni siquiera pudo respirar tranquilamente, casi parecía recién levantada de la cama de lo mareada que estaba, sus ojos estaban nublados como estática y una cantidad modesta de sudor y lágrimas adornaban su delicado rostro.

Su pecho iba de arriba a abajo recobrando el aliento, sentada sobre sus tobillos e inmóvil, sería realmente difícil que pueda moverse en ese estado.

De pie

Pero Nino le hizo caso sin rechistar, aunque sí que tenía dificultades, Fuutaro por suerte estaba para sujetarla de su delgada cintura y alzarla contra una pared.

¿A- Ahora qué...? —Debía agradecer que las regaderas hacían suficiente ruido para tapar sus susurros, que le costaba hacer, puesto que si unas manos que podían casi rodear su cintura comenzaban a descender hacia su coño sería difícil no gemir.

Sus jugos rezumaban de esa raja carnosa, jugueteaban en ella como un niño que buscaba en su cesto de juguetes, aquel regordete lugar donde nacían las flores era toqueteado por el insolente Fuutaro, quien disfrutaba viendo como Nino tenía los ojos hacia arriba y ambas manos tapando sus gemidos.

Diablos mujer...~ —Sus largos dedos salieron manchados de ese ardiente lugar por tan solo haberse pasado por su intimidad como si nada.

Una mano fue hacia su boca, haciendo que Nino saboreara su perversión lamiendo cada dedo como si fuesen paletas, mientras que la otra fue para Fuutaro, ambos degustando del néctar de la dama.

Fuutaro entonces usó una mano en la espalda de la chica e inclinó más su cuerpo hacia atrás, haciendo que su coño le dijera hola al exterior, gota a gota el placer salía de ella y solo había una manera de pararlo.

Mientras se agachaba, Fuutaro se tomó su tiempo y admiró la belleza frente a sus narices, una forma perfecta y redonda, custodiada por dos bellas carnes rellenas temblaba por su atención. Entonces sin poder soportarlo hundió sus manos en ese hermoso culo, separándolo para darle la bienvenida de frente.

E-Estás bromeando... —Incrédula vio como su profesor desde abajo se burló de ella sacándole la lengua.

Lengua con la que comenzó a adentrarse en su jugoso interior.

¡Ugh~!

No bromeaba al final.

—A todo esto, Nino —La voz de la líder devolvió a Nino a la tierra.

A-Ah~ —Tuvo que taparse la boca con sus manos, su profesor estaba de rodillas lamiendo y sorbiendo su coño con cuidado, parecía que le estaba gustando lo que estaba probando. —¿Si...?

—De casualidad, ¿Te avergüenza el traje que usarás?

Antes de responder, tenía que hacer una pausa y liberar de a poco sus gemidos o estaría comenzando a descontrolarse dentro de poco. Agradecía que Fuutaro estaba yendo despacio con aquello o sino colapsaría allí mismo.

—N-No... bueno, sí lo es, pero es solo que... —Nino no podía soportarlo, su cerebro estaba ocupado sintiendo como Fuutaro estaba comiéndose su vagina, apretando su trasero, múltiples marcas de estrujamiento en sus tetas y dándole cariño a esa raja goteante. —Tengo... a alguien que me gusta... y esto...

Fuutaro era lo único en lo que quería pensar ahora.

—Oh...

—¡Que lindo Nino-chan! —Las demás idols que oían se sumaron a la conversación tratándola de hacer sentir más cómoda.

—O-Oh vaya... bueno, no soy mucho de entrometerme, pero si hay algo que podamos hacer, puedes decírnoslo

—S-Suena bien... —La verdad podían seguir conversando entre ellas para que no notaran lo que sucedía en su ducha.

—A todo esto, ¿Quién es el chico?

No tuvo siquiera que pensarlo para responder.

—F- Fuutaro Uesugi...

No obstante, cuando dijo aquel nombre, el jugueteo se detuvo y Nino se arrepintió de lo que dijo. Odió tanto que se detuviera, sin embargo, no pudo emitir queja alguna cuando Fuutaro la levantó y obligó a mirarla. 

El corazón se le detuvo por un instante, su mirada penetrante sobresalía de sus cabellos oscuros como si fuese sulfuro, en aquella desnudez no hubo lugar para mentiras, tan solo miradas en silencio que parecieron transmitirlo todo.

Reciprocidad.

Fuutaro...

¿Reciprocidad?

No lo había terminado de procesar porque todo parecía tan excitante como surrealista, pero realmente estaba viviendo la fantasía de su vida con el amor de su vida, quien le hacía suspirar y ahora incluso gemir, quien se preocupaba por ella tanto como para buscarla por toda la escuela y meterse desnudo a un mismo cubículo incluso sabiendo que hay muchos más.

Quien sin hacer ruido se acercó a ella y le susurró al oído.

Te amo, Nino

Y acto seguido tomó ambas piernas carnosas entre sus brazos y la levantó del suelo.

Nino se quedó sin habla.

—No puede ser, ¿El chico del staff del festival?

Ya no respondió, su mente había quedado paralizada, incluso si ayer lo había visto de cerca, tener la erección palpitante y descubierta de Fuutaro a centímetros de su coño le había dejado sin palabras.

Estaba por suceder.

—Ya la avergonzaste Midori-chan, no te preocupes Nino-chan, tómate tu tiempo para responder

Si tan solo supieran la verdad...

Fuu-kun... por dios...

Tenía su rostro frente a ella, y era injusto, realmente injusto que la tuviera cargada como para que abrazara su cuello, injusto porque de esa manera ella no podía ocultar las lágrimas que comenzaban a salir de ella por la dicha de ser correspondida.

Ahora Nino estaba desnuda tanto en alma como en cuerpo frente al hombre de su vida.

Podía sentir los brazos de Fuutaro cargarla, sus enormes tetas chocando contra el pecho de su querido tutor y ese pene irguiéndose cómodamente entre sus nalgas.

No dije que podíamos tener sexo... —Murmuró con un humor renovado, queriendo seguir aquel juego de roles tácito que habían jugado tanto tiempo.

Fuutaro sonrió.

Nino esbozó una expresión de asombro cuando miró hacia abajo siendo recibida por el miembro intimidante que ahora estaba presionando contra su estómago, embestidas inexactas deslizando aquel pene contra su cuerpo mojado.

Te daré lo que quieres, así que... —Mirándola fijamente, Fuutaro le dio una buena apretada a su culo para sujetarse bien de Nino. —Actúa natural

E-Espe- ¡UHM! —Tuvo que cubrir su boca con ambas manos y muy fuerte para no dejar salir ni un solo gemido. Una sensación de invasión y estiramiento fue lo que tuvo Nino de repente.

—Bueno, parece que necesitas mentalizarte, así que te dejaremos un rato más, pero nosotras ya nos vamos

—Confiamos en ti, Nino

—¡Tú puedes! ¡Esfuérzate con tu querido chico del staff y nosotras con los ensayos!

Y cuando los pasos cesaron, Fuutaro pudo cerrar la llave de la ducha, finalmente liberando una dura exhalación cargada de placer.

—Lo hiciste muy bien, Nino... —Acariciaba su cabeza como para mimarla, no le importaba si ella estaba mordiendo su hombro, era lo necesario para evitar que soltara algún sonido en ese instante.

El instante en que ambos perdieron la virginidad.

—¿Te sientes mejor?

—S- Sí... —Nino lo pensó un momento. —O- Oye...

—Bueno, ahora procura no hacer mucho ruido

—¿Q- ¡¡OOHHNNGHOOO!!~... ¡¡Aahh!~.. ¡Aahh!~. —Gimió Nino, profundo y gutural mientras lentamente Fuutaro empujaba dentro de ella, sintiendo la deliciosa envoltura antes de echar hacia atrás sus caderas y luego golpearla una vez másse abrió.

La fuerza ondulante dejó a Nino gritando y aullando de dolor, pero jamás pidiéndole que parase, fue tan solo momentos después cuando los placeres de sus entrañas fueron masajeados por ese hombre que tanto daño y placer le había causado

—¡Ahh, me estás estirando tanto, Fuu-kun!~ —Vitoreó. Sus uñas clavándose en la piel de sus hombros mientras sus pliegues salpicaban su humedad sobre su enorme longitud. Sus flexibles nalgas se veían realmente increíbles mientras se movían con cada ligero movimiento.

Escuchar los gruñidos de Fuutaro la animaban a sumergirse más en su penetrante longitud. Nino se desplomó sobre aquella masculina pelvis después de lograr mover su sexo alrededor de su grueso pinchazo de carne, empujándolo todo de una vez con esa sensación de euforia atravesándola. Montándolo con vigor apasionado, moviendo y golpeando sus caderas contra las de Fuutaro, sintiendo sus manos azotar su trasero haciéndola avanzar aún más fuerte.

Él ayudó a amainar sus gemidos colocando un rápido beso en sus deliciosos labios mientras empujaba más profundo dentro de ella, un gesto que a ella pareció gustarle, llenando ese apretado y goteante coño húmedo y suave, un centímetro a la vez.

—¡Contra la pared! ¡P- Por favor~!

—¡Como quieras, mujer sucia! —Tantos intercambios de balbuceos en medio del acto y tan solo estos estimulaban la vigorosidad de Fuutaro y el libido reprimido de Nino.

El varón hizo caso y azotó la espalda de Nino contra el frío muro de azulejos, aplausos sonaban en coro a un ritmo de un centímetro por embestida, intentando adecuarse cada uno a la capacidad del otro.

—¡¡OUGGHH~!! —Gruñó la dama vigorosamente y sin reparo.

Que si Fuutaro entraba en la estrechez de Nino y esta sintiendo que sus entrañas se moldeaban para recibir a su premio de carne.

Hasta que pasó un tiempo indefinido y finalmente alcanzó su premio, besando su sensible útero con un golpe final, entregando un empujón vicioso que la dejó sin palabras, absorbiendo sus dulces gemidos a través del beso con la boca abierta de su lengua y labios, continuando hasta que la totalidad de su gigantesca polla negra estuvo dentro de ella.

—¡Nino! ~ ¡Ooh, Nino! ~ —Gimió Fuutaro, llamándola por su nombre una y otra vez por la forma en que su coño lo succionó tan profundamente dentro de su cuerpo y se negó a soltarlo.

Su varonil polla se acariciaba dentro de su coño, su clítoris se frotaba contra él mientras se abrazaban apasionadamente. Su virilidad palpita dentro de ella, provocando la sensación más placentera conocida por el hombre, mientras los rostros de Fuutaro y Nino se juntaban en un beso acalorado.

—¡Oh Dios, oh Dios!~.. —Cada centímetro de sus entrañas fue sondeado por la longitud de Fuutaro. Su pequeño y extendido coño lo elevó a otro nivel de placer, Fuutaro la recompensó por follarlo tan bien mientras daba lo mejor de sí para enterrar esa polla dentro suyo con un agarre más duro de su trasero aumentando el ritmo de las embestidas.

La mirada lujuriosa que compartían no se parecía en nada a las relaciones normales entre profesor y alumno, que era lo que se suponía que debían ser, pero en este punto, se parecía más a una retroalimentación entre amantes. Nino observó fascinada cómo esa carne de hombre enjabonada con su miel entraba y salía de su coño maltratado, dejándolo rápidamente solo para volver a llenarlo rápidamente hasta el borde poco después.  

El placer desbordante se sintió como un sueño, y Nino rápidamente se emborrachó de lujuria, mareada mientras su coño temblaba de ser follado increíblemente fuerte, sus piernas colgadas a cada lado opuesto.

—Fuu-kun...

La baba goteaba de sus labios como una perra jadeando de calor, los dedos de las manos con espasmos y los dedos de los pies curvándose mientras sus nalgas se apretaban, sus paredes revoloteando alrededor de Fuutaro en aceptación mientras sus residuos mutuos continuaban cubriendo su erección invasora.

—¿Estás... Unnghh... cerca de correrte... Fuu-kun~? —Sus piernas descansan a lo largo de sus hombros, y ella agradece al cielo que sea flexible, mientras él pone todo su peso sobre su cuerpo, aplastando toda su grasa con solo acostarse sobre ella estampándola a la pared de la ducha.

—¡Tienes una puta presentación! ¡Por eso he estado cargándote!

—¡¡S- Sssiiiiiiiiiiiiiii!~... ¡Fóllame!~.. ¡¡Vas a romperme!!~ —Gritó Nino, reducida a lágrimas mientras comenzaba a arañar sus anchos hombros, abrazándolo con fuerza mientras sus sudorosos los cuerpos chocaban entre sí a un ritmo intenso y frenético.

Los últimos segundos fueron gloriosos, hasta el momento en que ni uno ni otro soportaron más tiempo.

Nino cerró los ojos y hundió su cara en el hombro de Fuutaro, gimiendo con todo su cuerpo temblando mientras el hombre tiraba de sus atrevidas caderas contra su polla, optando por embestidas más profundas que llegaban hasta el útero en lugar de caminar frenéticamente.

—¡Oooouuuuggg...~!

—¡M- Mierda! —Este método resultó efectivo ya que la excitación de Nino creció incontrolablemente, con la lengua colgando libremente mientras se corría y el hombre alojado profundamente dentro de ella eyaculaba vigorosamente.

Un cóctel de hormonas desembocaron en lo más profundo de su ser, tanto de Fuutaro como de Nino, que gruñeron incontrolablemente mientras acababan.

La oxitocina dejó a Fuutaro en un estado tal que no pudo mantener más tiempo el cuerpo pasmado y usado de Nino, cayendo esta sobre él.

Su pecho subía y bajaba, con una sonrisa que jamás había creído que podría esbozar, ni siquiera la sensación de buen trabajo se comparaba con ese momento; en el que tenía a la mujer más orgullosa que haya conocido temblando de un orgasmo encima de él.

—Eso... eso fue... —Se tomó su tiempo para reír, secarse el sudor que le recorría la frente e intentar formar palabras.  —Jodidamente bueno...~ —Ya ni supo si lo pensó o lo dijo realmente, pero razón no le faltaba, abrazó a Nino quien tenía la cara contra su pecho desnudo.

Exhalaba la dicha por ratos, entre largos respiros y sintiendo pequeños espasmos por el cuerpo, jamás en su vida sintió tanta euforia o cansancio, pero sin duda no se arrepentía de nada.

—¿Tú que opinas Nino....? —Preguntó, acariciando su espalda con mesura, pero sin respuesta alguna. —¿Nino?

—...

—... ¿N- Nino?—Aún con algo de gracia, Fuutaro se levantó y movió un poco a la mencionada para que quedase acostada a un lado, volviendo a preguntar por ella.






—... mierda







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—Fuu-kun, por favor...

—No

—U- Un besito más...~

—¡Tch! Que no...



—Aunque sea una agarradi-

—¡Por un demonio Nino te dije que no! —Su paciencia se agotó y terminó gritándole. Y no era para menos, si en una hora tenía que estar ya cambiada y lista para su acto de apertura del festival escolar.

—¡Kyaaa! ¡Ahora me gritarás y me azotarás por ser una chica mala~!

Lo único que podía sacar de aquello era que al menos Nino no se sentía bajo presión. Todo lo contrario a él.

Aún recuerda cómo estuvo intentando traer a Nino de vuelta a la vida incluso si su dama aún estaba sufriendo las consecuencias de ser receptora de tan salvaje sexo. Y como en su desesperación se la pasó diez minutos abofeteándola a ver si despertaba.

Todo para darse cuenta de que ella ya estaba en estadio de vigilia pero fingía para que siguiera pegándole.

Sí, Nino era una masoquista de temer.

—Por cierto, ahora somos novios, ¿Verdad?

—... sí

Pero era su masoquista de temer.

—Anda ya, cámbiate —Se levantó y vigiló la puerta de la enfermería para darle su espacio en la camilla y que se vistiera como era debido.

—Si ya me has visto todo, tonto —Aclaró ella con gracia. —No tiene mucho sentido que me des la espalda... esa debería de ser yo en todo caso~

—Si sigues provocándome no te va a gustar...

—Bueno... —Espetó ella.

Aunque quizá ya era demasiado tarde, Fuutaro había estado mirando de reojo cómo su señorita se cambiaba el uniforme en el que se había revolcado y se ponía ese sensual traje de idol color rosa.

Sin duda le quedaba bien.

—C- Cielos...

—¿Qué pasa?

—Como que estar con la vestimenta me pone un poco más consciente de lo que voy a hacer...

El hombre la miró, la verdad era que la había visto practicar la presentación, bailar, cantar. De las pocas veces que había estado en su departamento últimamente, recuerda claramente como ella hacía todo con una gracia y alegría que hasta le parecía admirable.

Una sensualidad... que solo él quizá era privilegiado de ver y sentir. Y quería proteger todo ese esfuerzo.

—Nino...

—¿S- Sí?

—Acércate —Obedientemente, ella fue hacia Fuutaro con algo de nervios por el uniforme, y entonces este le susurró. —Si haces un buen trabajo te voy a....


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https://youtu.be/Ow3pre50bVQ


Los aplausos no se hicieron esperar, había sido un espectáculo fabuloso a palabras de Fuutaro, las ovaciones llenaron el sitio y la sonrisa de las cinco frente al escenario brilló mucho más que el sol.

Sobre todo la de Nino.

—¡Buen trabajo Nino-chan!

—¡Gracias!

—Nos sorprendiste allí con ese desempeño tan impecable —Señaló Midori, quien sin duda hablaba por todas las demás también.

—¿A- A qué te refieres?

—Es que desde hace rato has estado cojeando...

—Ah, ¿Eso...? Bueno... eso es...

Nino le dio una pequeña vista a Fuutaro quien indicaba hacia dónde podían ir los visitantes a partir de ahora, y cuando sus miradas se cruzaron, bueno...

—Solo un momento de felicidad



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¿Hola? ¿Hay alguien con vida?

Mañana me van a destrozar en la universidad y quería al menos dejar esto como recuerdo XD, se me hizo re largo y decidí cortarlo otra vez  xDDDDDDDDDDDDDD.

Por cierto, dejé una metáfora con el fanart del inicio del capítulo, el que lo adivine puede pedirme lo que quiera.



En fin, voten y sigo actualizando.

Adiuuuuuuuuuuuuuuuuu

つづく

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