En poco tiempo llegó el día 24 del mes, ese día a la noche la pasarían ambos grupos de amigos juntos en casa de Nakamura, a quien más le emocionaba esto era a Nagisa, por alguna razón, y Karma notó eso desde hace algunos días atrás.

— ¿Qué haces? -preguntó el pelirrojo mientras veía cómo el otro chico estaba casi con la mitad del cuerpo dentro de su closet, intruseando entre la ropa, buscando algo.

— Busco una sudadera amarilla.

— ¿Por qué?

Nagisa salió del closet y lo miró haciendo un puchero.

— Dijiste que me la prestarías... - "¿Lo hice?" pensó Karma de inmediato, desviando la mirada e intentando recordar, sin lograrlo- no lo recuerdas.

— No, no, no... Bueno sí, lo olvidé. Pero claro que puedes tomarla, puedes usar lo que quieras en realidad.

Los ojos de Nagisa brillaron, pero fue solo un segundo, ya que ¡llevaba casi una hora buscando la bendita sudadera y aún no la hallaba! Ciertamente lo frustraba, quería usarla justamente este día para presumir de alguna forma su relación con Karma, como si estar de la mano y hacer cosas asquerosas de pareja no bastara, pero ellos se ven lindos de todas formas haciéndolo así que ya qué.

— ¡Karma! -la madre del pelirrojo se escuchaba en la primera planta, bueno, en realidad se oían sus pasos subiendo así que suponían que tarde o temprano iba a abrir la puerta de la habitación.

Y así fue, casi saca la puerta de lo fuerte que se abrió. Lucía enojada.

— ¡Te dije que sacaras la ropa de la lavadora ahora está-! Hola, Nagisa, cielo, ¿cómo estás? -su humor cambió repentinamente al observar al peliceleste asomarse entre las puertas del closet, sentado en el piso también.

— Hola, muy bien, gracias. -le respondió feliz de verla, con una sonrisa.

— Me alegra querido. -y su ánimo cambió de nuevo luego de eso para volver a regañar a su hijo- ¡Ahora tú! ¡Ve a lavar la ropa de nuevo y a secarla después! -le dijo a Karma y luego se fue a su propia habitación.

— ¡Mamá, es mi cumpleaños!

— ¡No, aún no lo es! -lo contradijo a lo lejos.

El pelirrojo sólo bufó, dispuesto a hacer lo ordenado.

— ¿Te ayudo? -ofreció Nagisa poniéndose de pie.

— No, no es nece-.

— Lo haré de todas formas. -y pasó por su lado para después ir y bajar las escaleras, pero quedando detenido en el primer paso sobre uno de los escalones, para así mirar a su novio y guiñarle mientras le lanzaba un beso— Te amo.

Un escalofrío recorrió a Akabane, ¿de dónde aprendió a ser tan seductor? Nagisa había logrado sonrojarlo, triunfante bajó la escalera sonriendo de oreja a oreja.

▪️▪️▪️

HOLAAA, VOLVÍ, nuevo año, otra vez, ugh.

¡Se acerca la parte del fanfic a la que quería llegar desde que lo creé! Wuuuuu.

Preguntita bonita:

¿Cuál es tu animal favorito?

¡El mío son los osos!🐼🐻
Me encantan, en especial porque su vida se basa en comer y dormir (hibernación).

Yes, las preguntas cambiaron, ahora quiero saber más de ustedes uwu, así que respondan con confianza no más, los primeros 3 recibirán dedicación de todas formas, pero si es alguien que ya tuvo antes más de una, no se la ganará ;( la idea es que todos ganen una vez por lo menos.

Nos vemos en el próximo capítulo, chau, chau.💜