|37| Imaginación
— ¡Oh! Karma, no te he presentado -dijo Nagisa de la nada llamando la atención.
El de menor estatura tomó a Akabane de la mano y lo jaló un poco para acercarse a sus amigos.
— Chicos, él es Karma. -los presentes lo saludaron con un ademán y algunos con una sonrisa.
Vamos a saltarnos la presentación de cada uno porque en realidad ¿a quién le importa? Queremos Karmagisa.
— Por cierto, Akabane-kun -Isogai llamó la atención del pelirrojo-, ¿qué haces aquí?
— Nada en especial, solo quería ver a Nagisa.
Isogai comprendió, miró a los demás y concluyó que todos habían captado, ya se dieron cuenta de los sentimientos de Karma, solo con esa obvia frase. Pero Nagisa sigue de idiota sin comprender.
— Podríamos haber quedado para vernos otro fin de semana, Karma. -le reprochó un poco Nagisa al caer en cuenta que Karma tuvo que irse de su escuela para ir a la de él, en plena jornada escolar.
— Es que siempre aplazabas las fechas. Además, así fue casi como una sorpresa, ¿no? -le sonrió a Shiota.
Nagisa pensaba seguir reprochándolo, pero con solo ver esa sonrisa, las ganas de hacerlo se esfumaron y una agradable calidez lo llenó por completo, sonrió rendido.
Desgraciadamente el timbre que indicaba el final del receso comenzó a sonar.
Los amigos del peliceleste le avisaron que irían adelantándose cada uno a su respectivo salón, dejandolos de esta forma, solos. Con Nakamura, pero solos.
— Debo irme ahora, ¿nos vemos otro día? -preguntó el mayor, Nagisa.
— O podría esperar a que salgas y vamos a hacer algo después.
Nagisa se sorprendió un poco por tan repentina invitación, aceptó feliz, no le importaba que fuera lo que vaya a hacer, mientras fuera con Karma. Dio media vuelta y comenzó a correr lento hacia el edificio para retomar sus clases.
— Mira ese trasero que se gasta. -soltó Nakamura silbando despacio.
No era necesario mirar a Karma para saber que la mataba con la mirada.
— ¿No le temes a la muerte, rubia?
— Meh. -ignoró a Karma y se dispuso a caminar a la salida de la escuela, con sus manos detrás de su cabeza, en una pose relajada- Mátame después, pronto tendré una cita con la chica de hermosos ojos avellana, Kayano Kaede.
— ¿Ya le pediste una cita? -preguntó el pelirrojo algo sorprendido.
Nakamura avanzó más que él en un día. Pff-, unas horas de hecho.
— No, pero siempre me resulta lo que quiero y planeo, es como ver el futuro, ya me la imagino como mi novia.
— ¿Nos has imaginado a Nagisa y a mí como pareja? -la curiosidad del momento le ganó y tuvo que preguntar.
— Uff, qué no me he imaginado con ustedes dos. -la cara de pervertida que tenía no se la quitaba nadie.
No, esperen, se la quitó la tierra, ya que Karma estrelló el rostro de su amiga con ella.
— Oh, ¿qué haces en el piso, Rio? ¿Te caíste? -dijo Akabane mirándola desde arriba.
— ¡HIJO DE...! lasuegradeNagi...
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