|34| La bonita

Llegaron con los demás chicos, quienes estaban en la cancha de béisbol comiendo, mientras veían a Sugino practicar algunos tiros y bateos.

— Nagisa, Kayano, creí que se quedarían a comer en el salón. -dijo Yuuma al verlos llegar.

— Cambiamos de opinión. -sonrió Kayano.

— ¿Y por qué están tomados de la mano? -sonrió coqueto Maehara.

— ¿Y por qué no? -devolvió la pregunta Nagisa, sonriendo con una pizca de altanería.

Pero de inmediato soltaron sus manos.

La de ojos avellana sonrió, Nagisa estaba de vuelta, le agradaba cuando era así de seguro consigo mismo, la hacía feliz.

Se quedaron allí conversando, comiendo y jugando.

Mientras que Karma se hallaba en la puerta del aula de Nagisa, teniendo un tipo de conversación con Nakamura.

— Segura que esta es su clase. -preguntó él.

— Sí. -respondió la rubia, un poco enfadada.

Hace rato ya que preguntaba tonterías y no abría la puerta.

Estaba nervioso, claro. ¿Quién no lo estaría cuando estás a punto de conocer a tu futuro esposo? Digo, a la persona que te gusta.

— ¿Muy segura?

— Sí.

— Es que no quiero abrir la puerta y quedar como un idiota.

— Ya lo eres, solo ábrela. -Rio solo quería que se dejara de rodeos de una vez.

— ¿Pero estás segura?

— ¡Que sí, Karma! ¡Abre la maldita puerta!

Karma por impulso la abrió...

Encontrando todo en completo silencio y sin siquiera un alma dentro.

— No está. -soltó el pelirrojo, decepcionado.

— Nooo, ¿en serio? -dijo la rubia mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba en la pared de fuera del aula.

Karma volvió a cerrar la puerta mientras susurraba niñerías burlándose de Nakamura, las cuales eran el típico "Niii, ¿in sirii?".

— Eres muy infantil, Akabane.

— Y tú muy amargada, Nakamura.

— Tú me hiciste enojar.

— Claro, échale la culpa a la bonita, ¡siempre la bonita! -dijo Karma exagerando y haciendo un raro ademán con sus manos alzadas al nivel de su cabeza.

Y gracias a eso ambos rieron estrepitosamente.

— Bueno, cambiando de tema, ¿Nagisa no te dijo dónde estaba? -dijo Rio secando unas pequeñas lágrimas causadas por la risa.

— Me dejó en visto. -le respondió el más alto mostrándole la conversación en su celular como prueba.

— Eso es un problema... ¿subimos a la azotea para buscar desde arriba? -propuso la rubia.

— ¿Y si sigue en el edificio?

— No perdemos nada con intentar.

▫▫▫

Actualicé solo porque este cap ya estaba listo, no se emocionen perras. Ahre no, los amo💜 xd.

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